Mi Compromiso con Dios

Comprometido con Dios

Gracias a Dios por este nuevo año 2023 ¿cuántos están agradecidos? Inicios de año es tiempo de meditar y reconocer que no sólo el año pasado, sino toda nuestra vida SU Amor nos ha rodeado. Albert Einstein dijo: “Podemos vivir la vida creyendo que nada es un milagro o que todo es un milagro”: La decisión es nuestra, involucras o sacas a Dios de la ecuación. Creo que la mayoría hemos visto la Mano de Dios por todos lados, no podemos negar que es por SU gracia y misericordia.

El 2022 quedó atrás, SU Favor no, pero claro no todo es color de rosa, creo que podemos reconocer que hay áreas de la vida que no tenemos victorias aun. De algunas de ellas nos gustaría culpar a Dios, pero la verdad es que no podemos ¿cuántas de nuestras malas experiencias son resultado de nuestras decisiones? Leí en una pared: “cuántos problemas habríamos evitado si hubiéramos escuchado a nuestros padres” ¿no es cierto eso? Pues algo similar si no hubiéramos desobedecido a nuestro Padre Celestial.

El tema del año es COMPROMISO, la semana pasada vimos el costo de seguir a Jesús, hoy quiero compartir sobre el compromiso de seguir a Dios en el contexto de nuestra historia. Que este día nuestro compromiso con Dios sea para crecer espiritualmente.

Josué empezó como ayudante de Moisés y cuando éste muere Dios lo nombra líder de Israel. Es él quien los mete a la Tierra Prometida, para el momento de la historia ya es anciano, está cansado, ha peleado la buena batalla y en su discurso final, no pide que le construyan un monumento, es consciente de su papel en la historia, lo que debe continuar no es su nombre sino su misión. Su preocupación, su interés es que Israel continúe comprometido con Dios. En capítulos anteriores ya se los dijo, pero en el capítulo 24 de Josué lo repite ¿por qué? Si ya todos han escuchado de sus padres, abuelos, la historia de cómo Dios los sacó de Egipto, salieron con riquezas, cruzaron el mar en seco, recibieron comida y agua en el desierto, saben todo eso desde niños y que Dios les dijo que ÉL es su Único Dios ¿por qué Josué tiene que repetirlo, insistir? Por que somos olvidadizos.

“Entonces Josué convocó a todas las tribus de Israel en Siquem, junto con los ancianos, los líderes, los jueces y los oficiales. Así que todos se reunieron y se presentaron ante Dios.” (Josué 24:1, NTV)

Josué los lleva a renovar el pacto, el compromiso y les dará un argumento. La gente está reunida, están todas las tribus porque es algo que cada persona debe decidir por sí mismo. Están en la ciudad de Siquem en el centro de Canaán, la actual ciudad de Nablus. El lugar es importante, porque es el primer lugar que se menciona cuando Abraham sale de su patria. Aquí el Señor se le aparece por primera vez con esta promesa:

“Entonces el Señor se le apareció a Abram y le dijo: «Daré esta tierra a tu descendencia». Y Abram edificó allí un altar y lo dedicó al Señor, quien se le había aparecido.” (Génesis 12:7, NTV)

Aquí se queda a vivir Jacob y es donde se reconcilia con su hermano Esaú y edifica un altar. Aquí Jacob entierra los ídolos que traía del pasado.

“Entonces Jacob les dijo a todos los de su casa: «Desháganse de todos sus ídolos paganos, purifíquense y pónganse ropas limpias.” (Génesis 35:2, NTV)

Ahí fue hecha la promesa y ahora sus descendientes están en el mismo lugar listos para tomar posesión de esa promesa. Así es el carácter de nuestro Dios, se compromete a SU promesa y no será rota jamás. Nosotros podemos estar seguros de sus promesas porque lo ha confirmado por medio de la Sangre de SU Hijo. Pablo lo dice así:

“Todas las promesas que ha hecho Dios son «sí» en Cristo. Así que por medio de Cristo respondemos «amén» para la gloria de Dios.” (2 Corintios 1:20, NVI) 1:20, NTV)

Es importante renovar tu compromiso con Dios en el lugar donde has tenido tu encuentro con ÉL, donde has recibido Sus promesas, donde has visto a Dios aparecer en tu vida.

Estos días son tiempos de mirar atrás, medir nuestra vida con el año pasado y evaluar lo que tenemos delante. Esto es lo que hace Josué. Y empieza con la autoridad de Dios, lo hace como un profeta que habla a su pueblo, empieza hablando de parte de Dios.

“Josué se dirigió a todo el pueblo, y le exhortó: —Así dice el Señor...” (Josué 24:2, NVI)

Cuando se predica la Palabra de Dios, solo son habladas por medio de un hombre, pero al ser Palabra de Dios es ÉL quién nos habla a todos.

“Josué le dijo al pueblo: —Esto dice el Señor, Dios de Israel: Hace mucho, tus antepasados, entre ellos Taré, el padre de Abraham y Nacor, vivían del otro lado del río Éufrates y rindieron culto a otros dioses. Pero yo tomé a tu antepasado Abraham de la tierra que está al otro lado del Éufrates y lo guié a la tierra de Canaán. Le di muchos descendientes por medio de su hijo Isaac. A Isaac, le di a Jacob y a Esaú. A Esaú le di las montañas de Seir, mientras que Jacob y sus hijos descendieron a Egipto.” (Josué 24:2–4, NTV)

Dios sacó a Abraham de Ur, era alguien que adoraba ídolos, pero después de ser sacudido por Dios, llega a ser conocido como amigo de Dios. Era una rama destinada a ser quemada, pero Dios la arrancó para hacerlo de ÉL. Dios justificó al pecador sin que este lo pidiera.

“No es porque seas tan bueno o porque tengas tanta integridad que estás a punto de poseer la tierra de ellas. El Señor tu Dios expulsará a esas naciones de tu paso sólo por la perversidad de ellas y para cumplir el juramento que les hizo a tus antepasados Abraham, Isaac y Jacob.” (Deuteronomio 9:5, NTV)

Josué les recuerda esa historia, como Dios intervino de forma poderosa para tomar a Abraham, esto implica una intervención poderosa de Dios en la vida del ser humano, así intervino en la vida de David, Amos, Israel, quizá es tu historia, tienes tanto potencial, talento, dones que desperdiciabas en el desierto de tu vida y porque ÉL intervino en tu vida fue que tuviste un encuentro con ÉL.

Les recuerda que Dios cumple Su promesa, esa es la garantía, en tiempos difíciles de su historia ellos lo han visto, y lo seguirán viendo. Lo viste el año pasado y lo seguirás viendo este 2023.

“Sí, piensen en Abraham, su antepasado, y en Sara, que dio a luz a su nación. Cuando llamé a Abraham, era un solo hombre; pero, cuando lo bendije, se convirtió en una gran nación».” (Isaías 51:2, NTV)

Abraham empezó siendo sólo un hombre y cuando Dios lo bendice se convierte en nación. Tú y yo sin Dios somos solo hombres y mujeres, pero con SU bendición nos convertimos en algo grande para SU Nombre y Su Reino.

“»Luego envié a Moisés y a Aarón, y mandé plagas espantosas sobre Egipto; y después te saqué de allí como un pueblo libre. Pero cuando tus antepasados llegaron al mar Rojo, los egipcios te persiguieron con sus carros de guerra y sus jinetes. Cuando tus antepasados clamaron al Señor, puse oscuridad entre ti y los egipcios. Hice que el mar cayera sobre los egipcios y los ahogara. Con tus propios ojos viste lo que hice. Luego viviste muchos años en el desierto. »Finalmente, te llevé a la tierra de los amorreos, al oriente del Jordán. Ellos pelearon contra ti, pero yo los destruí delante de tus ojos. Te di la victoria sobre ellos, y tomaste posesión de su tierra. Después Balac, hijo de Zipor, rey de Moab, empezó una guerra contra Israel. Llamó a Balaam, hijo de Beor, para que te maldijera, pero yo no lo quise escuchar. En cambio, hice que Balaam te bendijera y entonces te rescaté de Balac.” (Josué 24:5–10, NTV)

Después hace un repaso de la relación de Dios con Su pueblo. Las partes de la historia que menciona muestran el amor inmerecido de Dios y SU gran poder en favor de Su pueblo, quiere despertar en cada israelita el deseo de renovar su compromiso de fidelidad a Dios.

Abraham y su familia se convierte el pueblo escogido sólo por misericordia, no por una cualidad especial. Por eso no pueden tener orgullo personal, porque no es por ellos; de igual forma Dios te permitió a ti y a mí conocerle en medio de donde estábamos, aun cuando no querías nada con ÉL, se te mostró con amor y misericordia.

Si vienes de familia cristiana qué bueno, pero debes saber que toda familia tiene un antepasado que no es motivo de orgullo. Para que solo podamos jactarnos de SU Gracia.

“Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios.” (Efesios 2:8, NTV)

El desierto fue su discipulado, ahí conocieron a Dios que se reveló poco a poco, todo lo que vivieron fue para que experimentaran manifestaciones de la misericordiosa fidelidad de Dios.

El común denominador en la historia es el favor de Dios una y otra vez, desde que llamó a Moisés y lo envía con Aarón, las 10 plagas, la salida de Egipto, el mar en seco, los alimentó por 40 años, derrotó a sus enemigos, cuando contrataron para que los maldijeran, ÉL no lo permitió. Ahora tienen territorio, sustento, bienes que pueden disfrutar porque Dios ha cumplido. Después de todo lo mencionado ¿quién puede decir algo que impida renovar el compromiso? cuando toda su historia está llena de la bondad de Dios.

Cuando aceptas el perdón de Jesús en la cruz, te da el regalo de la vida eterna, disfrutas SU perdón y bendiciones en tu vida. Podemos decir que Dios ha cumplido.

“»Cuando cruzaste el río Jordán y llegaste a Jericó, los hombres de Jericó pelearon contra ti, como lo hicieron los amorreos, los ferezeos, los cananeos, los hititas, los gergeseos, los heveos y los jebuseos. Pero yo te di la victoria sobre ellos. Y envié terror antes de que llegaras, para expulsar a los dos reyes amorreos. No fueron tus espadas ni tus arcos los que te dieron la victoria. Yo te di tierra que no habías trabajado y ciudades que no construiste, en las cuales vives ahora. Te di viñedos y huertos de olivos como alimento, aunque tú no los plantaste.” (Josué 24:11–13, NTV)

Recuerda ¡YO te di la victoria!

“»Por lo tanto...” (Josué 24:14, NTV)

Esta frase nos dice que Josué llega al punto central de su argumento. El pacto sigue vigente, pero es con quienes renueven su compromiso con Dios. El requisito no es una nueva lista de leyes o reglas.

“»Por lo tanto, teme al Señor y sírvelo con todo el corazón. Echa fuera para siempre los ídolos que tus antepasados adoraron cuando vivían del otro lado del río Éufrates y en Egipto. Sirve sólo al Señor.” (Josué 24:14, NTV)

Temer es respetar, honrar, ser leal, incluye confianza, amor y adoración.

Servir es: adorar, confiar, amar, obedecer con gratitud. En el original esta frase se repite 7 veces en 2 líneas. El compromiso del 2023 bien puede ser Compromiso reflejado en Temer y Servir al Señor. Para eso echa fuera toda clase de ídolo que esté en tu corazón o actitud. Lo que ocupa el lugar de Dios. Cualquier tendencia a confiar o depender de algo o alguien que no sea Dios. Un temor obsesivo que controla tu vida.

Hay cosas que guardas del pasado, relaciones que sabes que es mejor terminar porque te dan acceso a sustancias ilegales o dañinas, te invitan a negocios no tan claro, o a lugares no saludables, tus propias habilidades. Relaciones del pasado, ídolos que de vez en cuando les rindes tributo, adoración.

Si tu adoración el 2022 estuvo dividida, las palabras de Josué son para ti: “Sirve sólo al Señor”.

Dios hizo un pacto con Abraham, lo renovó con Isaac y Jacob, si la generación de Josué decide seguir siendo pueblo de Dios, deben servirlo, si cumplen el pacto pueden estar seguros que continuarán teniendo el favor de Dios.

“Pero si te niegas a servir al Señor, elige hoy mismo a quién servirás. ¿Acaso optarás por los dioses que tus antepasados sirvieron del otro lado del Éufrates? ¿O preferirás a los dioses de los amorreos, en cuya tierra ahora vives?.” (Josué 24:15, NTV)

Después del resumen es fácil tomar una decisión, Israel tiene que decidir, por un lado tiene los dioses de madera o metal y del otro al Dios viviente, poderoso y misericordioso que han visto en su historia. Tienen que escoger entre ídolos incapaces de hacer algo por ellos o refrendar su compromiso con Dios quien les ha dado estas tierras ¿qué decidirán? La indecisión es fatal, lleva al fracaso seguro, por lo que hay que decidir ahora.

El libro de Jueces narra la trágica decisión que en la práctica Israel tomó.

Ahora te diré un concepto doctrinal o teológico que te permitirá entender que muchas veces te quejas desde tu privilegio. Sabes que tú tienes una relación con Dios, sólo por que ÉL se te reveló y lo pudiste ver.

“Por lo tanto, quiero que sepan que nadie que habla por el Espíritu de Dios maldice a Jesús, y nadie puede decir que Jesús es el Señor excepto por el Espíritu Santo.” (1 Corintios 12:3, NTV)

Quienes nunca lo han recibido, por sus fuerzas tampoco pueden tener una relación con Dios sin que antes Dios les extienda la oportunidad. Eso solo es facultad de Dios. Esto dicho de forma muy simplista.

Lo que quiero decir es, el poder de decidir continuar el compromiso de seguir a Dios o de abandonarlo es sólo para los que en este momento son su pueblo. Estás aquí porque Dios te buscó, te amó, te llamó primero. Muchos creen que han llegado a Dios por sus fuerzas y por eso Dios debe estar agradecido, sin darse cuenta que fue Dios quien abrió la ventana de oportunidad para que pudieran ver esa luz de Su Amor.

“...Pero en cuanto a mí y a mi familia, nosotros serviremos al Señor.” (Josué 24:15, NTV)

Josué les dice que ya tomó una decisión, se adelanta y les dice: aunque sea sólo yo, así como sólo Caleb y yo creímos que entraríamos a la Tierra, ya he tomado una decisión. Josué se para firme como jefe de su casa, de su familia. Claro que desea que todo Israel haga lo mismo, pero aun su nadie más lo hace, eso no cambiará su decisión.

¿Por qué decidió eso Josué? Es la conclusión lógica después de tanta evidencia. Así estamos nosotros ahora, no es tiempo de indecisiones. Dios nos escogió por amor, nos redimió por medio de la Sangre de Cristo, nos perdonó, nos dio las riquezas de Su Gracia.

En otras palabras, el año pasado te cuidó, permitió crisis que te dejaron ver Su Mano y te forjaron, te alimentó, te dio bendiciones de muchas maneras, has visto SU Mano de poder ¿qué decidirás? ¿qué te detiene de tomar una decisión?

Algunas derrotas que tuvo Israel y hemos tenido nosotros han sido por menospreciar el plan de Dios o por querer ganarle en sabiduría.

La decisión no puede ser forzada, obligada. El pueblo sabe que adorarlo es lo mejor que pueden hacer ¿habrá alguien que decida no hacerlo? Dios te ha bendecido, guardado, a pesar de tus fallas y desobediencias. Te da el 2023 para corregir, no para que empecinarte en seguir igual que el 2022.

¿Estás listo para hacer el compromiso? ¿para entregarle las riendas de todo? matrimonio, familia, negocio. O quizá matrimonio, familia y negocio son los ídolos de tu corazón y esperas que ellos te den lo que anhelas. La diferencia con Dios es que a eso tú los puedes controlar.

Por eso la pregunta ¿estás dispuesto al compromiso con Dios hasta las últimas consecuencias? O quizá estás en un punto de tu vida que consideres entregarte a Dios pérdida de tiempo. Josué dijo:

“Pero si a ustedes les parece mal servir al Señor...” (Josué 24:15, NVI)

Si te parece mal rendirte, entregarte, si tienes otros datos, otros planes, entonces ¡toma una decisión! Si lo has seguido para que ÉL te sirva como tu quieres o para ser protagonista, tener reconocimiento, edificar tu reino, negocio, familia, entonces sólo acepta que así ha sido y continúa en tu búsqueda, pero debes saber que Dios no es Señor de tu vida.

San Agustín de Hipona dijo: “Si Jesucristo no es el Señor de todo (en mi vida), entonces no lo es en absoluto”.

¿Por qué preguntó Josué? Porque somos olvidadizos y a veces mal agradecidos. ¿Viste la Mano de Dios el 2022? ¿Te libró más de una vez? ¿reconoces que tu negocio ha sido bendecido por ÉL? Entonces es necesario que tomes una decisión ¿por qué? Porque quizá al enfrentar una crisis este 2023, te vas a olvidar de todo lo que ya ha hecho.

O al tener seguridad financiera o emocional te vas a querer olvidar de ÉL y pondrás tu confianza en una persona, en un negocio o cuenta del banco. Por eso Dios me dio esta Palabra, porque es ÉL quién te ha dado las victorias, te ha dado mucho más de lo que mereces porque te ama y tiene un propósito para ti este año.

“»Por lo tanto, teme al Señor y sírvelo con todo el corazón... Sirve sólo al Señor.” (Josué 24:14, NTV)

Josué, quizá como un pastor, con tristeza y dolor en el corazón les hace esa pregunta. Después de todo lo que Dios ha hecho por ellos ¿puede alguien ser desleal? ¿podría alguien negarse?

Al comprometernos con el Dios de las promesas, sabemos que SU gracia y fuerza nos guiarán para vivir la vida de fe cada día de este 2023.

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