¡CORRAMOS CON SEGURIDAD!
Corriendo la carrera de la vida Cristiana. • Sermon • Submitted
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· 156 views“Nuestra Seguridad está en Dios, no en nosotros, no en el mundo”
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INTRODUCCIÓN:
INTRODUCCIÓN:
Todos alguna vez hemos experimentado el temor, de alguna manera es una faceta que se presenta en nuestras vidas.
De niños enfrentamos el miedo a la oscuridad. Según los expertos, el miedo a perderse y el miedo a ser devorado son también dos temores básicos de los niños.
Lo vemos claramente reflejado en la mayoría de cuentos infantiles donde los protagonistas se pierden y tienen que hacer frente a bestias, monstruos que amenazan con devorarlos.
Pero así́ como el miedo a perderse y el miedo a ser devorado aparecen en esta etapa, normalmente desaparecen en cuanto dejamos atrás la infancia; también el miedo a la oscuridad en la mayoría de los casos también desaparece.
Sin embargo, siempre estamos lidiando con algún tipo de temor en nuestras vidas, en la mayoría de los casos a pesar de ser creyentes, enfrentamos.
El temor a la muerte propia o de un ser querido,
El temor a las enfermedades.
El temor a lo que no sabemos que será.
Y esos temores, pueden producir en nosotros distintos trastornos, como la ansiedad, como un ataque de pánico, e inclusive, incertidumbre.
Hoy leímos una porción bíblica en Isaías 41, donde Isaías presenta palabras de Dios muy edificantes para su pueblo escogido, Palabras de seguridad, en medio de que Israel estaba enfrentando el Cautiverio en manos de Babilonia.
Dios promete seguridad a su Pueblo para avanzar en la carrera que tenían por delante.
Ese mismo Dios es es nuestro Dios y sus promesas también son para nosotros su pueblo.
Hay, DOS grandes enseñanzas que Isaías da al pueblo de Israel, que cada uno de nosotros debemos considerar como pueblo de Dios, para correr nuestra carrera con seguridad
La primera es que,...
I. DIOS LOS ELIGIÓ PARA SER SUS SIERVOS Y PARA QUE HICIERAN SU VOLUNTAD. (V. 8-10).
I. DIOS LOS ELIGIÓ PARA SER SUS SIERVOS Y PARA QUE HICIERAN SU VOLUNTAD. (V. 8-10).
Vamos a destacar palabras tiernas de amor de Dios hacia su pueblo:
8 Pero tú, Israel, siervo mío eres; tú, Jacob, a quien yo escogí, descendencia de Abraham mi amigo.
Dios le dice: Tu eres mi siervo, tú eres el pueblo que escogí, fuiste escogido para ser siervo de Dios, luz para las naciones, palabras que Dios reafirma en el capítulo 42:6
6 Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones,
Dios hace ver a su pueblo, que fue escogido por él, llamado en Justicia, es decir, a ser justificado.
Pueblo que él lo sostiene por su mano, es decir, él lo tiene agarrado de su mano, para ser ejemplo de lo que sucede cuando una nación, un pueblo, o podríamos decir, una persona, establece una acuerdo con Dios y Dios lo llama a ser luz en las naciones.
Estas mismas Palabras de Dios para Israel en el antiguo pacto, son aplicables a nosotros la iglesia, nosotros, en este pacto.
Dios nos dice:
9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;
Al igual que a Israel, Dios nos dice, que somos su pueblo ahora, adquirido por Dios, para que anunciemos las virtudes de aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable.
Ahora, si volvemos a Isaías, podemos preguntarnos,
¿Cómo es que Dios, le dice tantas cosas bonitas a Israel, si permitió que estuviera en cautiverio, si permitió que le fuera mal?
Bueno la única explicación que podemos encontrar a esa pregunta, es lo que conocemos como la voluntad permisible de Dios.
Dios permite que el pueblo pase por diferentes situaciones, debido a su desobediencia, sin embargo, Dios no lo ha desechado, Dios no se ha cansado de ellos, veamos el versículo 9
9 Porque te tomé de los confines de la tierra, y de tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché.
Dios los escogió, y no los desechó, con todo y su mal comportamiento.
Y en base a ese privilegio que Dios le ha dado al pueblo, él sigue diciéndoles que él siempre ha estado, y estará con ellos.
10 No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
Dios siempre será su ayudador y por lo tanto él quiere que su pueblo sienta esta seguridad, que no radica en lo que ellos son, ni en su forma de comportarse, porque ya dijimos, ellos eran desobedientes a Dios, sino, que radica en Dios mismo, en su naturaleza y en su amor.
De igual manera Dios que nos ha llamado de las tinieblas a su Luz admirable, es nuestro ayudador, nuestro sustentador, el que nos sostiene con su mano derecha. ¡ Alabado sea Dios!
Además Jesús prometió estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo.
Hermanos podemos caminar seguros en nuestra vida cristiana haciendo la voluntad de Dios , como Pueblo escogido, como Pueblo llamado por Dios.
Tenemos una doble ayuda, su Espíritu Santo que mora en cada uno de nosotros y nos guía, nos redarguye, nos enseña y su palabra misma, que nos ha dejado para que alumbre nuestro camino.
En esa seguridad Dios promete varias cosas interesantes a su pueblo.
II. CONTABAN CON LA PROTECCIÓN Y LA AYUDA DE DIOS.(V. 11-14).
II. CONTABAN CON LA PROTECCIÓN Y LA AYUDA DE DIOS.(V. 11-14).
Miremos los versículos 11 y 12:
11 He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden contigo. 12 Buscarás a los que tienen contienda contigo, y no los hallarás; serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra.
Qué enseñan estos versículos:
1. Los que se levantan contra ti, serán avergonzados, serán confundidos, serán como nada. Van a perecer los que contienden contigo.
2. Cuando busques a los que te hacen la guerra, no los hallarás, serán como nada y como cosa que no es.
Y en los versículos 13 y 14, nuevamente, les afirma, quien es él y quienes son ellos:
13 Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo.
Dios le dice, todo lo que te he dicho que va a pasar, sucederá, porque “yo soy Jehová tu Dios, soy el que te sostienen de tu mano derecha, soy el que te digo, yo te ayudo”
Esto es importante, no es porque Israel, fuera tremendo, o porque tuviera un gran ejército, no nada de eso, ellos podían estar seguros, por quien es su Dios.
luego, les dice en Isaías 41.14
14 No temas, gusano de Jacob, oh vosotros los pocos de Israel; yo soy tu socorro, dice Jehová; el Santo de Israel es tu Redentor.
Dios le dice No temas, gusano, para hacerles entender, que ellos(el pueblo) sin él son débiles, son vulnerables, ellos no pueden solos, necesitan la ayuda y el socorro de Dios.
Él se preocupará por la restauración de Judá después del cautiverio, El que se preocupa es nada más y nada menos que “el Santo de Israel”, su redentor.
Ahora hermanos, todo este comportamiento de Dios con respecto a su pueblo, es el mismo para con nosotros que somos su pueblo ahora.
Al igual que Israel, Dios nos dice hoy a nosotros:
Hijo mío, o hija mía, “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”
Dios te dice hermano y hermana, tu seguridad está en mí, no está en ti, no está en el mundo, no está en un trabajo, está en mí
Esta expresión de Dios para nosotros, me recuerda la historia de un hombre que sufrió un naufragio y que luego de haber sobrevivido contestó una pregunta interesante acerca de su actitud, su estado emocional en el momento que enfrentó en el mar.
“Después de un naufragio en una terrible tempestad, un marino pudo llegar a una pequeña roca y escalarla, y allí permaneció durante muchas horas.
Cuando al fin pudo ser rescatado, un amigo suyo le preguntó:
--¿No temblabas de espanto por estar tantas horas en tan precaria situación, amigo mío?
--Sí –contestó el náufrago--, la verdad es que temblaba mucho; pero... ¡la roca no...! Y esto fue lo que me salvó.
Hermanos, así como este náufrago, dijo que él temblaba mucho, pero la roca no, y eso lo mantuvo a salvo, así nosotros podemos decir,:
“Aunque yo esté temeroso, aunque yo esté atemorizado, aunque yo esté en angustia, mi Dios, mi roca segura, no experimenta ninguna de estas cosas, y en él puedo estar a salvo, él es nuestra roca”
El salmista nos dice algo similar:
1 Bendito sea Jehová, mi roca, Quien adiestra mis manos para la batalla, Y mis dedos para la guerra;
3 Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente. Tú has dado mandamiento para salvarme, Porque tú eres mi roca y mi fortaleza.
Así que, amados, hermanos en el Señor, podemos estar seguros porque él es nuestra roca, nuestra seguridad está en él y no en nosotros.
No importa lo que venga mientras estamos en la carrera, no importa cuál es la dificultad que enfrentemos, no importa el grado de preocupación o de ansiedad que vivamos, podemos confiar y estar seguros, porque Dios es nuestra roca inconmovible, él es nuestro refugio.
Dios nos dice en esta tarde:
“No temas; yo soy tu socorro, dice Jehová; el Santo de Israel es tu Redentor”
Conclusiones:
Conclusiones:
Hermano, no hay nada que usted y yo podamos hacer para estar seguros, nuestra seguridad viene de Dios, nuestro Dios.
¡Dios te dice, no temas, yo te sostengo de tu mano derecha; yo te ayudo, yo soy tu socorro, dice Jehová, Yo soy tu redentor!
Ahora, pensemos por un momento:
¿por qué deberíamos sentirnos, afligidos y angustiados, en pánico, cuando algo no va bien mientras corremos?
No hay ninguna razón, Dios es nuestra roca, la roca de nuestra salvación, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
Y más bien deberíamos tomar como nuestras las palabras del salmista en:
1 Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?
Hermanos es sumamente importante que aprendamos y pongamos en práctica este principio de nuestra vida cristiana:
“Nuestra Seguridad está en Dios, no en nosotros, no en el mundo”
Aprendamos este principio para que corramos con seguridad.
Pregunta de reflexión.
¿Esas corriendo la carrera de la vida cristiana?
¿Estamos corriendo con seguridad?
Y si no está corriendo,
¿Qué esperas para hacerlo?, ¿Qué esperas por tener seguridad en Cristo?
Dios bendiga su palabra, vamos a orar.