UN LLAMADO A LA SANTIDAD
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Transcript
Hoy me siento muy bendecido de estar delante de ustedes, he predicado en esta edad de campamento muchas veces y cada vez que el Señor me da la oportunidad siento que no es un campamento más, siento que puede ser la oportunidad final para tomar las desiciones necesarias para cambiar, mejorar ya la vida y la obra de Dios.
Quiero establecer dos cosas importantes para cada tiempo de predicación en la que estemos juntos.
Si usted cree algo que lo que va a escuchar usted va a decir AMÉN. Sin miedo, sin temor, y sin verguenza. De acuerdo? Probamos? Dios Es Grande!
Considero que estoy delante de un grupo de jovenes inteligentes, que son capacer sin ninguna pena, verguenza o timidez de reconocer con madurez las cosas que estan mal, las cosas que desconocen y buscar ayuda. Por lo tanto ante cada pregunta que yo le haga en esta noche y otras ocaciones usted será sincero y maduro y reponderá con la verdad dentro de su corazón. ¿de acuerdo? ¿Cuántos estan sin bañar?
Ahora sí estamos preparados. Vamos a ORAR.
Hoy quiero compartir con ustedes este mensaje que he titulado un Llamado a la Santidad, leamos Tito 2:11-14
Tito 2:11–14 (RVR60)
Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
La Biblia enseña que todos nacemos siendo pecadores como lo declara Romanos 5:12 “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.”
Ese pecado ha separado al hombre de Dios ETERNAMENTE, esto significa que ningún ser humano pecador (cuales somos todos) puede tener en este tiempo una relación con Dios, mucho menos habitar eternamente con Él, a menos que se santifique. En el AT cuando Dios comenzó a manifestarse a Israle un pueblo que escogió para ser suyo y vivir santamente, separado de los demás pueblo con un propósito de vida diferente en esas primeras ocasiones le dijo a Moisés quien sería su embajador delante de ese pueblo las siguientes palabras, en un día muy importante para Israel en el que Dios se manifestaría.
Exodo 19:10-12 “Y Jehová dijo a Moisés: Ve al pueblo, y santifícalos hoy y mañana; y laven sus vestidos, y estén preparados para el día tercero, porque al tercer día Jehová descenderá a ojos de todo el pueblo sobre el monte de Sinaí. Y señalarás término al pueblo en derredor, diciendo: Guardaos, no subáis al monte, ni toquéis sus límites; cualquiera que tocare el monte, de seguro morirá.”
No puede el pecado sostenerse delante del Dios santo, ni el que lo comete puede sobrevivir a su presencia, por eso la escritura declara que la paga del pecado es muerte.
Antención a esto muchachos, porque así como Dios quiso santificar un pueblo en aquellos días llamado Israel, hoy por el hijo nos ha mostrado su gracia queriendo tambien purificare para sí un pueblo propio, que renuncie a la iniquidad, que deje a un lado los deseos mundanos, y que viva sobria, justa y piadosamente en un camino de buenas obras. Eso es lo que dice Tito 2:11-14
Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
Pero esto es impoisble para usted y para mí porque somos nacidos de la carne y lo que nace de la carne dijo Jesús CARNE ES. por lo cual el pecado estará siempre esclavizando nuestras vidas, y estaremos para siempre en pecado a menos que nos santifiquemos, pero esto no es algo que nosotros podamos hacer sino solo el ESpiritu de Dios como dijo Jesús
Juan 3:5-6 “Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.”
Inciemos de forma correcta, usted nunca podrá vivir una vida santa, apartada para Dios, una vida sin pecado SI PRIMERO NO NACE DE NUEVO.
Y aquí viene mi primera pregunta, usted se comprometió conmigo a ser maduro y sincero al responder. ¿Quienes de los que están aquí no han nacido de nuevo, usted dice pastor no sé ni siquiera que significa eso, lo he escuchado pero no estoy seguro? Levantaría su mano si es su caso.
No siga este mensaje entonces sin primero nacer de nuevo no podrá con lo que sigue si primero no toma esta desición. (Enviar a consejería)
Todos los que aun seguimos aquí suponemos que ya han nacido de nuevo, son hijos de Dios, el Espíritu Santo mora dentro de ustedes, han sido redimidos y son una nueva criatura.
Quiero empezar entonces diciendole el Señor le ha llamado a vivir una vida santa
1 Pedro 1:15 “sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;”
Romanos 12:1 “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.”
Colosenses 3:12 “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;”
2 Pedro 3:14 “Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz.”
Filipenses 2:15 “para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;”
1 Tesalonicenses 4:3 “pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación;”
Está claro no?
Tito 2:11-14 “Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.”
Somos llamados a viir una vida santa, apartada para Dios, no una vida en pecado. Pero sé que muchos de ustedes hoy día están siendo fuertemente tentados y algunos han cedido al pecado en sus vidas, siguiendo deseos mundanos y satisfaciendo al viejo hombre, sé que muchos están luchando contra:
La pornografía
La masturbación
El sexting (esto no solo incluye ponografía explicita en esos mensaes, sino también mensajes eróticos o sensuales)
Las palabras vulgares
La apatía
La falta de carácter
La imposibidad de esperar por un noviazgo cristiano
La Fornicación
Las drogas
El Acohol
El exhibicionismo (mujere queriendo ser vistas sensualemnte po hombres) a traves de su manera de vestir y fotografías.
La mentira
La pereza
La desobediencia
El orgullo y la arrogancia
Entre muchos otros más de los cuales quizá usted y yo podríamos dar testimonio. Cuántos de los que estamos aquí podemos decir humildemente Pastor tyo estoy luchando contra un pecado en mi vida (levantaría su mano, sea cual sea el pecado)
Quiero decirle que el Señor le ha llamado a abandonar ese estilo de vida, esa forma de vivir, pero quiero decirle aun con mucha más fuerza que USTED NUNCA PODRÁ DEJAR ESOS PECADOS, NUNCA.
Porque usted y yo no tenemos la fuerza para vencer el pecado, no tenemos la capacidad de santificarnos a nosotros mismos.
Pablo dijo después de una gran exhortación...
1 Tesalonicenses 5:23 “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.”
Note DIOS OS SANTIFIQUE, usted y yo nunca podremos vencer el pecado en nuestra vida por nosotros mismos, Jesús dijo: “aunque el espiritu está dispuesto la carne por sí misma es debil, es incapaz de resistir, se entrega fácil” TENEMOS QUE APRENDER que la unica forma de vivir una vida santa es rindiendonos todos los días al señorío de Cristo en el gobierno del Espiritu Santo. ES decirle a DIos.
“Dios yo no puedo dejar de hacder esto y pensar de esa forma, no soy capaz de dejar de masturbarme, de puedo dejar de ver ponografía, no puedo dejar de desear estar sexualmente con mi novio, no puedo dejar de querer seducir a mi amigo, no soporto que mis papas me digan que puedo o no hacer, es decirle a DIos, Dios soy incapaz de honrarte y hacer tu voluntad, TE NECESITO para lograrlo, porque sí quiero pero no puedo AYUDAME.”
Es en el poder de Dios que podremos ser santos en esta vida terrenal, pero debo reconcoer mi debilidad para que repose sobre mi el poder de Cristo.
2 Corintios 12:9 “Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.” y el verso 10 agrega “porque cuando soy debil entonces soy fuerte”
Fuerte porque reposa sobre mi el poder de Cristo al reconocer mis incapacidades, si usted quiere vivir una vida santa debe empezar a depender más del Señor y menos de sus capacidades. No es voy a dejar esto, es Señr conduceme a abandonar este pecado.
Reconozca su deiblidad delante del Señor y dependa de él, Jesús le dijo a sus discipulos “ustedes van a ser tentados por lo tanto oren y velen para que no caigan en esa tentación” pero esto pareció muy poca cosa delante de ellos porque ellos ya le habían dicho a Jesús si es necesario iremos contigo hasta la muerte.
Dependieron de si mismos y le fallaron a Dios.
en cambio Jesús dependió del Padre y cumplió su voluntad.
Es hora de vivir santamente, es hora de confesar a Dios ese pecado con humildad, reconociendo la incapacidad y empezar bajo el señorío de Cristo y el sometimiento al ES a vivir una vida santa.
INVITACIÓN