EL DIVORCIO- NUEVO CASAMIENTO-SERVICIO EN LA IGLESIA.
El divorcio y el nuevo casamiento • Sermon • Submitted
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INTRODUCCIÓN:
INTRODUCCIÓN:
Hemos abordado el tema del divorcio, y hemos establecido que:
Dios aborrece el divorcio. Malaquías 2:16
16 Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio, y al que cubre de iniquidad su vestido, dijo Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales.
Sin embargo;
2. La Ley aceptaba el hecho de que el divorcio permitía un segundo matrimonio. Deuteronomio 24:1-4.
1 Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá carta de divorcio, y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa. 2 Y salida de su casa, podrá ir y casarse con otro hombre. 3 Pero si la aborreciere este último, y le escribiere carta de divorcio, y se la entregare en su mano, y la despidiere de su casa; o si hubiere muerto el postrer hombre que la tomó por mujer, 4 no podrá su primer marido, que la despidió, volverla a tomar para que sea su mujer, después que fue envilecida; porque es abominación delante de Jehová, y no has de pervertir la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad.
En el ya citado pasaje de se supone que la mujer divorciada (y su anterior esposo) se volvería a casar. No obstante, este pasaje también muestra que la Ley ponía ciertos límites sobre el segundo matrimonio, en que la mujer repudiada no podía ser reclamada después de que se hubiera casado con otro hombre.
3. Jesús enseñó que el divorcio y el segundo matrimonio, sin bases bíblicas, es adulterio. Constituye pecado contra el pacto del primer matrimonio (Mateo 5:32; 19:9; Marcos 10:11,12; Lucas 16:18).
Es aparente que Jesús en estos pasajes habla a quienes deliberadamente inician el divorcio sin tener bases bíblicas para ello. No obstante, Jesús reconoció que el problema básico era el divorcio mismo, porque los divorciados probablemente volverían a casarse.
4. Jesús incluyó una cláusula de excepción a favor del cónyuge inocente. “Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación (porneia), hace que ella adultere” (Mateo 5:32; Mateo 19:9).
Esto indica que una persona casada que se divorcia de su cónyuge que comete inmoralidad sexual no hace que éste adultere, porque el ofensor ya es culpable de adulterio, y el cónyuge contra quien ha pecado no comete adulterio al volver a casarse.
Debe notarse, por supuesto, que la “fornicación (porneia)” muchas veces implica repetida inmoralidad, de modo que esta excepción no debe considerarse como mandato de poner fin a un matrimonio afectado por una trágica indiscreción, cuando éste pudiera restaurarse.
4. Pablo también incluyó una excepción a favor del cónyuge inocente. En caso de que el cónyuge incrédulo no estuviera dispuesto a vivir con su pareja convertida al evangelio, Pablo aconseja: “Pero si el incrédulo se separa, repásese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre [no ‘esclavizado’, douloõ] en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios” (1 Corintios 7:15).
“No sujeto a servidumbre” es una expresión fuerte que aparentemente significa que se otorga libertad al creyente. Por tanto, el significado parece ser que el creyente está en libertad de volver a casarse.
Pablo, sin embargo, disuade el segundo matrimonio por el bien del ministerio al Señor. “¿Estás libre de mujer? No procures casarte. Mas también si te casas, no pecas” (1 Corintios 7:27,28). Toda persona divorciada que considera en segundo matrimonio debe recordar las instrucciones de Pablo a las hijas vírgenes de Corinto: “con tal que sea en el Señor” (1 Corintios 7:39).
Ahora la pregunta es:
¿Puede una persona divorciada, y que está en un segundo matrimonio servir al Señor?
Para responder, necesitamos ir a la Biblia, y en ella sólo encontramos, prohibiciones, o limitaciones en el Servicio para Pastores(o Ancianos) y diáconos).
Hablamos de las características que se le dan a un líder espiritual en 1 Timoteo 3: 1-7
1 Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. 2 Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; 3 no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; 4 que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad 5 (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?); 6 no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 7 También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo.
Para el Obispo, o pastor, estás dos características están relacionadas con el tema:
Irreprensible: Un buen ejemplo de la conducta cristiana.
Marido de una sola mujer: “Hombre monógamo”
Para los diáconos, Pablo dice a Timoteo, 1 Timoteo 3:8-13
8 Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas;9 que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia.10 Y éstos también sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son irreprensibles.11 Las mujeres asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo.12 Los diáconos sean maridos de una sola mujer, y que gobiernen bien sus hijos y sus casas.13 Porque los que ejerzan bien el diaconado, ganan para sí un grado honroso, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús.
Aparecen los mismos requisito:
Irreprensible: Un buen ejemplo de la conducta cristiana.(v.10)
Marido de una sola mujer: “Hombre monógamo”(V. 12.)
Hay por lo menos tres posibles interpretaciones sobre la frase “marido de una sola mujer” en 1 Timoteo 3:2.
(1) Simplemente puede estar diciendo que un polígamo no está calificado para ser un anciano/diácono/pastor.
Esta es la interpretación más literal de la frase, pero de alguna manera parece improbable, considerando que la poligamia era rara en el tiempo en que Pablo lo escribió.
(2) La frase también podría ser traducida como “hombre de una sola mujer”. Esto indicaría que el obispo debe ser absolutamente fiel a la mujer con quien esté casado.
Esta interpretación reconoce que el texto original se enfoca más en la pureza moral que en la situación marital.
(3) La frase también puede ser entendida para declarar que, a fin de ser un anciano/diácono/pastor, un hombre solo puede haber estado casado una vez, a excepción del caso de un viudo que se vuelve a casar; en otras palabras, un pastor no puede ser un divorciado.
Actualmente las interpretaciones (2) y (3) son las más prevalecientes.
Pero la interpretación 2 parece ser la más fuerte, básicamente porque la Escritura permite el divorcio en circunstancias excepcionales (Mateo 19:9; 1 Corintios 7:12-16).
También sería importante diferenciar entre un hombre que se ha divorciado y vuelto a casar antes de que él se hubiera convertido al cristianismo, del hombre que se divorció y se volvió a casar después de ser un cristiano.
Un hombre calificado no debe ser excluido del liderazgo de la iglesia por actos realizados antes de su conocimiento de Jesucristo como su Salvador.
Antes hay que considerar primero, la característica de ser Irreprensible.
Si el divorcio y/o el nuevo casamiento no tenían fundamentos bíblicos, entonces el hombre ha dañado su testimonio en la iglesia y en la comunidad; la calificación de “irreprensible” es lo que lo excluirá del pastorado, en lugar del requisito de ser “marido de una sola mujer”.
Un anciano/diácono/pastor debe ser un hombre a quien la iglesia y la comunidad puedan ver como un ejemplo de semejanza a Cristo y de un liderazgo piadoso.
Si la situación de su divorcio y/o nuevo matrimonio le desvía de este propósito, tal vez él no debería servir en la posición de anciano/diácono/pastor.
¿Como lo podemos definir?
1. Considerando que el Nuevo Testamento prohíbe que los creyentes divorciados y que se han vuelto a casar ocupen cargos en la iglesia como obispos o ancianos, y diáconos, esta norma debe ser sostenida por la iglesia.(1 Timoteo 3:12; Tito 1:5-9),
2. Se debe hacer la excepción en:
A. Hermanos, cuyo divorcio fue consumado antes de la conversión de la persona (2 Corintios 5:17) .
B. Aquellos hermanos que se han divorciado por las causas bíblicas de la infidelidad matrimonial del anterior cónyuge (Mateo 19:9), o el abandono del creyente por un incrédulo (1 Corintios 7:10-15) y que se han vuelto a casar.
Fuera de los cargos de Pastor y diáconos, ¿Cómo debe considerarse el asunto?
La Biblia no nos da pautas claras directamente al respecto, los principios de la palabra del Señor, acerca del arrepentimiento, el perdón, y la restitución, que se aplica al creyente que peca contra Dios.
13 El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.
Una persona que se divorcia, por una causa no Bíblica, y la inmoralidad no es su norma de vida y se muestra que hubo arrepentimiento en su vida, y la ha consagrado al Señor, puede servir en la iglesia en áreas de Servicio que no necesariamente son pastor/diácono.
Sin embargo, es importante recordar, que sólo porque un hombre no esté calificado para servir como anciano/diácono/pastor, no significa que no sea un miembro valioso para el Cuerpo de Cristo. Cada cristiano posee dones espirituales (1 Corintios 12:4-7).
4 Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. 5 Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. 6 Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. 7 Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.
Y es llamado a participar en la edificación de otros creyentes con dichos dones (1 Corintios 12:7).
7 Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.
Un hombre que no está calificado para la posición de anciano/diácono/pastor, aún puede enseñar, predicar, servir, orar, alabar y desempeñar un papel importante en el liderazgo de la iglesia, siempre y cuando hay mostrado frutos dignos de arrepentimiento y su vida da testimonio de cambio.
Quedaría excluido de esto, una persona que se casa y se divorcia y se vuelve a casar, y eso se convierte en la forma de vida.
Quizás hasta necesite encontrase de verdad con Cristo y entregarle su vida.
Conclusión:
Conclusión:
Dios no aprueba el divorcio él sólo lo permite, en situaciones excepcionales.
Hay causales bíblicas para decidir divorciarse de su Cónyuge, sólo las que Dios permite, según Mateo.Mateo 5:32; Mateo 19:9, 1 Corintios 7:12-16.
Los lideres espirituales, deben cumplir las características de ser irreprensibles, y marido de una sóla mujer. Si no cumplen estas características, no pueden, ocupar el privilegio de ser pastor y diácono.
Las excepciones para lo anterior, son las causales bíblicas que permiten el divorcio. También están exentos los que se divorcian y se vuelven a casar antes de convertirse a Cristo.
Los creyentes que hayan experimentado un divorcio, no permitido por Dios, y que han mostrado arrepentimiento y cambio de vida pueden servir en otras áreas de la iglesia.