La Vida Que Agrada Al Señor Parte II

Vidas Dignas  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented   •  58:30
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Un comportamiento digno del Señor es aquel que procura agradarle en todo, o más literalmente, es un comportamiento de su completo agrado. El creyente debe andar como es digno del Señor; Uno agradándole en todo, dos llevando fruto.

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Colosenses 1:9–10 RVR60
9 Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, 10 para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;

INTRODUCCIÓN

Decíamos en nuestro último mensaje de esta serie que iniciamos la semana anterior, que nuestro crecimiento en percepción espiritual, debe dar como resultado una vivencia santa, digna del Señor.
Este ha sido el tema de la intercesión, o la petición de oración del apóstol hasta aquí. Ahora Pablo explica brevemente en qué consiste una vida digna del Señor. Lo hace mediante una serie de seis frases que dependen todas ellas del verbo andar. Cada una de ellas son de una superlativa importancia para el creyente.
Si llegamos a entenderlas correctamente, llegarán a ser para nosotros una sinopsis, o un resumen simple de todo lo que implica la vida cristiana congruente, consecuente, o de acuerdo a la voluntad de Dios.
Gracias a estas frases los creyentes estaremos en condiciones de emprender el camino de fe, con mayor conocimiento de causa, con un mayor entendimiento de quien es Dios y lo que Él quiere que seamos y como Él quiere que vivamos en este mundo.
Veamos entonces, cuáles son y prestémosles la atención debida.

I. AGRADÁNDOLE EN TODO

Colosenses 1:10 RVR60
10 para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;
En primer lugar, un comportamiento digno del Señor es aquel que procura agradarle en todo.
1 Tesalonicenses 4:1 RVR60
1 Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros cómo os conviene conduciros y agradar a Dios, así abundéis más y más.
Un comportamiento digno del Señor es aquel que procura agradarle en todo, o más literalmente, es un comportamiento de su completo agrado.
Con esta frase, el apóstol nos invita a considerar nuestra motivación en la vida. ¿Qué es lo que conforma nuestras actitudes y acciones? ¿En qué consisten nuestras prioridades y ambiciones? ¿Cuál es nuestra máxima aspiración? ¿Con qué finalidad vivimos?
El apóstol Pablo responde estas preguntas de diversas maneras en diferentes lugares, pero todas vienen a significar lo mismo:
1 Corintios 10:31 RVR60
31 Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.
2 Corintios 5:9 RVR60
9 Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables.
Colosenses 3:23 RVR60
23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;
De manera que como creyentes debemos ambicionar vivir para la gloria de Dios, para servirle y para serle agradable.
Además es bueno que observemos que en esta frase, Pablo insiste o hace énfasis en la palabra todo. Con lo cual debemos procurar vivir para la gloria de Dios, para servirle y para serle agradable en todo.
El Señor mismo debe centrar nuestra atención, Él debe ser el centro de nuestras vidas. Desde nuestra conversión Él es y está supuesto a ser nuestra principal razón de ser.
Su gloria debe ser nuestra consideración más importante, en nuestra vida, en nuestro hogar, en nuestra familia, en nuestro trabajo, en mi relación con mi esposa, en mi relación con mis hijos, con otros, en la Iglesia. Por eso dice a Él sea gloria en la Iglesia por los siglos de los siglos.
Debemos desear ante todo que Cristo sea exaltado por nuestro testimonio, como Pablo ya sea por vida o por muerte.
Filipenses 1:20 RVR60
20 conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte.
Pablo también dice:
Romanos 14:7–8 RVR60
7 Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. 8 Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos.
Ahora bien, queridos hermanos. Nos resultará difícil saber como complacer y vivir una vida agradable a Dios, si desconocemos su voluntad. Es por eso que Pablo intercede por esta Iglesia de Colosas para suplicar a Dios que ellos sean llenos del conocimiento de su voluntad. Porque cuando conocemos la voluntad de Dios y vivimos en conformidad con su voluntad, entonces viviremos agrandándole en todo.
Así que necesitamos crecer en nuestra comprensión de la voluntad de Dios a fin de que podamos conducirnos correctamente y una vez que conozcamos su voluntad, necesitamos vivir de tal manera que le agrademos cumpliendo o viviendo en la voluntad de Dios.
Lo segundo que nos dice el texto es nuestro siguiente punto.

II. DANDO FRUTO EN TODA BUENA OBRA

Colosenses 1:10 RVR60
10 para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;
Ahora bien hay algo que notamos especialmente quienes leemos y estudiamos los escritos del apóstol Pablo en todas sus epístolas.
Para Pablo, no había idea más errónea que la de pensar que el ser humano pecador puede agradar a Dios por medio de las buenas obras que intenta llevar a cabo en la carne. Pablo entendía y nos explica muy bien que, por definición, las obras de la carne no pueden agradar a Dios.
Romanos 8:8 RVR60
8 y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.
Pero igualmente, no había para él idea más importante que la de pensar que la regeneración del pecador por obra del Espíritu Santo debe producir en su vida una abundancia de buenas obras.
Estas buenas obras hermano, nunca pueden constituir la raíz de nuestra salvación, (no somos salvos por ellas) pero deben constituir su fruto. No somos salvos por obras, pero si somos salvos por gracia para obras.
Efesios 2:8–10 RVR60
8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe. 10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Ahora bien, si vuelves conmigo al texto quiero que notes algo mucho más interesante:
Colosenses 1:10 RVR60
10 para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;
Ya hemos dicho que las frases que estamos estudiando dependen del verbo andar. El creyente debe andar como es digno del Señor; Uno agradándole en todo, dos llevando fruto.
El verbo llevar que en nuestro texto esta en forma de gerundio, llevando fruto, es interesante. Esta forma verbal gramaticalmente hablando nos indica las acciones dando la sensación de no acabarse y al mismo tiempo lleva la idea del presente.
Este verbo se traduce del griego Karpophoreo, (Karpoforeo), tiene el sentido de producir consecuencias o dar fruto.
La idea es que el creyente debe producir acciones y consecuencias naturales acorde con la propia naturaleza. Es semejante a un árbol que da frutos según su especie.
Es natural que un árbol de manzanas produzca el fruto que corresponde a su especie. No puedes esperar que produzca mangos porque no es de esta especie.
Un verdadero creyente, nacido de Dios y regenerado por el Espíritu Santo, es provisto de una nueva naturaleza que lo hace capaz de producir el fruto conforme a esa naturaleza y que agrada a Dios pues es nacido de Dios.
Romanos 7:5 RVR60
5 Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte.
Romanos 7:6 RVR60
6 Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra.
Pero estos textos están en el contexto posterior de lo que Pablo esta explicando en los versículos anteriores.
Romanos 7:4 RVR60
4 Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios.
Por eso se espera que el que ha creído en Cristo produzca fruto conforme a su naturaleza.
Y no es cuestión de dar algún que otro fruto de vez en cuando. El fruto esperado debe ser abundante y completo. Pablo dice; llevando fruto en toda buena obra.
La intención del Espíritu Santo no es producir ciertas características en algunos creyentes y otras en otros, sino producir todas en todos. Igualmente, este fruto no tiene que manifestarse esporádicamente, sino de una manera constante.
Hermanos queridos, yo los amo mucho, amo la obra de Dios y el Señor me ha dado el honor de ser su pastor, creo que Dios tiene mucho pueblo en esta ciudad y que a su tiempo añadirá a su Iglesia los que han de ser salvos. Pero quiero decirles un asunto que necesitamos imprimir en nuestras mentes.
La vida cristiana no es un pasatiempo dominical, sino una vivencia coherente que practicamos las veinticuatro horas del día, los siete días a la semana y los 365 días del año.
La vida cristiana es una vivencia coherente, conforme a la voluntad de Dios en todo tiempo, en todo lugar, en cualquier circunstancia. No importa que el mundo se caiga a nuestro alrededor mantengamos la compostura, no se enoje con facilidad, no diga así hablo yo, porque todos sabemos como habla. Cuando nos corrijan seamos humildes, cuando nos critiquen no critiquemos, cuando hablen mal de usted, deje que Dios se encargue y reprenda al murmurador.
Usted es un creyente como yo y se espera de nosotros fruto conforme a nuestra nueva naturaleza. Si un día se le olvido que es un creyente y dejo su Biblia debajo de la mesa, pues regresese, vaya por ella y pida perdón y arregle el asunto.
(Contar lo que paso con Alana en la mesa)

CONCLUSIÓN

Si conocemos la voluntad de Dios y andamos conforme a ella, le agradaremos en todo, llevaremos fruto en toda buena obra y por supuesto que para que llevemos fruto necesitaremos permanecer constantemente en Cristo o lo que es igual a andar en el Espíritu, es Él quien produce el fruto en nosotros por lo cual no tenemos motivos para jactarnos pues obra de Él. sin embargo cuando el fruto no se produce, no es por culpa del Espíritu que no hizo su trabajo, no es por culpa del pastor que me hizo enojar por lo que dijo, no es por el hermano fulano de tal o por la Iglesia. Cuando el fruto no se produce y te enojas y gritas y maltratas y luego escondes la mano como que nada paso no es culpa de otro ni del Espíritu sino de ti que no permaneciste en la vid verdadera, Cristo.
Por otro lado debo decir que por mas que trates en tu carne, sin Cristo agradar a Dios es imposible. Nunca lo vas a lograr, necesitas creer en Cristo y arrepentirte de tus pecados, para que entonces seas provisto de esa naturaleza que te ayudará a vivir agradándole en todo y llevando fruto en toda buena obra.
Por eso ahí donde estas pídele a Cristo que te salve y arrepiéntete de tus pecados.
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