Gozo eterno (Salmo 126:1-6)

Gozo experimentado (1-3)

Sin lugar a dudas si este mensaje lo predicara a personas que no tienen a Cristo en sus vidas y no abrazan los regalos que éste nos da, me diría que lo que estoy planteando es una eutopía, un futuro muy bonito pero nada ajustado a la realidad presente.

No obstante, razón no le faltaría a dicha persona ya que en este mundo, sujeto a pecado es imposible disfrutar de tal condición ya que esta la misma tierra gime con tal de ser renovada. Hasta que Cristo no vuelva en gloria o nosotros nos presentemos en su presencia una vez fallecidos no es posible tener ese gozo eterno. Y sí, sé lo que estaréis pensado algunos de que una cosa es estar felices, estar contentos y otra es estar gozoso, pero aún así no nos engañemos todos tenemos momentos de debilidad y flaqueza, todos en ocaciones descuidamos nuestra relación personal con Cristo y tal y como se ha visto a lo largo de la semana de oración, el gozo no depende de tener una actitud positiva, el gozo depende de nuestra relación con Cristo ya que es un fruto del Espíritu Santo.

A nuestro alredor se levanta multitud de distraciones que nos hacen robar el gozo y si esto fuera poco nuestra propia naturaleza pecaminosa nos lleva a la pérdida del gozo. No es de extrañar que en un momento de euforía venga una mala noticia que acabe amargando la buena noticia. Cuando no es nuestra salud, es nuesta situación laboral, cuando no es la situación la laboral es la financiera o situación familiar, en ocasiones la misma situación eclesial nos puede robar el gozo, las expectativas sin cumplir o los sueños sin cumplir, todo esto es un cúmulo de situaciones que si no estamos muy bien arraigados en Cristo es muy probable que nos acabe robando el gozo.

Sin embargo, tal y como se verá en este mensaje, aunque en este lado de la eternidad o como diría Salomón en Eclesiastés bajo el sol no podamos alcanzar ese gozo eterno, tenemos la promesa más segura de todas de que existe semejante gozo reservado para todos aquellos que confían en Dios, para todos aquellos que han sufrido por la obra de Dios, para todos aquellos que descansan en Dios.

Veremos como el Salmo 126 a pesar de ser escrito hace muchos años refleja muy bien nuestra experiencia, nuestro anhelo y nuestra esperanza. En ese mismo Salmo encontramos tanto los sentimientos de alegría y gozo en los tres primeros versículos como de tristeza, melancolía, dolor y agonía en los últimos 3 versículos. Pone de manifiesto dos sentimientos que anque antagónicos presentes en nuestras vidas como son la alegría y la tristeza.

El contexto histórico en el que se desarrolla este texto es proablemente cuando muchos judíos habían regresado del exilio babilínico pero no tenían la situación lo suficientemente buena como tenían sus antepasados y por otra parte tenemos a otro grupo de jufíos que todavía seguían exiliados de sus tierras.

El motivo de la lagería y gozo que presenta el pueblo de Israel en este salmo es lo que Dios ya había hecho con ellos, ya que Dios ha hecho cosas grandes y magníficas por su pueblo, en el Salmo 136 encontramos una larga lista de sucesos que Dios ha hecho por su pueblo. Dios no es un ser pasivo que se queda observando nuestra situación, sino que es un ser que obra a favor nuestra por el amor y misericordia que nos tiene. Al igual que Dios ha hecho grandes cosas por su pueblo, el Señor también ha hecho grandes cosas por nosotros. Dios nos ha librado del cautivero que estavamos viviendo, no de esas cadenas visibles que los hombres ven, sino de esas cadenas que nos tienen más eslcavizados aquellas que el ojo humano no ve y que Cristo y cada uno de nosotros mismos sabemos cuales son y Dios rompió cada una de esas cadenas para darnos libertad. Ha algunos Dios los ha salvado de las drogas a otros los ha salvado de la lujuria a otros de la ira a otros del rencor a otros de la envidia a otros de la brujería, sea cual sea nuestra historia Dios ha hecho grandes cosas a, en y por nosotros, cosas incluso de las que algunos no podrían ni imaginar ni soñar. Las cosas que le suceden al cristiano son inimaginables e impensables. Nuestro estado espiritual es mucho mejor que aquellos que sueñan en las cosas terrenales. Semejante rescate llena nuestras bocas de alegría y alabanza y no solo eso, sino que hace que los que estñen a nuestro alrededor tengan que exclamar y confesar que grandes cosas Dios ha hecho con nostros.

Gozo arrebatado (4)

Pero nuestro alegría, nuestro gozo rápidamente es arrebatado y las cosas anteriores olvidadas con mucha facilidad. Dios libró a los israelitas de la poderosa mano de los egipcios y con el tiempo se les fue el gozo porque vinieron los babilóncos y lo arrasaron todo, luego cuando volvieron de la cautividad volvieron los romanos y los sometieron a tributo, una y otra vez el gozo de Israel les era quitado. Esto se debe porque los israelitas tenían puesto su gozo en una tierra, sus tesoros estaban en esta tierra, aquín donde la polilla lo come y el tiempo lo corrompe todo. No así serán los hijos de Dios que tienen puesto sus tesoros en el cielo, tienen puesta sus esperanzas en en una tierra donde no hay malechores, en una tierra donde no hay asaltantes, la nueva Jerusalén.

Los israelitas clamaban para que su porción de tierra les fuera devuelto porque su gozo estaba en esa tierra, el deseo de los israelitas era que de la misma manera que lo habían perdido todo de forma repentina, que Dios obrara de forma repentina y se lo devolvira todo. Tal y como sucede con los arroyos del Neguev que durante el verano se secan extremadamente, pero en el momento en el que caen las lluvias torrenciales los arroyos rebosan de agua.

Gozo futuro (5-6)

Al finalizar el Salmo, el autor se da cuenta de que existe un futuro prometedor, un futuro esperanzador donde habrá gozo eterno. El salmista se da cuenta que todavía no somos un producto terminado; continuamos mientras estemos en esta tierra con vida con la amarga lucha contra el pecado, continuaremos con lágrimas y tristezas. Dios no nos ha prometido que la obra será fácil; pero tenemos la promesa de que si no abandonamos experimentaremos la cosecha de gozo a su debido tiempo.

La metáfora del mundo de la agricultura nos recuerda que las personas que siembran lo hacen con dificultades, pero también con la esperanza de recibir los frutos que anhelan. La situación que tenía el pueblo de Dios en ese entonces era de sequía espiritual. Sin embargo, ante la intervención extraordinaria de Dios, lo que le esperaba a dicha comunidad era aguas abundantes. el gozo de la cosecha hace olvidar las dificultades relacionadas con la siembra.

Las lágrimas no tienen la última palabra para la gente que ha puesto su confianza en Cristo. Aunque nosotros ahora estemos sembrando con lágrimas llegará el momento en que Dios lavará nuestros ojos con colirio, llegará el momento en el que Dios enjugará cada lágrima de nuestros ojos y nos dará un gozo eterno. Ya Jesús nos prometió y nos profetizó esto en Juan 16:20-22 “De cierto, de cierto os digo que vosotros lloraréis y lamentaréis, y en cambio el mundo se alegrará; pero aunque vosotros estéis tristes, vuestra tristeza se convertirá en gozo. La mujer cuando da a luz tiene dolor, porque ha llegado su hora; pero después que ha dado a luz a un niño, ya no se acuerda de la angustia, por el gozo de que haya nacido un hombre en el mundo. También vosotros ahora tenéis tristeza, pero os volveré a ver y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo.”

El motivo verdadero de nuestro gozo será encontrarnos con Disto de forma corporal, ahora podemos sentir su presencia a través del Espíritu Santo y nuestros corazones se inflaman de gozo y alegría, pero cuando veamos a Cristo con nuestros ojos ahí es cuando se producirá un gozo eterno e inexplicable, eremos más que aquellos que sueñan. En términos terrenales cuando preparamos y organizamos un acontecimiento y luego lo ejecutamos nos llena de alegría y gozo el ber el fruto de nuestra labor y esfuerzo, pues así será con Cristo, deseando toda una vida derlo y sientiendo su presencia en nosotros llegará el momento en el que la espera termine y nuestros ojos lo vean, en el año 2022 miuchos se adelantarona experimentar este encuentro, otros en años anteriores, pero sin lugar a duda aquellos que actualmente duermen en el Señor se encuentran en el gozo eterno prometido por Cristo. Allí donde todos nosotros iremos si hemos puesto nuestra confianza en Cristo, esperemos, anhelemos cuando llegue ese día en el que nuestro gozo nunca nos será quitada y podamos escuchar las palabras de Cristo em Mateo 25:21 “Su señor le dijo: “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor”.