UN MIEMBRO LEAL A CRISTO.

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Introducción: Al rededor de 1523 en su llegada de los españoles a Ecuador (cuando apenas se escuchaba de la Reforma de la iglesia por Martín Lutero), había un hombre llamado Atahualpa, que fue uno de los 4 gobernantes de ese tiempo. Los españoles llegaron a conquistar esas tierras, pero antes tenían que vencer a Atahualpa que tenía un ejercito amenazante. Atahualpa quería saber de las inteciones de los españoles y les citó para hablar con ellos, pero al ver su ejercito Fracisco Pizarro mejor lo invitó a ir a dónde estaban ellos, pero lo que no sabía es que habían preparado una celda, dónde apresaron Atahualpa, pidiendo un rescate por él. Tras recolectar el oro y plata de dicho rescate, Pizarro decidió ajusticiarlo de todas maneras. Claro no sin antes ofrecerle caballerosamente entre ser quemado vivo o bien convertirse al catolicismo y solo ser estrangulado. Atahualpa eligió lo segundo, pues creía en la preservación del cuerpo tras la momificación. Fue bautizado con el sobrenombre de Juan de Atahualpa, siendo el monarca católico más efímero de la historia pues no lo dejaron ir. Su cuerpo fue quemado de todas formas.
Hoy entendemos que ser miembro de la iglesia no es una imposición religiosa, ser parte del cuerpo de Cristo ni siquiera es obra alguna nuestra, es un llamado que Dios hace. Lo importante no es ser leal a un conjunto de ideas, sino a Cristo. Nosotros anhelamos que toda persona sea un miembro de esta iglesia leal a Cristo.
Oración: Padre en esta mañana te ruego por nosotros, necesitamos que obres en nuestras vidas, entendemos que estos temas se han nublado con el paso del tiempo, las personas no buscan pertenecer ni comprometerse con nada ni con nadie, pero hoy entendemos que no pertenecemos a una idea sino a Cristo mismo, nuestro compromiso es con la iglesia que Él lavó y santificó para sí mismo. Ayuda a nuestros corazones a poner atención y en práctica lo que veremos hoy. En el nombre de Jesucristo. Amén.
Hemos visto la semana pasada que ser miembro de la iglesia local es algo Bíblico, Bueno y Básico (esencial). Hoy veremos que una miembro leal a Cristo es Rescatado, Responsable y Resguardado.
Efesios 4:10–16 RVR60
El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo. Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.

Es rescatado.

Es importante partir de este punto.
Cuando Cristo viene a nuestras vidas no solo viene para mejorar nuestras vidas. No es que estemos medio descompuestos, más bien es que estamos perdidos.
Cuando hablamos del rescate, no es solo porque estábamos confundidos de camino, más bien íbamos camino a la muerte eterna.
Puede ser que alguien esté dando por hecho que es cristiano, tal vez alguno de nosotros esté asumiendo que su familiar, hijos, nietos o sobrinos son cristianos. Se ve porque se preocupa más por que hagan cosas “cristianas” (ir a la iglesia, orar, cantar, ayudar a otros) en vez de que realmente entienda y crea en el Evangelio.
existe una historia verdadera y definitiva. Esa es la historia de Dios que conocemos a través de su Palabra. Esa es la historia que redime, sana y completa nuestras historias; esa historia es la historia del evangelio: las buenas noticias de lo que Jesús ha logrado a través de su vida, su cruz y su resurrección. Ser cristiano es vivir cada día bajo la influencia de esta historia redentora. Esta historia nos revela quién es Dios y qué ha hecho por nosotros en Cristo, y mientras lo hace, nos cambia desde adentro. La mejor manera de entender y abrazar esta historia es a través de sus cuatro partes: creación, caída, redención y consumación
Por eso nuestro pasaje dice en el Efesios 4.10 “El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo.” porque nuestras vidas cuentan una historia, pero una historia incompleta de lo que realmente somos. Solo aquel que descendió y ascendió puede llenarlo todo, puede completarlo todo.
Es aquí dónde reconocemos que estamos perdidos, no había esperanza en nosotros. Ser cristiano, en primer lugar, es reconocer que has tomado el lugar de Dios, ya sea por religión —tratando de ser tu propio salvador, obedeciendo reglas o estándares morales, o por irreligión —tratando de ser tu propio señor, estableciendo tus propios estándares morales. Debido a esto, necesitamos arrepentirnos. Arrepentimiento es admitir que tu principal pecado son tus esfuerzos de salvarte a ti mismo. No solo necesitas arrepentirte de pecados específicos, sino también de confiar en tu propia justicia. Es decir, no sólo debes arrepentirte por hacer lo que está mal, sino por las malas motivaciones por las que hiciste lo correcto; no sólo por romper la ley, sino también por confiar en ella en lugar de Jesús.
Es fácil presuponer que Dios nos amará debido a la profundidad de nuestro arrepentimiento y fe. Pero eso sutilmente nos hace ser nuestro propio salvador, y no Jesús. No es la calidad ni la cantidad de nuestra fe lo que nos hace cristianos, sino el objeto de nuestra fe y lo que Jesús hizo por nosotros. La fe que salva no es un nivel de seguridad psicológica; es un acto de la voluntad por el cual descansamos en Jesús. Nos entregamos completamente a él porque él se entregó completamente por nosotros (Marcos 8:34; Apocalipsis 3:20).
A eso le llamamos un miembro leal a Cristo. No nos hicimos miembros nosotros, sino que Él es quien nos hizo parte del cuerpo, Él es quien rescata al perdido, al condenado, al rechazado y lo trae a una estrecha comunión y cuidado. No es que nos rescata y dice: ya, adórenme y de forma impersonal trata con nosotros, al contrario de forma tan personal nos atiende por medio de su cuerpo en el poder y la obra de Su Espíritu. Mateo 28:20 “enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”
Entonces concluimos que somos incapaces de salvarnos a nosotros mismos.
Al reconocer esto es como si estuviéramos muriendo a nosotros mismos. Marcos 8:34 “Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.”
Hay personas que llegaran con un buen y gran historial de cosas que han hecho en un templo, pero no cosas que han hecho por la iglesia. Puede ser que aun no les resplandezca la luz del Evangelio.
El Rescate que a efectuado Cristo por nosotros, es un rescate aun de nosotros mismos, puesto que nos salva de una vida religiosa solitaria, de nuestro egoísmo disfrazado de autonomía. Por ejemplo. Ellos si oran pero no oran con su familia, ni con la iglesia. Pueden leer y subrayar su biblia pero no la comparten ni quieren aprender de otros. Piensan que servir a Dios en el trabajo es solo compartir un fragmento de la Biblia no una entrega a orar, convivir, conocer y confrontar el error.
Pero las implicaciones de la redención en Cristo se efectuarán en nosotros no solo de manera personal sino también en su cuerpo, junto a los demás hermanos.
El miembro leal a Cristo es rescatado pero también es responsable.

Es responsable.

Efesios 4:11–12 RVR60
Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,
Efesios 4:16 RVR60
de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.
Pablo había detectado que en Efeso circulaban muchas ideologías como las que hoy en día vemos y conocemos, contrarias a la religión, con deseos de vivir libres de límites que Dios ha dado.
Pablo sabe que la manera de proteger a cada creyente no es por los estudios teológicos que conozca una persona, sino del llamado que hace Dios a las personas. En el idioma nativo de esta carta es muy enfático “Él mismo constituyó”, para que entendamos que no depende del legado de los padres o del gusto de alguien, o por su preparación teológica.
Un miembro leal a Cristo entiende que es Dios quien mueve y da estos dones para el ministerio de la edificación del cuerpo, o del edificio.
Entonces la responsabilidad mayor es ser Edificados en amor.
para ello dice el verso 16 que para recibir nuestro crecimiento para ir edificándonos en amor, es necesario que cada miembro haga su parte. Ver Efesios 4.16 “Él hace que todo el cuerpo encaje perfectamente. Y cada parte, al cumplir con su función específica, ayuda a que las demás se desarrollen, y entonces todo el cuerpo crece y está sano y lleno de amor” NTV.
Pero ¿cuáles son estas actividades? Cumplir denota responsabilidad para que los demás se desarrollen. Está hablando de los dones que ha dado al cuerpo, pero a su vez al compromiso de fe.
Efesios 4.1 Por lo tanto, yo, prisionero por servir al Señor, les suplico que lleven una vida digna del llamado que han recibido de Dios, porque en verdad han sido llamados. 2 Sean siempre humildes y amables. Sean pacientes unos con otros y tolérense las faltas por amor. 3 Hagan todo lo posible por mantenerse unidos en el Espíritu y enlazados mediante la paz. 4 Pues hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, tal como ustedes fueron llamados a una misma esperanza gloriosa para el futuro. 5 Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, 6 y un solo Dios y Padre de todos, quien está sobre todos y en todos, y vive por medio de todos. 7 No obstante, él nos ha dado a cada uno de nosotros un don especial mediante la generosidad de Cristo
¿Cómo se ve esto en nuestra iglesia local?. Creemos que la biblia es muy clara en las responsabilidades de cada miembro leal a Cristo, que anda como es digno del llamado que recibió de Dios.
Las responsabilidades.
Asisitir regularmente Hebreos 10: 24-25 “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.”
Respetar al liderazgo y sus funciones. Hebreos 13.17 “Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso.” No son enemigos, ni dueños.
Reunirse en casa. Hechos 2:46-47 “Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.” No es una clase, es para vivir en comunión.
ORDENANZAS- BAUTIZADO- Participar dignamente de la Cena del Señor. 1 Cor. 11. 27-29 “De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí.” No les damos 2 min para ponerse a cuentas, porque Él no nos debe nada, sino para confesar nuestro pecado, confiar en su salvación por medio de la vida y obra de Cristo. La iglesia en Corinto solo estaba emborrachándose sin compartir el pan, menospreciaban al necesitado.
Ofrendar. 2 Cor. 9: 6-9 “Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; como está escrito: Repartió, dio a los pobres; Su justicia permanece para siempre.” No dice del dinero de ustedes den. No den a regañadientes ni por necesidad como si te quitaran un diente. La semilla material levanta una cosecha espiritual, y Dios ama la generosidad no por el tamaño de la ofrenda, sino la sinceridad, su espontaniedad y su disposición.
Evangelizar. Hechos 13.47 “Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de los gentiles, A fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra.” No solo evangelizamos por programas o con folletos, sino lo hacemos porque entendemos que son las buenas nuevas y aquí mismo recibimos enseñanzas para ser luz y llevar el Evangelio.
Aprender más. 1 Cor. 15.1-2 “Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.” No basta con solo oir, sino perseverar, y retener es decir aferrarse. Asistir a las actividades que imparten la Palabra, estudiar y leer la Biblia.
Servir. Juan 13.14 “Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros.”
Amonestar- restaurar. no molestarnos - Romanos 15.14 “Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que podéis amonestaros los unos a los otros.”
Orar. 1 Tesalonicenses 5:17-18 “Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.” No solo de forma individual, sino con la iglesia.
Melissa Kruger lo dice muy bien «En el centro de la hospitalidad bíblica se encuentra una disposición humilde para servir a otros. No tiene la intención de presumir lo que tenemos, sino de demostrar a quién seguimos».
Todas estas cosas y las que se derivan de ellas son las importantes para nuestra membresía.
Creemos que como iglesia estas son las responsabilidades esenciales que nos da esta nueva identidad de hijos de Dios.
Como dice la Escritura esto nos ayuda a ser edificados en amor. Dejamos nuestro egoísmo y nos sacrificamos en amor, no por amor, sino en amor. Somos generosos con el tiempo que Dios nos da para poder lograr estas cosas juntos.
En la semana que sigue hablaremos de lo que hacemos el liderazgo.

Es resguardado.

Efesios 4:11–15 RVR60
Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo,
Los cristianos en ese tiempo eran considerados Ateos porque no creían en los dioses.
por lo que eran rechazados y los querían volver al paganismo.
estaban teniendo problemas entre ellos y se habían olvidado del amor.
Para ello se necesita algo.
pero un miembro leal a Cristo es resguardado
Por el pastorado= Consolar- guiar. ¿Para que queremos que trabajen en los eventos o actividades? - utilizados para nuestro fin o ¿queremos que desarrollen amor, comunidad, fe, confianza, etc?
Por la enseñanza. 1 Timoteo 3.2 “Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar;”
Perfeccionar= remendado-preparar Mat.4.21 “Pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con Zebedeo su padre, que remendaban sus redes; y los llamó.” remendaban las redes. Gal. 6.1 “Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.” Restaurar para un uso apropiado.
Seguir la verdad en amor. Hablar la verdad en amor.
Los miembros de nuestra iglesia son protegidos por Dios
Todos participan en la edificación, no solo los líderes. Se desarrollan para que no se vuelva una actividad superficial, sino que basados en el poder del Evangelio podamos realizar toda actividad o ministerio para la gloria de Dios.
Citas.
Reportes de finanzas y proyectos. - No mundano- es espiritual- Cristo es la cabeza.
Consejería- Consejería integral- no meramente citas bíblicas.
Oración- visitación.
Servicio bodas, xv, aniversario, funerario.
Apoyo o asesoría.
comunión. - No solo es estudiar, sino conocernos en el calor de las actividades de integración y armonía.
Seguimiento.- de su crecimiento espiritual, evitar el estancamiento o trabajo en áreas de lucha.
Disciplina- corrección- Con el propósito de mantener el orden y la armonía, sin favoritismos buscamos que la disciplina se ejercida en amor y por amor.
servido y amado.
Participación de la expulsión de un miembro para su restauración.
No se trata de que pesa más si las responsabilidades o los privilegios.
REQUISITOS DE PERTENENCIA: Lo que constituye membresía en la iglesia depende del concepto que uno tiene de la iglesia. En un sentido, la iglesia como pueblo de Dios incluye un gran número de miembros. Incluso el tema de quién constituye el pueblo de Dios es un punto de debate. En otro sentido, la iglesia, como asamblea local, incluye un número muy limitado de miembros. La composición específica de la membresía de la iglesia local depende de los requisitos de ingreso (especialmente el rito del bautismo) y su accesibilidad para los niños, los adultos creyentes o (casi) todos. Además, las responsabilidades y privilegios de la membresía, incluida la remoción de la misma, varían según varios factores.
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