NO PUEDES CORRER CARGANDO EL PECADO!!

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No podemos seguir corriendo cargando pecados, de nuestra vida pasada, o nuevos pecados que están asediando nuestra vida

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INTRODUCCIÓN:

Pablo exhorta, diciendo, Hebreos 12:1
Hebreos 12:1 RVR60
1 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
Una de los llamados, tiene que ver con despojarnos del pecado que nos asedia y decíamos que la palabra asedia implica el pecado que nos tiene atrapa.
Hablamos de ese pecado, que nos gusta, que nos sigue todo el tiempo.
Ese pecado, no nos permite correr la carrera de la vida Cristiana, como Dios espera.
Y no podemos correr, porque una vida de Pecado, trae consecuencias graves a la persona, pero también a la familia, a la iglesia, tiene un alcance Mayúsculo.
Consecuencias pensemos en David aquel día que cayó en adulterio con la mujer de Urías, el niño que les nació no vivió y esto fue muy duro para ellos. 2ª Samuel 12.
La Biblia dice “…Tu pecado te alcanzará…”
Números 32:23 RVR60
23 Mas si así no lo hacéis, he aquí habréis pecado ante Jehová; y sabed que vuestro pecado os alcanzará.
El problema es que hay consecuencias terribles al pecar contra Jehová Dios de los ejércitos.
Tal es el caso de Jerusalén. En tiempos de Nehemías.
Hermanos, vivir una vida de pecado, cualquier que fuere el pecado trae ruina a tu vida en todos los aspectos.
No se puede correr la carrera de la vida Cristiana en ruina, no es lo que Dios espera de nosotros, Dios quiere que tengamos una vida abundante así lo dijo Jesús, en Juan 10:10.
Vamos a ver consecuencia que trae en la vida del hombre cargar con el pecado.

I. EL ESTADO DEL HOMBRE EN PECADO.

Según los versos 11-17. Cuando Nehemías llega a Jerusalén descubre que la ciudad estaba en ruinas.
Nehemías dice en el verso Nehemías 2:13-14.
Nehemías 2:13–14 RVR60
13 Y salí de noche por la puerta del Valle hacia la fuente del Dragón y a la puerta del Muladar; y observé los muros de Jerusalén que estaban derribados, y sus puertas que estaban consumidas por el fuego.14 Pasé luego a la puerta de la Fuente, y al estanque del Rey; pero no había lugar por donde pasase la cabalgadura en que iba.
Los muros de Jerusalén estaban derribados y sus puertas consumidas por el fuego.
Podemos ver hermanos, que el Pecado de Jerusalén: alcanzó sus muros. De acuerdo al Cáp. 2. Jerusalén fue incendiada los invasores vinieron a ella y la sitiaron.
Hermanos la condición de la gente no era favorable, los que llegaron a ver a Nehemías a Persia dijeron lo siguiente.
Nehemías 1:3
Nehemías 1:3 RVR60
3 Y me dijeron: El remanente, los que quedaron de la cautividad, allí en la provincia, están en gran mal y afrenta, y el muro de Jerusalén derribado, y sus puertas quemadas a fuego.
Podemos ver en este versículo que la situación de ellos era muy difícil y vergonzosa. El muro de Jerusalén está en ruinas y sus puertas destruidas por el fuego».
Y eso debe hacernos reflexionar, acerca de las razones que nos llevan muchas veces a la ruina, en la carrera que llevamos de la vida Cristiana, y por ende de nuestra vida en general.
A veces, muchas personas cuestionan a Dios por lo que le sucede al pueblo.
¿Por qué Dios permite tan grande mal a su pueblo?
¿Por qué Dios permitió que miles y miles de personas murieran en el diluvio?, ¿Por qué Dios está permitiendo que sucedan cosas en mi vida?
A veces así pensamos, de nosotros mismos.
¿Porqué me pasa esto a mi?.
Pero se nos olvida revisar, no hacia a Dios, sino hacia nosotros mismos.
¿Cómo está nuestra vida delante de Dios?,
¿Qué pecado estoy cargando, que tiene mi vida Cristiana en ruina?
¿Qué pecado, estoy cargando que me puede tener arruinado por completo?
Y eso hermanos, es necesario e importante, reconocer que la culpa no es de Dios.
Eso nos lleva al segundo punto.

II. RECONOCER QUE HEMOS PECADO CONTRA DIOS, BOTARÁ CARGA.

Hermanos, decíamos entonces, que la culpa de nuestro pecado no es de Dios. El contexto bíblico de la ruina de Jerusalén nos dice que fue por causa de su propio pecado. Cuando Nehemías ora a Dios él dice lo siguiente.
Nehemías 1:6–7 RVR60
6 esté ahora atento tu oído y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que hago ahora delante de ti día y noche, por los hijos de Israel tus siervos; y confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos cometido contra ti; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado. 7 En extremo nos hemos corrompido contra ti, y no hemos guardado los mandamientos, estatutos y preceptos que diste a Moisés tu siervo.
Nehemías reconoció y confesó, los pecados de su pueblo, él dice:
...y confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos cometido contra ti; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado...En extremo nos hemos corrompido contra ti, y no hemos guardado los mandamientos...
Hay un reconocimiento, de haber pecado contra Dios, y se incluye así mismo, aunque según la historia él no estaba ahí, pero reconoce el pecado del pueblo, reconoce que habían pecado contra Dios.
Reconoce que el pueblo se ha corrompido y que no habían hecho conforme a los mandamientos de Dios.
¡Hermanos, que tremendo!
Quizás hoy mucho necesitamos reconocer nuestro pecado contra Dios, no importando cual sea, hemos pecado contra Dios.
No importa contra quien sea, es contra Dios.
El pecado que confiesa Nehemías, radica en tres aspectos:
1. No guardaron los mandamientos.
Los diez mandamientos contenían el pacto de Dios con Israel tenía que ver con la moral que tenía que regir sus diario vivir. Pero no lo guardaron, la Biblia nos dice que el que sabe hacer lo bueno y no lo hace es pecado.
2. No habían obedecido los estatutos.
Los estatutos tienen que ver con los rituales y ceremonias establecidas para el culto, ellos se habían olvidados de Dios.
3. Se olvidaron de los preceptos de Jehová.
Esto tenía que ver con la justicia que debía de haber entre ellos. Todo esto los llevó a una terrible.
4. Se habían corrompido.
Habían llegado a un nivel de maldad y de cosas terrible que Dios aborrece.
Ahora recordemos que Nehemías está orando buscando el perdón de Dios.

CONCLUSIÓN:

Hermanos, no podemos seguir corriendo cargando pecados, de nuestra vida pasada, o nuevos pecados que están asediando nuestra vida.
Es necesario, ser consiente del pecado que nos asedia y confesarlos a Dios.
despojarnos de esa carga. Dios nos dice, Proverbios 28:13
Proverbios 28:13 RVR60
13 El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.
Si venimos de una vida triste por el pecado, ¿Porqué queremos seguir ahí? acerquemosnos a Dios, y confesemos nuestro pecado, apartémonos y él nos va a restituir.
Hoy es un buen día para comenzar, vamos a orar.
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