Sermón del Monte: El Cristiano y la ley de Dios
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Introducción
Introducción
Cita bíblica: Mateo 5:17-20 “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.”
I. Cumplimiento cabal de la ley 17-18
I. Cumplimiento cabal de la ley 17-18
Los adversarios de Cristo tenían en mente que todo cuanto Él hacía era en contra de la ley establecida. Ellos simplemente “suponían” que Cristo vino a dejar sin vigencia la ley o los profetas.
Si repasamos la vida de Cristo nos daremos cuenta de que Cristo amaba la ley de Dios, la sanidad del leproso es un ejemplo al ser él enviado con los sacerdotes para que lo revisaran (Mt. 8:4)
En su enfrentamiento con los lideres religiosos acusó a ellos de no cumplir la ley de Dios (Mr 7:9-10)
En el acontecimiento de los discípulos camino a Emaús también toma Cristo la ley como algo muy importante en relación a su muerte y resurrección (Lc 24:27, 44)
Para Cristo la ley era muy importante, no vino a quitarla de vigencia, sino a cumplirla toda. Este asunto de cumplir tiene la idea de “dar el verdadero significado de algo, el significado completo”
La base de que la ley no sería abrogada por Él es que en su tiempo todo será cumplido. Todo cuanto está escrito se cumplirá, promesas, juicios, bendiciones, reino y gloria, nada quedará sin cumplimiento. Hasta las más aparentes pequeñas promesas serán cumplidas. El Salmo 102:25-27 expresan la inmutabilidad de Dios y también su Palabra.
II. Modo de cumplimiento de la ley 19
II. Modo de cumplimiento de la ley 19
El modo del cumplimiento del la ley tiene que ver con la medida para manifestar el tamaño espiritual de cada uno. Por el hecho de que nada de la ley sería abrogado ni pasado por alto, la ley debía ser puesta en alto también. Es decir, no se debe ignorar la ley.
¿Mandamientos pequeños? Algunos de los rabinos de ese tiempo que el mandamientos menos importante era el que regulaba la caza de avez (Dt 22:6)
El que se de el lujo de ignorar los más “pequeños mandamientos” y de esa manera, con ese pensamiento de que por ser aparentemente pequeños no importan, enseñe a otros, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos.
El modo del cumplimiento de la ley no debe ser: 1) Ignorancia de la inmutabilidad de la Palabra, 2) Menosprecio de la Palabra, 3) Instrucción menospreciada de la palabra. Todo esto es una forma negativa de comprender la Ley de Dios. Se debe tener mucho cuidado al respecto ya que el Salmo 119:126 dice: “Tiempo es de actuar, oh Jehová, Porque han invalidado tu ley.” Hacer todo esto resulta en ser llamado pequeños en el reino de los cielos.
El modo del cumplimiento de la ley debe ser: 1) Consciente de la inmutabilidad de la Palabra, 2) Alto valor a la Palabra de Dios, 3) Instrucción relevante sobre la Palabra de Dios. Debemos ser consciente de que todo lo que el Señor nos deja para vivir en obediencia proviene de su santa naturaleza inmutable. El cumplimiento de ellas debe ser con un corazón puro y así de pura y correcta debe ser la enseñanza a los otros. Esto trae como consecuencia el ser llamado grande en el reino de los cielos.
Por eso debemos saber que no hemos sido llamados a obedecer, sino a vivir en obediencia. Esto son dos cosas un tanto diferente, obedecer tiene que ver más con un aspecto de acción, mientras que la obediencia tiene que ver más con un aspecto de condición, es decir de lo que se es siendo esto motivo de cumplimiento.
III. Objetivo del cumplimiento de la ley 20
III. Objetivo del cumplimiento de la ley 20
¿Por qué cumplimos la ley? Podríamos decir porque somos llamados a cumplirla, a obedecerla. Pero hay mucho más que eso, ya anteriormente hemos podido observar que no sólo es cumplir la ley, no se trata de hacer sino de ser.
La forma de vida de los fariseos era esa, cumplir la ley porque así pensaban que estaban siendo justificados, por eso tantas confrontaciones hechas por Cristo a ellos. La justicia de los fariseos era la clase de justicia que sólo miraba por el cumplir, por la apariencia (Ro. 2:17)
Una justicia humana (Lc. 18:9-14), esta justicia glorificaba el yo, arrogante, hipócrita y ostentoso de la naturaleza adámica, manchada por el pecado.
Todo aquel que buscaba tener una justicia que era igual a la de los fariseos y escribas nunca podría entrar al reino de los cielos.
Aplicaciones
Aplicaciones
Cristo fue quien cumplió la ley en su cabalidad (Ro. 13:8; Gá 5:14; 6:2)
La ley no debe ser cumplida con un simple acto de obedecer, sino de que haya un sentir de obediencia en el corazón.
Cumplimos la ley porque amamos a Dios, y que no es por querer ser salvos, sino porque en gratitud lo hacemos para agradarle y glorificarle a él.