El buen uso de la Ley
Porque la ley que Dios ha dado es bueno, tu debes darle un uso correcto.
Las Bondades de la Ley
La condenación que trae la Ley
πόρνοις. En la relación de perversidades, figuran ahora los fornicarios, que se refiere a quienes son inmorales en el más extenso sentido de la palabra. El término no solo comprende la relación entre solteros, como ocurre en castellano, sino que se extiende a muchos otros pecados de relación íntima.
La ley también fue puesta para los sodomitas, esto es, para quienes practican la homosexualidad. La voz griega compuesta por ἀρσεν, hombre y significa literalmente κοίτε, cama, se refiere a la perversión que tiene que ver con las relaciones íntimas entre hombres, de ahí la traducción sodomitas que se refiere a la expresión del Antiguo Testamento para este pecado especialmente destacable en Sodoma (Gn. 19:5). El apóstol lo define como cometer “hechos vergonzosos hombres con hombres” (Ro. 1:27; 1 Co. 6:9). Indirectamente la referencia puede aplicarse tanto a la homosexualidad masculina como al lesbianismo.
ἀνδραποδισταῖς Siguen los secuestradores. El término aparece solo aquí en el Nuevo Testamento. Es difícil precisar la etimología de ella, aunque bien pudiera entenderla según la idea verbal como tomar a un hombre por el pie. En sentido general se trata de quienes esclavizan a otros. Pudiera entenderse tanto en el sentido de secuestrar hombres para hacerlos esclavos, como también, secuestrar esclavos de otros. Bien puede entenderse como tratantes de esclavos. En el tiempo de Pablo el robo de niños parece ser que era bastante común. El pecado tiene que ver con todo lo que signifique infringir los derechos o libertades de sus semejantes. Dice el profesor Justo Collantes: “Los traficantes de seres humanos, atentan contra el séptimo mandamiento al robar lo que el hombre tiene de más precioso: la libertad. Tanto la ley mosaica (Ex. 21:16; Dt. 24:7) como la ateniense condenaba a estos tratantes que proporcionaban a gentes sin conciencia mujeres y niños robados”38
ψεύσταις Cita también a los mentirosos. El pecado quebrantaba de lleno el noveno mandamiento que prohibía el falso testimonio contra el prójimo (Ex. 20:16). Algunos hombres tenían la característica de ser mentirosos, como eran los cretenses (Tit. 1:12). Sin embargo, debe entenderse que todo hombre es mentiroso (Ro. 3:4), como corresponde a su vieja naturaleza, siendo Satanás el principal mentiroso y el padre de mentira (Jn. 8:44, 55). Sin embargo el concepto de mentiroso en la Escritura, no es solo quien no dice la verdad, sino también aquel que vive hipócritamente, cuyas acciones no están en consonancia con lo que dicen ser (1 Jn. 2:4; 4:20).
ἐπιόρκοις, Finaliza la lista mencionando a los perjuros. Aquellos que invocan a Dios mintiendo para engañar al prójimo. Comprende también a los que haciendo un voto solemne no tienen intención de cumplirlo o lo quebrantan sin causa. En estos entran también los que son infieles al cónyuge y los que se divorcian por causa de egoísmo personal. Muchas veces el perjuro lo hacía con intención de apropiarse de los bienes del prójimo, cosa prohibida en la ley (Ex. 20:17). Frecuentemente el perjurio tiene que ver con la codicia.