Comprometido con la Iglesia 1
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¿En qué piensas cuando oyes la palabra iglesia? Lo que sea que pienses es probable que sea diferente a lo que significó para las personas del 1er siglo. En ese tiempo la iglesia no era un lugar, sino un movimiento. Y empezó así a partir de un evento en la historia: La Resurrección de Jesús. El hecho que Jesús resucitó hizo que las personas creyeran que Jesús es quien dijo que es y por el testimonio de los testigos, la iglesia empezó como un movimiento.
¿Qué quiere decir ser parte de la iglesia? Si creciste en la iglesia católica, protestante o ateo, el propósito es que de por medio de la historia sepas qué es la iglesia y por qué ser iglesia es unirte a un movimiento.
Cuando lees la palabra “iglesia” en el NT, es la traducción de la palabra Ekklesía (ἐκκλησία) que literalmente quiere decir: asamblea, reunión. En las lenguas romances, la palabra es traducida del griego. Pero en las lenguas germánicas hay un cambio, ahí la traducen del griego bizantino kyrikē que tiene su origen en la palabra Kyrios, “Señor”, que puede traducirse como: “referente al Señor o Casa del Señor”.
Cuando la iglesia empieza, lo hace como una reunión y lo que une a las personas es una misma misión. A lo largo de la historia pasó algo triste. La idea se cambió y en lugar de ser un movimiento pasó a ser un lugar. Dejó de ser un mensaje que transforma y mueve vidas, a ser un edificio con jerarquías. La idea de un sólo mensaje: ¡La Resurrección! fue cambiada.
Con el tiempo la idea de una reunión, movimiento, asamblea, se cambió a la de un edificio, templo y lo que empezó como un movimiento se cambió por algo estático. Ahora al decir iglesia, muchos lo relacionan con un edificio con el templo y eso cambió la teología. Porque si la iglesia es un edificio, entonces quien controlaba el edificio controlaba la iglesia, quien controlaba la iglesia controlaba la Biblia, quien controlaba la Biblia controlaba a las personas y quien controlaba la iglesia, Biblia y a las personas ¡controlaba el gobierno! y eso fue lo que pasó partes de Europa.
Lo que empezó como un movimiento de testigos de la resurrección, se volvió un lugar con roles jerárquicos. Dejó de ser espiritual y se volvió inmoral, destructor que no reflejaba lo que pasó en el 1er siglo y se convirtió en una fuente de control y de poder. En ese cambio de asamblea a edificio pasaron cosas terribles y por eso mucha gente se alejó de la asamblea.
En el Siglo XVI el lingüista William Tyndale cree que todas las personas deben tener acceso a la Biblia. Lo que pasa es que iban al templo a escuchar al sacerdote que hablaba en latín o en griego y la gente ¡no entendía nada! La gente común no tenía acceso a una Biblia y recuerda: si controlabas la Biblia, controlabas a la iglesia, la asamblea. Tyndale dijo: “esto no puede seguir así”. El pueblo debe tener una Biblia que puedan leer por ellos mismos y así empezó a traducir del hebreo y griego al inglés.
Los líderes religiosos se enojan y lo persiguen, tiene que huir del país y se refugia en Alemania, ahí Tyndale termina la traducción, la imprime y la lleva de contrabando a Inglaterra. En la actualidad sólo quedan 2 copias de esa Biblia. Los líderes religiosos hacen lo que pueden para incautar esas biblias y quemarlas. Pero ya era tarde, ahora la gente tiene la Biblia en su idioma.
Tyndale es traicionado por un amigo, al regresar a Inglaterra, lo atrapan, lo enjuician y lo juzgan como hereje por traducir la Biblia. Muere en la horca y después queman su cuerpo, pero la Biblia ya estaba por todos lados y la iglesia como institución empezó a perder su poder.
En el juicio, William Tyndale dijo algo así: “Desafío al papa y todas sus leyes; si Dios me da la oportunidad de seguir vivo, de aquí a no muchos años, lograré que el muchacho que guía el arado, sepa más de la Escritura que usted”. Acusó a los líderes de manipular la Escritura y que en realidad lo que querían es el poder político.
Todo esto para decir que cuando Tyndale encontró la palabra que habían traducido como Iglesia, lo hizo de manera diferente, usó la palabra: asamblea, congregación. Su idea era volver al propósito original, algo centrado en la misión no en el edificio, pero en la traducción al español, ese cambio tan importante se perdió. La iglesia es un movimiento con un solo mensaje, un sólo evento en la historia: La Resurrección de Jesús.
En el evangelio de Mateo, Jesús pregunta a sus discípulos ¿quién dice la gente que soy? Responden: algunos dicen que eres Juan el Bautista otros que un profeta vuelto a nacer. Pedro dice: “Yo creo que eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente”. Jesús le dice: Bendito eres porque lo que acabas de decir te fue revelado por mi Padre, por eso te digo que eres Pedro y sobre esta roca YO edificaré mi ekklesia, asamblea. No un edificio, no una institución, sino un movimiento, una reunió de personas y las puertas de la muerte no prevalecerán.
Lo que dices es: No importa cuánta gente muera, este movimiento seguirá por siempre y para siempre, hasta que yo vuelva, porque la iglesia nace como un movimiento de personas con un solo mensaje y una sola idea.
Después de esto Jesús es crucificado, resucita y pasa 40 días con sus amigos. Los reúne en una colina y les da instrucciones finales, lo que llamamos La Gran Comisión. Lo que es mi compromiso con mi iglesia, con el movimiento.
En Hechos Jesús predice el comienzo de la ekklesia, lo que ÉL edificaría, construiría. Se reúne con sus seguidores, algunos preguntan ¿Por fin vas a restaurar el reino a Israel? Ellos no pensaban en una asamblea con un solo propósito, sino en un reino terrenal. Jesús les dice: “Ustedes no saben los tiempos que mi Padre ha establecido, pero recibirán poder cuando venga sobre ustedes el Espiritu Santo.
No sabemos qué entendieron, quizá al oír la palabra “poder”, pensaron en su propio beneficio. Tendremos poder ¡ya era hora! ¿qué hacer con ese poder? Jesús les dice que con ese poder podrán ser testigos, hablar, narrar con exactitud algo que vivieron y experimentaron. Les dice que serán sus testigos en Jerusalén, quizá piensan ¿cómo va a ser eso posible?
Están en el mismo lugar donde el ejército romano lo crucificó, los líderes religiosos los odian, son quizá unas 100 personas y Jesús les dice: ustedes dirán mi mensaje, porque ¡vieron lo que sucedió! Llevarán este mensaje a Jerusalén; OK, lo llevaremos a Jerusalén. Lo llevarán a Judea, muy bien a Judea lo llevamos, está lejos, pero llegamos. Lo llevarán a Samaria, mmm eso no me gusta mucho, pero iremos. Lo llevarán hasta lo último de la tierra, ahí dicen: Jesús ¿sabes lo grande que es el mundo? Jesús pudo decir: ¡ustedes son los que no tienen idea! Este movimiento llegará a todo el mundo. Ahora, dime ¿esto está sucediendo? ¡estamos viendo cumplirse esa profecía!
Después Jesús se va con el Padre y este grupo regresa a Jerusalén, se reúnen a orar juntos y 2 semanas después sucede algo asombroso. Era la fiesta del Pentecostes o Shavuot, la Fiesta de la Cosecha, fiesta de las 7 semanas. Es una fiesta en que los judíos varones convertidos al judaísmo, tenían que ir a Jerusalén, no importaba de dónde vinieras. La Biblia dice que al estar reunidos los discípulos, María y otros más, el Espíritu Santo aparece y se derrama sobre ellos de manera poderosa ¡así como Jesús lo dijo!
Después de eso, los seguidores de Jesús, pueden hablar los idiomas que hablaba la gente que se reúne para celebrar esa fiesta y que venían de varias partes. Estos hombres salen a la ciudad y le hablan a toda esa gente que viene de diferentes naciones y les hablan ¡en su propio idioma! Cuando la gente se da cuenta de lo que está sucediendo y saben que no son letrados ¡se espantan!
Lucas quien investigó todos estos hechos, dijo: Esos hombres se preguntaban ¿cómo pueden hablar mi idioma materno siendo galileos? otro decía, a mí me hablan en Medo, otro en Egipcio, pero ¿qué es lo que dicen en esos idiomas? Dicen que Jesús es el Mesías que fue crucificado pero se levantó de la muerte ya hora hay todo un movimiento en Jerusalén.
Lo asombroso es que no fue solo un idioma, no fue solo para una raza, sino que es para todas las razas, es para todas las etnias, todas las culturas ¡así como Jesús lo predijo! La gente empieza a reunirse, algunos al escucharlos, pensaron que estaban borrachos, pero pronto se dan cuenta que no es así, sino que los oyen en diferentes idiomas, en sus propios idiomas.
Pedro decide dar su primer mensaje y así es como empieza la iglesia. Con esta primera predicación queda formalmente inaugurado El Movimiento de Jesús, la cultura de Jesús. Pedro dice que lo que están experimentando fue profetizado: “No se sorprendan, Dios predijo que un día el mensaje dado a los judíos, sería un mensaje para todo el mundo”.
“»Pueblo de Israel, ¡escucha! Dios públicamente aprobó a Jesús de Nazaret al hacer milagros poderosos, maravillas y señales por medio de él, como ustedes bien saben; (MUCHOS DE ELLOS HAN ESTADO POR AÑOS EN ESE LUGAR) pero Dios sabía lo que iba a suceder y su plan predeterminado se llevó a cabo cuando Jesús fue traicionado. Con la ayuda de gentiles sin ley, ustedes lo clavaron en la cruz y lo mataron;” (Hechos de los Apóstoles 2:22–23, NTV)
Esto que dice Pedro sucedió apenas hace 2 meses. La gente que escucha piensa “esto es cierto ¡yo estuve ahí” Otro dice: esa madrugada me despertó el ruido; otro dice: un amigo mío fue sanado por Jesús. Esto no es historia antigua para ellos, pasó hace unas semanas.
“pero Dios lo liberó de los terrores de la muerte y lo volvió a la vida, pues la muerte no pudo retenerlo bajo su dominio.” (Hechos de los Apóstoles 2:24, NTV)
Pedro narra las buenas nuevas de Jesús resucitado: Dios resucitó a Jesús de la muerte y todos somos testigos. No estamos reunidos para narrar algo que Jesús enseñó.
Y esto como cristiano, debes saberlo: estos creyentes del primer siglo, no creen porque Jesús enseñó algo, no por los milagros de Jesús. El cristianismo no es aceptar una enseñanza o filosofía o una fórmula. El cristianismo es reconocer un evento histórico. Pedro dice: somos testigos de que fue crucificado ¡muchos lo vieron! y somos testigos de que volvió a la vida y no pasó hace muchos años, sino sólo 2 meses atrás.
“Ahora él ha sido exaltado al lugar de más alto honor en el cielo, a la derecha de Dios. Y el Padre, según lo había prometido, le dio el Espíritu Santo para que lo derramara sobre nosotros, tal como ustedes lo ven y lo oyen hoy.” (Hechos de los Apóstoles 2:33, NTV)
Esto que oyen y ven, esto ¡es de Dios!
“»Por lo tanto, que todos en Israel sepan sin lugar a dudas, que a este Jesús, a quien ustedes crucificaron, ¡Dios lo ha hecho tanto Señor como Mesías!».” (Hechos de los Apóstoles 2:36, NTV)
Esto es personal: Jesús a quienes ustedes crucificaron, imagino a Pedro apuntar con su dedo huesudo ¡ustedes crucificaron al Mesías! Muchos de los que escuchan ¡estuvieron ahí! Y Pedro les dice: Pues a ÉL, Dios lo ha hecho Señor y Mesías. Imagino el silencio, todos callan, quizá después de unos segundos, se oye una pregunta desde el fondo:
“Las palabras de Pedro traspasaron el corazón de ellos, quienes le dijeron a él y a los demás apóstoles: —Hermanos, ¿qué debemos hacer?” (Hechos de los Apóstoles 2:37, NTV)
Claro que recordamos lo que hicimos, claro que recuerdo cómo he hecho mi voluntad sin buscar a Dios; claro que recuerdo como le he dado la espalda a Dios, pero no podemos regresar el tiempo ¿qué debemos hacer? Imagina el escándalo, lo que está pasando, hay ansiedad, temor, culpa.
Este es el primer día de la ekklesia y con ese movimiento es nuestro compromiso. Pero ahora cuando escuchas la palabra iglesia, lo que te viene a la mente es un lugar al cual ir con tu familia y nada más, pero al ver el contexto de la historia, se trata de algo más. Eres, somos parte de algo mucho más grande que este edificio.
“Pedro contestó: —Cada uno de ustedes debe arrepentirse de sus pecados y volver a Dios, y ser bautizado en el nombre de Jesucristo para el perdón de sus pecados. Entonces recibirán el regalo del Espíritu Santo.” (Hechos de los Apóstoles 2:38, NTV)
“Esta promesa es para ustedes, para sus hijos e incluso para los gentiles...” (Hechos de los Apóstoles 2:39, NTV)
¿Sabes quiénes son los gentiles? ¡tú y yo, nuestros hijos, nietos! Pedro dice: no es algo sólo para los de Jerusalén o los judíos o esta generación. Esto que empieza hoy, este mensaje supernatural es para nosotros. Los hijos extranjeros tanto de lugar como del tiempo. Esto irá más allá de nuestros tiempos porque Jesús dijo: “Las puertas del infierno, de la muerte no lo podrán contener, apagar.”
Este mensaje no se va a detener, continuará. Cuando esta generación muera, la ekklesia seguirá, tocará gente que aún no ha nacido y que no conoceremos. Por eso llegan nuevas personas, porque el Poder de Dios y sus promesas son no las podemos callar.
“Esta promesa es para ustedes, para sus hijos e incluso para los gentiles, es decir, para todos los que han sido llamados por el Señor nuestro Dios.” (Hechos de los Apóstoles 2:39, NTV)
La gente reconoció lo que habían hecho y al reconocer que Jesús había resucitado respondieron así:
“Así, pues, los que recibieron su mensaje fueron bautizados, y aquel día se unieron a la iglesia unas tres mil personas.” (Hechos de los Apóstoles 2:41, NVI)
Sabes que de toda la multitud, algunos pudieron decir: “alto, alto, vamos a la tumba para que vean que ahí sigue el cuerpo de Jesús”, porque esto fue meses después, en la misma ciudad donde fue crucificado y ellos lo vieron morir. Y en ese mismo lugar como 3 mil personas dicen: creo lo que dices, porque ¡yo estuve ahí! Y ese día como 3 mil se unen al movimiento.
¿Lo imaginas? 3 mil personas que se unen al movimiento en una sola tarde. Fue algo poderoso, miles diciendo: creemos que Jesús es el Hijo de Dios, que fue crucificado por Roma, creemos que Pedro y sus amigos son testigos como nosotros y ahora nos arrepentimos de nuestros pecados y nos unimos a la ekklesia; lo que después sería llamado: La Iglesia.
¿Sabes qué une a los cristianos de todo el mundo? no es la liturgia ni las canciones o tradiciones, lo que nos une es una sola cosa: Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios Viviente que se levantó de la muerte y esa muerte cubre todos los pecados cuando te arrepientes. ¡Así como lo dijo Jesús!
Es un movimiento que cambió el mundo y desde ese día, siempre hay un grupo que se reúne con ese propósito, que comparte el mismo mensaje; algunos son llamados a ser misioneros, predicadores, pastores y en cada generación, siempre hay un grupo que entiende que no se trata de una jerarquía de unos cuantos. Por eso hay personas dispuestas a dar sus vidas para llevar el mensaje de Jesús, de manera que más personas se unan a este gran movimiento.
Cuando aceptas a Jesús, su Espíritu Santo llega a tu vida y te conviertes en el templo de Dios y al reunirnos en el Nombre de Jesús en ese momento hacemos ekklesia y cosas asombrosas suceden. Por eso todos somos importantes en este movimiento, por eso nos comprometemos con este movimiento y lo hacemos a través de un punto donde nos reunimos para celebrar y adorar con libertad.
Tu eres ekklesia, tú eres parte de este movimiento, Casa de Fe es el lugar dónde desarrollar esa unidad y movilidad. Es tu compromiso seguir compartiendo este mensaje, compartir que Jesús es fiel y por eso podemos obedecer sus instrucciones. Porque sabemos que es algo más que lo temporal. Y todo lo que demos a nuestro Dios, todo el tiempo, dedicación, esfuerzos, diezmos, ofrendas, es con ese único propósito: que más personas se unan a este movimiento que cambia la historia.
Al estar conectado con la iglesia, esta historia ¡es tu historia! Somos ese grupo de nuestros tiempos que se reúne sabiendo que Jesús esta vivo y sigue cambiando al mundo y quiere cambiar tu mundo. Es mi deseo que siempre haya un grupo que hace iglesia en la comunidad, escuela, trabajo en todo el mundo. Que nos unimos para hacer que este punto de encuentro que es Casa de Fe, sea el lugar donde miles de personas se unen al movimiento y adoramos juntos.
Palabra de Dios
Oremos