LA FE EN TIEMPOS DIFÍCILES.

Corriendo con Paciencia la carrera de la fe.  •  Sermon  •  Submitted
0 ratings
· 1,598 views

El nivel de nuestra fe, determinará nuestra actitud en tiempos difíciles.

Notes
Transcript

INTRODUCCIÓN:

Nuestro texto lema, este año, en el colegio es Hebreos 12.2
Hebreos 12:2 RVR60
2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
Y es precisamente la primera parte del Texto, que nos habla de la fe.
El texto, dice: “Pongan los ojos en Jesús el autor y consumador de la fe”
Y si tomamos, de referencia en el contexto más cercano, el escrito de Hebreos nos dice que tenemos una gran nube de testigo, en nuestro caminar de la vida cristiana.
La vida de fe ha sido ampliamente atestiguada por una grande nube de testigos del A.T.
Y lo que el escritor está diciendo es: tenemos alrededor nuestro, a una gran nube de “mártires”, o testigos judiciales, gente que puede testificar, que puede dar testimonio.
Está diciendo consideren a los mártires, ellos son su testigos, aquellos cuyas experiencias y ejemplo atestiguan la fidelidad de Dios y nos inspiran a correr mejor.
No nos está hablando de meros espectadores, sino los que corrieron antes que nosotros y han triunfado,
Ellos están ahí para enseñarnos que por medio de la fe podemos obtener la victoria.
Recordemos que en el capítulo 11, se habla de estos héroes de la fe, que fueron victoriosos.
Entonces el primer consejo para tener una carrera exitosa es considerarlos a ellos, si ellos lo lograron a pesar de todas las dificultades, nosotros también podemos.
Pero algo mejor que el autor nos indica, es correr mirando a Jesús, pues de él depende nuestra fe.
Interesante, que el escritor, dice, vean a Jesús, pongan los ojos en él, y es una exhortación para apartar la mirada de todo lo demás que podría distraernos o desanimarnos.
Es Jesús el autor y consumador de la fe, es él quien da el primer impulso a nuestra fe y la lleva a la madurez final, a su forma completa.
Si necesitamos correr con fe, necesitamos definir que es para nosotros fe.
Necesitamos definir luego en que nivel está nuestra fe.
Hay DOS aspectos que debemos considerar en relación a la fe, en Cristo.

I. LA DEFINICIÓN DE FE.

Para definirlo, tenemos que ir a la definición de fe en la Biblia.
Hebreos 11:1 RVR60
1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
¿Cómo definimos la fe?,
Fe es: Certeza + Convicción.
Certeza es: Es confianza en Dios, esperar en Dios, viene al entender que Dios realmente es el creador de todo y que nada escapa de su mano.
Convicción: La convicción es el convencimiento que se tenemos de Dios, de su palabra. Quienes tienen una convicción poseen razones o creencias que les permiten sostener un determinado pensamiento, discurso o acción.
Entonces, tenemos que evaluar:
¿Qué tanto creemos en Dios, y le creemos a Dios, en momentos difíciles, en momentos donde las cosas no van tan bien, y qué tanto mantenemos nuestra fe, cuando las cosas van bien?
Otra evaluación es:
¿Qué tanto, estoy afirmado o afirmada en lo que creo, en la palabra de Dios, en lo que Dios espera de mi, en mis convicciones?
¿Qué tanto influye en mi vida el mundo, el ambiente que me rodea?
Hablamos de tantas cosas, que están influenciando nuestras mentes y nuestros corazones, ¿cómo me afectan?
Hermanos, nuestra fe debe ser una fe genuina, no una fe fingida, esa es la exhortación que Pablo da a Timoteo.
2 Timoteo 1:5 RVR60
5 trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también.
Pablo le dice considera tú, esa fe no fingida, que habitó en tu abuela Loida y en tu madre Eunice que también habita en tí.
¿ Qué tipo de fe, estamos viviendo?, ¿Qué tipo de fe mostramos y enseñamos a nuestros hijos, a nuestros estudiantes?
Pablo dice a Timoteo, que recuerde la fe no fingidas que fue enseñada, por su abuela y su madre Eunice, y que también habita en él.
Una fe “no fingida”, es una fe real, verdadera, que se vive , que es mostrada en una vida piadosa.
Eso implica que también hay una fe que puede ser fingida; es decir, que es falsa, ficticia o simulada, aunque parece real.
Pablo cuando le dice recuerda la fe no fingida que habitó en su mamá y en su abuela, y que seguro estaba en él también, lo que estaba haciendo es llamando a Timoteo, que viviera conforme a la fe (Ceteza y convicción), con la que había sido enseñado, para que (versiculo 6),
“Avivara el fuego del don de Dios que está en él”(v.6).
Entonces, necesitamos revisar cuál es la fe que estamos viviendo nosotros.
Si hemos creído en Cristo, nuestra fe se sustenta en Él, eso es certeza.
Y también en las promesas que él nos ha dado, eso es convicción.
Ahora lo segundo que debemos considerar es.

II. EL GRADO DE NUESTRA INCREDULIDAD.

Los discípulos fallaron en este asunto.
En Marcos 9:14–24, encontramos una historia, muy importante para que reflexionemos, a los discípulos del Señor, le traen un hombre endemoniado, para que lo sanasen, y no pudieron, eso causó un gran alboroto, al llegar al lugar Jesús pregunta ¿qué es lo que pasa?, y le relatan la historia. Marcos 9:16–18
Marcos 9:16–18 RVR60
16 El les preguntó: ¿Qué disputáis con ellos? 17 Y respondiendo uno de la multitud, dijo: Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo, 18 el cual, dondequiera que le toma, le sacude; y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando; y dije a tus discípulos que lo echasen fuera, y no pudieron.
¿Cuál era el problema?, los discípulos no habían podido echarlo fuera.
Ahora hermanos, ¿Por qué no habían podido echarle fuera?
Jesús ya les había dado autoridad para echar fuera demonios, él les había dado autoridad sobre los espíritus inmundos. Marcos 6:7
Marcos 6:7 RVR60
7 Después llamó a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos; y les dio autoridad sobre los espíritus inmundos.
Hermanos, si algo debemos tener seguro es que Jesús no tolera el fracaso espiritual de sus seguidores.
Él nos capacita y nos enseña para que nosotros hagamos el trabajo que nos ha encomendado, pero para ello debemos creer.
Jesús reprende a sus discípulos, por su fracaso espiritual.
Marcos 9:19 RVR60
19 Y respondiendo él, les dijo: ¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo.
La frase: ¡Oh generación incrédula! enfatiza la causa característica de todo fracaso espiritual: la falta de fe en Dios .
Luego el Señor, pide que lo traigan y realiza la sanidad del hombre.
Marcos 9:20 RVR60
20 Y se lo trajeron; y cuando el espíritu vio a Jesús, sacudió con violencia al muchacho, quien cayendo en tierra se revolcaba, echando espumarajos.
Los versículos siguientes muestran como la falta de fe de los discípulos afecta también al padre del muchacho.
Marcos 9:21–22 RVR60
21 Jesús preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto? Y él dijo: Desde niño. 22 Y muchas veces le echa en el fuego y en el agua, para matarle; pero si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos.
En el dialogo, Jesús muestra compasión y pregunta, ¿cuánto tiempo, lleva así?
El padre dijo que su hijo había experimentado tales convulsiones patéticas y casi fatales desde niño. La condición del muchacho era prolongada y crítica.
Pero también muestra que su fe, había disminuido, por causa del fracaso de los discípulos.
El padre dice, si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros y ayúdanos.
Jesús responde:
Si puedes Creer, al que cree todo le es posible. (V.23).
Jesús repitió las palabras de duda del padre, “si puedes” para mostrar que el asunto no tenía que ver con el poder de Jesús para sanar al muchacho, sino con la capacidad del padre de confiar en Dios, quien puede hacer lo que es humanamente imposible.
Jesús retó luego al padre a no dudar: “Al que cree todo le es posible .”
Hermanos, la fe no pone límites al poder de Dios, y se somete a sí misma a su voluntad.
Pero Dios necesita que creamos, Dios no quiere que seamos incrédulo, recuerda Dios quiere que en nosotros haya fe, genuina, no una fe fingida.
Esa fe que nos haga mantener nuestra confianza en él, aún cuando todo y todos fallen, aún cuando no se vea el sol claro, o todo se vea oscuro. Necesitamos creerle Dios.

CONCLUSIÓN:

Hermanos, reflexiones por un momento, veamos a nosotros mismos:
¿En qué nivel, está nuestra fe?
¿Cómo estamos en nuestro nivel de incredulidad?
¡Qué más necesitamos para establecer una confianza plena en Dios?
Anécdota: La tela de Araña.
Revisemonos, en realidad, ¿cómo le estamos creyendo a Dios?, ¿Qué fe hay en nosotros?
Vamos a orar.
Related Media
See more
Related Sermons
See more