La vida ejemplar de los hijos de Luz

Efesios 5:3–5

3 Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; 4 ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias. 5 Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.

Introducción

La epístola a la iglesia de Efeso carece la corrección a problemas específicos en la iglesia o saludos a personas.

Se centra en desarrollar temas doctrinales como la salvación, la unidad en el Espíritu, el amor, la reconciliación, etc.

Para luego desarrollar temas prácticos de la vida cristiana, y es sobre algunos de ellos que nos centraremos hoy.

Después de exhortarnos a vivir en amor siguiendo el ejemplo de Cristo, Efesios 5:2 “Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.”

ahora nos exhorta a vivir en santidad.

Es el amor y la santidad la base de la vida cristiana.

Inmoralidad sexual

Efesios 5:3 “Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos.”

Que no haya ninguna inmoralidad sexual, impureza ni avaricia entre ustedes. Tales pecados no tienen lugar en el pueblo de Dios. (NTV)

Los pecados de inmoralidad sexual son fuertemente condenados en la Biblia, pues es el más frecuente en la humanidad. Éxodo 20:14 “No cometerás adulterio.” 7o mandamiento.

Los fariseos interpretaban el pecado de adulterio como la acción de tener una relación inmoral, pero el Señor condenó aun los malos pensamientos: Mateo 5:28 “Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.”

Es necesario seguir predicando contra el adulterio en la iglesia pues sigue siendo problema.

Jesús enseña que no solamente es un delito consumar el adulterio, lo es también codiciarlo en el corazón, pues es ahí donde se gesta el pecado y se manifiesta en la acción.

Por eso Pablo advierte a la iglesia que esos temas inmorales ni aun se mencionen entre nosotros.

Avaricia: “Afán de poseer muchas riquezas por el solo placer de atesorarlas sin compartirlas con nadie.”

La avaricia y la codicia son pecados también condenados por Dios, pues expresan el amor a las cosas de este mundo. Éxodo 20:17 “No codiciarás...” 10o. mandamiento.

El avaro se queja de que nunca tiene lo suficientes, por lo tanto no está dispuesto a dar, una actitud contraria al carácter de Cristo quien se dio por amor a nosotros. Gálatas 2:20 “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.”

No le des lugar en tu corazón a la avaricia ni a la codicia, La Biblia no exhorta: Salmo 37:4 “Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón.”

Todo acto de inmoralidad sexual, inmundicia o avaricia contaminan la santidad, por lo tanto no debemos ser participes ni aun de conversaciones de estos temas, pues no nos convienen.

Vocabulario de santidad

Efesios 5:4 “ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias.”

“Los cuentos obscenos, las conversaciones necias y los chistes groseros no son para ustedes. En cambio, que haya una actitud de agradecimiento a Dios. (NTV)”

Las palabras expresan la condición espiritual.

Palabras deshonestas: Las palabras deshonestas pueden ser groserías, mentiras, chismes, burlas, palabras ofensivas e incluso palabras vanas que no tienen ninguna edificación.

Necedades: Es enfrascarse en discusiones inútiles que demuestran necedad, como discutir cosas sin sentido (por un equipo de fútbol, un partido político, discutir por cosas irrelevantes, comidas, celebración de días, música, etc.) Romanos 14:5-6 “Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente. El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace. El que come, para el Señor come, porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios.” Sin embargo, si estamos en una congregación, debemos estar en común acuerdo.

1 Corintios 11:16 “Con todo eso, si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios.”

1 Timoteo 4:7 “Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad;”

Truhanerías: Hablar en doble sentido, con engaño, chistes groseros. No debemos ser partícipes de estas conversaciones, ni animarlas tampoco aprobarlas. Las redes sociales son fuente de este pecado.

Pablo nos exhorta a que nuestras palabras sean con acciones de gracias.

Nuestras conversaciones evidenciarán nuestra santidad: Mateo 12:34 “¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.”

El destino de los impíos

Efesios 5:5 “Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.”

“Pueden estar seguros de que ninguna persona inmoral, impura o avara heredará el reino de Cristo y de Dios. Pues el avaro es un idólatra, que adora las cosas de este mundo. (NTV)”

El apóstol advierte que quienes practican estas cosas (inmoralidad sexual, la inmundicia y la avaricia) no serán partícipes del reino de Dios.

No debemos permitir estos pecados en la iglesia.

No hablamos de la clase de comportamiento pecaminoso que desaprueba el mundo, debemos cuidarnos del comportamiento pecaminoso que tiene apariencia de inocencia, de estos debemos cuidarnos más.

(como el que mira a las mujeres con codicia, consume pornografía, o aquel cristiano que ama las cosas del mundo o el que participa de conversaciones infructuosas, aunque de su boca no salgan groserías.)

Puede haber personas que aparentemente son cristianos pero en sus corazones hay estos pecados, por tal razón es importante examinarnos bajo la luz del Espíritu Santo.

Conclusión

Todos batallamos contra estos pecados, sin embargo, el amor nos ayuda a resistir.

Cuando amamos a Dios procuramos obedecerle y agradarle, pero cuando no amamos a Dios, será imposible resistir.

Por eso Pablo nos exhorta al amor antes de la santidad: Efesios 5:1-2 “Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.”

El conocimiento de la Palabra de Dios nos da libertad y nos fortalece para soportar las tentaciones.

Si has caído en estos pecados, ven y reconciliate con El Señor.