LA IMPORTANCIA DE TENER FE (Marcos 9:14-29)

Después les había explicado lo concerniente a su muerte y resurrección, mostrando las señales del verdadero discípulos: Obediencia, rechazo por parte del mundo.

Pues ahora vamos a ver otra señal de un verdadero discípulo en Cristo: La fe, pero no cualquier fe.

Todos de cierta manera tenemos fe, una fe natural, una fe en algo. Pero pocos tienen la fe verdadera, sobrenatural, genuina.

Esta fe es un don de Dios, vamos a ver en este sermón la importante de tener esta fe.

¿Cuál es esta verdadera fe? ¿Dónde debemos direccionar nuestra fe? ¿Que implicaciones tiene esta fe?

1. NO EN CUALQUIER COSA

a) El mal ejemplo de los discípulos

¿Por qué los discípulos no fueron capaces de expulsar ese demonio?

Marcos 9:17–18 LBLA

17 Y uno de la multitud le respondió: Maestro, te traje a mi hijo que tiene un espíritu mudo, 18 y siempre que se apodera de él, lo derriba, y echa espumarajos, cruje los dientes y se va consumiendo. Y dije a tus discípulos que lo expulsaran, pero no pudieron.

Intentaron expulsaron pero no pudieron…

Fijaos la respuesta de Cristo…

Marcos 9:19–20 LBLA

19 Respondiéndoles Jesús, dijo*: ¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os tendré que soportar? ¡Traédmelo! 20 Y se lo trajeron. Y cuando el espíritu vio a Jesús, al instante sacudió con violencia al muchacho, y este, cayendo a tierra, se revolcaba echando espumarajos.

Vuelvo a preguntar: ¿Por qué ls discípulos no pudieron expulsar a este demonio?

Pues bien, porque su obra no iba enfocada en le verdadero sentido de la fe, en el objeto de la fe.

Ellos tuvieron fe en su estatus de discípulos, se pensaban que eso les daba autoridad. Pero esto es un error.

Los discípulos tuvieron que haber intentado expuslar a este domonio bajo y en la autoridad de Cristo. Por eso, Jesús les dice tal confrontación y al final les dice…

Marcos 9:28–29 LBLA

28 Cuando entró Jesús en la casa, sus discípulos le preguntaban en privado: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera? 29 Y Él les dijo: Esta clase con nada puede salir, sino con oración.

Jesús no se referían a que no habían dicho unas palabras mágicas, tampoco se refería a que no habían orado en voz alta y gritando. O que no habían hecho de esta manera u otra. Sino, que Jesús hace un llamado a la oración por el corazón de los discípulos.

Evidentemente los discípulos de Jesús estaban comenzando a pensar que su autoridad provenía de su estatus como discípulos de Jesús o de las técnicas que habían aprendido de él. Jesús les recuerda que no tienen poder por sí mismos; sólo por fe a través de la oración podían tocar un poco del infinito poder de Dios. Ni siquiera el demonio más peligroso y destructivo se puede igualar en poder al Hijo de Dios, que está en comunión íntima con el Padre.

Si ellos oran más, menguan, se hace humildes, y saben sobre quien deben tener su fe y bajo que autoridad debe hacerlo, la e Cristo.

La oración, nos sitúa en el centro de la voluntad de Dios, nos hace ver quienes somos y donde debemos depositar nuestra fe.

Pero la respuesta de Jesús no se centra en el procedimiento. Su fracaso no fue debido a que se equivocaron a la hora de elegir las palabras o al practicar el ritual. Su problema fue que el éxito del pasado les había dado confianza en sus habilidades personales. Jesús les pide que oren más, o sea, que dependan más de Dios, que es el único que tiene autoridad sobre las fuerzas del mal. La autoridad de los discípulos para expulsar demonios fue siempre autoridad mediada; ellos son los representantes de Jesús que actúan por su poder.

Ejemplos hay varios cotidianos… cuando nos creemos superiores a Dios, cuando pensamos que no necesitamos a Dios o su consejo y actuamos a la nuestra. Estás ejerciendo una mala fe y no podrás avanzar y ser bendecido realmente si no entiendes esto.

Esto te llevará a tener paz y descanso.

Lo mismo nos ocurre a nosotros hoy día. El siervo más poderoso de Dios es aquel que reconoce que “cuando soy débil, entonces soy fuerte” (2 Co 12:10). Hacer grandes cosas por Dios significa buscar su guía, dejarse dirigir por su Espíritu y permitir que su poder obre a través de nosotros.

b) El mal ejemplo del padre del muchacho

Marcos 9:21–23 LBLA

21 Jesús preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto? Y él respondió: Desde su niñez. 22 Y muchas veces lo ha echado en el fuego y también en el agua para destruirlo. Pero si tú puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros y ayúdanos. 23 Jesús le dijo: «¿Cómo si tú puedes?». Todas las cosas son posibles para el que cree.

Varias cosas que destacar…

Hasta ahora no había buscado a Cristo, no había ido al camino correcto.

Esto anteriormente le llevó a actuar con desesperación, hasta el punto de querer destruir a su propio hijo, echándole al fue y en el agua.

Esto nos hace ver, lo dañino que es la desesperación, actuar con desesperación, sin acudir al consejo del Señor, sin poner la fe en él, la fe es descanso en Él.

Por mucho que digamos creo en Cristo, no es garantía de poner la fe en Él, poner la fe en Él es parar a pensar, orar y descansar en Él, No es actuar a la desesperada. Esto puede ser dañino para ti, para tu familia y para tu iglesia.

Este hombre, no conocía antes a Cristo. Pero nosotros, ¿qué conoces a Cristo, vamos a actuar como aquellos que no tienen fe? poniendo una fe natural en cualquier cosa, o incluso en nosotros mismos.

Jeremías 17:9–10 LBLA

9 Más engañoso que todo, es el corazón, y sin remedio; ¿quién lo comprenderá? 10 Yo, el Señor, escudriño el corazón, pruebo los pensamientos, para dar a cada uno según sus caminos, según el fruto de sus obras.

Ya lo decía el profeta Jeremías.

Esto dos ejemplos, son malos ejemplos, ejemplos para no seguir.

Y ahora después de ver los malos ejemplo, vamos a ver donde debe ir nuestra fe.

2. FE EN LA AUTORIDAD DE CRISTO

Fijemonos en lo que dice Cristo al padre del muchacho…

Marcos 9:22–23 LBLA

22 Y muchas veces lo ha echado en el fuego y también en el agua para destruirlo. Pero si tú puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros y ayúdanos. 23 Jesús le dijo: «¿Cómo si tú puedes?». Todas las cosas son posibles para el que cree.

a) De donde venía Cristo.

CRSITO venía del monte de la trasfiguración, después de ser transfigurado y ser vindicado delante de Pedro, Juan y Jacobo…

Marcos 9:7 LBLA

7 Entonces se formó una nube, cubriéndolos, y una voz salió de la nube: Este es mi Hijo amado, a Él oíd.

Claro, todos no habían sido testigo de esto, pero Pedro, Juan y Jacobo algo tenían más claro.

Si nos fijamos en los dos primeros versículos vemos...

Marcos 9:14–15 LBLA

14 Cuando volvieron a los discípulos, vieron una gran multitud que les rodeaba, y a unos escribas que discutían con ellos. 15 Enseguida, cuando toda la multitud vio a Jesús, quedó sorprendida, y corriendo hacia Él, le saludaban.

Sorprendida:

Diccionario Strong de Palabras Originales del Antiguo y Nuevo Testamento 1568. ἐκθαμβέω ekdsambéo

1568. ἐκθαμβέω ekdsambéo; de 1569; asombrar totalmente:—asombrar, asustar, espantar.

Algunas de los comentarista aluden a que posiblemente su rostro era algo diferente por la transfiguración, algo quedaba en Él de esa transfiguración. Por eso el asombro, susto y espanto.

Por lo tanto, sabiendo nosotros de donde venía, esto es una muestra de su autoridad.

b) El proceder de Cristo.

Llama la atención como actúa Cristo.

Preguntando como si fuera un médico, no quiere decir que Jesús necesitara esto para poder expulsar al demonio, sino que era un dato para mostrar su mayor gloria y poder. Pues sabiendo el tiempo los testigos verían y con mayor razón alabarían a Dios.

Marcos 9:25–26 LBLA

25 Cuando Jesús vio que se agolpaba una multitud, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo te ordeno: Sal de él y no vuelvas a entrar en él. 26 Y después de gritar y de sacudirlo con terribles convulsiones, salió: y el muchacho quedó como muerto, tanto, que la mayoría de ellos decían: ¡Está muerto!

Estas palabras de Jesús nos lleva al siguiente subspunto.

Tener fe, en

c) La autoridad de Cristo.

Como siempre digo, la lucha de Cristo contra el mal o los demonios, la lucha de Dios, no es una lucha dualista sino autoritativa, Dios está por encima de los poderes, de todos los poderes, esto debe darnos descanso y sobretodo una buena razón para depositar nuestra fe en Él y su autoridad. No en nuestro estatus o condición.

Cuando alguien me dice: «Yo es que tengo mucha fe», es como si me dice nada. Pues to pregunto, ¿fe en qué o quién? En tus fuerzas? en tu estatus? en tu dominio propio? En que tu puedes con todo? en que vas a salir adelante por ti mismo cueste lo que cueste? No eso no es la fe verdadera.

Se trata de la fe en quien, en Cristo. No en la capacidad de tu fe, sino en el objeto de tu fe y su autoridad, hay es donde uno empieza a descansar.

Tener fe en Cristo por su autoridad, es tener descanso en Él, es obedecerle aunque esto cree oposición a nosotros mismos y al mundo.

¿Estás dispuesto a ejercer esta fe?

Vamos a ver las implicaciones de esta fe.

3. IMPLICACIONES DE SU AUTORIDAD

Tener fe en Cristo por su autoridad implica los siguiente:

a) Que lo que los discípulos pudiera hacer era bajo la fe en la autoridad de Cristo.

No por su estatus de discípulo. Por eso ellos necesitaban más oración para entender esto.

Por eso, que nosotros podamos resitir a la tentación y vencer al mal, no es por mi estatus de pastor o tu posición en la iglesia o por ser iglesia. Sino, por la autoridad de Cristo. Dicho lo mismo, no eres iglesia por que supiste elegir, sino que eres iglesia por la autoridad de Cristo. Y ahí es donde debes tener la fe. Solo en Cristo y su autoridad… este es el eco de las Solas de la Reforma.

Sola Escritura es la autoridad de Cristo.

Sola gracia es por la autoridad y acción de Cristo.

Sola Fe que es dada por la autoridad de Cristo y debe ser depositada en su autoridad .

Solo Cristo, debe ser en quien sólo depositemos nuestra fe.

Soli Deo Gloria, esto nos lleva a dar la gloria a Dios y vivir vidas para su glora.

Otra implicación:

b) Cristo tiene poder sobre todas las cosas.

Marcos 9:23 LBLA

23 Jesús le dijo: «¿Cómo si tú puedes?». Todas las cosas son posibles para el que cree.

Debemos tener claro que Cristo tiene poder sobre toda las cosas, y que si depositamos correctamente una fe genuina en Él, esto nos ayduará a entender que si algo no fue posible, que si algo no es como nosotros deseariamos en nuestra carne, quiere decir que por ahí no es y que eso es porque Dios quiso así o no quiso eso para ti.

Ves, depositar la fe en donde debe ser, trae descanso, sabudiria, obediencia y bendición para tu vida.

Última implicación:

el saber como aumentamos la fe en Él, como ejercitar la fe.

c) ¿Cómo aumentamos la fe? Por la oración.

Primero destacar la reación a las palabras de Cristo del padre. Aquí fue el comienzo de su bendición:

Marcos 9:23–24 LBLA

23 Jesús le dijo: «¿Cómo si tú puedes?». Todas las cosas son posibles para el que cree. 24 Al instante el padre del muchacho gritó y dijo: Creo; ayúdame en mi incredulidad.

Depositar la fe en donde debe ser, en Cristo y su autoridad, nos ayuda a concoernos a nosotros mismo y ver de lo que estamos hecho y de lo que realmente necesitamos al Señor.

«Creo, pero ayudame en mi increduldad»

Suena como contradictorio, pero aqui hay una esneñanza muy valiosa, la fe no es decir, creo en Dios, sino saber creer. Es decir, ponder la fe en el lugar adecuado, en el agente adecuado, es decir, Cristo.

Muchas veces necesitamos orar esto.

Por eso Cristo les dice a sus discípulos que la forma adecuada para entender estas cosa sy actuar con la bendición de DIos, para ala gloria de Dios, es la oración.

¿Cómo obrar la fe de manera correcta? ?Cómo manejar la fe como Dios quiere? ¿Cómo actuar verdaderamente en consecuencia con la fe real dada por Dios? ¿Cómo obrar como cristianos? Por la oración.

La oración debe ser parte de la identidad y marcas del cristiano. Un cristiano que no hace de la oración parte de su vida, es como un coche sin convertible. Se puede ver la apariencia pero no anda como tal.

Los discípulos necesitaban más oración.

Tú y yo necesitamos más oración.

Mateo añade algo más:

Mateo 17:21 LBLA

21 Pero esta clase no sale sino con oración y ayuno.

No es que el ayuno fuera mágico para esto, o tu viera un poder sobrenatural, eso es supertstición. Sino que el ayuno y la oración sirve para alinearnos con la voluntad de Dios y poner la fe en su autordad. Hace que seamos humildes y veamos a Dios como tal es y nos veamos nosotros como tal somos.

CONCLUSIÓN

Hermanos, hemos visto, donde no debemos poner la fe y lo que no es la fe dada por Dios.

No es poner la fe en nuestra condición, en nosotros mismo, no en es ponerla en algo que no sea Cristo.

La fe no nos da super poderes, ni nos da pie a alimentar nuestra superstición, pues la superstición es totalmente lo opuesto a la fe que Dios da.

ALgo importante para entender la fe y hacer que esta aumente es menguar nosotros, y esto es posible por la oración.

Hablamos anteriormente de las señales del discipulo de Cristo, la obediencia y el rechazo por parte del mundo. Pues otras marcas del verdadero discípulo es la sola fe en la autoridad de Cristo pase lo que pase y la oración para saber canalizar adecuadamente esta fe.

Crsito estaba preparando a sus discípulo para loq eu se venía, su pasión y el comienzo de la iglesia. A nosotros también nos está preparando para aquello que está por venir y aun no sabemos.

Pero está claro, que con una vida de oración y con una fe bien canalizada en su autoridad, venga lo venga daremos la glroria a Dios. Iglesia, ¿Estás lista? Ora y estarás lista.

Los discípulos necesitaba oración para aumentar su fe, el padre del muchacho pidió fe y nosotros necesitamos oración y pedir fe, esto nos dará descanso.

No dejes de orar y te sorprenderá la fe verdadera que hay en ti.

Que Dios bendiga su Palabra… Gloria

ORACIÓN FINAL.

Señor Dios, creemos en tí, concédenos que la fe que pusiste en nosotros para la salvación, perdure y no se apague para siempre, que en los tiempos que vengan podamos hacer un buen uso de esa fe, reconociendo tu autoridad y nuestra incapacidad. Que la fe que tu has puesto en nosotros hable para los demás y juntos podamos darte la gloria. Por Jesucristo Nuestro Señor que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Porque tuyo Señor, es el reino y el poder y la gloria por los siglos de los siglos. Amén».

Que la gracia del Señor Jesucristo el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo sea con todos vosotros.