RESISTIENDO EN LA CARRERA

Proseguir a la meta en Cristo Jesús.  •  Sermon  •  Submitted
0 ratings
· 87 views

Dios nos llama a examinar como estamos corriendo, nuestra carrera.

Notes
Transcript

INTRODUCCIÓN:

En el capítulo 4, Santiago expone como indicador Clave de la vida cristiana, de la verdadera fe salvadora es la actitud de uno hacia el mundo.
La verdad esencial en este pasaje,es el versículo 4, Santiago 4:4
Santiago 4:4 RVR60
4 ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
La amistad continua y habitual con el mundo, por otra parte, tiene como fundamento la sabiduría humana y es prueba de incredulidad.
Tal amistad impía inevitablemente resultará en conflictos personales, tales como:
A. Conflictos con otros (4:1a).
B. Conflictos con uno mismo (vv. 1b–3).
C. El conflicto más importante, con Dios (vv. 4–6).
Ahora, vivir la vida cristiana, apartados del mundo como Dios pide a través de Santiago, es todo un desafío para los creyentes.
Es un desafío para el nuevo creyente, porque su vida ha estado identificada con el mundo.
Es un desafía para el Creyente de edad intermedia porque Dios aún estamos en el mudo.
Y para el creyente activo, porque aún el mundo sigue siendo atractivo, engañoso y se muestra deleitoso.
Por todo lo anterior, la única manera de correr nuestra carrera en la vida cristiana es resistiendo.
La vida cristiana es una vida de resistencia, una carrera que requiere perseverancia y requiere disciplina.
Hermanos, Dios espera que mientras corremos, resistamos, que no desmayemos.
Hermanos, resistir en la carrera se convierte en una prueba de fe que nos permite examinar si estamos viviendo una fe genuina o una fe falsa.
Vamos a ver TRES de una serie de mandamientos que Santiago da a la iglesia que todos debemos considerar y aplicar a nuestra vida cristiana.

I. UN LLAMADO A LA CONSAGRACIÓN.(V.7).

Santiago 4:7 RVR60
7 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.
El llamado de Dios, es Someterse a Dios y…resistir al diablo.
Este llamado, es un llamado a disciplinarnos con Dios.
El llamado a la consagración tiene que verse como un imán que tiene dos polos, uno positivo y otro negativo.
Por un lado está el Someternos a Dios y resistir al diablo, entendiendo que:
La palabra “Someteos” , es un término militar que significa “estar subordinado” o “rendir obediencia”.
“Resistid” (antistēte) significa “tomar una posición en contra de”.
Es decir, tomen una posición en contra del diablo, y huirá de vosotros.
Hermanos, Santiago, da esta exhortación:
Aliniense con Dios, sean sumisos a Dios de forma voluntaria, sean conscientes de la autoridad de Dios como quien rige de manera soberana el Universo.
Por otro lado dice: Manténganse en posición firme de combate en contra del enemigo.
Todo esto requiere disciplina en nuestra vida mientras estamos corriendo la carrera que tenemos por delante.
El otro polo, el negativo es hacer completamente lo contrario, no someternos a Dios, ni a su voluntad, y no resistir al diablo, ni a sus influencias, y entonces dejarnos llevar por nuestros propios pensamientos, por el engaño del diablo, por las cosas que el mundo está proponiendo, y aún por nuestro propio pecado.
Hermanos, Significa que tenemos que tomar un decisión mientras corremos, y si no estamos corriendo aún la decisión es más apremiante.
La decisión es respecto a:
¡Obedezco a Dios, busco hacer la voluntad de Dios, resisto al diablo y sus embates, resisto al mundo, o simplemente, hago lo contrario!
Hermanos, tenemos que hacerlo, porque Dios no le gusta compartir, él no comparte su gloria. Jesús en una ocasión dijo.
Mateo 12:30 RVR60
30 El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama.
Hermanos, no podemos querer agradar a Dios y agradar al mundo dominado por Satanás.
Recuerde las palabras de Jesús a la iglesia de Laodisea.
Apocalipsis 3:16 RVR60
16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.
Por eso esta tarde Dios nos llama a correr nuestra carrera consagrando más nuestra vida a Él.
Para ellos, como dice Pablo es necesario, debemos fortalecernos al Señor y en el Poder de sus fuerzas.
Efesios 6:10 RVR60
10 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
Y en el versículo 13, nos llama a ponernos la armadura de Dios.
Efesios 6:13 RVR60
13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
Sólo sometidos a Dios y al poder de sus fuerzas, y con la armadura de Dios puesta todo el tiempo vamos a poder resistir al Diablo y someternos a Dios.
El segundo mandato que Santiago inspirado por Dios da es:

II. ACÉRQUENSE A DIOS Y LÍMPIENSE.(V. 8).

Santiago 4:8 RVR60
8 Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.
Santiago dice, acérquense a Dios, y entonces como consecuencia Él se acercará a ustedes.
Ahora ¿por qué tenemos que acercarnos nosotros?.
Porque somos nosotros los que nos alejamos del Señor el permanece fiel.
2 Timoteo 2:13 RVR60
13 Si fuéremos infieles, él permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo.
Lo que hace que nos alejemos de Dios es nuestro pecado.
Romanos 3:23 RVR60
23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
Entonces, por esa razón reconociendo cómo andamos cada uno de nosotros, debemos dar el primer paso y acercarnos a Dios. él sigue estando en el mismo lugar, somos nosotros los que nos hemos alejado.
Ahora, Santiago dice que para que esto suceda, necesitamos limpiarnos.
No basta sólo con acercarnos, hay que limpiarnos, y eso implica que hay que dejar el pecado, dejar todo aquello que nos separa de Dios.
Proverbios 28:13 RVR60
13 El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.
Santiago dice:
“....Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones”
Limpiar nuestras manos simboliza nuestra conducta externa, todo lo de afuera de nosotros.
Pero también apela a lo interno, cuando dice purificad vuestros corazones, , está hablando de nuestra parte interior nuestros pensamientos emociones y nuestros deseos internos.
Jesús enseñó en Lucas 6.45
Lucas 6:45 RVR60
45 El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.
Por eso el llamado de Dios a través de santiago, es a limpiarnos externamente, pero también internamente.
Es un llamado a dejar el doble ánimo, o doble estándar en nuestras vidas.
El tercer mandato que Santiago da, es:

III. TENER UN ESPÍRITU CONTRITO. (V.9).

Santiago 4:9 RVR60
9 Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza.
Santiago dice, hermanos, todo lo anterior no es posible, si no hay en nosotros contrición .
No podemos someternos a Dios, y resistir al diablo, si no hay contrición en nosotros.
No podemos acercarnos a Dios y limpiarnos externa e internamente sino hay contrición.
Hermanos, estos cambios que debemos experimentar cada uno en nuestras vidas con Dios, no dejan en nosotros posibilidad de alegrarnos.
Reconocer delante de Dios que hemos fallado y necesitamos cambiar, traerá en nosotros aflicción, lamento y llanto.
No por lo que estemos dejando o estemos dispuestos a dejar para seguir al Señor como el quiere sino por que reconocemos que le hemos fallado, y nos arrepentimos.
Por eso el Santiago dice:
Cambiad vuestra risa … en lloro …, y vuestro gozo en tristeza ...
Literalmente está hablando de “una mirada abatida, ojos que miran hacia abajo”.
Ya no es la actitud que teníamos mientras pecábamos, fallábamos a Dios, sino un cambio, porque hemos reconocido que fallamos a Dios.
Hermanos, un espíritu contrito de confesión es esencial para poder recibir la limpieza divina.

CONCLUSIÓN:

Dios nos llama a evaluar cuál es la situación en que nos encontramos con él,¿Cómo estamos corriendo.
Él nos dá mandatos claros para nuestra vida.
Dios nos dice:
Sometanse a mi, y resistan al diablo.
Acérquense a mi y límpiense.
Vengan a mi con un espíritu contrito, y humillado, vengan a mi con dolor, en su corazón por haberme fallado, ya no más risa de autosatisfacción, sino más bien llanto de humillación.
¿Tu que vas a hacer?
Related Media
See more
Related Sermons
See more
Earn an accredited degree from Redemption Seminary with Logos.