Transgresores del mercantilismo
Sangre, sudor y gloria • Sermon • Submitted
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La historia de un dios
La historia de un dios
Creamos un dios para dominarlo, pero él terminó sometiéndonos. Creamos un dios para facilitarnos la vida y nos la terminó complicando.
Las primeras transacciones humanas: empezamos a intercambiar y a asignar valores a lo que poseíamos para hacer intercambios justos.
Desde la moneda física hasta el dinero invisible: el dios que hicimos omnipresente.
El retrato de nuestra sociedad:
1 ¡Ay de los que sólo piensan en el mal, y aun acostados hacen planes malvados! En cuanto amanece, los llevan a cabo porque tienen el poder en sus manos. 2 Codician campos, y se apropian de ellos; casas, y de ellas se adueñan. Oprimen al varón y a su familia, al hombre y a su propiedad.
En algún punto de la historia pasamos de poner precio para ser justos a hacer injusticias a través de los negocios.
Nos delatamos...
Nos delatamos...
Este dios y señor ha sacado de nosotros algunas cosas...
Nos ha hecho ponerle valor a la vida.
Ha demostrado que somos egoístas.
Nos ha vuelto insaciables.
Hemos perdido el dominio propio.
Somos desordenados y ambiciosos.
Los conflictos financieros endurecen nuestra alma, nos amargan, estresan, presionan, enferman, condicionan, limitan, dividen y destruyen.
¿Dónde está el problema?
¿Dónde está el problema?
El problema del dinero no es el dinero sino quien lo usa.
El dinero solo tiene el poder que le des
Las limitaciones financieras empiezan en tu cabeza, no en tu bolsillo
Si no sometes el dinero a tu dominio, te dominará
No eres capaz de someter al dinero, necesitas de alguien más grande y más fuerte
El dinero siempre te ganará porque...
Se conectará con tu naturaleza humana caída (vicios, orgullo, presunción, consumismo, codicia, posición, poder)
Está apoyado en un sistema injusto que está hecho para que la minoría gane y la mayoría pierda
Ejercicio 6: generosidad
Ejercicio 6: generosidad
¿Cómo sometemos a un enemigo tan grande, fuerte e injusto?
El sistema en el que vivimos es mercantilista, se sostiene de consumo. Entre más compres mejor para el sistema. Pero a su vez, el sistema no te deja vivir sin comprar porque esa es la forma de vivir.
Sin embargo hay una manera de transgredir ese sistema:
7 Pero ustedes, así como sobresalen en todo—en fe, en palabras, en conocimiento, en dedicación y en su amor hacia nosotros—, procuren también sobresalir en esta gracia de dar.
¿Cómo definimos a alguien sobresaliente?
Alguien sobresaliente no es alguien del promedio, es alguien que trasciende el promedio.
Pablo está diciendo que para ser transgresores de este sistema, para mantener a raya el dinero y no ser esclavizados por su influencia, no solo debemos dar como cualquier persona daría en promedio, debiéramos hacerlo de manera sobresaliente.
Dar también es un reflejo de espiritualidad, porque solo quien entiende que el dinero no es un fin en sí mismo sino un medio para un fin mayor, logra dominarlo.
El dinero que Dios permite que produzcas, la fuerza y sabiduría que te han sido dadas para producir riqueza no tiene como fin hacerte rico sino llevar a cabo la misión por la cual existes.
La práctica de dar de forma sobresaliente es EL 6to ejercicio.
Dar nos reenfoca
Dar nos reenfoca
Transgredir el sistema es: ir contra la corriente, es someter el egoísmo
Antes dijimos que control del dinero empieza en la mente, por eso Jesús dijo:
15 »¡Tengan cuidado!—advirtió a la gente—. Absténganse de toda avaricia; la vida de una persona no depende de la abundancia de sus bienes.
Esta es una alerta. Jesús está encendiendo las alarmas y llamando nuestra atención como si se tratara de un incendio en un edifico en el que activó el sistema de alarma para que desalojes la estructura cuanto antes.
La avaricia es un problema, es un incendio. Si un edificio se está quemando no trates de apagar el fuego, escapa por tu vida.
Cuando veas que la avaricia está prendiendo las habitaciones de tu alma, muévete antes de que te consuma.
Jesús da una clave: la vida no depende de la abundancia de los bienes.
El peligro de la avaricia es que te hace pensar que para ser feliz necesitas tener algo...
Paz - tranquilidad - felicidad - armonía - bienestar - amor…ninguno de ellos se consiguen con la abundancia de los bienes.
21 »Así le sucede al que acumula riquezas para sí mismo, en vez de ser rico delante de Dios.
Jesús le cuenta esta parábola a dos hombres que peleaban por una herencia y les termina explicando que la riqueza en la que nos debemos enfocar en ser ricos delante de Dios.
“Rico para con Dios” quiere decir rico en la fe, que confía en lo que Dios dice.
La parábola no condena la posesión de las cosas materiales, sino la avaricia y la actitud de poner la confianza en ellas en vez de en Dios.
El problema con las riquezas es un problema de Señorío. Cuando el señorío de Dios es reemplazado por el del dinero, te vuelves su esclavo.
Dios es el único Señor que te da libertad cuando lo adoras, el dinero, cuando lo adoras, te quita todo.
Cuando das estás afirmando quién es tu Señor.