NO ES CREER, ES SABER CREER. (Marcos 9:24)
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Durante estos días después de la predicación del domingo estuve reflexionando sobre esto.
Que diferencia hay entre creer y saber creer. Entre creer y fe?.
Ya pudimos ver algunas consideraciones el domingo pasado.
Pero quiero que sigamos reflexionando sobre esto.
24 Al instante el padre del muchacho gritó y dijo: Creo; ayúdame en mi incredulidad.
1 Hasta los demonios creen y tiemblan.
Me gusta el texto de Santiago:
17 Así también la fe por sí misma, si no tiene obras, está muerta. 18 Pero alguno dirá: Tú tienes fe y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin las obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. 19 Tú crees que Dios es uno. Haces bien; también los demonios creen, y tiemblan.
2 Decid yo creo en Dios no garantiza nada.
21 No todo el que me dice: «Señor, Señor», entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en aquel día: «Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?». 23 Y entonces les declararé: «Jamás os conocí; apartaos de mí, los que practicáis la iniquidad».
Para saber creer se necesita hacer la voluntad de Dios y para hacer la voluntad de Dios se necesita arrepentimiento, y el arrepentimiento te llevará ha los frutos. Obras que hablen de tu fe.
Y los frutos te llevarán a creer y tener fe sea cual sea la circunstancia.
Te llevará a pedir más fe. Porque sabrás que tu fe nunca es suficiente.
3 Saber creer te llevará a pedir tener más fe.
5 Y los apóstoles dijeron al Señor: ¡Auméntanos la fe!
4. Saber creer te llevará a tener paz y glorificar a DIos sea cual sea la circunstancias.
En el éxito:
10 Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que se os ha ordenado, decid: «Siervos inútiles somos; hemos hecho solo lo que debíamos haber hecho».
En la prueba:
10 Pero él le dijo: Como habla cualquier mujer necia, has hablado. ¿Aceptaremos el bien de Dios y no aceptaremos el mal? En todo esto Job no pecó con sus labios.
En la persecución:
29 Y ahora, Señor, considera sus amenazas, y permite que tus siervos hablen tu palabra con toda confianza, 30 mientras extiendes tu mano para que se hagan curaciones, señales y prodigios mediante el nombre de tu santo siervo Jesús.
En la misma muerte:
15 Aunque Él me mate, en Él esperaré; pero defenderé mis caminos delante de Él.
20 conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado, sino que con toda confianza, aun ahora, como siempre, Cristo será exaltado en mi cuerpo, ya sea por vida o por muerte. 21 Pues para mí, el vivir es Cristo y el morir es ganancia.
8 pues si vivimos, para el Señor vivimos, y si morimos, para el Señor morimos; por tanto, ya sea que vivamos o que muramos, del Señor somos.
Conclusión
Por lo tanto, no sólo es creer, sino saber creer. Quien tiene la fe salvadora aprende a saber creer.
Y saber creer es en parte ser conformista, si, pero no conformista con las circunstancias, sino conforme a la voluntad perfecta del Señor.
Saber creer es descansar en su voluntad aunque lo perdamos todo, porque aquí peder es ganar.