La gloriosa obra de Dios a favor nuestro
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Introducción
Introducción
Vamos a continuar esta mañana con Exodo 29, luego de que Dios ha redimido a Israel de Egipto y le dio su ley, ahora los ha llamado a una relación de amor pactual con El.
Ahora bien Dios es santo y su pueblo pecador, para que esta relación pactual de amor sea posible, Dios abrió un camino de salvación por medio de su hijo quien descendió del cielo tomando forma de hombre, obedeció perfectamente a Dios y se entrego voluntariamente a si mismo como sustituto llevando él castigo, la ira de Dios que merecían por sus pecados. Esta gracia fue otorgada a Israel anticipadamente por medio de sombras, tipos, uno de estos tipos fue el ministerio de los sacerdotes.
La semana pasada consideramos como Dios le ordena a Israel diseñar un vestido especial para que usen estos sacerdotes, este vestuario anticipaba a Israel la santidad, gloria y hermosura de aquel que habría de venir y además les señalaba su nueva identidad como pueblo de Dios.
Esta mañana vamos considerar las instrucciones de Dios para la consagración de Aron y sus hijos al sacerdocio, esta ordenación debía durar 7 días, eran siete día de ceremonia en las que Israel debía poner sus ojos en el sacerdocio que Dios estaba proveyendo, y por medio de estos sacerdotes ellos podrían ver, como a travez de una ventana al futuro, lo que Dios proveería para ellos en su perfecto mediador que habría de venir.
Nosotros podemos ver hacia atrás, lo que ellos miraron hacia adelante y este texto nos hará recordar la gloriosa obra de Dios a favor nuestro. Hoy veremos en esta consagración sacerdotal, 5 cosas que Dios ha hecho por nosotros en Cristo, por las cuales debemos estar agradecidos con Dios, y nos deben motivar a servir y glorifocar a Dios en todo.
Vamos a leer poco a poco nuestro texto mientras consideramos como Dios nos ha purificado, nos a revestido de su justicia, nos ha ungido con Santo Espíritu, nos santifica cada día por medio de su palabra y su espíritu y nos ha asegurado en sus promesas pactuales, la esperanza de tener comunión eterna con él en gloria.
1. Hemos sido purificados
La semana pasada vimos que los sacerdotes, especialmente el sumo sacerdote- representaban al pueblo delante de Dios. El bienestar espiritual de toda la nación dependía de la capacidad que tenían ellos para entrar en la presencia de Dios con oración y sacrificios. Era el deber de ellos entrar en el santuario de Dios a mediar delante de Dios por su pueblo, para hacer esto ellos debían ser completamente santos, debían ser apartados para de manera exclusiva para este sagrado oficio.
Exodo 29, son las instrucciones de como debían ser consagrados Aron y sus hijos. Moisés debe tener todo preparado para esta ceremonia: un novillo, dos carneros sin efecto y panes sin leudar untados con aceite (1-3)
Luego de que todo este preparado, lo primero en que Moisés debía hacer, antes de que ellos se vistieran para servir a Dios en el tabernaculo, era lavar a Aron y a sus hijos con agua. Ellos debían estar completamente limpios. 30:19 mas adelante solo debían lavarse las manos y los pies.
Este lavamiento ceremonial señalaba a la necesidad de pureza espiritual de los sacerdotes y del pueblo que representaban. Dios por medio de los profetas prometio realizar esta purificación espiritual señalada en los lavamientos cuando dijo:
’Entonces los rociaré con agua limpia y quedarán limpios; de todas sus inmundicias y de todos sus ídolos los limpiaré.
Jesus cumplió con toda justicia identificándose con su pueblo cuando fue bautizado por Juan
Jesús le respondió: «Permítelo ahora; porque es conveniente que así cumplamos toda justicia». Entonces Juan consintió*.
El no necesitaba ser limpio, pero cumplió con toda justicia para cumplir con su ministerio sacerdotal, siendo apartado por Juan para el ministerio e identificándose con nuestra necesidad de limpieza, mas adelante le asegura a sus discípulos en el aposento alto que no necesitan bañarse todos, porque ya están limpios, esto ocurre en la regeneración Tito 3:5
Él nos salvó, no por las obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino conforme a Su misericordia, por medio del lavamiento de la regeneración y la renovación por el Espíritu Santo,
La regeneración es señalada en nuestro bautismo.
acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, teniendo nuestro corazón purificado de mala conciencia y nuestro cuerpo lavado con agua pura.
Una vez purificados espiritualmente, Necesitamos lavarnos solo las manos y los pies, cuando hacemos cosas que desagradan a Dios, la manera de hacer esto es por medio de la palabra:
Pero así como la iglesia está sujeta a Cristo, también las mujeres deben estarlo a sus maridos en todo. Maridos, amen a sus mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio Él mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra,
Ella nos indica en que hemos fallado, nos recuerda a Cristo nuestro salvador y nos señala como debemos vivir a la luz de nuestra nueva identidad como nuevas criaturas.
De manera que el lavamiento de Aron y sus hijos, nos recuerda la obra de regeneración que Dios obro por su palabra y su Espíritu en nuestras vidas, esta obra la podemos ver representada en el bautismo. Agradezcamos a Dios por que nos hizo en Cristo nuevas criaturas y nos consagro para él cuando nos purifico por el evangelio. Pero además
2. Nos revistió de su justicia (5-6)
Luego de la purificación, Aron podría vestir sus ropas de gala, que lo harían lucir santo, glorioso y hermoso. Ya vimos con detalle como estas vestiduras anticipaban la persona y la obra de Cristo, quien siendo santo, glorioso y hermoso fue nuestro sustituto, él no solo murió por nuestros pecados, sino que nos revistó de su Justicia.
Vístanse de justicia Sus sacerdotes; Y canten con gozo Sus santos.
Si nuestro sumo sacerdote, es justo, nosotros podemos cantar de gozo, por que su justicia es nuestra justicia:
Al que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en Él.
Porque todos los que fueron bautizados en Cristo, de Cristo se han revestido.
Un comentarista dice: “Los sacerdotes del Antiguo Testamento se vestían con ropas sagradas que simbolizaban su santidad ante Dios. Se necesita santidad para presentarse ante Dios, y los sacerdotes no podían entrar en su santo santuario a menos que estuvieran adecuadamente vestidos. Pero nosotros tenemos las vestiduras más justas de todas. Cada creyente se ha revestido de Jesucristo y así está vestido con la perfecta justicia de la obediencia de Cristo a Dios. No nos basamos en nuestros propios méritos, que nunca serían lo suficientemente buenos para Dios. En cambio, Dios nos acepta sobre la base de lo que Jesús ha hecho. Estamos revestidos de Cristo”
Fuimos limpios de nuestro pecado y somos justos en Cristo, pero además… Dios
3. Nos ungió con su Santo Espíritu (7-9)
Una vez limpios y revestidos para el cargo, Dios ordena a Moisés ungirlos con aceite.
Es como el óleo precioso sobre la cabeza, El cual desciende sobre la barba, La barba de Aarón, Que desciende hasta el borde de sus vestiduras.
Esta una forma de representar visiblemente la gracia que Dios otorga a estos ministros al llenarles de su Santo Espíritu para que puedan hacer su tarea.
El día que Jesus fue bautizado, el Espíritu Santo vino sobre El y fue revestido de Poder para el ministerio. Lucas 3:21-22
Y aconteció que cuando todo el pueblo era bautizado, Jesús también fue bautizado; y mientras Él oraba, el cielo se abrió, y el Espíritu Santo descendió sobre Él en forma corporal, como una paloma, y vino una voz del cielo, que decía: «Tú eres Mi Hijo amado, en Ti me he complacido»
Luego Jesus prometio derramar su Espirito sobre su pueblo y esto sucedió en pentecostés.
Pero ustedes tienen la unción del Santo, y todos ustedes lo saben.
¿Puedes agradecer a Dios por haberte purificado, por haberte revestido de su justicia y por haberte dado el don del E.S. que nos equipa para servir a Dios?....
Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anuncien las virtudes de Aquel que los llamó de las tinieblas a Su luz admirable.
Todo esto lo tenemos por gracia, nos ha sido dado en razón del pacto que Dios ha hecho por nosotros en la sangre de su hijo. Este pacto fue recordado a Aaron y al pueblo, cuando Dios ordeno durante los siete días de la ordenación sacrificar un novillo y dos carneros.
Aaron era un pecador que merecía la muerte. El primer novillo que se ofreció en su consagración al ministerio fue un sustituto temporal para él “Era una ofrenda por el pecado”, que le recordaba que su ministerio lo recibía por gracia. El merecía la muerte, este novillo tomo su lugar, anticipando al cordero de Dios que tomo nuestro lugar en la cruz del calvario.
El otro carnero, es una ofrenda encendida, olor grato a Dios, que representaba que se había hecho justicia, Aaron estaba ascendiendo a Dios en el humo del animal, era aceptado por el sacrificio que se había hecho por el.
El tercer Carnero era ofrecido, una parte para Dios y la otra debía ser comida por Aaron y sus hijos. Esta era una ofrenda de consagración.... por cuanto eran recibidos a tener comunión con Dios, ellos en respuesta debían oírle, servirle y seguirle. Los sacerdotes se deleitaban en la gracia de Dios, comiendo en su presencia (Recreando el Sinaí)
Esto era un rito sangriento.... Todo era purificado por sangre. Por la sangre Aaron podría ser considerado justo, Gracias al derramamiento de sangre podía entrar a la presencia de Dios, la sangre era lo que sostenía a los sacerdotes en el ministerio, la carne de los sacrificios sería su porción, la sangre era el fundamento de su comunión con Dios.
La sangre era algo que estaba delante de los ojos de Israel cada día,
Y según la ley, casi todo ha de ser purificado con sangre, y sin derramamiento de sangre no hay perdón.
Toda esta sangre apuntaba al único sacrificio que puso fin a todos estos sacrificios:
Cristo fue ofrecido por nosotros, muriendo fuera del campamento, Hebreos 13:11-12 “Porque los cuerpos de aquellos animales, cuya sangre es llevada al santuario por el sumo sacerdote como ofrenda por el pecado, son quemados fuera del campamento. Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante Su propia sangre, padeció fuera de la puerta.” El sufrió la maldición de Dios por nosotros.
Cristo se levanto de la muerte y ascendió al cielo como ofrenda de olor grato a Dios.
Cristo esta en perfecta comunión con Dios.
Y nos dejo la santa cena para que su muerte en la cruz es el fundamento de todas bendiciones que Dios nos ha dado. Hemos nacido de nuevo, somos considerados justos y hemos recibido el don del Espíritu, por que Cristo compro para nosotros estas bendiciones con su sangre. El fundamento del pacto de amor que Dios ha hecho con nosotros y que hizo con Israel, es la sangre de su hijo representada en estos sacrificios establecidos por Dios. Todos estos sacrificios eran sombra, figura de Cristo.
John Currid cuenta la historia del hijo de un rabino que preguntó a su padre: "¿Qué es lo que hace expiación por el alma?". El rabino le contestó: "Es la sangre", y para demostrarlo citó Levítico 17:11
”Porque la vida de la carne está en la sangre, y Yo se la he dado a ustedes sobre el altar para hacer expiación por sus almas. Porque es la sangre, por razón de la vida, la que hace expiación”
l muchacho respondió con otra pregunta: "Entonces, ¿por qué no hay sacrificios de sangre en nuestras sinagogas?". El rabino le explicó con tristeza que eso era imposible. El único lugar donde se podía ofrecer un sacrificio lícito era el templo de Jerusalén, pero éste fue destruido hace casi 2.000 años. "Entonces", dijo el niño, "no tenemos expiación"
....
La buena noticia es que Dios ya proveyó uno que puso fin a todas las sombras que le anticiparon. el sacrificio de Cristo que ha hecho expiación una vez por todas. Todo el que crea en él se salvará, porque su sangre fue derramada para quitar nuestro pecado.
Es con base en el único sacrificio que Dios ha aceptado, y nos deberíamos sentir motivados para servirle:
Porque si la sangre de los machos cabríos y de los toros, y la ceniza de la novilla, rociadas sobre los que se han contaminado, santifican para la purificación de la carne, ¿cuánto más la sangre de Cristo, quien por el Espíritu eterno Él mismo se ofreció sin mancha a Dios, purificará nuestra conciencia de obras muertas para servir al Dios vivo?
Es con base en ese sacrificio que podemso hoy tener comunión con Dios, esta comunión es la ultima y mayor de todas las bendiciones que hemos recibido. Noten el climax de nuestro texto.... Vs. 43-46
El propósito ultimo de todo lo que Dios ha hecho en Cristo por cada uno de nosotros, es que vivamos delante de Dios.
La Biblia describe la iglesia como un tabernáculo o templo de Dios.
¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?
¿O no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que está en ustedes, el cual tienen de Dios, y que ustedes no se pertenecen a sí mismos?
¡Qué asombroso es esto de que el Dios vivo venga a vivir con su pueblo pecador! Pero esto es lo que Dios ha hecho. Por la presencia interior de su Espíritu Santo, ha venido a habitar en nosotros.
Para que esto ocurriera, Dios tuvo primero que hacernos santos. Lo hizo de la misma manera que hacía santos a los sacerdotes en el Antiguo Testamento. Nos lavó, nos vistió, nos ungió y nos roció con la sangre de su Hijo. Y lo hizo para que fuéramos morada de Dios en el Espíritu. Dios ha venido a habitar con nosotros para siempre, para que le conozcamos como nuestro Dios y esta comunión será eterna y esta garantizada por la sangre del pacto.
A Dios la gloria por su don inefable.