HONRA A TUS PADRES
los diez mandamientos • Sermon • Submitted
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5to Mandamiento
Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da
Éx 20:12
Los primeros cuatro mandamientos, tratan de nuestra relación con Dios. Esos primeros cuatro mandamientos nos dicen de cómo debemos de adorarlo, cuándo debemos de adorarlo, y prohíbe la irreverencia y la falta de respeto tanto en palabras y en acciones.
Pero ahora Dios se centra en nuestra relación con los demás y Dios primero empieza con la relación más cercana y más estrecha que tenemos, nuestros padres.
Así que, podemos ver que es algo significativo o es algo importante que Dios primero empieza con la familia y es padre y madre.
Honra a tu padre y a tu madre…
No es honra a tu padre y a tu padre u honrar a tu madre y tu madre. Como actualmente nuestra sociedad quiere llevarlo a ver como natural y normal.
Pero no, la familia solamente es posible entre la unión de un padre y una madre, un varón y una mujer.
Introducción:
Quisiera comenzar este tiempo contándoles la historia de un hijo.
Un hijo, que es el segundo de ocho hermanos. Tuvo una hermana mayor, así que él es el primer hijo varón.
Este es un hijo que a sus 8 años de edad tuvo que empezar a trabajar, porque en casa había mucha necesidad y su padre era un hombre borracho, irresponsable, un inconsciente, un irreflexivo y un insensato.
Y este niño de 8 años tuvo que trabajar para ayudar en algunas necesidades básicas de la casa como la alimentación. Trabajo de mecánico, planchador, más adelante estibador en una empresa de transporte de frutas y luego llego a manejar uno de los camiones que transportaba frutas.
En toda su pubertad, niñez, adolescencia y juventud su papá nunca le dijo: te amo, lo haces bien, sigue así, ¿salimos a pasear? ¿conversamos? ¿qué te pasa?
Nunca recibió un caluroso abrazo. Al contrario, recibió golpes. Vio muchas veces como su papá pegaba a su mamá y otras donde no lo veía, pero si escuchaba los gritos y súplicas de su mamá.
Estoy hablando de aquel niño, que ahora es un hombre al cual yo admiro mucho. Ese niño de quien les habló es mi papá. Admiro a este hombre, porque él nunca me dio la niñez que tuvo, pero ahora también lo admiro por la honra que le dio a su papá hasta el final de sus días.
Mi papá se preocupo de mi abuelo, siempre, a pesar de lo que ese hombre fue con él.
Cuando mi abuelo cayó enfermo de cáncer, fue mi papá quien se encargo de sustentar todos sus gastos médicos, fue quien vio por él.
Yo no sé si tienes un caso similar, pero si alguien puede honrar a su padre, a pesar de lo que ese hombre hizo con él y no hizo por él. Tú y yo también podemos honrar a nuestros padres, a pesar de lo que son (si te tocó un caso similar) o podemos honrarlos por el amor, esfuerzo, dedicación y sustento que nos dieron, porque ellos se lo merecen.
Honrar:
Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da
Éx 20:12
Esa palabra honrar significa más que simple (mera) obediencia. Un niño puede obedecer por temor.
Ejem: Por temor a que se le castigue, se le quite algo o no se le lleve a tal lugar.
Honrar significa obediencia externa (conducta), más una actitud interna (amor, afecto, gratitud y respeto).
Ejem: Este niño que obedece por temor, muestra que su conducta externa es obediencia, pero su obediencia esta gobernada por lo que él desea conseguir o muchas veces su obediencia tiene actitudes como molestia, enojo y no lo hace con una actitud de amor, gratitud y respeto.
En la Biblia nosotros vemos algo muy similar:
¿Recuerdan a Esaú? ¿a qué se dedicaba?
Entonces cuando el papá de Esaú le mando a cazar un animal y preparar algo con esa caza, Esaú obedeció por dos razones:
- Primero: porque le gustaba cazar, así que la orden era fácil de cumplir para él.
- Segundo: porque después de aquella comida que iba a servir a su padre, Jacob lo iba a bendecir.
¿Cómo sabemos esto? Porque justo después de que Esaú pierde su primogenitura, desobedece a su padre, porque no vio ningún beneficio en la orden que se le dio.
1 Entonces Isaac llamó a Jacob, y lo bendijo, y le mandó diciendo: No tomes mujer de las hijas de Canaán.
2 Levántate, ve a Padan-aram, a casa de Betuel, padre de tu madre, y toma allí mujer de las hijas de Labán, hermano de tu madre.
8 Vio asimismo Esaú que las hijas de Canaán parecían mal a Isaac su padre;
9 y se fue Esaú a Ismael, y tomó para sí por mujer a Mahalat, hija de Ismael hijo de Abraham, hermana de Nebaiot, además de sus otras mujeres.
Gn 28:1–2, 8–9.
Esaú sabía que la voluntad de su padre, tanto para Jacob como para él era que no tomasen mujeres de Canaán, donde solo habitaban naciones paganas, pero él no honro a su padre en esta orden. Y es probablemente, porque Esaú no vio en la orden ningún beneficio.
Ya había perdido su primogenitura, ¿por qué tendría que obedecer a una orden que no le iba a traer ningún beneficio? Así que, es casi probable que esa era el pensamiento de Esaú.
Antes, Esaú obedeció a su padre, porque después de cumplir esa orden su papá lo iba a bendecir. Así que, obedeció por temor a qué se le quite o no le den su bendición de primogénito. Pero una vez que hubo perdido eso, las otras órdenes que su padre le pudo dar, no las cumplió, porque no vio ningún beneficio en cumplirlas.
Entonces honrar, tiene que ver una conducta de obediencia acompañado de actitudes como amor, gratitud y respeto.
Padre y Madre:
Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da
Éx 20:12
La honra tiene que estar dirigida a padre y madre.
Padre y madre aquí es usado en diversos sentidos.
¿Sabes?
Se nos dice que, en Oriente, en la cultura judía y en la cultura de muchas naciones que quedan de ese lado del planeta, las palabras padre y madreincluye a aquellos que son superiores en edad, sabiduría y posición civil o religiosa.
Entonces, cuando a los judíos se les enseñó a honrar a su padre y a su madre, eso incluyó a todos los que estaban por sobre ellos.
Ejem: Esto se refería a que, este 5to mandamiento dado a los judíos, también debería de ser una honra a sus gobernadores (padre de la nación, reina madre), una honra a aquella persona que era maestro, un sabio o a aquella persona que era un sacerdote, aquel que guiaba espiritualmente (un padre espiritual), o aquel(lla) que simplemente era mayor que él en edad (también era un padre, una madre) y también se refiere a los padres sanguíneos, tus progenitores.
Así que, aquí hay mucho de qué hablar de la honra que debemos a los padres de la nación, nuestros gobernantes; de la honra que debemos a los padres mayores que nosotros en edad; a los padres que son más sabios que nosotros y a los padres espirituales.
Por eso, antes de hablar de la honra que debemos de dar a nuestros progenitores, nuestros padres sanguíneos, voy a hablar un poco acerca de un tipo de padre que también deberíamos honrar.
Hablo de nuestros padres espirituales.
Tus padres espirituales primordialmente son aquellos instrumentos que Dios usó para tu nuevo nacimiento, ellos nos engendraron a través de Cristo.
Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres; pues en Cristo Jesús yo os engendré por medio del evangelio.
1 Co 4:15
Pablo está hablando a los corintios que, él es quién los engendró espiritualmente.
Que cuando Pablo predicó el Evangelio a los corintios, ellos entendieron el Evangelio, se arrepintieron, creyeron en Cristo como Señor y Salvador, y tuvieron ese nuevo nacimiento; fue entonces Pablo quien se convirtió en su progenitor espiritual.
Tú y yo también tenemos un progenitor espiritual un padre o tenemos una madre que nos concibió espiritualmente a través del Evangelio y es a ellos a quien también debemos honrar.
Testimonio: Personalmente mi madre espiritual, es mi madre sanguínea. Fue ella que, cuando yo tenía 8 años me predicó el Evangelio muy claramente.
¿Quién es tu padre espiritual o tu madre espiritual? ¿Cómo los estás honrando?
¿Sabes? La mejor honra que le puedes dar a tu padre o madre espiritual, es creciendo espiritualmente, no estancándote, ni retrocediendo.
Eso es lo que Pablo quería para sus hijos en Galacia.
Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros
Gl 4:19
Los gálatas tenían un problema se estaban desviando de la doctrina del Evangelio y querían combinar de cierta manera el Evangelio con las prácticas judías.
Pablo al ver esta degeneración del Evangelio y como ellos estaban volviendo a vivir, porque prácticamente estaban retrocediendo en su vida espiritual.
Pablo dice: Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto…
A Pablo le afectaba en demasía que sus hijos espirituales se estuvieran apartando de la doctrina, que no estuvieran creciendo.
¿Tú crees que a tu padre o madre espiritual no le duele verte estancado espiritualmente o verte retrocediendo abrazando nuevamente el mundo?
Es por eso que la mejor honra que podemos dar a nuestros padres espirituales es creciendo espiritualmente. Que ellos puedan ver que el tiempo y el esfuerzo que dedicaron para poder compartirnos el Evangelio y buscar nuestro crecimiento, no fue en vano.
Hay muchas otras formas más en cómo nosotros podemos honrar a nuestros padres espirituales.
Pero hermano de cierta manera también quiero que entiendas que tu Pastor es tu padre espiritual, porque el Pastor es alguien que vela por tu crecimiento espiritual. Él toma el papel de un padre que vela por el crecimiento y el sustento de sus hijos espirituales.
Y nosotros debemos respetarlo, debemos tenerlo en mucha estima y en amor por la obra que él hace.
Nosotros debemos de honrar a este padre espiritual, siendo el defensor de él cuando él es calumniado injustamente.
- Porque el Pastor abre su boca por nosotros en oración ante Dios, intercede por nosotros ante Dios y nosotros también debemos abrir nuestras bocas en su defensa cuando él es calumniado.
- Si el Pastor se esfuerza en protegernos del infierno, nosotros deberíamos de protegerlo de la calumnia.
- Si él se esfuerza en salvar nuestras almas predicándonos, nosotros deberíamos esforzarnos en salvar su reputación.
- Así que no seas el primero en hablar mal de tu Pastor.
Honremos a nuestro Pastor conformando nuestra vida a la doctrina que nos predica acerca de Cristo, nosotros honramos su ministerio cuando no solamente somos unos oidores, sino que también comenzamos a seguir lo que la palabra de Dios nos dice.
19 Porque ¿cuál es nuestra esperanza, o gozo, o corona de que me gloríe? ¿No lo sois vosotros, delante de nuestro Señor Jesucristo, en su venida?
20 Vosotros sois nuestra gloria y gozo.
1 Tes 2:19–20
Si de algo Pablo tenía que gloriarse, siempre se gloriaba en la Cruz de Cristo, pero también vemos aquí que cuando el Señor Jesucristo regrese, él tendrá algo de que gloriarse y tenía que ver con el crecimiento espiritual de los tesalonicenses.
Una iglesia local que prospera en su crecimiento espiritual, es la corona de su pastor.
Adelantándome un poco:
Le solicité al pastor para poder enseñar un tema y se llama: lo que tú pastor quiere que sepas, pero no se atreve a decirte:
Padre y madre II:
Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da
Éx 20:12
Menciona primero padre y luego madre, está en el orden en que Dios ha creado al ser humano; primero al varón y luego a la varona.
Muchas veces para el hijo, la hija es más fácil de obedecer a su padre, porque es el sexo fuerte. Hablando en el hecho de que su presencia varonil que Dios le ha dado, de cierta manera causa temor y hace que se le obedezca; a pesar de que quizás el hijo no lo hace con las actitudes correctas (amor, gratitud, respeto).
Cada uno temerá a su madre y a su padre, y mis días de reposo guardaréis. Yo Jehová vuestro Dios.
Lv 19:3
Cuando nosotros leemos el 5to mandamiento primero se menciona al padre y luego a la madre.
Pero aquí también hay un mandamiento de tener temor y es mencionada primero la madre. Este verso sugiere que debido a las muchas debilidades asociadas al sexo femenino:
- quizás no tiene la voz gruesa que tiene el varón.
- quizás no tiene la fuerza física que tiene el varón.
- quizás porque no tiene ese carácter rudo y tosco que tiene el varón, el cual puede usar para ser obedecido,
Es por eso que la madre es más susceptible de no ser obedecida y ser menospreciada por los hijos.
Y en parte también, porque la madre sufre más por el hijo.
Por ello, Dios nos manda; a mí que soy hijo y a ustedes que son hijos, a tener temor de nuestra madre. Un temor no de pánico y miedo, sino un temor reverente de gratitud, amor y respeto.
Un Pastor decía los sermones tienen vida propia. Y es que cuando uno empieza a estudiar el texto y profundiza, se da cuenta de que hay tantas y tantas verdades que no lo puedes simplemente explicar en un solo mensaje.
Cada vez más compruebo ello. Yo quería enseñar este 5to mandamiento solamente hoy, pero hermano es necesario que el otro miércoles volvamos a este mismo texto.
Pero no quisiera terminar este mensaje sin poner a Dios por sobre todas las cosas, por sobre toda criatura, porque Él está por encima de nuestros padres. Y es a Él, a quien nosotros debemos de dar la más grande y perfecta honra.
El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre?
Mal 1:6
Nosotros debemos honrar a nuestros padres en la tierra, pero mucho más debemos de hacerlo con nuestro Padre que está en los cielos.
Tus padres sanguíneos fueron el instrumento que Dios usó para poder darte vida, pero Dios es la causa original de tu existencia y mi existencia.
Él es el primer progenitor de tu vida física y ahora mucho más, si tú eres hijo de Dios, si tú has nacido de nuevo, tú eres una nueva creación en Cristo.
Sal 100:3
El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; …
Así que, …pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.
Entonces Reconozcamos que Jehová es Dios...
Conclusión:
Dale toda la honra a tu Padre Celestial, a Dios.
Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió
Jn 6:38
La meta que nosotros debemos de alcanzar como cristianos es ser igual a Cristo a su imagen y semejanza.
Vemos que Cristo no vino para hacer su voluntad sino la voluntad de su Padre.
Él dijo en otros pasajes: yo hago siempre lo que le agrada.
Él dijo: yo honro a mi padre.
Seamos también como Jesús en ese aspecto, porque es gracias a Cristo y su sacrificio que nosotros también podemos ser llamados hijos de Dios.
Es gracias a Cristo y su sacrificio que tú y yo fuimos adoptados como hijos de Dios, así que, nosotros debemos de darle toda la honra y la gloria a nuestro Padre Celestial.
Nosotros le debemos toda la obediencia a nuestro Padre Celestial, con una actitud del corazón de amor, de respeto y de gratitud a lo que Él ya hizo por nosotros.