David crece en su relación con Dios

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¿Qué estaba pasando?

El profeta Samuel había sido enviado a la casa de Isaí para ungir como rey a uno de sus hijos. Isaí le presenta a todos sus hijos, menos a David.
Cuando el profeta Samuel le dice a Isaí que ninguno de estos era el había sido elegido por Dios, entonces Isaí se acordó de su último hijo.
Aunque David había sido ungido por el profeta de Dios para ser el próximo rey, esto no cambió nada su situación. David seguía siendo el menor de sus hermanos, por lo tanto le tocaba cuidarlos.

Isaí envía a David a la guerra a llevarle comida a sus hermanos

En la cultura judía, eran los hermanos mayores que iban a la guerra, y el hermano menor se quedaba para cuidar a sus padres y en caso de que sus hermanos murieran tendría la responsabilidad de continuar el legado familiar.

Estando en la guerra David observa que un gigante amenazaba al pueblo de Dios.

El Rey Saúl tenía la responsabilidad de ir a la guerra con su ejército y debía enfrentar las situaciones más difíciles, sin embargo, había un soldado filisteo amenazando al pueblo de Dios y su rey no había salido a defenderlo.

David entendió que Dios estaba con ellos

David se enfrenta a Goliat, no con la convicción de que él lo podía vencer, sino con la certeza de que Dios estaba con el pueblo.
Muchas veces nosotros enfrentamos situaciones en nuestra vida y Dios ha prometido estar con nosotros, pero en cambio dejamos que las situaciones nos venzan. Dios quiere que asumas la posición que él te ha otorgado.

Las posiciones que Dios nos otorga nos lleva a tener personas con poder a nuestro lado

Nuestra lucha no es contra la carne, no es contra mi amigo o hermano, contra mis padres. Nuestra lucha es contra cosas que no se ven. Por lo tanto, en muchas ocasiones en tu vida va a venir el desánimo, la dejadez. Pero Dios quiere que establezcas relaciones de crecimiento.
Establece relaciones de impacto.
JOM
Los amigos que tienes hoy, ¿añaden a tu vida? ¿Estás seguro que te cuidaran de la misma forma en la que Jonatán cuidó a David?

Jonatán cuida a David

Jonatán estuvo dispuesto a traicionar a su padre, porque planificando matar a David.
Jonatán estuvo dispuesto a entregar lo que le correspondía por ley para que Dios hiciera lo que tenía que hacer. Estuvo dispuesto a ser fiel a la promesa que le hizo a David.

Todo esto puso de manifiesto el corazón de David para perdonarle la vida

1º Samuel 24:1–22 NTV
1 Después de que Saúl regresó de pelear contra los filisteos, se le informó que David se había ido al desierto de En-gadi. 2 Entonces Saúl escogió a tres mil soldados selectos de todo Israel y fue en busca de David y de sus hombres cerca de los peñascos de las cabras salvajes. 3 En el lugar donde el camino pasaba por algunos rediles, Saúl entró en una cueva para hacer sus necesidades. ¡Pero resultó que David y sus hombres estaban escondidos más adentro de esa misma cueva! 4 «¡Ahora es tu oportunidad! —los hombres le susurraron a David—. Hoy el Señor te dice: “Te aseguro que pondré a tu enemigo en tu poder, para que hagas con él lo que desees”». Entonces David se le acercó sigilosamente y cortó un pedazo del borde del manto de Saúl. 5 Pero comenzó a remorderle la conciencia por haber cortado el manto de Saúl. 6 «El Señor sabe que no debería haberle hecho esto a mi señor y rey —dijo a sus hombres—. Que el Señor me libre de hacerle tal cosa a mi señor el rey y atacar al ungido del Señor, porque el Señor mismo lo ha elegido». 7 Entonces David contuvo a sus hombres y no les permitió que mataran a Saúl. Después de que Saúl saliera de la cueva para seguir su camino, 8 David salió y le gritó: —¡Mi señor el rey! Cuando Saúl miró hacia atrás, David se inclinó hasta el suelo delante de él 9 y le gritó a Saúl: —¿Por qué le hace caso a la gente que dice que quiero hacerle daño? 10 Este mismo día puede ver con sus propios ojos que no es verdad. Pues el Señor lo puso a mi merced allí en la cueva, y algunos de mis hombres me dijeron que lo matara, pero yo le perdoné la vida. Pues dije: “Nunca le haré daño al rey; él es el ungido del Señor”. 11 Mire, padre mío, lo que tengo en mi mano. ¡Es un pedazo del borde de su manto! Yo lo corté, pero no lo maté. Esto prueba que no intento hacerle daño y que no he pecado contra usted, aun cuando usted me ha estado persiguiendo para matarme. 12 »Que el Señor juzgue entre nosotros. Tal vez el Señor lo castigue por lo que intenta hacer, pero yo nunca le haré daño. 13 Como dice el antiguo proverbio: “De la gente malvada, provienen las malas acciones”. Así que puede estar seguro de que nunca le haré daño. 14 De todas formas, ¿a quién trata de atrapar el rey de Israel? ¿Debería pasar tiempo persiguiendo a alguien que no vale más que un perro muerto o una sola pulga? 15 Por lo tanto, que el Señor juzgue quién de nosotros tiene la razón y que castigue al culpable. ¡Él es mi defensor y me rescatará de su poder! 16 Cuando David terminó de hablar, Saúl le respondió: —¿Realmente eres tú, David, hijo mío? Enseguida comenzó a llorar 17 y le dijo a David: —Eres mejor persona que yo, porque has devuelto bien por mal. 18 Es cierto, has sido increíblemente bondadoso conmigo hoy, porque cuando el Señor me puso en un lugar donde pudiste haberme matado, no lo hiciste. 19 ¿Quién otro dejaría ir a su enemigo cuando lo tiene en su poder? Que el Señor te recompense bien por la bondad que hoy me has demostrado. 20 Ahora me doy cuenta de que ciertamente tú serás el rey, y de que el reino de Israel prosperará bajo tu gobierno. 21 Júrame, entonces, por el Señor, que cuando esto suceda, ¡no matarás a mi familia ni destruirás a mis descendientes! 22 Entonces David le prometió esto a Saúl con un juramento. Después Saúl volvió a su casa, pero David y sus hombres regresaron a su fortaleza.
Tomar a un joven para que simule ser Saúl.
Saúl estaba acostado en una cueva, allí llegó David y se encontró con el escenario.
Los soldado de David le decían que debía matarlo, pero estoy seguro que el corazón de David recordaba lo fiel que ha sido Dios con él y lo fiel a sus palabra que fue su amigo Jonatán.
Si David hubiese matado a Saúl, hubiese permitido que él ascendiera al trono más rápido, y se podría decir que estaba cumpliendo la voluntad de Dios y eso se esperaba de él. Sin embargo, David estuvo dispuesto a esperar el tiempo de Dios.
Dios muchas veces dará palabra, pero nosotros debemos confiar en que Dios cumplirá a su tiempo y a su forma. Cuando nosotros queremos agilizar los tiempos de Dios dañamos el diseño de Dios para nuestras vidas.
David tuvo que aprender a perdonar a Saúl, un hombre que quería matarlo, por perseguir el plan de Dios.
¿Qué estás dispuesto a perdonar o dejar para avanzar en tu relación Dios?
Dios te está pidiendo un nuevo nivel de compromiso.
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