Filadelfia: Una Falta de Confianza, Apocalipsis 3:7-13
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Social
Introducción:
Introducción:
Apertura: ¿Alguna vez te has sentido desanimado al ver la popularidad o el éxito de otro?
En el cristianismo contemporáneo, con la ayuda del internet, ha surgido la popularidad de la mega-iglesia y sus pastores.
El ambiente que surge debido a las mega-iglesias y los pastores famosos hace que una iglesia pequeña se sienta ineficaz e inútil.
“… desde hace algún tiempo, los cristianos de Occidente han apoyado la idea de que las mega-iglesias, con sus célebres pastores, constituyen los ministerios mejores, más exitosos y más influyentes, y que todas las iglesias deberían esforzarse para llegar a ser como ellas. El problema tiene dos aristas. Nosotros creamos a los pastores famosos y a las mega-iglesias al consumir sus sermones y recursos, y ellos (algunos de ellos, mas no todos) parecen convencidos de que el reino no puede continuar sin su presencia. En consecuencia, al creer ser el regalo de Dios para el reino, estas iglesias se reproducen en múltiples recintos universitarios y proyectan a sus pastores parlanchines en pantallas de video. Es como si estuvieran señalando: «Puesto que esas pequeñas iglesias ya no son relevantes, ni lo suficientemente creativas como para llegar a las generaciones más jóvenes, nos corresponde a nosotros».
Es cierto que estoy generalizando. Muchos de los pastores «célebres» que conozco trabajan arduamente para distanciarse de ese estatus. Son hermanos humildes que procuran pastorear fielmente a todos los consumidores teológicos que entran por las puertas de su iglesia. Además, no hay nada inherentemente negativo en ser una iglesia grande. La primera iglesia en Hechos era una mega-iglesia. Aun así, como los cristianos occidentales también somos muy propensos al consumismo, todo lo que un pastor empresarial tiene que hacer para ser exitoso es satisfacer nuestras «necesidades sentidas», ya sean estas necesidades prácticas o teológicas. Como resultado, estas iglesias y pastores «exitosos» son recompensados con crecimiento numérico, influencia cultural y reconocimiento denominacional o en la comunidad. Y, si no somos cuidadosos, asumiremos que el «éxito» de su ministerio equivale a la bendición de Dios, y que nuestra falta de «éxito» ministerial equivale al rechazo de Dios”.
— Juan Sánchez, 7 Amenazas Que Enfrenta Tu Iglesia
Una iglesia pequeña con grandes dificultades puede llegar a sentirse abrumado por la grandeza de otros en comparación con su pequeñez.
Es muy probable que esto describe el sentir de la iglesia de Filadelfia.
El peligro que le enfrentaba era una falta de confianza. Estaban dudando de lo que Dios estaba haciendo en y a través de ellos.
Esto era lo directamente opuesto a la iglesia de Sardis que vimos la semana pasada, quién confiaba arrogantemente en su imagen externa. La iglesia de Filadelfia se dudaban porque no tenían esa imagen externa, era completamente lo opuesto, una iglesia pequeña que atravesaba grandes dificultades.
Esta falta de confianza en un miembro individual hace que se sienta limitado, desanimado por la aparente falta de “éxito” de la iglesia, interpretando que el fracaso es señal que la mano de Dios ya no acompaña esa iglesia. Con eso empieza el descontento, la queja, la amargura. Puede empezar un deseo tener otro pastor o irse a otra iglesia con más para ofrecer. Cómo líder en la iglesia, puede producir tal desánimo que uno es tentado a dejar el ministerio, abandonar la iglesia, y aún alejarnos del Señor, dudando de nuestra condición ante Él.
Apocalipsis 3:7–13 (RVR60)
Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre: Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre. He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado.
Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.
Cada creyente puede luchar contra la duda y falta de confianza al prestar atención al ánimo que Cristo comunica en las diferentes partes de Su mensaje a la iglesia de Filadelfia.
La Aprobación de Cristo, vs: 7-8.
La Aprobación de Cristo, vs: 7-8.
El Cristo que habla, vs: 7b.
El Santo, el Verdadero-
Esta es una descripción únicamente reservada para Dios. Tal como en la visión inicial del capítulo 1 cuando se describe como el Alfa y Omega, el primero y el último, Jesús se presenta usando descripciones que sólo pueden apuntar al Dios Todopoderoso.
Jesús aquí declara Su Deidad, Ap. 6:10.
Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra?
El trilema presentado por el rabino John Duncan en en siglo XVIX:
“Cristo [1] engañó a la humanidad mediante un fraude consciente, o [2] Él mismo fue engañado y engañado a sí mismo, o [3] Él era divino. No hay forma de salir de este trilema. Es inexorable”.
Watchman Nee, “Primero, si afirma ser Dios y sin embargo no lo es, tiene que ser un loco o un lunático. Segundo, si no es ni Dios ni un lunático, tiene que ser un mentiroso, engañando a otros con su mentira. Tercero, si no es ninguno de estos, debe ser Dios. Solo puedes elegir una de las tres posibilidades”.
El que tiene la llave de David, el que abre… y cierra-
Esto parece no tener nada que ver con la descripción del comienzo, como hemos visto repetidas veces que Jesús se presenta repitiendo algún elemento o característica de la visión inicial de Juan en el capítulo 1.
Sin embargo, esta referencia a las llaves la encontramos en Ap. 1:18b. Jesús tiene la autoridad sobre la muerte misma al haber conquistado la muerte.
Apocalipsis 1:18b (RVR60)
… Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.
Mientras que las previas descripciones de Santo y Verdadero son declaraciones de la Deidad de Jesús, esta se refiere a Su autoridad absoluta.
El añadir la llave de David, el que abre… y cierra… lleva la mente del lector original a Is. 22:20-22.
Isaías 22:20–22 (RVR60)
En aquel día llamaré a mi siervo Eliaquim hijo de Hilcías, y lo vestiré de tus vestiduras, y lo ceñiré de tu talabarte, y entregaré en sus manos tu potestad; y será padre al morador de Jerusalén, y a la casa de Judá. Y pondré la llave de la casa de David sobre su hombro; y abrirá, y nadie cerrará; cerrará, y nadie abrirá.
En este pasaje del AT, se transfiere la llave de la casa de David del mayordomo infiel Sebna al fiel siervo Eliaquim, quien luego llega a ser gobernador del palacio de Jerusalén bajo el reinado del rey Ezequías.
La llave de la casa de David implica una autoridad y responsabilidad de permitir o prohibir la entrada.
Jesús está haciendo referencia simbólica a un par de aspectos al mencionar esto:
Es la llave de David, y Él, siendo del linaje de David, y en posesión de la llave, afirma que es el Mesías (una descripción apuntado a los judíos de Filadelfia que se mencionan luego en en vs: 9).
La declaración de poseer la autoridad de permitir o prohibir entrada hace referencia a la situación que estaban experimentando los cristianos en Filadelfia, muy probablemente la persecución de parte de los judíos.
“Esto puede aludir a las afirmaciones falsas de ciertos judíos en Filadelfia que argumentaron que ellos, y no los [cristianos] herejes, heredarían el reino de David (v. 9) y por lo tanto excluyeron a los seguidores de Jesús”.
— Alan F. Johnson, «Revelation», en The Expositor’s Bible Commentary: Hebrews–Revelation (Edición revisada), ed. Tremper Longman III y David E. Garland, vol. 13 (Grand Rapids, MI: Zondervan, 2006), 631.
Esencialmente, Jesús les está diciendo, “Sé que los judíos quieren prohibirles entrada al reino de Dios, sin embargo, Yo soy el único que tiene la autoridad para conceder o prohibir la entrada”.
La iglesia al que habla:
La ciudad.
El significado del nombre era “ciudad del amor fraternal”.
Era conocida en su tiempo por su ubicación estratégico en el camino del puesto imperial para correo romano hacia el oriente. Por ende, fue conocido como “la puerta del oriente”. Es altamente probable el motivo por la que Jesús usa esta descripción de la puerta con los de Filadelfia.
También conocida como “la pequeña Atenas” debido a los muchos templos paganos en la ciudad.
La situación.
Los cristianos en Filadelfia estaban experimentando gran aflicción por la persecución contra ellos.
Leemos algunas instancias en los evangelios de personas expulsadas por seguir a Cristo, Jn. 9:22, 34.
Juan 9:22, 34 (RVR60)
Esto dijeron sus padres, porque tenían miedo de los judíos, por cuanto los judíos ya habían acordado que si alguno confesase que Jesús era el Mesías, fuera expulsado de la sinagoga… Respondieron y le dijeron: Tú naciste del todo en pecado, ¿y nos enseñas a nosotros? Y le expulsaron.
Jesús advirtió a sus discípulos que el tiempo vendría cuando le expulsarán por creer en Él, Jn. 16:2.
Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios.
La frase aunque tienes poca fuerza revela que la iglesia no era muy significativa. Tal vez no tuvo gran número de fieles, quizás eran de tal situación socio-económica baja que pensaron que no podían ser eficaces para la obra del Señor.
A pesar de su poca fuerza, Jesús les afirma porque no se han desviado de Él. Han guardado Su Palabra y no han negado Su nombre.
Seguramente, como en otras ciudades con adoración a los mismos dioses paganos tuvieron las mismas tentaciones que otros cristianos en las otras iglesias, pero resistieron las tentaciones y no se acobardaron de confesar a Jesús como su Señor ante la presión de la sociedad, ni ante la persecución por su fe.
De acuerdo a la historia, cuando Policarpo, el discípulo del apóstol Juan, fue martirizado en Esmirna en el año 156 d.C., hubieron once cristianos de Filadelfia que también compartieron ese mismo fin junto a él.
Jesús ha puesto delante de ellos una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar. Mientras que los judíos de la ciudad le han cerrado la puerta y expulsado de la sinagoga, pensando excluirles del reino de Dios, Jesús les afirma que Él, no los líderes de la sinagoga, es el que tiene el poder y la autoridad para darles entrada al reino de Dios y Su obra a través de ellos en esta tierra.
No tienen que dudar sobre su aceptación por Jesús, Él mismo afirmará Su aceptación por ellos ante sus enemigos- haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado. Basado en Is. 60:14, dando una esperanza futura.
Y vendrán a ti humillados los hijos de los que te afligieron, y a las pisadas de tus pies se encorvarán todos los que te escarnecían, y te llamarán Ciudad de Jehová, Sion del Santo de Israel.
Algunos expertos señalan esta puerta como referente a la puerta del evangelismo y misiones al mundo Oriental. Tomando en cuenta el uso evangelístico del término puerta en Hechos y algunas epístolas (Hch. 14:27; 1 Cor. 16:9; 2 Cor. 2:12; Col. 4:3), y también tomando en cuenta que Filadelfia era punto de comercio entre varios pueblos y culturas como “la Puerta del Oriente”, es posible que tenga algo que ver con esto también.
En pocas palabras, esta puerta abierta significaba que estaban unidos con el Señor Jesucristo en su identidad y en Su misión.
Ilustración: La aprobación de Cristo
Aplicación: La aprobación de Cristo
Todos los que reconocen a Jesús como el verdadero Mesías pueden entrar [al cielo], ya sean judíos o gentiles, hombres o mujeres, negros o blancos, asiáticos o hispanos.
Es muy importante recordar esto cuando estamos tentados a dudar de nuestra posición ante Dios o a cuestionar el propósito de nuestro ministerio. Necesitamos fijar nuestros ojos en el Cristo resucitado y recordar que solo Él determina quién está dentro y quién está fuera, [basado en] nuestra respuesta ante Él. Si has aceptado a Jesús como Aquel que salva a Su pueblo, Él te ha abierto la puerta del reino. Nadie puede cerrarla.
Lamentablemente, muchos cristianos profesantes tratan de cerrar la puerta del reino a otros seguidores de Cristo. Tal vez eres un cristiano nuevo y alguien te plantea que no puedes ser un cristiano verdadero a menos que experimentes una «segunda bendición» o «bautismo del Espíritu». [Quizás sugieren que no puedes ser verdadero cristiano si te vistes como ellos]. Estos cristianos «superiores» pueden sugerir cualquier cantidad de cosas que tú debes hacer o creer para ser es un cristiano «real»: los dones espirituales, los cinco puntos del calvinismo, los cinco puntos del arminianismo, convicciones particulares sobre el alcohol, los tatuajes y fumar, el entretenimiento en general, el sábado o el día del Señor, etc. Básicamente, lo que hacen es «cerrar» la puerta del reino a aquellos que difieren de ellos en sus creencias. ¡No los escuches! Jesús + cualquier otra cosa = herejía. No podemos agregar nada a la obra que Jesús hizo a nuestro favor. Si has confiado en Cristo, Él te ha abierto la puerta del reino y nadie puede sacarte.
— Juan Sánchez. 7 Amenazas Que Enfrenta Tu Iglesia [adaptado].
La Acusación de Cristo, vs: 9.
La Acusación de Cristo, vs: 9.
Como con la iglesia de Esmirna, Jesús no les acusa a los cristianos de Filadelfia, sino que Su acusación es para los judíos de la ciudad.
Sólo de forma de una repetición resumida— La acusación en la frase con respecto a los judíos es doble: no son judíos reales y están sirviendo al adversario.
No son judíos reales- dicen ser judíos.
Esencialmente, el judío que no acepta a Jesús como su Mesías prometido, se está perdiendo de lo que verdaderamente le hace judío, Rom. 2:28-29.
Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios.
De hecho, Jesús recrimina bastante ferozmente a los fariseos en ser descendientes del diablo por lo que hacen, Jn. 8:44.
Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.
Sirviendo al adversario- la sinagoga de Satanás… mienten.
Hubo una sinagoga judía en Filadelfia, pero no servía al Dios Todopoderoso que decían adorar, servían al adversario Satanás.
Esta acusación era dirigida al judaísmo institucional del día, lo cual llegó a ser una gran oposición al Cristianismo, tal como la iglesia católica se oponía y perseguía a los reformadores y primeros grupos bautistas (los “rebautizadores” o anabautistas).
En los evangelios y los viajes misioneros en Hechos, vemos que hubo más oposición de los líderes religiosos judíos que de cualquier otra autoridad, Jn. 5:18; 10:31; Hch. 13:50; 14:2, 19; 18:12; 21:27-28.
Ilustración: La acusación de Cristo
Aplicación: La acusación de Cristo
Cuando uno obra contra la obra de Dios en el alcanzar y ayudar a otros ser discípulos de Cristo, está obrando para el adversario.
La Amonestación de Cristo, vs: 10-13.
La Amonestación de Cristo, vs: 10-13.
Jesús presenta 4 promesas para los cristianos de Filadelfia:
La protección del juicio final, vs: 10.
Jesús da a los fieles de Filadelfia una palabra de ánimo. Usa la misma palabra guardar. Él los guardará tal como ellos han guardado la palabra de Su paciencia, otra manera de describir el mensaje del evangelio, no sólo en su compromiso a Jesús, sino en que lo han vivido al evangelio.
Les da la seguridad que aunque se enfrentan a oposición, Él los guardará de la oposición final divina.
La frase la hora de la prueba apunta a tiempo específico y futuro que vendrá. Mientras que hay debate acerca de esto, varios expertos señalan que este vocabulario describe lo que la Biblia llama la Gran Tribulación.
Este es un tiempo del juicio venidero de Dios sobre el mundo incrédulo. La frase los que moran sobre la tierra es una frase usada a través del libro de Apocalipsis para identificar a los incrédulos (Ap. 6:10; 8:13; 11:10; 13:8, 12, 14; 14:6; 17:2, 8).
Lo seguro es que, aunque atravesaron pruebas y aflicciones en su tiempo, los cristianos de Filadelfia no tienen que temer porque serán liberados de la prueba final, la peor aflicción para el mundo incrédulo, el juicio venidero del Dios santo.
La corona de victoria, vs: 11.
En la segunda venida del Señor Jesucristo, habrá recompensa para los fieles, honrando su fidelidad.
La corona del victorioso, que hubieran conocido bien por los juegos que se llevaban acabo en el mundo greco-romano, era un símbolo de honor reconocido por todos.
Jesús habla de esta forma para que sigan fieles y no desistan. Mientras que el mundo da honores y coronas por sagacidad, astucia financiera, administración eficiente, estatus de famoso, y listas de logros, Jesús da la corona a los que permanecen fiel, 1 Cor. 9:25; Sant. 1:12; Ap. 2:10 (a Esmirna).
Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.
Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.
Apocalipsis 2:10c (RVR60)
… Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.
La pertenencia eterna, vs: 12a.
Jesús sigue dando su mensaje repetido al que venciere, una descripción que habla del creyente verdadero, 1 Jn. 5:4-5.
Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
La frase yo lo haré comuna en el templo de Dios apunta a la permanencia de pertenecer al Señor. El ser columnas señala estabilidad.
En una región conocida por sus terremotos, la estabilidad era de suma importancia, y al comunicarlo de esta forma, Jesús expresaba esa estabilidad.
Si vas a la ciudad de Filadelfia hoy (llamada Alasehir), encontrarás dos columnas enormes del arco que sostenía el domo de la iglesia de San Juan, que data desde el VI siglo.
La promesa no es estar en el templo de Dios, sino ser parte del templo de Dios, es equivalente a 1 Ped. 2:4-5.
Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa,vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.
La ciudadanía eterna, vs: 12b.
Jesús escribirá sobre él, el vencedor hecho columna en el templo de Dios, un nombre de Dios, de la ciudad de Dios, y él nombre nuevo de Jesús.
En la antigüedad, en lugares sagrados, se inscribía sobre las columnas el nombre del constructor, el dios al que honraba, o sacerdote encargado.
El cristiano verdadero pertenece como parte de la obra santa de Dios, por lo cual, no pertenece al mundo. El tener el nombre de la ciudad de Dios apunta a nuestra ciudadanía celestial, Fil. 3:20.
Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;
Al tener escritos los nombres de Dios y de Cristo, señala nuestra relación y comunión con el Señor, le pertenecemos a Él, a Su familia.
“Es posible que, al igual que los cristianos en Filadelfia, tú te sientas rechazado, solo, irrelevante, desanimado e incluso dudoso en cuanto a tu salvación. Este mensaje tiene el propósito de alentarte, de disipar tus dudas y de transmitirte la permanencia y la seguridad eterna de la salvación en Cristo, una salvación que no te puede ser quitada. Esas son buenas noticias para todos los cristianos del mundo. «El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias» (v. 13)”.— Juan Sánchez. 7 Amenazas Que Enfrenta Tu Iglesia
Ilustración: La amonestación de Cristo
En 1850, a la edad de quince años, un Carlos aún no convertido se dirigía a su iglesia habitual, cuando una tormenta de nieve lo obligó a buscar refugio en una pequeña iglesia Metodista Primitiva… en Inglaterra. Al pastor de esta iglesia le fue imposible asistir debido a la tormenta, por lo que un predicador novato se levantó y comenzó a predicar sobre Isaías 45:22: «Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra…». Como el predicador novato no era un hombre de gran elocuencia, repitió el texto una y otra vez, y luego se volvió hacia Spurgeon y le rogó directamente: «Joven, vuélvete a Jesucristo». Al relatar los acontecimientos de aquella tarde, Carlos expresó: «Allí mismo, la nube desapareció, la oscuridad se disipó y en ese momento vi el sol; y podría haberme levantado en ese instante y haber cantado con el más entusiasta de ellos sobre la Preciosa Sangre de Cristo».
Carlos, o Charles Spurgeon se convertiría en uno de los predicadores más grandes de todos los tiempos, y predicó a grandes multitudes en varios escenarios. Conocido como «El Príncipe de los Predicadores», Spurgeon fue lo que ahora podríamos catalogar como un pastor célebre, y lideró la megaiglesia de su época… Él es un modelo a seguir para nosotros hoy, no por sus evidentes «éxitos» ministeriales, sino por su fidelidad. Spurgeon también nos recuerda que no tenemos que contraponer lo fiel y lo fructífero. Él fue ambas cosas.... la historia de la conversión de Spurgeon es que nos recuerda que hay iglesias fieles y «pequeñas» por todo el mundo que Dios puede usar para levantar, en el futuro, a algunos de los pastores más fructíferos de iglesias fieles [y fielmente llevar a cabo la obra de Dios].
Aplicación: La amonestación de Cristo