4. El Indiscutible y grande misterio de la Piedad: Justificado en el Espíritu

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Introducción

Amados del Señor hoy continuamos con nuestra serie “El indiscutible y grande misterio de la piedad” ya pasando a nuestra segunda cláusula, por lo que el sermón titula “Justificado en el Espíritu”
Prefacio
Las 2 direcciones de la piedad
El conocimiento pío e impío
Piedad como devoción
El conocimiento de Cristo es un gran misterio que sólo Dios puede revelar
Este gran misterio que es el evangelio es indiscutible
Primera cláusula. Dios manifestado en carne
La encarnación (sujeto a debilidades)
La importancia de credos y confesiones para esta doctrina
El misterio de la piedad nos retrata los estados de Cristo (humillación a la exaltación)

Exposición escritural

1 Timoteo 3:16 RVR60
16 E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria.

JUSTIFICADO

Justificado denota aquí el reconocimiento del poder divino de Cristo, es decir, que si bien él apareció revestido de carne humana (como vimos en el anterior sermón en la primera cláusula “Dios manifestado en carne”) fue al mismo tiempo declarado hijo de Dios, de modo que la debilidad de la carne no disminuyó su Gloria.
Este reconocimiento o declaración es evidente en eventos de la vida de Cristo como:

La Encarnación

Lucas 1:35 RVR60
35 Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.
El mensajero que es enviado por Dios declara que El Niño que nacerá será santo y llamado hijo de Dios

El Bautismo

Mateo 3:16–17 RVR60
16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. 17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.
La voz que es oída desde el cielo declara “este es mi hijo amado en quien me complazco”

La Resurrección

Romanos 1:3–4 RVR60
3 acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según la carne, 4 que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos,
El apóstol del Señor nos indica que Cristo por su resurrección fue reconocido como hijo de Dios
En estos 3 pasajes se repite el término hijo de Dios donde Cristo es justificado, declarado o reconocido como divino, como aquel verbo encarnado, la segunda persona de la trinidad.
¿Cómo fue justificado o declarado?

EN EL ESPÍRITU

Esto quiere decir que en Cristo se manifestó un poder espiritual que evidenciaba que era Dios en la carne.
Por su milagros y prodigios Jn3.2 “2 Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.”
Por su hablar Mt7.28-29 “28 Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; 29 porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.” Lc23.14 “14 les dijo: Me habéis presentado a éste como un hombre que perturba al pueblo; pero habiéndole interrogado yo delante de vosotros, no he hallado en este hombre delito alguno de aquellos de que le acusáis.”
Por su obediencia Mt5.17 “17 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.”
Pero también podemos decir que es el Santo Espíritu de Dios quien señala al Señor Jesucristo como el Dios encarnado, por ejemplo, veamos en los 3 eventos y antes mencionados:
En la encarnación el Espíritu Santo obró de una forma extraordinaria.
Lucas 1:35 RVR60
35 Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.
En su bautismo es el Espíritu Santo quien desciende y unge a Señor Jesucristo para llevar a cabo su obra redentora.
Mateo 3:16 RVR60
16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.
En su resurrección el Espíritu Santo justificó o declaró la divinidad de Cristo por sus méritos, es decir, al vencer a la muerte Cristo evidención que era el Dios encarnado, humillando así a todos sus adversarios quienes le vituperaron, rechazaron y calumniaron.
Romanos 1:3–4 RVR60
3 acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según la carne, 4 que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos,
Es así que Cristo si bien en la carne (con sus debilidades y limitancias) era en el espíritu (Dios eterno) y fue reconocido como tal por su vida y obra.
Admirémonos cómo este gran misterio de la piedad es desglosado desde la humillación hasta la exaltación de Cristo.

Aplicaciones

¿Puedes mirar la perfección de Cristo? ¿entiendes la gran importancia de comprender la unión hipostática?
¿Qué crees que significaba estas 2 primeras cláusulas para los primeros cristianos? ¿Tendrá la misma significancia para nosotros?
No olvides que este gran misterio sólo puede ser revelado por Dios mismo
Es Cristo justificado en el Espíritu nuestra justicia, nosotros somos justificados en base de sus méritos.
Sus enemigos dudaron, insultaron su divinidad, pero él los calló y venció en su resurrección ¿Cómo reconoces tu al Cristo de Dios?

Doctrina

El Cristo que apareció revestido de carne humana ( “Dios manifestado en carne”) fue al mismo tiempo declarado hijo de Dios, de modo que la debilidad de la carne no disminuyó su Gloria.
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