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Hace ya varias semanas que estamos reflexionando en el Padrenuestro, la oración en que
Jesús nos enseña a orar. No solo es importante cómo orar, también es importante qué orar: el
contenido de la oración.
El Padre nuestro tiene dos partes: Una primera parte con tres ruegos sobre la persona de Dios (nombre, reino y voluntad), y una segunda parte con tres ruegos sobre nuestras personas.
El domingo pasado vimos el primer ruego: “santificado sea tu nombre”. Dijimos que solo
Dios puede santificar su propio nombre. En esta petición le pedimos a Dios que nos haga
reverentes para que podamos reverenciarlo tal como Él lo merece.
Hoy meditaremos en el segundo ruego: “venga tu reino”.
Jesús nos enseña a pasar de la reverencia a la acción. Del más allá al más acá. De la santidad
de Dios a la mundanalidad del mundo. Porque Dios es Dios y porque el mundo es mundo, hace
falta que cada día pidamos “venga a nosotros tu reino”.
Las frases “reino de Dios” y “reino de los cielos” son características del hablar de Jesús.
Dos veces habla de la iglesia, pero más de 70 veces del reino. Lucas describe a Jesús como
yendo de pueblo en pueblo anunciando las buenas nuevas del reino (Lc. 8:1). Jesús se define
a sí mismo como uno que viene a predicar las buenas nuevas del reino de Dios (Mr. 1:14) y
afirma de sí mismo que le es necesario predicar el reino (Mr. 1:38 y Lc. 4:34).
¿Qué significa, entonces, el reino de Dios? ¿Qué es lo que pedimos o debemos pedir cuando
decimos: “venga a nosotros tu reino”?
1. REINO
1. REINO
Jesús habló del reino como TRES REALIDADES POSIBLES
#1- el reino como ya existiendo en el PASADO (Mt. 8:11-12)
#2- el reino como algo PRESENTE y real entre los que oían (Lc. 17:21)
#3- el reino como una esperanza FUTURA (Jn. 18:36)
El reino es así. Es UTÓPICO, no está en ningún lado, pero a la vez puede estar en cualquier
lado.
2. TU reino
2. TU reino
El reino ES de Dios. No es nuestro reinado. No es nuestro lugar de poder. Su Rey es Jesucristo,
sus agentes son el Espíritu Santo y la Iglesia.
El reino es visto por Jesús como una sociedad en la tierra donde se hace la voluntad de Dios
tan perfectamente como se hace en el cielo. El reino esta allí donde se hace la voluntad de
Dios.
Estar en el reino es obedecer la voluntad de Dios.
- Hay un divorcio entre nuestros conceptos sobre el “reino de Dios” y nuestra praxis.
3. Venga NOS tu reino
3. Venga NOS tu reino
Venga a NOSOTROS tu reino.
El reino debe comenzar en cada uno de nosotros. El reino debe comenzar en mí.
Luego el reino debe extenderse a todas las áreas de mi personalidad y de mi mundo, mi familia,
mi iglesia, mi escuela, mi trabajo, etc. Y el reino debe permear toda la sociedad.
4. VENGA tu reino...
4. VENGA tu reino...
DOS MODOS DE PEDIR EL REINO
1- con tono de resignación y resentimiento: no deseo que venga, pero no veo otra posibilidad.
2- con un deseo de perfecto amor y confianza: ¡Que venga tu reino!
CUATRO CONDICIONES
En Juan 8:31-32 vemos que Jesús enseña a sus discípulos cuatro condiciones para que el reino
sea presente y continúe presente.
1- permanecer en su Palabra
2- ser verdaderamente discípulos del Señor
3- conocer la verdad
4- llegar a ser libre
Conclusión
Conclusión
“Venga tu reino” (solo Dios puede enviar su reino).
Podemos pedirlo cuando estamos dispuestos a permanecer en el Señor y en su Palabra por
siempre.
Podemos pedirlo cuando estamos dispuestos a jugarnos por el Rey y vivir conforme a su
reinado, a ser verdaderamente discípulos del Señor.
Podemos pedirlo cuando estamos dispuestos a hacer la voluntad de Dios tan perfectamente
como se hace en el cielo.
Pidamos “venga tu reino” y abramos nuestros corazones para que de veras venga el reino de
Dios.