Mi presencia irá contigo y te daré descanso.

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Introducción

En el año 2020 el mundo fue obligado a confinarse producto del COVID 19. Fueron días de incertidumbre, la ciencia no tenia una vacuna, no habían procedimientos, las autoridades estaban de manos atadas y en el ínterin todos estábamos confinados a nuestros hogares con la duda si algún día saldríamos a una vida normal.
Las iglesias y los pastores también entendieron la difícil situación y muchas cerraron sus puertas, los servicios se volvieron virtuales y para algunas personas, fué la excusa perfecta para alejarse de Dios y para otros el servicio virtual era un paliativo pero no era suficiente, la conclusión era evidente; “El Mundo había cambiado ante nuestros ojos”.
¿Cómo cambió para nosotros?
Sin posibilidades de congregarnos en nuestra cede principal “en el Cercado” comenzamos a reunirnos vía, las redes sociales, chats y otras herramientas de interacción y lo que comenzó como un “circunstancial programa de acercamiento” (momentáneo) poco a poco terminó siendo lo que hoy conocemos como IBRG del El Este.
y Ahora, a dos años de nuestro primer servicio. Y Ahora ¿Qué? ¿Hacia donde vamos? ¿Cuál es nuestro propósito como iglesia? ¿Qué necesitamos para cumplir la misión y el llamado de Dios como iglesia local?
Preguntas cómo estas son inevitables, preguntas que todo pueblo, todo líder o pastor que ha Sido llamado por Dios para el ministerio debe hacerse. Preguntas que; bien podrían responderse fácilmente si nuestra cosmovisión apuntará a una gloria personal o colectiva como en los días de la torre de Babel. “Hagamos una ciudad y una torre que llegue al cielo y hagámonos un nombre por si fuéramos esparcidos por la tierra"... pero esa no es nuestra intensión.
Nuestra intención parte del hecho de que como iglesia, Dios es el artífice, autor, el orquestador de esta obra, El tiene un plan y un propósito; El nos ha reunido, nos ha hermanado, está forjando un vínculo en lo afectivo, en lo emocional, en lo espiritual pero más allá de eso, hay un plan y un propósito que solo El conoce.
En el relato que leímos vemos a Moisés haciéndose las mismas preguntas, tratando de saber cuál es el próximo paso ¿hacia donde llevaría un pueblo tan grande? ¿cómo pastorearlos? ¿Cómo juzgar entre ellos? y lo más difícil, cómo lograr enderesar el duro corazón de los Israelitas. Estos eran grandes desafíos no solo para Moisés sino también para todo el pueblo que había salido de Egipto.
Frase de transición: Esta conversación entre Dios y Moisés nos ayuda a entender ¿cómo luce el verdadero pueblo de Dios?pero no quisiera que esa visión se estancara en el Israel étnico si no que viéramos como en “la continuidad del plan redentivo”, esas características de Israél, apuntaban a la Iglesia de Jesucristo de la cual “Esta Iglesia” hace parte. Quisiera que viéramos tres características fundamentales

1 El pueblo de Dios... tiene tiene un Dios.

Esto pareciera una verdad obvia y hasta risible pero a veces las verdades más odvias suelen olvidarse.
A menudo decimos “la iglesia es el pueblo de Dios" “Tenemos un Dios" pero en la Praxis, vivimos, caminamos y tomamos decisiones como si ese Dios no existiera. Es como si Dios se hubiera convertido en una Bandera, en una Frase, pero a la hora de vivir la vida cristiana Ese Dios es casi inexistente.
Israel tenía un Dios, había visto sus milagros, sus proezas, sus portentos pero no conocían a Dios. (Ver milagros, uno tras otro no te hace un conocedor de Dios), Lo que te hace un conocedor de Dios es su ley, sus estatutos sus mandatos, su palabra que son un reflejo de Su Santidad, de Su Carácter. Mientras que Moisés estaba en el Sinaí, recibiendo de Dios las tablas de la Ley, sus mandatos, sus estatutos, el pueblo estaba haciendo un becerro para adorar. (Ellos tenían un Dios pero no conocían a ese Dios)

Aplicación

Nosotros no somos tan diferentes. El Domingo estamos en el Sinaí viendo la gloria de Dios, pero llegado el día Lunes nuestro corazón en ocasiones se desvía hacia otros dioses y comenzamos a adorar becerros; “dinero”, “trabajo”, “relaciones” hasta que llega de nuevo el Domingo y volvemos al Sinaí. Si tu estás viviendo de esa forma probablemente tienes un Dios pero no conoces a ese Dios.
Para Moisés; Dios era un Dios real. Un Dios que había sacado a Israel de la esclavitud por medio de Señales y Prodigios milagrosos, Un Dios que había doblegado el duro corazón de Faraón, Un Dios que le había dado su Ley para que viviera conforme a sus estatutos, para que su pueblo fuera distinto de los demás pueblos.
Es Moisés quien habla con Dios cara a cara como quien habla con un amigo y le dice...
Éxodo 33:12 “Y dijo Moisés a Jehová: Mira, tú me dices a mí: Saca este pueblo; y tú no me has declarado a quién enviarás conmigo. Sin embargo, tú dices: Yo te he conocido por tu nombre, y has hallado también gracia en mis ojos.”
Quizás no hay en todo el antiguo testamento una escena tan hermosa, tan alentadora cómo la de un simple hombre hablando con su Dios. Moisés Habla Dios responde. Dios habla Moisés responde ¿Que cuadro puede se más hermoso que este? la lección aquí es: “Moisés sabe que en medio de las incertidumbres, de los temores e inseguridades propias del ser humano, el único que puede darnos respuestas es Dios”
Jeremías 33:2 “Así ha dicho Jehová, que hizo la tierra, Jehová que la formó para afirmarla; Jehová es su nombre: 3 Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.”
Salmo 32:8 “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos.”
De manera que: El Pueblo de Dios tiene un Dios. Un Dios a quien clamar, recurrir y también obedecer, al que un Día tendrá que rendir cuentas por su conducta.

2. El Pueblo de Dios tiene un llamado.

En éxodo 3 y 4 Dios aparece a un hombre de la tribu de leví (Moisés) y le dice; “he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus opresores; pues he conocido sus angustias, 8 y he descendido para librarlos… Ve, porque yo estaré contigo”
En Éxodo 32. El Pueblo ya estaba fuera de Egipto, Moisés había recibido las tablas de la ley mientras el pueblo se corrompía, eso había causado que La Presencia de Dios se apartara momentáneamente de entre el pueblo por lo cual Moisés tuvo que levantar una tienda improvisada donde se reunía con Dios y hablaba con Él… cara a cara.
Cualquiera supondría que la Misión había sido cumplida. Israel ya estaba fuera de Egipto, se podría decir que ahora Israel ya era una nación libre y soberana, sin embargo; aún cuando la nación entera había pecado en contra de Dios, el llamado que Dios le había hecho a Moisés en el Monte Horeb todavía seguía vigente.
Verso 12… Y dijo Moisés a Jehova: Mira, tú me dices a mi: “Saca este pueblo”
Este tiempo verbal presente “saca a este pueblo”presenta una incógnita ¿Cómo que; Saca?¿a Caso ya el pueblo no estaba fuera de Egipto? a menos que Sacar a Israel no solo implicaba el hecho de salir de un lugar, sino también de entrar en otro.
Éxodo 3:16 “Ve, y reúne a los ancianos de Israel, y diles: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, me apareció diciendo: En verdad os he visitado, y he visto lo que se os hace en Egipto; 17 y he dicho: Yo os sacaré de la aflicción de Egipto a la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo, a una tierra que fluye leche y miel.”
Este es el llamado: El llamado no solo consistía en Salir de Egipto sino entrar a la tierra prometida de manera que en el desierto, Moisés solo había cumplido la mitad de la misión… “al igual que nosotros”...

El evangelio en el Éxodo.

Si pudiéramos resumir el éxodo en cuatro palabras Un Desierto, Un Pueblo, Un Líder y Su Dios. Así se veía Israel en el desierto .... Pero esto es quizás la mejor forma de describir a la iglesia.
Vivimos en un desierto el cual es un mundo lleno de calamidades, enfermedades, enemigos.
Somos un pueblo que ha salido de la Esclavitud del Pecado, un pecado que nos oprimía nos sujetaba, pero por medio de la obra libertadora de nuestro Señor Jesucristo en la cruz del calvario, El ha roto las cadenas que nos ataban . (justificación por la sola fe)
Dios ha levantado líderes, pastores y oficiales de su iglesia para conducir, interceder, alimentar, corregir a Su pueblo. Lideres que por medio de la obra del Espiritu Santo sacan el espíritu de Egipto (el mundo) de nuestros corazones, haciendo morir en el desierto el hombre pecador el cual no pisará la tierra prometida. (Santificación)
Tenemos un Dios que ha prometido introducirnos a una nueva tierra de esperanza llamada la nueva Jerusalen la que nos espera por medio de las promesas en las que nuestro espíritu clama cada Dia. Maranatha (Cristo Viene) a eso le llamamos (Glorificación).
Eso es el evangelio de Cristo visto desde el éxodo y Nuestro llamado es a salir de este mundo. Lo que nos dice que que solo estamos a mitad de camino, aún estamos en transito hacia nuestra meta final y es estar en la presencia de Dios.
Filipenses 3:12–15 “12 No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. 13 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, 14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Filipenses 3:20–21 “20 Mas nuestra ciudadanía está en los cielos (nuestro destino final), de donde también esperamos al Salvador (libertador), al Señor Jesucristo; 21 el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.”
Ese es nuestro llamamiento… Salir de este mundo a una nueva tierra prometida la cual Dios tiene reservada para nosotros... IBRG: Ese es tu - nuestro llamado.

3. El Pueblo de Dios tiene Promesas.

Éxodo 33:13 “Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino, para que te conozca, y halle gracia en tus ojos; y mira que esta gente es pueblo tuyo. 14 Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso. 15 Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.”
Una de las grandes lecciones de la vida cristiana es que Sin Dios nada podemos hacer.
Salmo 127: “1 Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia.”
Proverbios 21:31 “El caballo se alista para el día de la batalla; Mas Jehová es el que da la victoria.”
Juan 15:4–5 “Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. 5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.”
Si hay algo que Moisés tiene claro es que en su propia humanidad, él es insuficiente para guiar al pueblo es por eso que su primera petición es; “Si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres tu camino, para que te conozca y halle gracia en tus ojos”.
“Te ruego que me muestres tu camino” no se trataba de únicamente ver la nube y la dirección a la cual el pueblo debía dirigirse, se trataba de una relación mucho más íntima con Dios no solo para saber sus intenciones sino también para conocerle. Lo que le agrada, lo que valora, lo que el estima.
😲El hombre que habla cara a cara con Dios necesitaba conocerle aún más ¿Qué más necesitaba conocer Moisés? Nosotros no debemos olvidar que Moisés, no tenía toda la revelación que nosotros ahora tenemos, El solo veía figuras, símbolos y tipos, pero el solo hecho de pedirle a Dios. “Oh Señor. muéstrame tu camino, para conocerte” hizo que Jehová mirara con agrado el ruego de Moisés y le hiciera esta promesa: “MI presencia irá contigo y te daré descanso”.
“Las promesas de Dios son para quienes le conocen, para quienes aman sus estatutos, para quienes buscan agradarle”.
Moisés vivió bajo una nube visible, pero...
Gálatas 4:4 “Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, 5 para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. 6 Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre! 7 Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.”

Conclusión

La pregunta; ¿Quién nos acompañará hasta llegar a nuestra tierra prometida? ya esta respondida. Cristo hizo tabernáculo en su iglesia, su Espiritu Mora dentro de nosotros, de manera que; hacia dónde vamos, cuál es nuestro propósito, descansa en su sola soberanía y eso propiciará nuestro Descanso. el nos ha dicho; MI PRESENCIA IRA CONTIGO Y TE DARÉ DESCANSO.

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