Los Diáconos según Alex Strauch
1. Los Diáconos No Son:
a) Gobernantes
En muchas iglesias, los diáconos actúan más como ejecutivos de una empresa que como siervos del ministerio.
b) Administradores de Edificio y de los bienes
otros los reducen a administradores de edificio, a conserjes o a encargados de mantenimiento.
si todo lo que hacen los diáconos es encerar pisos o cortar césped. Cualquier persona de la iglesia y hasta otros que no sean de la iglesia pueden realizar estos tipos de trabajos.
c) Factótum:
factótum n. m. 1 Persona de plena confianza de otra y que en nombre de ésta despacha sus principales negocios. ■ OBS El plural es factótums.
2 coloquial Persona que desempeña todas las funciones en una casa, empresa o establecimiento.
Han puesto demasiada autoridad y diversas responsabilidades en las manos de los diáconos. De hecho, algunos de los mismos errores que cometieron las iglesias en la mitad del segundo siglo, se han vuelto a repetir ahora: colocan a los diáconos en diferentes posiciones de autoridad, que Dios no ha autorizado.
2. Los Diáconos Sí Son:
a) Alex Strauch - Ministros de Misericordia:
b) John MacArthur - Servidores en Nombre de los Ancianos:
La norma para los diáconos no es de ninguna manera inferior a la que se requiere para los ancianos. Los ancianos que guían y los diáconos que sirven realizan diferentes funciones, pero los requisitos espirituales exigidos para ambos son idénticos. No hay disminución en la calidad o madurez espiritual de los que dirigen a los diáconos. La única diferencia es que el obispo debe ser “apto para enseñar”
El sentido original de este grupo de palabras tiene que ver con realizar tareas de sirviente, como servir las mesas. Esta definición gradualmente se extendió hasta que llegó a incluir todo tipo de servicio en la iglesia. La versatilidad de este grupo de palabras puede verse en su desigual uso en el Nuevo Testamento.
Jesús igualó el seguirlo con el servirle. Cualquier cosa que se haga en obediencia a Él es servicio espiritual. En el sentido general del término, todos los cristianos son diáconos, porque todos deben servir activamente a Cristo y a su Iglesia.
Es a esto a lo que se refiere Pablo en 1 Corintios 12:5, donde escribe que “hay diversidad de ministerios” (diakoniōn). Cada cristiano debe participar en alguna forma de servicio espiritual. Los líderes, mediante la enseñanza y el ejemplo, deben preparar a los creyentes para que realicen tal servicio (Ef. 4:12).
Pero diakonos, diakonia y diakoneō también se emplean en un segundo sentido más específico. La lista de los dones espirituales en Romanos 12:6–8 incluye un don de servicio. Los que tienen ese don están preparados para el servicio, aunque quizá no estén dentro del diaconado.
El tercer uso de este grupo de palabras se refiere a la oficialmente reconocida responsabilidad de diáconos. Todos somos diáconos en el sentido general, algunos dotados por el Espíritu Santo para el servicio, pero aun otros están en el diaconado. Ellos son un ejemplo de servicio espiritual para todos los demás. Trabajan al lado de los ancianos, poniendo en práctica su predicación, enseñanza y control en la vida de la iglesia.
La iglesia había crecido y se había desarrollado hasta el punto de que había necesidad de diáconos oficiales. Ellos actuarían como modelos de integridad y servicio espiritual. Para asegurar que a los que se les daba esta responsabilidad fueran dignos, Pablo da una relación de varios requisitos por los que se deben medir. Al igual que con los ancianos, estas características se relacionan con su carácter espiritual, no con su función. En realidad, no se dan detalles en las Escrituras con relación a las tareas de los diáconos. Ellos debían llevar a cabo cualquier tarea que se les asignara por parte de los ancianos o que necesitara la congregación.