Emociones INTRO
Emociones Intro • Sermon • Submitted
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Comprometido con mi crecimiento
Creo que la mayoría hemos sufrido en nuestras relaciones inter personales y familiares. Hay secretos o problemas que se prefieren ignorar o callar, porque simplemente ¡no sabemos qué hacer! No sabemos lidiar con nuestras emociones ante ciertas situaciones.
Y lo mismo pasa en la iglesia. Quien llega con problemas emocionales, hábitos vividos por años, y quieren que al llegar a Dios se aplique sólo remedios espirituales. Mucho tiempo la iglesia no vio con buenos ojos a los psicólogos, porque se decían que al llegar a Dios dejamos de lado la humanidad y nos volvemos sólo espirituales y por eso ¡todo se sobre espiritualizó!
¿Tienes depresión? es un espíritu y hay que echarlo fuera, espíritu de tristeza (fuera), de ira (fuera), pereza (fuera). Ahora, es cierto que satanás puede manifestarse así, pero la mayoría de las veces tiene que ver con nuestro trasfondo familiar y nuestras experiencias.
Separar lo espiritual de lo emocional es más de Platón que de Jesús. Platón dijo en resumen: “Todo lo espiritual es bueno y hay que alentarlo y todo lo carnal, humano es malo”. Esto originó que muchas personas al conocer a Jesús como Salvador, dejaron sin tratar su lado emocional, se acostumbraron a esconderlo, ignorarlo, disimularlo, todas sus fallas de carácter o falta de madurez emocional. Al no hacer nada ¡siguieron enfermos emocionalmente! Líderes que aman a Dios pero con todo tipo de problemas: chisme, egoísmo, ira, depresión, etc.
Estas semanas intentaremos ir al fondo, será doloroso pero es necesario. A mis 53 años que mis 2 padres han fallecido, entiendo muchas cosas. Hay un sentimiento de orfandad en general, pero el área que más reciento es que ¡no están para consultarlos! para llorar con ellos, decir lo que no pude, no supe o no tuve el valor de decir. Y ¿sabes? tengo el riesgo que esa misma brecha, situación ya esté presente con mis hijos, igual que yo con mis padres. Ciclos que se repiten
Es lo mismo contigo y tus hijos o tus padres, pláticas que quizá no se dan y no se darán, heridas ocultas, lágrimas escondidas, luchas silenciadas y esas emociones heridas se manifiestan en la relación familiar. Los padres pensamos que es imposible ver las cosas como los hijos, los hijos pensamos que sabemos más que los padres. Los hijos creemos que los padres no podrán entendernos y así.
En 1988 el grupo Mike y the Mechanics narraron esta situación familiar en forma de canción: “The Living Years”. El contexto es esa diferencia familiar que crea una brecha, que no podemos ver las cosas igual que los padres o los hijos y cuando creemos que estamos listos ya es demasiado tarde. Escuchemos.
Cuando te das cuenta que debiste decir muchas cosas que callaste ¡ya es tarde! lo mejor que podemos hacer es intentar escuchar y no sólo oír. Eso dice esta canción, no hay más que sufrir ese ciclo. Y la pregunta del millón es ¿se puede hacer algo más? ¿cómo vivir en una sociedad esquizofrénica? ¿cómo ser transparente en un lugar donde no todos entienden lo que es el Amor incondicional? en una cultura que parece que estimula los secretos o la rebeldía ¿puede haber equilibrio entre Amor y juicio? ¿verdad y gracia? y sabes, para ser honestos ¡no se la respuesta! Lo que sí se es que a todos nos llegará el momento de encarar la realidad del Amor de Dios y ver que ÉL desea que seas totalmente honesto con ÉL y le digas ¡no puedo más! Cuando ya no puedes más.
Este lugar, entre cristianos debe ser el lugar más seguro, abierto. Muchos llegan a la iglesia y aprenden una nueva sub cultura para la iglesia y los cristianos y otra para cuando no están en ese ambiente. Gracias a Dios que en el estudio de los miércoles, estamos aprendiendo a dejar las máscaras, en el grupo de mujeres, se está dando esa apertura.
Mencionaré algunos problemas de carácter y me dices si te conoces alguien que sea así. Es más levanten la mano…si conoces alguien que...
No reconoce que está equivocado y no pide disculpas.
Se la pasa criticando, no de vez en cuando sino ¡siempre!
Que cuando lo contradicen o no se hace lo que dice ¡explota!
sólo él o ella tiene la madurez y todos los demás son los inmaduros o no saben lo suficiente.
Que no está dispuesto para aprender. No se deja enseñar ¡lo sabe todo!
Es un pan en el trabajo, pero en la casa es vinagre.
Que cuando le sugieren algo, lo toma como un ataque.
Que aprovecha cualquier oportunidad para ventanear a su pareja o amigos
Que aconseja mucho pero cuando le toca ser aconsejado ¡no sigue el consejo!
Ahora déjame decirte que todas las emociones que podemos experimentar ¡no están mal! son emociones. Mucho tiempo la iglesia quiso separar lo espiritual y lo emocional. Y se tuvo la idea que señalar la falla de carácter de una persona era un juicio de valor y ¡no es así!
En la antigüedad decir que una persona era un caballero, quería decir que ¡tenía caballos! nada más. Así que podías decir: “ese caballero es un mentiroso”; después la palabra llegó a significar “cualidades de una persona”.
¿Qué entendemos por la palabra cristiano? El que sigue a Cristo y por alguna razón la sociedad ya tiene “algo” en particular que espera. Pero cristiano no es sinónimo de perfecto. El cristiano tiene luchas, crisis y no pasa que al aceptar a Cristo ¡madura emocionalmente! Pero como la gente, la sociedad e incluso algunos de la misma iglesia ya esperan algo, por eso cuesta abrirse y decir: soy cristiano y batallo con los celos, la ira, el orgullo, la lascivia, avaricia, el mezcal ¡lotería!
El cristiano ama a Dios, tiene una verdadera vida espiritual, puede ser maduro espiritualmente y ser un niño emocional. No tiene la capacidad de manejar la ira, tristeza, dolor, depresión, se queja, culpa a la noche, a la playa, a los demás, es sarcástico cuando no tiene lo que quiere ¡como un niño!
Los seguidores de Cristo debemos ir a lo profundo de nuestra vida; no podemos dejar que el pasado siga influyendo para mal en la vida. Debemos conocer nuestras limitaciones, enfrentar el dolor, amar como una decisión. En resumen: comprometido con tu Salud emocional y madurez espiritual. Dios nos quiere usar a todos, quiere que usemos los dones que nos ha dado. Te ha llamado con un propósito, por eso la urgencia de crecer emocionalmente.
Quizá te has preguntado ¿por qué si amo a Dios sigo luchando con…? ¿así será siempre? Veo que mi vida ayuda a otras personas, por mí llegan a Dios y yo lucho con esto. Ahora ¿qué haces con ese pensamiento? A pesar de mí Dios usa mi vida para acercar a otros; puedes tener el riesgo de pensar: “Dios pasa por algo mis defectos de carácter”, entonces ¿para qué los ventilo, para qué los digo? mejor lo sigo escondiendo. Y algunos aplicaron mal el siguiente verso:
“Entonces llamó a la multitud y a sus discípulos. —Si alguien quiere ser mi discípulo—les dijo—, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz y me siga.” (Marcos 8:34, NVI)
Creyeron que negarse a uno mismo y tomar la cruz, era negar las áreas emocionales o sea negar la preocupación, tristeza, ira, rencor, etc. Así que, mientras más sufres en el trabajo por tu flojera, mientras más problemas con tus hijos por no disciplinar, más dificultad en el matrimonio por tu ira, pero lo sufres y lo niegas ¡más espiritual! Y eso es ¡falso de toda falsedad! Porque si eso fuera cierto,entonces cuando estés en paz ¡te sentirías culpable! Porque no estás “sufriendo por Dios”.
Otros hallaron la salida al culpar a los demonios. Cuando alguien comenta que tiene problemas de ira, celos, pereza o lo que sea, viene la oración para expulsar toda clase de demonios y ¡no empieza a tratar las áreas emocionales! Es verdad que en ocasiones el demonio usa algunas emociones como arma de ataque, pero muchas veces es la inmadurez emocional de cada persona. Lo triste es que nos hemos acostumbrados a vivir así. Y a veces tienes éxito escondiendo tus debilidades de carácter pero ¡no es normal!
“Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.” (Romanos 8:37, NVI)
¡Se puede y vamos a salir de ese bache emocional! Yo tengo mis áreas oscuras ¡como tú! y mucho tiempo lo escondí por miedo a la reacción de los demás, miedo a mostrar mis heridas y ser rematado. Pero entender el amor de Dios nos hace amar incluso a quienes nos desprecian. La pregunta es ¿cómo es posible que tantos cristianos sean críticos, rencorosos sin nada de amor? La respuesta es sencilla: porque ellos también esconden sus batallas, ocultan sus áreas vergonzosas y denuestan en otros lo que no han podido trabajar en ellos.
Al llegar a Cristo, las cosas viejas pasaron, sí ¡pero no se borran! el efecto que dejó en ti no se elimina, sigue influyendo en tu vida.
Si creciste en una familia con ira, mentiras, avaricia, llegas a Dios y tu vida eterna está segura, pero seguirás los patrones que aprendiste, aunque hallas salido de ese lugar hace mucho tiempo.
Veremos que nuestro Señor Jesús mostró las mismas emociones que nosotros. Leeré unos versos y me dices ¿qué emoción identificas?
“Al acercarse a Jerusalén, Jesús vio la ciudad delante de él y comenzó a llorar...” (Lucas 19:41, NTV)
“En esa misma ocasión, Jesús se llenó del gozo del Espíritu Santo y dijo:...” (Lucas 10:21, NTV)
“Les dijo: «Mi alma está destrozada de tanta tristeza, hasta el punto de la muerte...” (Marcos 14:34, NTV)
“Jesús se les quedó mirando, enojado y entristecido por la dureza de su corazón...” (Marcos 3:5, NVI)
“Se llevó a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, y comenzó a sentirse triste y angustiado.” (Mateo 26:37, NVI)
“Al verla, el Señor se compadeció de ella y le dijo: —No llores.” (Lucas 7:13, NVI)
“Y él se quedó asombrado por la incredulidad de ellos...” (Marcos 6:6, NVI)
“Al oírlo, Jesús se asombró de él y, volviéndose a la multitud que lo seguía, comentó: —Les digo que ni siquiera en Israel he encontrado una fe tan grande.” (Lucas 7:9, NVI)
“Pero tengo que pasar por la prueba de un bautismo, y ¡cuánta angustia siento hasta que se cumpla!” (Lucas 12:50, NVI)
El Señor Jesús mostró esas emociones que quedaron registradas, no las ocultó, no actuó como la gente o los líderes esperaban que actuara. SU relación con el Padre lo cubría para NO ceder a la presión, no temía vivir su vida cumpliendo SU misión y ¡a eso hemos sido llamados!
Entonces, si ÉL mostró esas emociones ¿cuál es la diferencia con nosotros? eso veremos las siguientes semanas.
Resumiendo: no podemos crecer sólo en madurez espiritual y quedarnos estancados en la salud emocional. Recibir a Jesús como Salvador eso sucede en un momento, pero la mayoría tardamos años en sanar las emociones, en lo que Dios sigue obrando en nosotros, por eso debemos estar dispuestos a dejar que sane nuestras emociones.
Todos hemos pasado por el dolor y es ahí cuando decimos ¡Dios quítame este dolor! En el dolor es cuando Dios nos grita, porque lo hemos ignorado. Muchas veces el dolor empieza por una depresión, un desengaño, traición, bancarrota ¡nadie se libra del dolor! ¡nadie! Pero es ese mismo dolor lo que nos hace buscar a Dios. ¿por qué lo permite Dios? porque quiere que sanemos esas emociones heridas, porque ve en mí y en ti al líder que cambiará la empresa, el sacerdote que liderará su familia, el joven que transforma el ambiente espiritual en la escuela. (El avivamiento en la Universidad de Asbury Kentucky).
El dolor es un llamado de atención. Quizá hemos desaprovechado muchas oportunidades porque ¡no estamos listos! no hemos sanado de las emociones, aunque hemos crecido en madurez espiritual. La buena nueva es que ¡no somos los únicos! Muchos cristianos líderes que ahora admiramos, tuvieron un pasado difícil.
Bob Pierce de Visión Mundial, alguien que influyó en miles por su compasión, sacrificó su vida por la gente necesitada, pero también sacrificó a su esposa e hijos. Cuando si hija tuvo un problema y lo llamó, él prefirió seguir con su viaje, días después su hija intentó suicidarse, años después lo consigue y Bon muere sólo, aislado.
El fundador de un ministerio para matrimonios que ayudó a miles, termina divorciado de su esposa por 42 años.
Juan Wesley, teólogo, predicador inglés, tenía serios problemas de carácter y familiares, le pegaba a su esposa y dicen que ella también y además él no suplía para el hogar. Lutero, problemas de alcohol.
Quisiéramos creer que son casos extremos, ellos sí están mal, yo no, no es para tanto. Pero ¿qué pasó? ¿cómo es posible? La primera respuesta es: hemos querido separar el área espiritual y el área emocional, y sí, es verdad que son dos áreas distintas, pero forman parte de la conducta humana.
Quizá conoces pastores, ministros, líderes, músicos, evangelistas, maestros, exitosos en la obra, pero adictos al trabajo, al poder, dinero, con problemas de orgullo, soberbia y con familias destrozadas. Tú no eres diferente. Tienes ese mismo riesgo.
La mayoría hemos fracasado en alguna ocasión. Es verdad ¡Somos salvos! pero somos un desastre emocional. ¿Qué hago? ¿qué sigue? Hemos sido salvos y nuestro Señor Jesús nos llama atener una vida plena, abundante.
Ya somos sanos espiritualmente, ahora tenemos que sanar de las emociones. Seguimos la siguiente semana.
Palabra de Dios
Oremos