Mucho Trabajo y Pocos Trabajadores

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Concientizar a la congregación sobre nuestra labor en la obra del Señor viendo su ejemplo e imitándolo.

Notes
Transcript

I. INTRODUCCIÓN

a. Ver video canción “sal” de Alex Sampedro
i. https://youtu.be/QujvMrcPIgY
Tengo una biblia que no habla
Un crucifijo que no salva
Una fe que se cansó de las montañas
Tengo oraciones sin sujeto
Y he predicado tantas veces
En el valle de los huesos secos
Tengo noticias sin oyentes
Tengo pacientes esperando el milagro de los peces pero
Tengo la red averiada
Y el vino es vinagre
Y el pan no sabe a nada
Tengo una sal que ya no sal
Una iglesia que no sale
Una luz bajo la mesa
Y una virgen despistada
La levadura en la nevera
Mi armadura oxidada
Tengo oro y tengo plata
Pero el cojo ya no baila
Pero el cojo ya no baila
Tengo victorias derrotadas
Gente en el templo destemplada
Misioneros encerrados en sus casas
Tengo la ofrenda en el banco
Las promesas caducadas
El maná está congelado no hay calor en la palabra
Está de fiesta en la atalaya con el buen samaritano
Ya no sufren como hermanos
Son cristianos sin agallas
Tengo una sal que ya no sal
Una iglesia que no sale
Una luz bajo la mesa
Y una virgen despistada
La levadura en la nevera
Mi armadura oxidada
Tengo oro y tengo plata
Pero el cojo ya no baila
Tengo una sal que ya no sal
Una iglesia que no sale
Una luz bajo la mesa
Y una virgen despistada
La levadura en la nevera
Mi armadura oxidada
Tengo oro y tengo plata
Pero el cojo ya no baila
Pero el cojo ya no baila
Pero el cojo ya no baila
Pero el cojo ya no baila

II. DIOS ES TRABAJADOR (V. 35)

a. El máximo ejemplo de alguien que trabaja lo tenemos en nuestro Dios. Él siempre se ha mostrado como alguien que ha trabajado, trabaja y seguirá trabajando. En las Escrituras podemos ver que:
i. La primera frase de la Biblia vemos a Dios trabajando.
1. “En el principio Dios creó los cielos y la tierra” (Génesis 1:1, NBLA)
ii. Los primeros dos capítulos de la Biblia encontramos a Dios trabajando.
iii. La primera palabra dicha por Dios en la Biblia encontramos a Dios trabajando.
1. “Entonces dijo Dios: «Sea la luz». Y hubo luz.” (Génesis 1:3, NBLA)
iv. La primera instrucción dada al ser humano fue asignarle trabajo.
1. “Dios los bendijo y les dijo: «Sean fecundos y multiplíquense. Llenen la tierra y sométanla. Ejerzan dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra»” (Génesis 1:28, NBLA)
v. En todo el AT encontramos a Dios trabajando:
1. Llamando y escogiendo a personas.
2. Interviniendo y salvando a su pueblo.
3. Instruyendo y disciplinando a Israel.
vi. En el NT lo encontramos encarnándose en la persona de nuestro Señor Jesucristo.
vii. En el libro de los Hechos encontramos a Dios en la persona del Espíritu Santo llenando y capacitando a la iglesia, impulsándola en el trabajo misionero y respaldando está obra.
viii. En las cartas del NT encontramos a Dios trabajando en las deficiencias y problemas en las diferentes iglesias.
ix. Y en Apocalipsis encontramos a Dios trabajando en el final de los tiempos.
b. Jesucristo, al igual que el Padre, trabaja incansablemente:
i. “Pero Jesús les respondió: «Hasta ahora Mi Padre trabaja, y Yo también trabajo».” (Juan 5:17, NBLA)
ii. Cura a un leproso (Mt. 8:1-4)
iii. Sana al criado del centurión (Mt. 8:5-13)
iv. Sana a la suegra de Pedro y a muchos otros (Mt. 8:14-17)
v. Enseña la demanda del discipulado (Mt. 8:18-22)
vi. Calma la tempestad (Mt. 8:23-27)
vii. Libera a los endemoniados gadarenos (Mt. 8:28-34)
viii. Cura a un paralitico (Mt. 9:1-8)
ix. Llama a Mateo (Mt. 9:9-13)
x. Enseña sobre el ayuno (Mt. 9:14-17)
xi. Cura a una mujer y resucita a una niña (Mt. 9:18-26)
xii. Cura dos ciegos y un mudo (Mt. 9:27-34)
c. Nuestro texto bíblico (ver v.35) nos muestra, de forma resumida, todo este trabajo de nuestro Señor. y los cuatros verbos utilizados nos enseña como lo hacía:
i. Recorría
ii. Enseñaba
iii. Proclamaba
iv. Sanaba
d. Al analizar estos datos que nos revela la Palabra de Dios podemos llegar a algunas conclusiones:
i. En primer lugar, Dios en su ser es trabajador por naturaleza, por lo que él disfruta trabajar.
ii. En segundo lugar, como Dios es trabajador y creador del trabajo, este es digno y bueno en esencia.
iii. En tercer lugar, hemos sido creados para trabajar y colaborar con Dios en lo que nos asigne.
iv. En cuarto lugar, somos invitados a trabajar junto a Dios en múltiples formas.
v. En quinto lugar, debemos involucrarnos y disfrutar del trabajo asignado por Dios para nosotros.

III. JESÚS, LA MIES Y YO (V. 36-38)

a. Hablemos un poco sobre la mies. La Real Academia de la Lengua Española define la palabra mies:
i. Cereal de cuya semilla se hace el pan.
ii. Otro significado de mies en el diccionario es tiempo de la siega y cosecha de granos.
iii. Mies es también muchedumbre de gentes convertidas a la fe cristiana, o prontas a su conversión.[1]
b. La cosecha se usa simbólicamente en el NT de la recogida de almas para Dios (Mt. 9:37, 38; Jn. 4:35).[2]
c. En nuestro texto, se refiere a las personas a las cuales estamos llamados a trabajar predicándoles el evangelio de Jesucristo y haciéndolos discípulos. Si utilizáramos los verbos con los que se describe el trabajo de nuestro Señor en el verso 35, y los aplicáramos a nosotros, podríamos decir que:
i. La mies son las personas con las que nos encontramos en el recorrido por los lugares donde el Señor nos envía, a quienes tenemos que ensenarles y proclamarles el evangelio del reino, para que sean sanas en el nombre de Jesús.
d. Tres verdades que nos enseña Jesús en este texto sobre la mies que necesitamos aprender y no perder de vista.
e. La primera verdad tiene que ver con la cantidad y es que la mies es muy abundante “la mies es mucha” (v.37).
i. Ver v.36.
ii. “Cuando Jesús desembarcó, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos y sanó a sus enfermos.” (Mateo 14:14, NBLA)
iii. “Entonces Jesús, llamando junto a Él a Sus discípulos, les dijo: «Tengo compasión de la multitud, porque ya hace tres días que están aquí y no tienen qué comer; y no quiero despedirlos sin comer, no sea que desfallezcan en el camino».” (Mateo 15:32, NBLA)
f. La segunda verdad tiene que ver con los obreros, que son insuficientes para la cantidad de trabajo en la mies “los obreros son pocos” (v.37b).
i. Ilustración: ¿han escuchado hablar sobre la ley de Pareto o el principio de Pareto? El principio de Pareto, también conocido como la regla 80/20, describe un fenómeno que establece que aproximadamente el 80 % de los resultados provienen del 20 % de las acciones.[3]
ii. Para traducirlo y llevarlo al plano de nuestra iglesia local, podríamos decir que el 80% del trabajo que se hace, lo realizan el 20% de los hermanos.
iii. Me llama mucho la atención que ante esta realidad del inmenso trabajo y los pocos trabajadores del reino, Cristo nos invite a orar en lugar de ir a atender la mies ¿Por qué ocurre esto? Bueno, veo dos razones
1. En primer lugar, Dios es el Señor y dueño de la mies “pidan al Señor de la cosecha” y por lo tanto él es quien designa o contrata el personal.
2. En segundo lugar, en el capítulo siguiente, el Maestro llama a sus apóstoles (10:1-4) y los envía (10:5-15).
g. La tercera verdad tiene que ver con el estado de la mies, multitudes angustiadas y abatidas como ovejas sin pastor (v.36)
i. “Porque los terafines hablan iniquidad, Y los adivinos ven visiones mentirosas, Y cuentan sueños falsos; En vano dan consuelo. Por tanto, el pueblo vaga como ovejas, Está afligido porque no hay pastor.” (Zacarías 10:2, NBLA)
ii. “Al desembarcar, Jesús vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas sin pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas.” (Marcos 6:34, NBLA)
iii. La falta del Pastor lleva al pueblo a un estado de precariedad espiritual que solo el Pastor de los pastores puede remediar.
h. Ante esta realidad expresadas en estas verdades tan críticas, ¿Qué podemos hacer? Lo mejor que podemos hacer es seguir el ejemplo de Jesús. Él tenía un sistema ministerial que le hacía exitoso. ¿Cuál era? Ver + Sentir + Hacer. (Ver v.36)
i. “Cuando Jesús desembarcó, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos y sanó a sus enfermos.” (Mateo 14:14, NBLA)
ii. “Al verla, el Señor tuvo compasión de ella, y le dijo: «No llores». Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y Jesús dijo: «Joven, a ti te digo: ¡Levántate!».” (Lucas 7:13–14, NBLA)
iii. Ver “viendo las multitudes”: no era indiferente ni ignorada las necesidades a su alrededor.
iv. Sentir “tuvo compasión”: tenía un corazón sensible que se identificaba con las realidades de su alrededor.
v. Hacer “dijo a sus discípulos”: hizo consciente a los discípulos de la necesidad y los invitó a orar, para más adelante enviarlos.
i. Creo que es oportuno preguntarnos si nosotros podemos identificarnos con este sistema ministerial de Jesús.
j. ¿Estamos viendo con los ojos de Jesús? ¿estamos viendo lo que él está viendo?
i. ¿Estamos viendo la cantidad de trabajo que representa la mies?
ii. ¿Estamos viendo la angustia y el dolor que causa el pecado en la vida del ser humano?
iii. ¿Estamos viendo la necesidad del poder transformador del evangelio en la vida de mis amigos, familiares, conocidos, en mi comunidad, en mi centro de estudio, en mi lugar de trabajo?
k. ¿Estamos sintiendo con el corazón de Jesús? ¿Podemos conmovernos con lo que él se conmueve?
i. ¿Podemos ver las necesidades a nuestro alrededor y sentir compasión?
ii. ¿Podemos sentir compasión por aquellos que sufren y lloran, por aquellos que ríen y gozan, por aquellos que carecen de lo necesario y por aquellos que les sobran las cosas?
iii. ¿Te conmueven las multitudes a tu alrededor sin Cristo?
l. ¿Qué estás haciendo junto con Cristo por la mies? ¿Qué podrías hacer?
i. ¿Oras por aquellos que no conocen del evangelio?
ii. ¿Oras por obreros para la mies?
iii. ¿Te presentas ante Dios dispuesto a ser uno de esos obreros?
iv. ¿Compartes tu fe con tus familiares, amigos, vecinos, compañeros de trabajo o estudios?
v. ¿Qué haces cuando ves algo que te conmueve?

IV. CONCLUSIÓN

a. Cristo Jesús es la gran respuesta a la necesidad de aquellos que viven como ovejas son pastor. Su condición de angustia y abatimiento es el resultado de vivir en un mundo caído y de los efectos del pecado, pero la esperanza es Cristo.
b. Hoy somos invitados como obreros en de la mies del Señor y es nuestra responsabilidad no solo orar al Señor sino también decir:
i. “heme aquí, envíame a mí”.
c. Es hora de levantarnos y VER lo que pasa a nuestro alrededor, no siendo indiferentes; SENTIR compasión por los que necesitan del Buen Pastor y HACER lo que el Señor nos ha indicado: “ir y hacer discípulos”.
[1] https://educalingo.com/es/dic-es/mies [2] Samuel Vila Ventura, Nuevo diccionario biblico ilustrado (TERRASSA (Barcelona): Editorial CLIE, 1985), 186. [3] https://asana.com/es/resources/pareto-principle-80-20-rule
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