DE PESCAR Y MATAR PECES A PESCAR HOMBRES Y HACERLOS VIVIR PARTE 2

Lucas 5:1–11 RVR60

1 Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios. 2 Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes. 3 Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud. 4 Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. 5 Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red. 6 Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía. 7 Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían. 8 Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador. 9 Porque por la pesca que habían hecho, el temor se había apoderado de él, y de todos los que estaban con él, 10 y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres. 11 Y cuando trajeron a tierra las barcas, dejándolo todo, le siguieron.

El día de hoy nos vamos a concentrar en los versículos del 4-7

Lucas 5:4–7 RVR60

4 Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. 5 Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red. 6 Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía. 7 Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían.

Continuación de la introducción

Nosotros al seguir siendo buenos en lo que hacemos, llegamos a ser profesionales en nuestro oficio, es ese escenario en donde se encuentran dos personas que saben lo que están haciendo, porque lo están haciendo y para que lo están haciendo y quizá usted se preguntara quienes son, y por supuesto estamos hablando de Jesús y de Pedro.

Jesús que esta siguiendo en su totalidad el mandato de su padre, observando siempre desde ese gran trono, alto y sublime.

Pedro, que por muchos años o quizá desde toda su vida ha pescado en ese mar y sabe cuando tirar las redes o dejar de tirarlas.

Recordamos los titulos de la semana pasada que son:

La gran Multitud

Jesús Escoge su escenario

Expone un mensaje de poder

Un Mandato en su Omnisciencia

Lucas 5:4 LBLA

4 Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Sal a la parte más profunda y echad vuestras redes para pescar.

Jesús ha terminado de dar un sermón de aliento para el alma, de corregir la decadencia en la humanidad en sus acciones que lo condenan a la muerte, de arrepentimiento y conversión y decir: Despiértate tu que duermes.

Sin embargo ustedes pueden notar que esa multitud ha decidido seguir a Jesús y tenerlo como su maestro. Es curioso porque en su mayoría cuando los niños van a la escuela usted como padre escoge el lugar a donde ellos asistirán para su formación, eso se repite a veces hasta la universidad.

Con los Judíos no pasaba de esa forma, cada individuo escogía a su maestro, el decidía a donde ir, examinaba a su maestro y su enseñanza para poder determinar dentro de si, si el es el indicado en guiarlo a su caminar a la eternidad.

Estando aun la orilla del mar el señor se dirige a Pedro (quizá aun estando el arreglando sus redes de pesca) y le dice en su forma tan humilde: Sal de nuevo a pescar, echen sus redes en el mar aunque en ese momento no le agrego, veras lo que pasara, ni le dijo haré un milagro como los que has visto.

Es una cuestión tan simple para nosotros analizar si lo que haremos estará bien, según nuestra experiencia profesional daremos una respuesta inmediata, los años de pescadores de Pedro, Juan y Jacobo no es para tenerlos como inexpertos, ellos son grandes pescadores, darán una respuesta que convencerá a cualquiera.

Y es eso lo que el señor esta observando en Pedro, cual es su postura ante este mandato, Ninguno de nosotros sabe en donde están los peces más solo él, y es por eso que el Dios Omnisciente el que todo lo sabe en su Omnipotencia soberana le dice: ve a lo profundo.

El renuente o desobediente

Lucas 5:5 RVR60

5 Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red.

Imaginen que alguien que no sabe de pesca venga y le diga que hacer al que tiene toda su vida dedicada en ese mar a que hora debe pescar, en donde debe pescar, alguien que no sabe de mecánica, le diga que hacer al mecánico, alguien que no sepa de albañilería venga y le diga al albañil que hacer. Esto le causara gracia a muchos, pero es el entorno en el que nos encontramos todos los días, por ejemplo en mi profesión los albañiles creen que por llevar 25 años saben lo que hacen, y quizá se cierto, pero en su mayoría lo hacen de la manera errónea y tratar de corregirlos es un golpe de orgullo para ellos, no obedecen, no siguen instrucciones.

Al decirle MAESTRO Es en este contexto sucede algo, Pedro reconoce a Jesús como maestro en relación a una autoridad, como alguien superior, un amo, un capataz por decirlo así, pero no como Señor, no como la divinidad que Él es y como vimos en el ejemplo anterior de albañiles a Pedro le esta pasando lo mismo, como este carpintero que lo conocen por todo este valle, viene a mi, a Pedro y decir que debo hacer, como lo debo hacer, es algo absurdo, sin lógica, sin razón, ese es el pensamiento en ese preciso momento de Pedro.

Y es en ese preciso momento en el que Pedro con todo su conocimiento terrenal expone ante el Señor su sabiduría y profesionalismo de pesca responde diciendo no solo con palabras, todo es ampliamente justificado, mira señor. La mejor hora para la pesca es en la noche, ya estamos cansados, estamos desvelados, no hemos comido adecuadamente, no llevamos un solo centavo en los bolsillos, nuestras familias nos esperan y nosotros vamos sin nada, estas redes ya están arregladas par aguardar y esperar la noche, déjanos ir a descansar.

Cuantas veces nosotros nos hemos encontrado en esta misma situación como renuentes y desobedientes a la voz de Dios en las Escrituras y como profesionales que somos en lo que sabemos que hemos hecho respondemos de la misma manera en nuestra arrogancia, diciendo: Señor ya lo hice, has visto que con una vez basta para mi, ya no me pidas más sacrificios en mi vida, no lo haré, no continuare, no perdonare, no me arrepentiré, no ha funcionado todo lo que he hecho, me lastima, en fin, nuestras palabras se resumen en: Ya basta señor, no me pidas que haga más de lo que puedo hacer.

Es lamentable para nosotros que pensamos de esa forma y el fruto del espiritu no se ha manifestado en nuestra vida, quiza aun no nos hemos arrepentido y necesitamos reconcilio delante de su presencia.

Sin embargo Pedro escucho un mandato y quizá hizo memoria de lo que Jesús había hecho antes y se dispuso a seguir algo, EL PODER DE SU PALABRA.

Y si queremos observar cual es el poder de la palabra solo necesitamos 5 versículos de nuestras biblias.

Juan 1:1–5 TLA

1 Antes de que todo comenzara ya existía aquel que es la Palabra. La Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. 2 Cuando Dios creó todas las cosas, allí estaba la Palabra. 3 Todo fue creado por la Palabra, y sin la Palabra nada se hizo. 4 De la Palabra nace la vida, y la Palabra, que es la vida, es también nuestra luz. 5 La luz alumbra en la oscuridad, ¡y nada puede destruirla!

Estos 5 versiculos hablan totalmente de Cristo, que el es la palabra, y que por el todo existe, que el esta en todo, todo por el existe.

Romanos 11:36 RVR60

36 Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.

Quizá de forma inconsciente pedro siguió esta orden, porque aun el velo esta puesto en sus ojos, y no le deja ver a quien tiene en frente, y quien es el que esta dando la orden, es curioso pensar en nuestras vidas, si aun tenemos el velo y no nos deja ver al Cristo Completo, no nos permite ver que Dios nos esta ordenando a travez de Cristo cual debe ser nuestra forma de vivir, y resistir al maligno. Y es así como ellos vuelven a remar hacia la profundidad del mar de Galilea y lanzan las redes.

El Milagro de su Omnipotencia

Lucas 5:6–7 RVR60

6 Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía. 7 Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían.

No hay nada en el mundo que este lejos del alcance de Dios, o que este fuera de control, ninguna partícula de materia, en todo el universo esta en desorden, todo es controlado por la soberanía de Dios, y esta soberanía actúa en un momento en el que todos están atentos a lo que sucederá y la llaman la LA PESCA MILAGROSA.

Esto no hubiese sido posible si Dios mismo no hubiera ordenado a los peces concentrarse en un punto en donde las redes hubieran caído, no es coincidencia, si alguien piensa que ha sido coincidente creo que no ha conocido nada de la soberanía de Dios y estos hombres se enfrentaron ante esa soberanía actuando en la creación teniendo así la mejor pesca de su vida. quizá lo peces más grandes de toda la historia, barcas llenas que se hundían y pensando cuando dinero vamos a ganar por vender esto.

Cuando la pesca en el medio día iba a ser tan fructífera para unos pescadores que sabían todo sobre ese oficio, impresionados por el poder de Dios. quien no querría que sucediera algo así, todos deseamos que grandes cosas pasaran en nuestra vida.

Era tanta la cantidad de peces que una sola barca especializada para este oficio no basto, se necesito llamar a otra barca y recibir ayuda, llamar a los amigos, sin embargo las dos barcas se estaban hundiendo. Ese día ellos tuvieron el mejor día de su vida como profesionales en la pesca, ese día como humanos, tuvieron su deleite satisfecho, no hubo nada en la vida que ellos hubiesen deseado más que esa pesca y se les fue concedido.

Entonces como buenos PESCADORES, ellos saben que lo que corresponde ahora es dejar sin agua a los peces, retirar las redes del agua y así morirán, en otras palabras MATAR PECES.

La reflexión para este mensaje es el siguiente:

La mayoría de mensajes se concentran en esta parte, en la pesca milagrosa, en la cantidad de pescados y el milagro impresionante que se realizo ese día, en contar y decirle a los hermanos cuanto Dios esta dispuesta a hacer en su vida si siguen sus ordenes.

Usualmente no vamos más allá de ese punto. Y es cierto que Jesucristo esta mostrando su grandioso poder y su omnisciencia, les esta enseñando, instruyendo, a través de lo que sus ojos vieron, ellos eran totalmente incrédulos, porque vieron tantos milagros y aun así no reconocieron al Salvador, como lo hizo Juan el Bautista en el Vientre de Elizabeth, y como lo hizo la misma Elizabeth cantando el Beneditus, como lo hizo Simeon cuando trajeron a Jesús para circuncidar lo en el Templo y como lo hizo Ana la profetisa que después de verlo se fue predicando del Niño.

Estamos tan ciegos como estos hombres, o como aquellos que lo tuvieron por tres dias en el templo y siendo asombrados por su conocimiento, no discernieron que era el Salvador el que estaba entre ellos.

Si queremos predicar todo el consejo de Dios debemos exponer toda la escritura de pasta a pasta, libro por libro, capitulo por capitulo, versículo por versículo, palabra por palabra que así y solo así, Dios actué en nuestras vidas, cambiando, transformando y renovando nuestro entendimiento y ser cada vez más como él Es.