El Poder de la Uncion
Pastor. Armando Ruiz
El poder de la unción
2 Crónicas 5
13 cuando sonaban, pues, las trompetas, y cantaban todos a una, para alabar y dar gracias a Jehová, y a medida que alzaban la voz con trompetas y címbalos y otros instrumentos de música, y alababan a Jehová, diciendo: Porque él es bueno, porque su misericordia es para siempre; entonces la casa se llenó de una nube, la casa de Jehová. 14 Y no podían los sacerdotes estar allí para ministrar, por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Dios.
Introducción
· Siempre que me subo en esta plataforma o vengo a la casa de Dios, Estoy esperando que la presencia de Dios se haga sentir en mi vida.
· Cada vez que comienzo a orar, comienzo a la expectativa de que voy a sentir el calor de su presencia abrazándome.
· Ese deseo no viene por sentir poder, o por sentir confirmación, o para saber si me oye o no. El deseo viene por su presencia, solo y simplemente, por su presencia.
· Créeme que la actitud de nuestro corazón es muy importante en el tema de la presencia del Señor.
Si lees con atención la escritura que trajimos al empezar este mensaje, notaras que la presencia de Dios lleno el lugar a consecuencia de lo que el pueblo se encontraba haciendo.
El deseo del corazón de Dios ha sido siempre que tú seas una persona que obtenga frutos y hagas un impacto sobre todo lo que te rodea.
¿Crees tú que puedes ser esa clase de persona?
· Quiero decirte que ni la educación, ni las habilidades especiales te darán el poder que debes tener para transformar las vidas de las gentes.
¿Qué podrá transformarlas?
· La completa unción del Espíritu Santo únicamente confiere la unción celestial que necesita para cumplir esa función.
· Dios nos ha hecho "reyes y sacerdotes para nuestro Dios" (Ap 1:6 y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.).
· Él quiere que tengamos el poder de reyes y la pureza de sacerdotes.
· Es vital que experimentemos Su unción a plenitud a fin de tener eso.
· Hoy, quiero mostraré cómo "la unción" traerá liberación, fortaleza y salvación al pueblo de Dios.
Cristo en griego (y Mesías en hebreo) significa "El Ungido".
· Jesús introdujo Su ministerio al proclamar: Lc 4:18 " El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos " .
· Jesús aclaró que era porque el Espíritu del Señor le había ungido que podía estar capacitado para tener un ministerio efectivo. La misma regla se aplica a usted y a mí.
· Isaías habló acerca del poder de liberación de la unción en las siguientes palabras: Is 10:27 "El yugo se empobrecerá por causa de la unción”.
Tenemos que tener el Espíritu Santo dentro de nosotros e impartir la unción plena para dirigir al pueblo de Dios y cumplir Su Voluntad en nuestra generación.
¿Cuál es esa unción? ¿Qué tiene que decir la Biblia acerca de ella?
¿Cómo ha venido sobre los líderes en las generaciones pasadas?
· Hermano hoy te digo que si quieres ser usado por Dios, la unción es indispensable, no importa la posición en que estés ya que lleva una responsabilidad mayor que la presencia de Dios sin olvidarte que sin esa presencia de Él en tu vida nada pasa.
· Su presencia pude ser tuya, puedes tener comunión con El, amarle y andar con El, pero al instante que entres en el ministerio necesitas del poder de luchar contra las enfermedades, y los poderes del infierno
· No importa cuál sea tu llamado ministerial, necesitas el poder de la unción si quieres llevarlo acabo, Sin la unción es imposible. Sin ella no habrá crecimiento ni bendición, ni victoria en tu ministerio.
· Mira el énfasis que puso Jesús en sus palabras antes de su ascensión. “recibiréis el poder cuando haya venido sobre vosotros el espíritu santo y me seréis testigos”
· Después vino el poder. Ejemplo de Pedro convirtiéndose 3000, la sombra…
La biblia revela tres unciones del espíritu, el conocerlas te ayudara a conocer mejor tu potencial como cristiano.
• La unción del LEPROSO La de aceptar a Jesús
• La unción del SACERDOTE Tener comunicación con Jesús
• La unción del REY. Obedecer a Jesús. Lugar de autoridad elevada en Dios
I. La Unción Del Leproso
· La lepra era la enfermedad más espantosa de la antigua Palestina. Esa horrible condición consumía lentamente la carne de sus víctimas indefensas. Eventualmente, los dedos de los pies y otras extremidades morían, se pudrían y se despegaban de sus partes.
· El leproso desafortunado era exiliado de su comunidad. A fin de prevenir que otros se acercaran a ellos, los leprosos tenían que dar aclamaciones por donde quiera que iban, diciendo: "¡INMUNDO, INMUNDO!"
· La víctima de esa enfermedad horrible, sólo podía esperar una muerte lenta, dolorosa y prematura.
· La lepra es un tipo y sombra de pecado; una lección objetiva gráfica, por medio de la cual el Espíritu Santo representa, de manera dramática, el efecto consumidor y espantoso del pecado en la vida de una persona.
· La lepra revela el pecado y la verdadera naturaleza de Satanás.
"El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. " (Juan 10:10).
· La lepra, así como Satanás y el pecado, robará nuestras vidas, matándonos y destruyendo nuestro ministerio eventualmente.
Vemos a continuación como Moisés delineó reglas tan elaboradas para la limpieza del leproso y su restauración.
a) La Ley De La Limpieza.
· Vemos como después que tales reglamentos fueron hechos, no hubo un caso de sanidad de lepra en un israelita en todo el Antiguo Testamento.
· ¿Por qué entonces hizo Dios que Moisés escribiera las reglas?
La razón tal vez se debió a que Dios tenía una lección "oculta" de naturaleza "espiritual" en tales reglas para nuestra enseñanza. Examinemos los detalles en el capítulo 14 de Levítico.
· Las reglas que fueron prescritas por Moisés para declarar al leproso limpio y curado, son un cuadro del Antiguo Testamento para la limpieza del pecado en el Nuevo Testamento a través de Jesucristo.
Todos los elementos de la experiencia de nuestra salvación están allí.
1) Derramando La Sangre.
Un ave llevando la culpa del pecado, el derramamiento y aplicación de la sangre (la cual representa el sacrificio de Jesús derramando Su sangre para pagar la culpa de nuestro pecado).
2) Arrepentimiento Y Confesión.
El arrepentimiento, confesión (lo cual representa lo que debemos hacer para ser justificados, o para ser declarados justos cuando nacemos de nuevo).
3) Derramar Agua.
(Simboliza el bautismo en agua).
4) La Unción Con Aceite.
(Tipifica la obra del Espíritu Santo en la experiencia de nuestra salvación).
b) La Ley De La Limpieza Aplicada A Nuestras Vidas
1) Arrepentirnos
(Tornarnos del pecado y la rebelión hacia Dios, a la obediencia de Su Palabra).
2) Confesar Nuestros Pecados a Dios y recibir Su perdón.
Si hacemos esto de corazón sincero, somos salvos (sanados) del pecado.
3) Ser Bautizados.
Entonces, tenemos que obedecer a Jesús al aceptar ser bautizados en agua.
4) Experimentamos La Unción Del Espíritu Santo
Qué, es el que da testimonio junto a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios (Ro 8:16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.).
C) Unción Con Aceite.
1. Ungir significa colocar aceite o consagrar por medio de la aplicación de aceite. Después que el leproso era sano y obedecía las reglas de la limpieza, se presentaba ante el sacerdote levita para ser ungido con aceite.
2. El aceite en el Antiguo Testamento era símbolo del Espíritu Santo. Cuando se ungía a una persona con aceite, se estaba representando el bautismo en el Espíritu Santo sobre un creyente en Cristo para un propósito específico.
3. El leproso, una vez contaminado por la lepra, cuando era librado y limpiado de sus efectos, era ungido con aceite para mostrarle que había sido completamente restaurado para ocupar su lugar como miembro de la familia de Israel.
4. Todo pecador experimenta la unción del leproso cuando nace de nuevo del Espíritu. "Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios…" (Jn 3:5).
5. Todo el que cree en Jesús y somete la manera de su vivir al Señorío divino, de seguro que experimentará una medida del aceite de la unción del Espíritu Santo. Romanos 8:9 dice: "Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de él".
1 Corintios 12:3 agrega: "Y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo".
6. Estas Escrituras confirman que nadie puede en realidad nacer de nuevo sin experimentar alguna medida de la obra del Espíritu Santo.
7. Cuando somos bautizados en el Espíritu Santo, hay una unción más plena, la cual, discutiremos con más detalles en la sección de este capítulo sobre La unción del rey.
8. Tal unción es distinta de la obra principal de la salvación. No obstante, ambas envuelven la operación y ministerio del Espíritu Santo.
A. Tres Áreas De La Vida Afectadas.
"Y tomará el sacerdote de la sangre de la victima por la culpa, y pondrá el sacerdote sobre la ternilla de la oreja derecha del que se purifica, y sobre el pulgar de su mano derecha, y sobre el pulgar de su pie derecho.
B. Asimismo tomará el sacerdote del log de aceite… y pondrá sobre la ternilla de la oreja derecha… y sobre el pulgar de su mano derecha, y sobre el pulgar de su pie derecho, sobre la sangre de la expiación por la culpa… lo que quedare del aceite… pondrá sobre la cabeza del que se purifica…" (Lv 14:14-18).
Es importante notar que la sangre del sacrificio y el aceite de la unción fueron colocados sobre el oído, mano y pie.
Esto nos muestra que nuestra salvación y experiencia de unción (nuestra sanidad de lepra del pecado) afecta tres importantes áreas de nuestras vidas:
a) Oír - Nuestro oír de la voz de Dios (nuestros oídos)
b) Servicio - Nuestro servicio para nuestro Salvador (nuestras manos)
c) Caminar - Nuestro andar con Él (nuestros pies)
ü Si no escuchamos la voz de Dios (lea el Capítulo 2), nuestro servicio no será fructífero. Si no seguimos a Jesús en el servicio, nuestro andar con el Señor no será colmado.
ü Necesitamos la sangre para que limpie nuestro oír, nuestro servicio y nuestro andar.
ü Necesitamos la unción del Espíritu Santo para escuchar, para servir y para andar como debemos.
Tanto la sangre de Jesús como la unción del Espíritu Santo son partes necesarias de nuestra "gran salvación" (He 2:3).
II. La Unción Del Sacerdote
En los capítulos 29 y 30 de Éxodo y el capítulo 8 de Levítico aprendemos acerca de la consagración de Aarón y sus hijos para el sacerdocio.
A. Consagración Al Sacerdocio. Como en el caso de la unción del leproso, los tipos y símbolos del plan de salvación se encuentran en las reglas que se aplican a lo que es ser apartados (santificados) para el ministerio sacerdotal.
1) Sacrificio De Cordero Sin Mancha.
Aarón y sus hijos entraron por la puerta del Tabernáculo de Moisés y se detuvieron frente al altar de bronce. Allí, derramaban la sangre de un cordero sin tacha y sin defecto como una ofrenda por el pecado. Por medio de ese sacrificio, recibían el perdón de la culpa del pecado, cuya paga es muerte (Ro 6:23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.). Esto es representativo de la experiencia del nuevo nacimiento o la justificación.
2) Lavamiento Con Agua.
Después, se movían hacia el lavadero de bronce donde se lavaban completamente. Aquí experimentaban exoneración de su contaminación, del hábito o poder del pecado. Esto corresponde a lo que debe suceder en el bautismo del creyente en las aguas.
3) Vestiduras Sacerdotales Y Unción Con Aceite.
Luego, pasaban a la puerta de la "congregación en el tabernáculo" donde recibían sus vestiduras sacerdotales. Esta ceremonia concluía con su unción en aceite. Éxodo 30:30 declara: "Ungirás también a Aarón y a sus hijos, y los consagrarás para que sean mis sacerdotes".
B. Unción Para Santidad.
ü Concerniente al uso del aceite santo de la unción, el versículo 29 explica: "Con él ungirás el tabernáculo del testimonio… y los utensilios de adoración, y serán cosas santísimas, todo lo que tocare en ellos, será santificado".
ü Es claro, en los versículos anteriores, que cualquier cosa que el aceite de la unción tocara, era santo. Cuando Moisés derramó aceite sobre la cabeza de Aarón y sus hijos, fueron santos ante Dios.
ü Esta fue una unción para la santidad, en otras palabras, para ser apartado para el servicio de Dios por medio de vivir pía y justamente.
ü Así que, la unción sacerdotal nos enseña: consignarnos a la justicia y a la manera santa de vivir después de que hemos nacido de nuevo.
ü Desde ese tiempo en adelante, todos los sacerdotes eran ungidos para ser santificados de la misma manera. Había muchas cosas que un sacerdote no podía hacer debido a la santidad de su oficio. Debido a su unción, muchas cosas podían contaminar a un sacerdote, las cuales, puede que no contaminaran a otros.
1) Apartados Para El Señor.
Esta ceremonia fue la que separó a Aarón y sus hijos totalmente para el sacerdocio de Dios. Ellos fueron santificados para tal oficio. Donde la unción del leproso tipificó nuestra justificación, la unción sacerdotal representó nuestra separación para el servicio del Señor y para una vida santa.
Apocalipsis 1:6 dice: "Y nos ha hecho reyes y sacerdotes para Dios y su Padre…". 1 Pedro 2:9 dice: "… vosotros sois… real sacerdocio…".
El creyente en Jesucristo ha sido llamado a andar ante Dios como un sacerdote santo.
2) Pureza Y Poder.
Escuché, años atrás, a una persona diciendo: "¡Cuándo comenzamos a hablar a Dios acerca del PODER, Él empieza a hablarnos acerca de PUREZA!" ¡Cuán cierto es esto!
· Tenemos que ser salvos no sólo de la culpabilidad del pecado, sino también de su contaminación, hábito y control sobre nuestras vidas. "… y llamarás su nombre Jesús [que significa libertador], porque él salvará a su pueblo de sus pecados" (Mt 1:21).
· Algunos predicadores dicen: "Somos salvos en pecado". La Biblia dice que somos salvos del pecado. Somos salvos, ¡NO PARA PECAR! No somos salvos para hacer del pecado una práctica. "El que hace pecado, es del diablo…" (1 Jn 3:8).
¡Oh, cuánto necesitamos esta unción sacerdotal hacia la santidad! "Dios, te suplicamos que derrames sobre nosotros tal unción de manera ilimitada." Si no vamos a ser destruidos por Su poder en operación, entonces tenemos que tener su pureza expresada a través de nosotros.
III. La Unción Del Rey
La tercera unción en el Antiguo Testamento, es la unción del Rey. La unción del primer rey de Israel, Saúl, es descrita con las siguientes palabras: "Tomando entonces Samuel una ampolla de aceite, derrámala sobre su cabeza [la de Saúl], y bésalo, y dígale: ¿No te ha ungido Jehová por capitán sobre su heredad?" (1 S 10:1).
Leemos acerca de la segunda ocurrencia cuando David fue ungido rey para reemplazar a Saúl.
"Envió pues él [Isaí, el padre de David], e introdújolo [a David]; el cual era rubio, de hermoso parecer y de bello aspecto. Entonces Jehová dijo: Levántate y úngelo, que este es.
Entonces Samuel tomó el cuerno del aceite, y ungióle de entre sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová tomó a David" (1 S 16:12, 13).
A. Impartir Poder Y Autoridad.
La unción del rey impartirá el poder y autoridad del oficio de rey.
ü Con esa unción, el Espíritu de Dios vino sobre el rey a fin de que pudiera gobernar al pueblo de Dios: Israel.
ü El cumplimiento de la autoridad y poder del Nuevo Testamento que resultó de la unción del rey, se encuentra en Hechos 1:8: "Mas recibiereis la virtud del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros".
ü El Bautismo con el Espíritu Santo, es claramente el duplicado de la UNCIÓN DEL REY en el Nuevo Testamento.
"Y fueron todos llenos del Espíritu santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, como el espíritu les daba que hablasen… y los apóstoles les daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con gran esfuerzo [poder]… y muchos milagros y prodigios eran hechos por los apóstoles en el pueblo…" (Hecho 2:4; 4:33; 5:12).
Estas tres unciones que hemos visto en el Antiguo Testamento hablan de:
a. Justificación: hemos sido perdonados
b. Santificación: pureza de corazón
c. Autoridad Y Poder: Dios quiere que nosotros disfrutemos del fruto de las tres unciones en nuestras vidas y ministerio. Examinemos algunos hombres en la Biblia quienes disfrutaron de esa "triple unción" o "plena unción".
B. EJEMPLOS DE UNCIÓN TRIPLE
(De Melquisedec A Samuel 2000 AC-1000AC)
1. Melquisedec
"Tu fortaleza será renovada de día en día… Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec" (Sal 110:3, 4).
Bajo el orden de Moisés, uno tenía que ser miembro de la tribu de Leví a fin de poder ser un sacerdote. Cuando Jesús vino, nació de la tribu de Judá, de donde tendrían que venir los reyes. (Lea Génesis 49:8-10).
¿Qué derecho tenía Jesús (o usted y yo) al ministerio sacerdotal?
Él vino de la tribu equivocada.
ü El Apóstol Pablo resolvió este dilema en su epístola a los hebreos. Él les explicó que el ministerio sacerdotal de Jesús (así como el nuestro) estaba basado en el precedente establecido por el orden sacerdotal de Melquisedec. (Lea Hebreos 7).
ü Melquisedec es uno de los personajes más misteriosos en la literatura bíblica. Su nombre en hebreo significa: "Rey de justicia". El también era el rey de la ciudad conocida como Salem (más tarde llamada Jerusalén, que en hebreo significa "Ciudad de Paz"). Así que, podemos deducir que él era Rey de Paz y Rey de Justicia.
ü Fue además Sacerdote del Dios Alto, quien bendijo a Abraham después de que regresó de su victoria sobre los reyes que se habían llevado cautivos a su sobrino Lot y familia (Gn 14:18-20). Melquisedec funcionó como profeta, sacerdote y rey. Como tal, era un ejemplo perfecto (tipo o representación profética) del Rey Mesías por venir: Jesús.
¿Qué hizo que Melquisedec fuera profeta, sacerdote y rey?
ü La unción que había sobre su persona. "Funcionó en la unción". Dios hizo a Melquisedec lo que fue, al ungirlo.
ü Y esa es la misma forma en la que Jesús, nuestro sumo sacerdote, profeta y rey, funciona.
ü Esa es además la autoridad por medio de la cual todo hombre lleno del Espíritu de Dios opera.
ü Nosotros ejercemos derechos o privilegios proféticos, sacerdotales y reales (de rey) únicamente por virtud de la unción.
2. Moisés
Moisés fue otro hombre que disfrutó de esa "unción triple". Dios usó a Moisés para liberar a Su pueblo de Egipto.
ü Luego, a través de él, Dios otorgó la ley a Israel. Moisés gobernó sobre los israelitas por cuarenta años.
ü Él pudo hacer tal obra únicamente por la unción especial que llevaba de parte de Dios. Llevaba tanto la unción de profeta-sacerdote como la de rey.
ü Como sacerdote, intercedía por Israel y los instruía en el camino de la justicia.
ü También gobernó sobre ellos como rey.
ü Su vida se caracterizó por una tremenda unción de poder y dedicación a la oración.
ü Llevó sobre sí una plena unción. Fue un hombre que ejerció los derechos sacerdotales para tener acceso a Dios y también ejerció gran autoridad sobre el pueblo como rey.
ü Es de especial interés notar que Moisés no recibió el título de "sacerdote", ni de "rey", aunque operó en ambas áreas.
3. Los Jueces
Los "jueces" fueron hombres y mujeres quienes también recibieron una "unción triple".
Necesito aclarar un malentendido acerca de los jueces. Ellos fungieron como
ü "salvadores", en el aspecto de que ellos salvaron a la nación de sus adversarios.
ü Fueron "libertadores", en el sentido de que libraron a Israel de sus enemigos opresores.
ü Fueron "jueces" únicamente en el sentido de que ellos trajeron juicio y sabio consejo a la nación.
4. Samuel
Samuel es el último de esa extensa lista de hombres que llevaron la "triple unción" divina.
ü Durante el período de mil años (1,000), desde Melquisedec hasta Samuel, Dios había estado derramando esa "triple unción" sobre los hombres llamados para proveer de liderato a Su pueblo escogido.
ü Al igual que Moisés, Josué y los jueces antes de él, Samuel fue levantado por Dios para un tiempo especial de gran necesidad en Israel. Samuel, en armonía con lo precedente, no llevó el título de sacerdote o rey. No obstante, la función de un profeta-sacerdote y rey, fueron evidentes en su vida.
ü Durante el tiempo en el que Israel necesitaba escuchar del Señor, Samuel fue ungido para profetizar. Samuel ministró bajo la completa unción de profeta, sacerdote y rey.
C. LA UNCIÓN DIVIDIDA
De Saúl Al Nacimiento De Cristo de 1000 AC - 4AC)
En efecto, la unción se dividiría entre los hombres con títulos de "reyes" y otros con títulos de "sacerdotes".
ü Los reyes serían destruidos por la unción real, debido a la falta de santidad.
ü Los sacerdotes levitas tomarían la unción sacerdotal y la prostituirían por medio de la ausencia de autoridad y poder en sus vidas.
1. Israel Demanda Un Rey
Uno de los capítulos más tristes en la historia, comenzó cuando Israel demandó un líder que llevaría por título: rey.
Dios advirtió a Israel a través de Samuel:
"Este será el derecho del rey que ha de reinar sobre vosotros: tomará vuestros hijos, y los pondrá en sus carros… ponerlos asimismo a que aren sus campos, y sieguen sus mieses sin paga… El diezmará vuestras simientes y vuestras viñas, para dar a sus eunucos y a sus siervos. Y clamaréis aquel día a causa de vuestro rey que os habréis elegido…" (1 S 8:10-18).
El pueblo no estaba en el humor de escuchar. Samuel había envejecido y nombrado a sus hijos, Joel y Abijam, como jueces de Israel. "Mas no anduvieron los hijos por los caminos de su padre, antes se ladearon tras la avaricia, recibiendo cohecho y pervirtiendo el derecho" (1 S 8:3).
Como resultado, los ancianos de Israel se preocuparon de la conducta de los hijos de Samuel. Ellos no pudieron creer que Dios podría proporcionar otro líder con una "triple unción", por consiguiente, fueron con Samuel y le dijeron:
"He aquí tú has envejecido, y tus hijos no van por tus caminos: por tanto, constitúyenos ahora un rey que nos juzgue, como todas las gentes" (1 S 8:5).
Esa petición entristeció mucho a Samuel. Pero Dios estaba aún más herido que Samuel. Él le dijo a Samuel:
"Oye la voz del pueblo en todo lo que te dijeren: porque no te han desechado a ti, sino a mí me han dejado, para que no reine sobre ellos. Que me han dejado y han servido a dioses ajenos, así hacen también contigo… Oye su voz, y pon rey sobre ellos…" (1 S 8:7, 8, 22).
El pueblo estaba feliz de haber prevalecido con Dios. Ellos no percibieron que habían escogido lo trágico. Aunque Samuel les advirtió, ellos rehusaron escuchar,
He dicho a menudo: "A veces el juicio más grande que Dios puede derramar sobre nosotros, es abandonarnos a nuestros propios caminos". ¡Esto es algo sombrío, pero verdad!
A. Unción Únicamente Para Ejercer Poder.
"Tomando entonces Samuel una ampolla de aceite, la derramó sobre su cabeza, y lo beso, y le dijo: ¿No te ha ungido Jehová por capitán sobre su heredad?" (1 S 10:1).
ü ¿Por qué fue rechazado Saúl más tarde como Rey? Porque fue impaciente en esperar por Samuel para que ofreciera el sacrificio y usurpó los deberes de sacerdote al ofrecer tal sacrificio a Dios (1 S 13:8-14).
ü Cuando Saúl trató de funcionar en aquello para lo cual nunca había recibido unción, fue juzgado inmediatamente y rechazado por Dios.
ü Cuando Israel demandó un rey, la unción fue dividida. El rey solo tenía una unción parcial... Solamente tenía la unción de rey para gobernar, no la unción sacerdotal para ministrar a Dios con obediencia y santidad.
Un rey verdaderamente teocrático, lleva la plena unción de Dios. Reina tanto como profeta-sacerdote que como rey.
B. La Falta de Santidad Trae Fracaso.
ü Dios sabía que ningún hombre jamás podría reinar bajo la unción de rey a menos que fuera equilibrada por la unción sacerdotal para la santidad en el Señor.
ü La mayoría de los reyes de Israel y Judá fracasaron en su liderato debido a la falta de santidad en sus vidas.
v Dios rechazó a Saúl como rey por su desobediencia Saúl quitándose su propia vida.
v El reino de David fue deteriorado por su pecado de inmoralidad con Betsabé.
v El reino de Salomón tuvo un fin desastroso debido a su falta de santidad e idolatría.
v Israel eventualmente se dividió de Judá y, después de aproximadamente doscientos años, fue llevado al exilio o cautividad principalmente por causa de los pecados de sus reyes impíos; ellos tenían el poder y autoridad de Dios, pero no caminaron en Su santidad.
v Esto trajo los juicios divinos sobre la nación, lo cual trajo como resultado la dispersión de los israelitas por todas las partes de la tierra.
Sacerdotes Sin Poder.
Los fariseos de los tiempos de Jesús fueron la extensión final de tal error. Esos sacerdotes "sin poder" y parcialmente ungidos, no permanecieron firmes ante Dios
· Demandas Legalistas.
· Los fariseos demandaban una adherencia estricta a la letra de la Ley. Perdieron la perspectiva del propósito de la Ley y fueron muy insensibles a las necesidades humanas.
· Esa demanda inflexible y legalista hacia la adherencia a normas religiosas que no eran bíblicas, hizo que fueran inclementes, vengativos y arrogantes.
· Esto los catalogó como los religiosos más hipócritas en la historia religiosa. Jesús dirigió Sus más feroces reprensiones a esos "maestros de la ley". Antes, todas sus obras hacen para ser mirados de los hombres… Y aman
LA "TRIPLE UNCIÓN" RESTAURADA
El pueblo de Dios había pasado grandes sufrimientos a manos de los reyes impíos de Israel. Habían experimentado la ira de Dios debido a los errores de sus líderes.
1. La Promesa De Dios De Restauración
ü Por lo tanto, la promesa de Dios trajo gran esperanza al pueblo: "Y restituiré tus jueces como al principio, y tus consejeros como el primero: entonces te llamarán ciudad de justicia, Ciudad fiel" (Is 1:26).
ü Este tema recurrente, estuvo muy a menudo presente en el mensaje de Isaías: "He aquí que en justicia reinará un rey, y príncipes presidirán en juicio. Y será aquel varón como escondedero contra el viento, y como acogida contra el turbión; como arroyos de aguas en tierra de sequedad, como sombra de gran peñasco en tierra calurosa" (Is 32:1, 2).
ü La identidad de este rey justo emerge sin equivocación alguna a medida que leemos otras escrituras adicionales "Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado; y el principado sobre su hombro: y llamarás su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz…" (Is 9:6).
ü Este Príncipe de Paz también disfrutaría de la unción de profeta-sacerdote y rey: "La vara de tu fortaleza enviará Jehová desde Sion: Domina en medio de tus enemigos… Juró Jehová, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec" (Sal 110:2-4).
2. La Promesa De Dios Cumplida En Jesucristo
La promesa de Dios para la restauración de la plena unción fue cumplida en Jesucristo. Fue
ü "ungido con óleo de alegría más que a tus compañeros" (He 1:9).
ü Jesús reina como "Apóstol y pontífice" (He 3:1) y como "Rey de Reyes y Señor de Señores" (Ap 17:14).
ü Solo El "ha sido hecho por Dios sabiduría, y justificación, y santificación, y redención" (1 Co 1:30).
ü "Es como el buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón, y que baja hasta el borde de sus vestiduras" (Sal 133:2).
Una hermosa ilustración y verdad son expresadas en el versículo anterior. La unción que venía sobre el sumo sacerdote corría desde la cabeza hasta las extremidades inferiores de su cuerpo.
a) Debemos Llevar Su Unción. Ahora sabemos que somos miembros del Cuerpo de Cristo (1 Co 12:27). Sabemos que Cristo es cabeza y sumo sacerdote (Ef 1:22; He 3:1).
Así que, "la triple unción" que fue derramada sobre Él, fluye a través de nosotros los miembros de su cuerpo. Podemos participar de la misma unción que estaba sobre Él.
La unción de Jesús fue la ilustración final de la unción que Dios desea que nosotros tengamos.
Como líderes de la Iglesia, tenemos que llevar Su unción,
ü La unción para vivir vidas justas, santas y ungidas;
ü Para sanar los enfermos,
ü Echar fuera demonios
ü Predicar estas Buenas Nuevas del reino en todos los rincones del mundo.
ü En resumen, una unción del poder.
1 P 2:9 dice que nosotros somos: "..Linaje escogido, real sacerdocio (sacerdotes-reyes). "Y nos ha hecho reyes y sacerdotes para Dios" (Ap 1:6; 5:10).
Pasos Para Recibir La Unción Triple
1. Nacer De Nuevo. ( La unción del leproso aceptar a Cristo como tu salvador)
2. Bautizado en agua. "sepultado con Él en el bautismo" (Ro 6:4).
"…que nuestro viejo hombre juntamente fue crucificado con él, para que el cuerpo del pecado sea deshecho, a fin de que no sirvamos mas al pecado" (Ro 6:6).
v En un bautismo en agua, llevado a cabo de acuerdo a la escritura, usted puede recibir su "unción sacerdotal" a fin de salir caminando en novedad de vida y libre del dominio del pecado. Espere que esto suceda cuando sea sumergido en las aguas del bautismo.
3. Bautismo En El Espíritu Santo. Su "unción de rey" para obtener poder y autoridad viene de Jesús. Juan nos dice: "…la unción que vosotros habéis recibido de él, mora en vosotros…" (1 Jn 2:27). Como declaramos antes, ésta fluye de la cabeza hacia las partes inferiores del cuerpo.
ü Juan el Bautista dijo de Jesús: "Yo os bautizo en agua, mas… Él os bautizará en Espíritu Santo… y fuego" (Mt 3:11). Juan quiso decir que Jesús bautizaría de la misma manera en que él lo hacía, pero con la excepción de que sería con el Espíritu Santo en lugar de agua.
ü Deje Que Jesús Le Bautice Con El Espíritu Santo. Usted tiene que dejar que Jesús le bautice con el Espíritu Santo. El día de Pentecostés: "…vino un estruendo del cielo como de un viento recio… el cual hinchó toda la casa donde estaban sentados" (Hch 2:2).
ü Sumergidos En El Espíritu. Juan los bautizó en agua. Fueron sumergidos en las aguas del Río Jordán. Jesús le bautizará con el Espíritu Santo. Él es el que bautiza y el Espíritu Santo simboliza las aguas espirituales en las que Jesús le sumerge.
Así como en Pentecostés, levante su voz en oración a Jesús; y reciba el Espíritu Santo en Su Nombre.
A medida que percibe al Espíritu Santo llenándole, deje que Él le otorgue esa lengua celestial en su oración y adoración a su Padre celestial.
A medida que el Espíritu le da palabras o sílabas para hablar, dígalas con fe en Dios. Usted no entenderá las palabras, pero su Padre celestial sí. "Y comenzaron a hablar en otras lenguas, como el Espíritu les daba que hablasen" (Hch 2:4). ¡Haga eso mismo, en este momento!
En este bautismo, su "unción de rey" tendrá su principio; luego, así como las demás unciones del Espíritu, irá creciendo y aumentando a medida que usted marche adelante en su caminar con el Señor. ¡ALELUYA!
CONCLUSIÓN
Debemos Mantener La Unción Plena
Juan nos dice:
· "Pero la unción que vosotros habéis recibido de él, mora en vosotros, mas como la unción misma os enseña de todas las cosas, y es verdadera… os ha enseñado a perseverar en Él.
· Y ahora hijitos, perseverad en Él; para que cuando apareciere, tengamos confianza, y no seamos confundidos de él en su venida" (1 Jn 2:27,28). La terminología "morar" parece ser la clave.
· "Estad en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto de sí mismo, si no estuviere en la vid; así ni vosotros, si no estuvieres en mí
· "Yo soy la vid, vosotros los pámpanos: el que está en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque sin mí nada podéis hacer. El que en mí no estuviere, será echado fuera como mal pámpano, y se secará; y los cogen, y los echan en el fuego, y arden.
· Si estuviereis en mí, y mis palabras estuvieren en vosotros, pedid todo lo que quisiereis, y os será hecho" (Jn 15:4-7).
a) Morar En Jesús. ¿Cómo podemos dirigir de la mejor manera con la unción completa? ¡Por medio de morar en Jesús! Morar significa "permanecer, continuar, residir, habitar, estar".
Pablo dijo eso de la siguiente manera: "Por tanto de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él… Arraigados y sobreedificados… y confirmados en la fe… creciendo en ella con hacimiento de gracias" (Col 2:6,7).
b) La independencia y autosuficiencia son virtudes de personas capacitadas (maduras). No obstante, pueden ser nocivas en nuestras relaciones espirituales con Jesús. Él dice: "¡Reside... permanece en Mí! ¡Depende de Mí!"
c) El que el pámpano pueda permanecer en la vid significa que continúe conectado, a fin de que reciba la vida que fluye a través de la vid. El ser fructífero depende de esa conexión vital con la vid. De esa misma manera, nosotros tenemos que permanecer en relaciones íntimas con Jesús. Si lo hacemos, Su vida y Su unción siempre fluirán a través de nosotros.
d) Seamos como María: quien escogió sentarse a Sus pies a escuchar Sus palabras (Lc 10:38-42).
e) Entonces, ministraremos dentro de esa plena unción de Jesús: profeta-sacerdote y rey. La adoración y la alabanza vendrán a ser como el aliento de vida. Seremos equipados con Su poder y dones para liberar a otros en la misma libertad que disfrutamos.
f) Cuán trágico es que un hombre sobre quien Dios haya puesto Su mano, utilice tal unción para promover sus propios propósitos. ¡No haga tal cosa!".