La Película Celestial

Esta es más una predica de nuestra serie: El Evangelio.

En la última palabra hablamos acerca del viejo pacto, pero hoy vamos hablar del día en que el Hijo del hombre, Jesucristo que es el hijo de Dios como representante de todos los hombres, firmó el nuevo pacto con el Creador. La firma de este nuevo pacto aconteció en 2 lugares diferentes.

El primer lugar fue en la Cruz del Calvario, cuando Jesús se entregó para perdón de nuestros pecados.

Esa es la historia más conocida, pero hay una ensena que sucedió en otro lugar, fue en el cielo. Algo los ojos humanos no vieron, pero sí fue revelado por el Espíritu Santo.

Decidí titular esa palabra como la Película Celestial, porque estoy seguro que en el momento, todos los seres celestiales miraban esa ensena atentamente, sorprendidos por el Amor de Dios hacia su creación.

Introducción

Para entienda un poco mejor preparé una ilustración

Quiero que imagine conmigo la siguiente historia:

Juancito cierto día recibe un invitación de su amigo para mirar una película en su casa, pero el amigo no le dice que película es.

- Le llama y le dice: Juan vení el viernes a las 20h, estarán todos acá vamos mirar una pelí.

Juancito responde: Si si, dale, voy a estar.

En día determinado, Juan va a la casa de su amigo y resulta que llegó un poco atrasado y la película ya había empezado. Las luces estaban apagadas y Juan para no molestar, se sienta en silencio y empieza a mirar la película tratando de entender la trama de la película, buscando entender que está pasando.

Pasan 5, 10 minutos de película y Juan está más perdido que Adán en el día de la madre. ¡No entiende nada!

De repente se da cuenta que la película es parte de una serie de películas, y esa la de numero 3. Igual que Guerra en las Estrellas o Transformes, el Señor de los anillos aquella película no se podía entender a menos que hubiese visto las anteriores.

En aquel momento sucede la ensena más esperada de la película estaba prestes a suceder, en la trama de la película, había un romance que empezó en la película 1 y que solamente en la película 3 de la serie, finalmente el beso tan esperado estaba prestes a suceder, sus amigos estaban emocionados, eufóricos. Decían, es ahora, es ahora, finalmente, sucederá...... Sus corazones latían fuerte no podían contenerse tamaña la emoción de presencias la ensena.

Juancito, por otro lado, al no entender muy bien lo que sucedía, solamente miró, le gustó, le pareció interesante, pero sin mucho sentido.

Ya sus amigos, cuando finalmente presenciaron la ensena del beso celebraron porque finalmente la trama tuvo un final feliz.

Hoy les voy a mostrar una ensena, una pequeña parte de una Película Celestial, esa “película celestial” la llamaremos: El Gran Sacrificio Supremo.

Así como Juancito, quizás miraste la película, ya entiendes de que se trata, pero al no tener un conocimiento profundo de las películas anteriores, no pudiste entender en profundidad lo que realmente sucedió cuando el hijo de Dios murió en la Cruz.

Mi misión hoy es abordar contigo la ensena principal, y ayudarte entender que fue lo que sucedió en la tierra y principalmente en el cielo en el día que Jesús murió en la Cruz.

El Espíritu Santo será aquel que te traerá revelación a tu espíritu, de manera que comprendas las verdades espirituales de Dios.

¿Preparados?

Texto Principal

Hebreos 9:24–28 NVI

En efecto, Cristo no entró en un santuario hecho por manos humanas, simple copia del verdadero santuario, sino en el cielo mismo, para presentarse ahora ante Dios en favor nuestro. Ni entró en el cielo para ofrecerse vez tras vez, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena. Si así fuera, Cristo habría tenido que sufrir muchas veces desde la creación del mundo. Al contrario, ahora, al final de los tiempos, se ha presentado una sola vez y para siempre a fin de acabar con el pecado mediante el sacrificio de sí mismo. Y así como está establecido que los seres humanos mueran una sola vez, y después venga el juicio, también Cristo fue ofrecido en sacrificio una sola vez para quitar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, ya no para cargar con pecado alguno, sino para traer salvación a quienes lo esperan.

1. La Ensena Celestial

Es sobre este momento majestuoso que quiero profundizar en esa palabra. Eso es muy importante porque lo que sucedió en este día en el cielo afecta su vida directamente.

En Hebreos 9:24 dice “En efecto, Cristo no entró en un santuario hecho por manos humanas, simple copia del verdadero santuario, sino en el cielo mismo, para presentarse ahora ante Dios en favor nuestro.”

Aquí en ese exacto momento dice que Cristo entró en un santuario que no es simple copia del verdadero. O sea aquí vemos claramente que existen 2 santuarios, uno que es el hecho por manos humanas y otro es un santuario que no fue hecho por manos humanas.

a) El Santuario

El Santuario que fue hecho por manos humanas es el santuario construido por Moisés, es el tabernáculo, ese tabernáculo es inspirado en el tabernáculo verdadero que existe en el cielo, es una copia de algo real, pero a real me refiero al verdadero tabernáculo celestial.

Hebreos 8:5 NVI

Estos sacerdotes sirven en un santuario que es copia y sombra del que está en el cielo, tal como se le advirtió a Moisés cuando estaba a punto de construir el tabernáculo: «Asegúrate de hacerlo todo según el modelo que se te ha mostrado en la montaña.»

Moisés vio un modelo, la ley, las ceremonias de culto, la institución de un sacerdote, todo eso fue dado por Dios a Moisés como una copia de lo que sucedería en el cielo.

Hebreos 9:1–6 (NVI)

Ahora bien, el primer pacto tenía sus normas para el culto, y un santuario terrenal. En efecto, se habilitó un tabernáculo de tal modo que en su primera parte, llamada el Lugar Santo, estaban el candelabro, la mesa y los panes consagrados. Tras la segunda cortina estaba la parte llamada el Lugar Santísimo, el cual tenía el altar de oro para el incienso y el arca del pacto, toda recubierta de oro. Dentro del arca había una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que había retoñado, y las tablas del pacto. Encima del arca estaban los querubines de la gloria, que cubrían con su sombra el lugar de la expiación. Pero ahora no se puede hablar de eso en detalle.

Así dispuestas todas estas cosas, los sacerdotes entran continuamente en la primera parte del tabernáculo para celebrar el culto.

En ese texto, estas viendo como estaba organizado el tabernáculo y también estás viendo el funcionamiento del mismo.

b) El Sumo Sacerdote

Ahora, preste mucha atención, porque había algo muy especial que sucedía una sola vez al año:

Hebreos 9:7 NVI

Pero en la segunda parte entra únicamente el sumo sacerdote, y sólo una vez al año, provisto siempre de sangre que ofrece por sí mismo y por los pecados de ignorancia cometidos por el pueblo.

Existían los sacerdotes y el sumo sacerdote, El Sumo Sacerdote solo podía entrar una sola vez al año en el lugar llamado Lugar Santísimo o Santuario. El Santuario era el lugar de la habitación de Dios, el lugar donde está el trono de Dios. Cuando el Sumo Sacerdote entraba ahí era con un solo objetivo, ofrecer el sacrificio de expiación por los pecados de ignorancia cometidos por TODO el pueblo.

Toda la vida del pueblo, todo el año, las bendiciones, las cosechas, la prosperidad, la salud, todo seria definido en ese sacrificio, si el Sumo Sacerdote fracasaba en la tarea de ofrecer el sacrificio, todo el pueblo era maldecido, pero si todo salía bien, el pueblo era bendecido por el tiempo de 1 año, y nuevamente al año siguiente el Sumo Sacerdote debería hacer un nuevo sacrificio por los pecados del pueblo.

Por eso el debería antes de entrar en la presencia misma de Dios, el primero hacía un ritual de purificación, también amaraba una soga en la cintura, pues si mientras estaba el presencia de Dios, tuviese cualquier pensamiento impuro, moría en el instante y era removido por la soga y un nuevo Sumo Sacerdote era establecido.

Todo eso es apenas una figura, una sombra de lo que sucedería en el tabernáculo celestial.

Esa es la ensena terrenal: Un santuario donde está la presencia de Dios, un Sumo Sacerdote perfecto y un cordero perfecto para morir pagando por los pecados del pueblo con su propria vida.

c) El Cordero

El cordero era aquel que llevaba la vida, el cordero era el que recibiría la condenación, el era el que pagaba por los pecados del pueblo. La sangre del cordero quitaba del pueblo la consecuencias del pecado cometido.

Juan 1:29 “Al día siguiente Juan vio a Jesús que se acercaba a él, y dijo: «¡Aquí tienen al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!”

1 Pedro 1:18-19 “Como bien saben, ustedes fueron rescatados de la vida absurda que heredaron de sus antepasados. El precio de su rescate no se pagó con cosas perecederas, como el oro o la plata, sino con la preciosa sangre de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin defecto.”

La sangre de ningún animal seria capaz de quitar para siempre el pecado del pueblo, pero la sangre preciosa de Jesús era diferente de la sangre de todos los animales.

2. El Perdón de los Pecados

El clímax de esta ensena, es el momento donde Cristo está delante de Dios y presenta su propria sangre tu favor, una única vez y para siempre.

Vamos leer Hebreos 10:1-18

Hebreos 10:1–18 NVI

La ley es sólo una sombra de los bienes venideros, y no la presencia misma de estas realidades. Por eso nunca puede, mediante los mismos sacrificios que se ofrecen sin cesar año tras año, hacer perfectos a los que adoran. De otra manera, ¿no habrían dejado ya de hacerse sacrificios? Pues los que rinden culto, purificados de una vez por todas, ya no se habrían sentido culpables de pecado. Pero esos sacrificios son un recordatorio anual de los pecados, ya que es imposible que la sangre de los toros y de los machos cabríos quite los pecados. Por eso, al entrar en el mundo, Cristo dijo: «A ti no te complacen sacrificios ni ofrendas; en su lugar, me preparaste un cuerpo; no te agradaron ni holocaustos ni sacrificios por el pecado. Por eso dije: “Aquí me tienes —como el libro dice de mí—. He venido, oh Dios, a hacer tu voluntad.” » Primero dijo: «Sacrificios y ofrendas, holocaustos y expiaciones no te complacen ni fueron de tu agrado» (a pesar de que la ley exigía que se ofrecieran). Luego añadió: «Aquí me tienes: He venido a hacer tu voluntad.» Así quitó lo primero para establecer lo segundo. Y en virtud de esa voluntad somos santificados mediante el sacrificio del cuerpo de Jesucristo, ofrecido una vez y para siempre. Todo sacerdote celebra el culto día tras día ofreciendo repetidas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados. Pero este sacerdote, después de ofrecer por los pecados un solo sacrificio para siempre, se sentó a la derecha de Dios, en espera de que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies. Porque con un solo sacrificio ha hecho perfectos para siempre a los que está santificando. También el Espíritu Santo nos da testimonio de ello. Primero dice: «Éste es el pacto que haré con ellos después de aquel tiempo—dice el Señor—: Pondré mis leyes en su corazón, y las escribiré en su mente.» Después añade: «Y nunca más me acordaré de sus pecados y maldades.» Y cuando éstos han sido perdonados, ya no hace falta otro sacrificio por el pecado.

Conclusión

Nunca permitas que el diablo te acuse de ningún tipo de de pecado, porque la sangre de Cristo es la prueba de que tus pecados contra Dios fueron perdonados. Sea libre de todas acusación y descanse en el sacrificio de la Cruz.

Un nuevo camino fue abierto, ahora diferente del suma sacerdote, podemos acercarnos confiadamente al trono de la gracia.

Hebreos 4:16 NVI

Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos.