Vamos a poner un ejemplo: una de las cosas que hace que nuestro lenguaje sea adecuado es la intención con la que hablamos con los demás. Cuando vas a hablar con una persona y es una conversación que tiene un recorrido significativo. Pregúntate ¿cuál es la intención con la que estoy hablando con esta persona? Supongamos que vas a corregir a alguien, ¿por qué lo corriges? ¿para tener la razón? ¿por hacerte el espiritual?, ¿por ponerte por encima de esa persona? ¿Y cómo sé cuál es mi intención?, primero hazle caso a tu conciencia, no la ignores, una vez tienes una intención clara, ¿qué ocurre cuando tú corriges a alguien y no te da la razón? ¿cómo te sientes? esta es una buena pregunta de conocer cuál es tu intención. Abrimos debate.