Los asuntos de tu Padre

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Comentario Bíblico Mundo Hispano Tomo 16: Lucas ((2) En el templo: su iniciación, 2:41–50)
(2) En el templo: su iniciación, 2:41–50. En este episodio lucano se revela el propósito de Jesús. Es necesario recordar que no había sido “rescatado” en su presentación a Dios en el Templo (ver 2:22–24); por ello, siempre estuvo consagrado a su Padre y a él debía volverse ahora.
Este texto responde a la cosmovisión existencial de un médico misionero, e historiador gentil y griego. Es muy probable que aquí también la relatora de Lucas haya sido la misma María, o algún íntimo allegado, que abundó en los detalles familiares. Los eruditos en efecto creen que Lucas entrevistó a María, o a una fuente muy cercana a ellas para efectos de construir el relato de la infancia de Jesús.
Este relato es de profunda incidencia en torno a la identidad y propósito de Jesús mismo, así como de su misión en el mundo.
La ley judía obligaba a que todos los hombres, a partir de los (12 años), fueran al templo tres veces al año en las fiestas de Pascua, Semanas y Tabernáculos (comp. Éxo. 23:14–17; 34:23; Deut. 16:6, 16, 17). Sin embargo, los que vivían muy lejos sólo iban una vez y preferían la fiesta de la Pascua, por ser la más importante (v. 41), aunque Lucas precisa que José y María, al menos, iban anualmente a Jerusalén.
Este pasaje es una especie de símbolo profético del ministerio y sacrificio de Cristo. Hay que recordar que fue en víspera de otra Pascua en que Jesús fue entregado y muerto en la cruz. También es significativo que sus padres tardaron tres días en encontrarlo (v. 46). Aquella es una expresión que en el cristianismo temprano se refería a la resurrección de Jesús. Al “tercer día” luego de su muerte, Jesús resucitó. Por lo tanto, este pasaje no es una inserción al azar. Tiene un propósito cuidadosamente planificado en la agenda de Lucas: mostrarnos la identidad y misión prefigurada de Jesús, en un evento judío, aparentemente común.El Bar mitzvah es una ceremonia judía oficial de iniciación, en la que participaban sólo los varones judíos alrededor de los (13 años) de edad (algunos creen que 12), y a través de la cual se convertían en miembros plenos del judaísmo. En ese tiempo se convertían oficialmente en israelitas adultos, aceptando la responsabilidad de cumplir fielmente la ley. José y María posiblemente llevaron a Jesús al templo a los (12 años) para que se familiarizara con el lugar y las festividades que se realizaban allí. Además, al parecer, esto lo prepararía para su iniciación religiosa en el año siguiente.Algunos eruditos creen que Jesús participó en efecto del Bar mitzvah en esta ocasión, y es la razón por la que Lucas la incluye en su Evangelio. Otros piensan que tal ceremonia para ese entonces no se habría oficializado todavía. Sin embargo, creen que se trata de una analogía de los rituales romanos de ingreso a la edad adulta. De cualquier modo, Lucas tuvo una poderosa razón para insertar este hecho. Y la circunstancia histórica bien pudo haber sido la celebración oficial del Bar mitzvah (comp. el tema de la circuncisión, presentación y su posterior bautismo para “cumplir toda justicia” en el judaísmo; Mat. 3:15).La gente peregrinaba a Jerusalén en caravanas, por cuestiones de seguridad y fraternidad. De ese modo se protegían de los peligros, compartían la vigilancia de sus hijos, y también disfrutaban de comunión y apoyo logístico. El camino tardaba alrededor de cinco días. José y María supusieron que Jesús iba entre ellos, después de todo ya era casi un “adulto”, mucho más cuando, como yo creo, había participado en realidad, del Bar mitzvah. Lo menos que se esperaba era que se comportara como tal. Pero contrariamente a sus expectativas, Jesús se quedó en el templo, en actitud más coherente con los votos que acababa de hacer. Cuando descubrieron que no encontraba entre ellos, regresaron a la gran ciudad para buscar a Jesús (vv. 42–45). Cuando le encontraron se maravillaron (ekplésso1605), esto es, estaban fuera de sus sentidos.A priori se nota un conflicto de percepción entre Jesús y sus “padres históricos”. Es como si Jesús les dijera: “¿No les parece que hay un contra propósito entre lo que ustedes me piden hacer y sus recriminaciones ahora?”. La vocación de Jesús esta descrita en los vv. 46 y 47: Estaba en el templo, sentado en medio de los maestros o doctores de la ley (lo usual era que el rabí estuviera en el centro y los discípulos a su alrededor), escuchándoles y haciéndoles preguntas. Algunos creen que parte de ese grupo de rabinos fueron Hillel y Shammai. La frase del v. 46 describe a Jesús como entre colegas, no como un escolar ante sus maestros. La palabra griega eperotáo1905 (haciéndoles preguntas) no expresa aquí la típica curiosidad infantil al preguntar, sino el serio cuestionamiento a quienes, para entonces, eran responsables de los asuntos de su Padre real (v. 49). Es interesante que Jesús, en primera instancia, no contestara preguntas; él era quien las hacía, él era quien examinaba. Y, por supuesto, al ser un diálogo interactivo, él también contestó algunas cuestiones de sus interlocutores (comp. v. 47), provocando asombro (exístemi1839) entre ellos. Estaban fuera de sí con asombro. Aquel diálogo fue una cátedra de la mente no caída de Jesús.Viene la pregunta: Hijo, ¿por qué has hecho así con nosotros? He aquí, tu padre y yo te buscábamos con angustia (v. 48). Hay dos aspectos básicos que llaman la atención aquí: Primero, la definición relacional que hace Maria: Hijo; y segundo, la carga (o descarga) afectiva que la madre arroja en el escenario y que eventualmente complica su visión: con angustia. Qué pena que María, al menos, no vio lo que para Jesús era patente.La frase de oro en este pasaje (v. 49) es: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los asuntos de mi Padre me es necesario estar? Otras versiones traducen: “¿No sabían que tengo que estar en la casa de mi Padre?”. La relación Jesús-templo, Jesús-ministerio es sustancial aquí. En este punto de su vida, Jesús tenía muy claras sus prioridades vitales. Es necesario comparar este texto con las palabras de Jesús en la cruz, registradas por Lucas (comp. 23:46). En ellas se reflejan, con precisión y sencillez, la identidad y misión de Jesús.Hay que notar que Jesús establece, además, un equilibrio y contraste en su relación vertical y la horizontal: Mi padre ante el tu padre y yo de María. ¡Es curioso que José no diga nada! Es posible que él estuviera más claro en este asunto que María. A las madres a veces se les obnubila la visión por su rol maternal. Pienso que había una especie de urgencia existencial en Jesús por mostrarse de “cuerpo entero” en su misión. Considere el escenario: Jerusalén, el templo, la Pascua, las autoridades religiosas, la inminencia de su iniciación pública en el judaísmo, entre otros detalles. ¿Por qué me buscabais? Es como si el Señor les increpara diciendo: “No estoy perdido. Estoy conciente plenamente de cual es mi identidad y propósito en la vida. Si comprendieran exactamente quién soy y la razón por la cual he venido, no les sorprendería mi pequeña excursión teológica en ‘mi casa’ ”.¿No sabíais que en los asuntos de mi Padre me es necesario estar? (v. 49) Es como decir: “¡Deberían saberlo!, ¿no?”. Para José y María no debía ser extraño nada de lo que estaba ocurriendo, puesto que ellos habían recibido desde el inicio suficiente revelación del cielo acerca de la identidad y propósito real de Jesús. Aun a tierna edad, Jesús estaba consciente de su llamamiento divino. Mostró fidelidad absoluta al propósito divino de su encarnación. El anhelo de su Padre eterno era más importante que hacer juntos un viaje. Pero ellos no entendieron esta expresión de Jesús (v. 50). Aparentemente, pese a la revelación directa que recibieron, el rol paternal de ellos subjetivizó la real identidad y misión de Jesús. Allí en el templo María, especialmente, aprendió algo más de aquella metáfora usada por Simeón; la espada que traspasaría su alma (2:35)(3) En su familia: su sujeción, 2:51, 52. El asunto esencial aquí no tiene nada que ver con cuestiones de obediencia o desobediencia, sino con interiorizar y honrar la identidad y misión de Jesús; en suma, honrar su llamamiento divino. Para quienes quieren ver aquí un conflicto de probable desobediencia por parte de Jesús, Lucas remarca tres aspectos en el v. 51: descendió con ellos, … fue a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Aunque sus padres no comprendieron completamente el incidente, guardaban, especialmente María (probable relatora de Lucas), las cosas en su corazón.Joya bíblicaEntonces él les dijo: “¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los asuntos de mi Padre me es necesario estar?” (2:49).Lucas concluye este pasaje con un resumen del crecimiento integral de Jesús: Intelectual (en sabiduría); físico (en estatura); espiritual (en gracia para con Dios); y social (en gracia para con … los hombres) (v. 52). De ese modo, Jesús establece el modelo de crecimiento para todo hijo de Dios (comp. Efe. 4:15). Todo este episodio muestra que Jesús, consagrado siempre al Padre, debe volver a él, a través de su muerte, resurrección y ascensión (comp. 9:51; 24:50–52). Luego, Lucas retoma la vida de Jesús en 3:21 con el evento de su bautismo en el Jordán y del inicio “oficial” de su ministerio a la edad de (30 años), tiempo en el cual los sacerdotes comenzaban su ministerio pastoral; y también en el cual los judíos cumplían la mayoría de edad y estaban facultados socialmente para realizar actividades públicas. Se puede notar claramente que el concepto de enlace entre los dos eventos es, sin lugar a dudas, la vocación y llamamiento de Jesús (comp. Fil. 2:5).Al finalizar estos relatos inéditos sobre la infancia de Jesús (“Evangelio de la Infancia”), se comprende, entonces, que son en realidad un resumen simbólico de la persona, palabra y obra de Jesús. Esto muestra, entre otras cosas, que el camino de él es también el camino de toda la humanidad, a la que vino a encarnar, para de ese modo enseñarnos el “camino” al Padre (comp. Juan 14:6; Hech. 24:14). También enfatiza en que Lucas afirma las dos naturalezas de Jesús, divina y humana, cohabitando plenamente en toda su plenitud (comp. v. 52 con 1:35).
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