Reconociendo nuestra dependecia de Dios

Reconociendo nuestra dependencia de Dios

Jueces 15:9–15

9 Entonces los filisteos subieron y acamparon en Judá, y se extendieron por Lehi. 10 Y los varones de Judá les dijeron: ¿Por qué habéis subido contra nosotros? Y ellos respondieron: A prender a Sansón hemos subido, para hacerle como él nos ha hecho. 11 Y vinieron tres mil hombres de Judá a la cueva de la peña de Etam, y dijeron a Sansón: ¿No sabes tú que los filisteos dominan sobre nosotros? ¿Por qué nos has hecho esto? Y él les respondió: Yo les he hecho como ellos me hicieron. 12 Ellos entonces le dijeron: Nosotros hemos venido para prenderte y entregarte en mano de los filisteos. Y Sansón les respondió: Juradme que vosotros no me mataréis. 13 Y ellos le respondieron, diciendo: No; solamente te prenderemos, y te entregaremos en sus manos; mas no te mataremos. Entonces le ataron con dos cuerdas nuevas, y le hicieron venir de la peña.

14 Y así que vino hasta Lehi, los filisteos salieron gritando a su encuentro; pero el Espíritu de Jehová vino sobre él, y las cuerdas que estaban en sus brazos se volvieron como lino quemado con fuego, y las ataduras se cayeron de sus manos. 15 Y hallando una quijada de asno fresca aún, extendió la mano y la tomó, y mató con ella a mil hombres.

Introducción

Sansón se había enamorado de una mujer filistea con quien contrajo matrimonio. Esta unión crearía lazos familiares y de amistad con los filisteos.

Dios utiliza la rebeldía de Sansón para cumplir su propósito, no solo perdió su esposa sino que también creció la enemistad de Sansón con los filisteos.

Después de matar a 30 filisteos para pagar una deuda de apuesta, y de quemar los campos de los filisteos en venganza por haberle quitado su esposa, Sansón huye a Judá a esconderse en la cueva de Etam.

Cuidados de Dios en la aflicción

Los filisteos rodearon Judá y exigieron que entregaran a Sansón.

La gente de Judá se asustaron pues eran dominados por los filisteos, no podían darse cuenta que Dios los estaba protegiendo, pues son su pueblo escogido.

Tres mil hombre de Judá fueron por Sansón a la peña de Etam para entregarlo a los filisteos.

Su actitud cobarde no le permitía entender que Dios podía librarlos de esta amenaza.

Aquel que se aleja de Dios se convierte en cobarde. Apocalipsis 21:8 “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.”

Prendieron a Sansón y prometieron no matarlo: Jueces 15:12-13 “Ellos entonces le dijeron: Nosotros hemos venido para prenderte y entregarte en mano de los filisteos. Y Sansón les respondió: Juradme que vosotros no me mataréis.Y ellos le respondieron, diciendo: No; solamente te prenderemos, y te entregaremos en sus manos; mas no te mataremos. Entonces le ataron con dos cuerdas nuevas, y le hicieron venir de la peña.”

Los hombres de Judá creían que por entregar a Sansón serían liberados de esta amenaza de los filisteos, no sabían que todo estaba dentro del propósito de Dios y que los estaba guardando a pesar de su incredulidad.

2 Timoteo 2:13 “Si fuéremos infieles, él permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo.”

La manifestación del poder de Dios

Los filisteos sabían de la fuerza de Sansón, por tal razón llegaron muchos a prenderlo, pidieron que lo ataran con 2 cuerdas nuevas pensando que así lo dominarían.

Lo que no sabían es que la fuerza de Sansón provenía del Espíritu Santo.

Jueces 15:14 “Y así que vino hasta Lehi, los filisteos salieron gritando a su encuentro; pero el Espíritu de Jehová vino sobre él, y las cuerdas que estaban en sus brazos se volvieron como lino quemado con fuego, y las ataduras se cayeron de sus manos.”

En ese momento mató a mil hombres con una quijada de asno. Jueces 15:15 “Y hallando una quijada de asno fresca aún, extendió la mano y la tomó, y mató con ella a mil hombres.”

Dios permitió este acontecimiento para que la fe de su pueble se fortaleciera, para demostrar a sus enemigos que Israel no estaba solo.

Estas manifestaciones del poder de Dios eran para demostrar al pueblo que estaba con ellos y a sus enemigos que no hay Dios como el de Israel.

La arrogancia de Sansón

Sansón en lugar de darle la gloria a Dios, tomó la gloria para si mismo.

Jueces 15:16-17 “Entonces Sansón dijo: Con la quijada de un asno, un montón, dos montones; Con la quijada de un asno maté a mil hombres. Y acabando de hablar, arrojó de su mano la quijada, y llamó a aquel lugar Ramat-lehi.”

Sansón se atribuyó la victoria de esta hazaña, diciendo que él había matado con una quijada a mil hombres, y le puso por nombre al lugar Ramat-lehi = colina de la quijada para que fuera recordada su hazaña.

La fragilidad del hombre

Esta actitud contristó al Espíritu Santo y se apartó de él, le fue quitado su fuerza y salud.

Jueces 15:18 “Y teniendo gran sed, clamó luego a Jehová, y dijo: Tú has dado esta grande salvación por mano de tu siervo; ¿y moriré yo ahora de sed, y caeré en mano de los incircuncisos?”

Vino sobre él una terrible sed mortal. Esto le recordaba su fragilidad y dependencia humana.

No podemos jactarnos de nuestras capacidades pues somos dependientes de cosas materiales para vivir como el agua, el alimento, el aire, el sol, etc, (cosas que Dios provee), siempre debemos darle la gloria a Dios pues dependemos de Él.

Juan 15:5 “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.”

Creemos que nuestros logros son fruto de nuestra capacidad?, que pasaría si Dios decide cortar la lluvia, o la luz de sol, o el oxigeno?

Conclusión

Sansón fue creado para la gloria y el propósito de Dios, pero se le había olvidado.

Cuando se acordó de Dios, clamó y pidió perdón, Dios abrió una fuente de agua.

Jueces 15:19 “Entonces abrió Dios la cuenca que hay en Lehi; y salió de allí agua, y él bebió, y recobró su espíritu, y se reanimó. Por esto llamó el nombre de aquel lugar, En-hacore, el cual está en Lehi, hasta hoy.”

Sansón reconoció entonces su dependencia de Dios, llamó a aquel lugar En-hacore = manantial del que clamó. Ahora le daba la gloria a Dios, quien respondió el clamor.

Poder levantarse de la cama cada día es una bendición, sino preguntemos al cojo de la puerta la hermosa (Hechos 3)

Si cree que el abrir los ojos cada día no es una bendición, preguntemos al ciego Bartimeo (Lucas 18:35-43)

Esas pequeñas molestias que tenemos en medio de las victorias son para recordarnos que dependemos de Dios y que debemos darle a Él toda la gloria.

Nunca olvidemos que: Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. : Santiago 1:17.

Las amenazas que enfrentó Judá permitieron ver la gloria de Dios.

Nunca olvidemos que dependemos de Dios, y debemos darle a Él la gloria.