La obediencia da Frutos
Practicando Nuestra Vida Cristiana • Sermon • Submitted
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Introduccion
Introduccion
¿ Que significa obedecer?
Diccionario Hispano-Americano de la misión OBEDIENCIA
OBEDIENCIA. 1. Sumision práctica de la voluntad propia y ordenamiento de la conducta personal con referencia a lo que se considera es una autoridad debida.
En términos cristianos, o es conformidad con la voluntad de Dios y la respuesta voluntaria de la fe. La voluntad de Dios es considerada como el bien absoluto al que se debe sumisión
La palabra ceder, someterse, responder son sinonimo de obediencia
16 ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?
Pablo en tono de ironia, nos da a entender que no hay muchas opciones de obedecer si no obedeces a Dios, obedeces al Mundo a la carne.
bien sea por el pecado, que equivale a desobedecerle, o sea de la obediencia a Él. El patrón general de vida de una persona prueba quién es su verdadero amo y señor. Si su vida se caracteriza por el pecado, que es lo opuesto a la voluntad de Dios, entonces es un esclavo del pecado. Si su vida está caracterizada por la obediencia, lo cual refleja la voluntad de Dios, entonces es un siervo de Dios. El resultado final de la primera esclavitud es muerte tanto física como espiritual, mientras que aquel de la segunda esclavitud es la justicia, la marca inevitable de la vida eterna.
Veamos un ejemplo en:
7 Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. 8 Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia;
Vemos como Dios el Rey de todo el universo vino a este mundo por medio del nacimiento de una virgen y se sometió a todo lo que un hombre debíaria de pasar.
Una traducción más precisa de Hebreos 5:7 es “sacarlo de la muerte”. Jesús no estaba pidiendo que lo salvaran de morir, sino que el Padre lo sacara de la muerte; esto es, salvarlo de quedarse muerto. No pedía evitar la cruz, sino recibir certeza de la resurrección
Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; (5:8)
Ocurre con frecuencia que la mejor forma de aprender compasión —y a veces la única— es sufriendo en carne propia lo que otro ha sufrido. El sufrimiento es un maestro de excelente aprendizaje. Podemos leer y oír sobre el dolor de una quemadura. Incluso podemos ver personas que se queman. Pero hasta que nosotros mismos no sufrimos la quemadura, no podremos compadecernos completamente de la víctima.
9 y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen;
Isaias usa la siguiente referencia al referirse de Cristo
3 Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
La palabra obediencia “Causa des confort en Nosotros” siempre obedecer a otro o otros causa incomodidad, dolor aflicción y dudad debido que a causa del pecado nosotros siempre queremos tener la ultima palabra, siempre queremos tener la razón siempre queremos creer en nuestros propios razonamientos
Razonamientos que se oponen a la verdad de la Palabra de Dios
Razonamientos que se oponen a la verdad de la Palabra de Dios
Animados en Cristo: Estudio expositivo de la Segunda Epístola a los Corintios Cómo librar la batalla espiritual (2 Corintios 10:1–6)
El orgullo de la inteligencia que se exalta a sí misma
Queriendo hacer las cosas como queremos y fijense como paradójicamente el pecado vino a hacer en favor de nosotros obediencia para justicia, lo que antes era desobediencia ahora se usa para la practica Cristiana.
Dar ejemplo del trabajo.
Dar ejemplo del trabajo.
La obediencia que aquí se menciona no está relacionada con mandamientos, reglas y regulaciones. No es obediencia a la ley. Es “la obediencia a la fe”
5 y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre;
5 Jesús me demostró su amor y me eligió para que le sirva como apóstol, pues quiere que todo el mundo lo obedezca y crea en él.
Dios quiere que le obedezcamos en TODO creyendo en Cristo.
La verdadera obediencia, tal como las obras verdaderas, antes que nada, es creer verdaderamente.
Una de las glorias notables del evangelio es su promesa de eterna seguridad a todos los que verdaderamente creen en él. El evangelio no presenta un médico de tercera categoría que sólo es competente para tratar los casos más leves, sino uno que sana “toda enfermedad”, que es capaz de curar los casos más desesperados. No proclama un redentor débil, sino uno que es “poderoso para salvar”.
Jesús dijo: “Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado”
29 Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado.
Triste y lamentablemente, no todas las personas creen.
Si quisieran detenerse aquí y preguntarse por qué no son tan piadosos como los cristianos primitivos, su corazón les dirá que no es por ignorancia ni por incapacidad, sino simplemente porque nunca lo has intentado verdaderamente.
Y quien no cree no ejerce una obediencia verdadera, sin importar cuán moral o bien intencionado, religioso y sincero sea:
El desobediente es desobediente.
Pablo habla de las dos únicas respuestas al evangelio que tiene el hombre.
Las únicas dos respuestas posibles que hay en cada corazón de cada uno de ellos.
2 Tesalonicenses 1:7–8 (RVR60)
7 y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, 8 en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo;
Veamos los siguientes puntos acerca de las características que la obediencia muestra.
La obediencia se caracteriza por la Fe a su palabra
17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
¿Que pasa cuando un cristiano hace lo que quiere hacer? y no lo que Dios dice que debe hacer.
Versículo de Ejemplo.
11 Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma,12 manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras.
13 Por causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior, 14 ya a los gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien. 15 Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos; 16 como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios. 17 Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al rey.
18 Criados, estad sujetos con todo respeto a vuestros amos; no solamente a los buenos y afables, sino también a los difíciles de soportar. 19 Porque esto merece aprobación, si alguno a causa de la conciencia delante de Dios, sufre molestias padeciendo injustamente. 20 Pues ¿qué gloria es, si pecando sois abofeteados, y lo soportáis? Mas si haciendo lo bueno sufrís, y lo soportáis, esto ciertamente es aprobado delante de Dios. 21 Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; 22 el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; 23 quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente; 24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados. 25 Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas.
La Evidencia de desobediencia es cuando el cristiano demuestra su carnalidad basando sus conductas basados en sus pensamientos NO en los de Dios.
3 porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres? 4 Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales?
Michael Green nos habla en su libro The New Life (La nueva vida) acerca de un amigo que fue a verlo y le explicó su vida cristiana recientemente redescubierta con palabras semejantes a estas: “Es como un ciclista que, cuando está escalando una larga cuesta, piensa que podrá bajar sin esfuerzo por el otro lado de la cuesta. Pero cuando alcanza la cima se da cuenta de que su tarea solo acaba de comenzar y que la carretera sigue con montes aún más empinados que el que acaba de escalar”.
Muchos cristianos han llegado a la misma conclusión. La obediencia en vida cristiana fiel llega a tener cada vez más constancia y se torna más exigente. Es lo más opuesto a un cómodo descenso cuesta abajo esto ejemplifica a la desobediencia a Cristo pero en medio de ese grado de exigencia Jesus Nos da paz, gozo, significado a la vida, propósito, y muchas otras bendiciones de las que nada saben los incrédulos los desobedientes; pero la vida cristiana no es fácil. En muchos sentidos vivir ahora es más exigente que lo era antes de ser salvos.
¿Cómo puede ser eso así? ¿Cómo —cuando tenemos al propio Espíritu de Dios dentro de nosotros, la mente de Cristo y el poder de Dios— puede llegar a ser más difícil hacer lo que es correcto, hacer lo que nuestro Señor quiere que hagamos? Hay dos razones: el mundo y la carne.
El primero está fuera de nosotros; la segunda la llevamos en nosotros mismos.
Esos son los supremos instrumentos de Satanás para tentar a los creyentes y apartarlos de la fidelidad y la obediencia a Dios
Jesus es nuestra Vid y nos da ejemplo de obediencia
Jesus es nuestra Vid y nos da ejemplo de obediencia
1 Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.
2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.
3 Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.
4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
6 El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.
7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.
8 En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.
9 Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.
10 Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.
11 Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.
La relación vital de los creyentes con Jesucristo se describe en este pasaje con otra analogía conocida. Así como las ramas dependen completamente de la vid para la vida, el sustento, el crecimiento y el fruto, los creyentes también dependemos completamente del Señor en obediencia a su palabra a Jesus como fuente de vida y efecto espiritual.
Y tal como las ramas no pueden dar fruto si no están injertadas en la vid, los creyentes tampoco producen fruto espiritual de obediencia
“Si están separados de la unión vivificadora en Cristo”
Como Él dijo en el versículo 5: “Separados de mí nada podéis hacer”.
Jesús presentó esta analogía a sus discípulos en el aposento alto, la noche antes de su muerte. Era un momento de intensa tension
Uno de los doce hombres más cercanos a Él, Judas Iscariote, ya había salido para vender al Señor a las autoridades judías y poner en movimiento los sucesos que llevaron al arresto y asesinato de Jesús (13:26–30).
El Señor y los otros once discípulos estaban a punto de salir del aposento alto para Getsemaní, donde Cristo agonizaría en oración al Padre y donde luego lo arrestarían.
La verdad central que Él quería comunicar mediante estos pasajes es la importancia que se tiene al permanecer en Él.
La verdad central que Él quería comunicar mediante estos pasajes es la importancia que se tiene al permanecer en Él.
4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. 5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. 6 El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. 7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.
En el sentido más básico, la permanencia o no de una persona en Cristo lo revela y lo muestra a quien esta obedeciendo y si estas obedeciendo a Cristo mostraras el fruto de obediencia en tu vida.
Cristo nos demuestra que debemos permanecer conectados a EL para que el fruto fluya “Amor, gozo paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, templanza, mansedumbre”
Cristo nos demuestra que debemos permanecer conectados a EL para que el fruto fluya “Amor, gozo paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, templanza, mansedumbre”
La bendición de las ramas que permanecen en Obediencia
La bendición de las ramas que permanecen en Obediencia
Hay tres marcas distintivas de las ramas verdaderas en esta analogía.
Primera, producen fruto
2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.
4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. 5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
8 En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.
Esta característica las separa más claramente de las ramas falsas
Segunda, permanecen en el amor de Cristo
9 Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.
Por último, funcionan en cooperación completa con la fuente de vida
guardan sus mandamientos siguiendo el ejemplo perfecto del Señor Jesucristo, quien siempre obedeció al Padre
10 Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.
Jesús ya había dicho a quienes profesaban fe en Él: “Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos”
31 Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;
La obediencia prueba que el amor de una persona por Cristo es auténtico
15 Si me amáis, guardad mis mandamientos.
21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.
23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.
Algo que Juan deja claro en su primera epístola: los creyentes confiesan sus pecados (1:9), los incrédulos los niegan (1:8, 10); los creyentes obedecen los mandamientos de Dios (2:3), los incrédulos, no (2:4); los creyentes viven en modelos de justicia (3:6), los incrédulos, no (3:9).
Conclusion
Conclusion
Otra bendición que viene en esta promesa del Señor: “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho”.
Esa promesa radical, que todo lo abarca, presupone que se satisfacen tres condiciones.
Primera, la oración que Jesús promete responder es la que se hace en su nombre; esto es, consecuente con Él y con su voluntad de modo que puede manifestar su gloria al responderla.
La condición final es que las palabras de Cristo permanezcan en la persona que hace la petición.
La promesa de la oración respondida solo se da para aquellos cuyas vidas están controladas por los mandamientos específicos de la Palabra de Dios