Cambios necesarios en primera persona

Efesios 4:23–24 NTV

En cambio, dejen que el Espíritu les renueve los pensamientos y las actitudes. Pónganse la nueva naturaleza, creada para ser a la semejanza de Dios, quien es verdaderamente justo y santo.

Hoy voy a hablarles en primera persona.

La vida me presentó cambios continuos. Siempre se habla de adaptarse a los cambios, que pueden venir de diferentes maneras: EJEMPLOS:

Cuando nació nuestro primer hijo

Cuando deje mi trabajo para dedicarme al 100 a la obra del Señor.

El dólar 1 a 1, puede viajar a Miami…!

Cuando perdí a mis padres

Cuando aparecieron las nietas

Pero hay otra serie de cambios originados en mis propias decisiones intencionales para cambiar.

Cuando comencé en la vida cristiana, el día en que decidí creer en Jesús y vivir como él quiere. Desde ese momento se empezaron a producir cambios en mi vida de manera inexplicable, sin haber hecho otra cosa que creer y entregarle la vida a Jesús, todo empezó a cambiar: mis valores, las prioridades, la manera de administrar el dinero, el manejo de los sentimientos… ¡Comencé a experimentar una transformación progresiva, pero a medida que esta transformación fue avanzando, demandó más y más de mí participación en esos cambios.

Romanos 12:2 NVI

No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.

No debo acomodarme a pensar como el mundo y por otro lado debo renovar mi mente para ser transformado.

Qué tengo que hacer para ser transformado?

1. Tengo creer más allá de la razón

La fe, la fuente del cambio

Juan 14:12 NVI

Ciertamente les aseguro que el que cree en mí las obras que yo hago también él las hará, y aun las hará mayores, porque yo vuelvo al Padre.

Acá el Señor estableció una meta, un objetivo, un propósito para mi vida.

Efesios 4:13 RVR60

hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;

Y desde entonces me propuse que los cambios que se generen en mi vida me lleven a ser cada día mas parecido a Jesús.

2. Tengo que quitar el velo de la religiosidad

2 Corintios 3:15–17 NTV

Efectivamente, incluso hoy en día, cuando leen los escritos de Moisés, tienen el corazón cubierto con ese velo y no comprenden. En cambio, cuando alguien se vuelve al Señor, el velo es quitado. Pues el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.

2 Corintios 3:18 NTV

Así que, todos nosotros, a quienes nos ha sido quitado el velo, podemos ver y reflejar la gloria del Señor. El Señor, quien es el Espíritu, nos hace más y más parecidos a él a medida que somos transformados a su gloriosa imagen.

3. Tengo que abandonar la critica como estilo de vida

Santiago 4:11 NVI

Hermanos, no hablen mal unos de otros. Si alguien habla mal de su hermano, o lo juzga, habla mal de la ley y la juzga. Y si juzgas la ley, ya no eres cumplidor de la ley, sino su juez.

Filipenses 2:14–16 NVI

Háganlo todo sin quejas ni contiendas, para que sean intachables y puros, hijos de Dios sin culpa en medio de una generación torcida y depravada. En ella ustedes brillan como estrellas en el firmamento, manteniendo en alto la palabra de vida. Así en el día de Cristo me sentiré satisfecho de no haber corrido ni trabajado en vano.

4. Tengo que pensar diferente de mí mismo

1 Corintios 6:11 NVI

Y eso eran algunos de ustedes. Pero ya han sido lavados, ya han sido santificados, ya han sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios.

Isaías 43:4 NVI

A cambio de ti entregaré hombres; ¡a cambio de tu vida entregaré pueblos! Porque te amo y eres ante mis ojos precioso y digno de honra.

CONCLUSIÓN:

Si de alguna manera o en alguna cosa te sentiste identificado conmigo, te invito que nos sumerjamos en la plenitud del Espíritu y pensemos en nuestra realidad espiritual y seamos honestos en aquellas cosas que debemos cambiar y pidámosle a Dios que nos ayude y decidamos hacer los cambios que sean necesarios.