Consejo y Oración 1221
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28 de diciembre
28 de diciembre
7 Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.
El relato del nacimiento del nacimiento de Jesucristo hecho por el evangelista San Lucas describe circunstancias y personajes interesantes que no siempre captan nuestra atención, pero que fueron parte del plan que Dios estaba ejecutando para la manifestación del Salvador prometido.
Dos personajes de fondo que forman parte de esta historia son:
- Augusto, el emperador romano. Gobernó el imperio del año 30 a.c al 14 d.c. quien emitió una orden imperial de censo que obligaba a los varones a registrar sus nombres en su lugar de origen.
- Un mesonero, el posadero anónimo de Belén que no teniendo lugar donde hospedar a José y María les ubicó en el establo donde nació Jesús.
Con el nacimiento de Jesucristo, el plan de redención entro en su fase de ejecución. Cristo es el Mesías, el ungido para llevar a cabo la obra de salvación, pero en su nacimiento nos damos cuenta que Dios haría uso no solo de ángeles que comunicarían el mensaje de buenas nuevas de gran gozo, sino que también echaría mano de de hombres y mujeres que intervendrían para la consumación del plan, algunos de ellos con un papel secundario importante, como José, María, los apóstoles, pero otros que nos parecerían intrascendentes, como Augusto y el mesonero que sin saberlo tomaron decisiones que harían posible que el plan se realizará como fue profetizado.
En nuestros planes de cada año también sucede lo mismo, hay personas que están a nuestro lado, con las que contamos para que nos apoyen para alcanzar nuestras metas, pero también existen personas que llegan a nuestras vidas de manera aparentemente casual pero que con sus decisiones influyen para que nosotros alcancemos o no esas metas. Hay Augustos que hace que el caminar en nuestra vida sea mas largo y difícil, y hay mesoneros que se encargan de cerrar las puertas que nosotros creímos que se nos iban a abrir lo que nos obliga a cambiar nuestro curso de acción.
Dios quiere que estemos agradecidos tanto con los recursos materiales que el nos provee para alcanzar nuestras metas, como por los recursos humanos, personas que el pone a nuestro lado para ayudarnos a avanzar en nuestros planes.
Al pensar en las personas que parecieron inconvenientes para que Jesús cumpliera su trabajo, me doy cuenta como Dios utiliza personas difíciles, intolerantes, y faltos de consideración para llevarme por el camino por donde yo no solo alcance un éxito sino que también sea perfeccionado en la fe y práctica cristiana.
Estoy dependiendo de Dios tanto en que el me proveerá los bienes materiales que necesito como las personas que marcaran mi vida tanto en crecimiento como en logros.
Debo valorar a cada persona aunque parezca intrascendente o molesta su presencia a mi lado, porque Dios puede estar utilizándola para cumplir su propósito en mi.
Oremos,
Padre, tú me has puesto en un ambiente en el cuál cada persona a mi lado interactua conmigo positiva o negativamente para hacerme crecer en el proceso del cumplimiento de tus planes para mi.
Gracias por darme la oportunidad a mi también de ser parte de los logros de otros que están caminando a mi lado para crecer como hijos tuyos.
Quiero que me ayudes a encontrar también mis propósitos y metas a través de la vida de otros. Que pueda valorar y agradecer a cada persona este fin de año que estuvo a mi lado por un corto o largo tiempo, en un momento de necesidad o de abundancia, cuando las cosas no salían bien o cuando resultaron mal.
Oro por los que están luchando con personas a su lado difíciles de soportar para ellos. Una esposa intolerante, un esposo incomprensivo, un hijo rebelde, una madre o padre impaciente, un jefe tirano, un compañero que no es confiable. Que tú Espíritu les permita ver como ellos pueden ser no el problema sino el instrumento para lograr lo que esperan alcanzar.
En el nombre de Jesús, amén.