Teología Propia - Dia 3
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Introducción
Introducción
Vamos a considerar ahora la doctrina de la Trinidad.
Bavink afirma: “EL Ser Eterno se revela en su existencia trinitaria aún más rica y vitalmente que en sus atributos, Es en esta santa trinidad donde cada atributo de su Ser se hace propio, por así decirlo, obtiene su contenido más completo y adquiere su significado más profundo. Sólo cuando contemplamos esta trinidad sabemos quién y qué es Dios. Sólo entonces sabemos, además, quién es Dios y qué es para la humanidad perdida. Sólo podemos saberlo cuando lo conocemos y lo confesamos como el Dios Trino del pacto, como Padre, Hijo y Espiritu Santo”
Éxodo 3:1–6 (NBLA)
Quítate las sandalias de los pies, porque el lugar donde estás parado es tierra santa» Y añadió: «Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob». Entonces Moisés se cubrió el rostro, porque tenía temor de mirar a Dios.
Cuando consideramos a Dios revelado en su palabra como un Dios Trino, deberíamos responder con asombro al igual que Moisés. No estamos tratando con una doctrina sobre Dios, con un concepto abstracto o científico sobre la naturaleza Divina. Más bien, al tratar de la Trinidad, estamos tratando con Dios mismo, con el único y verdadero Dios, que se ha revelado como tal en su Palabra. (Ex. 3:6). Así que Él se revela a sí mismo a nosotros como Padre, Hijo y Espiritu.
Conocer a Dios como trino, sobrepasa nuestra razón, aunque no la contradice si la supera y se requiere de fe para creer en esta doctrina. Alguien dijo “La fe nada donde la razón de ahoga”
Se cuenta de un anciano teólogo del siglo XVI llamado Alanús que le prometió a su congregación un sermón sobre la Trinidad. Un día, meditando en el tema, caminó a orillas del mar. Allí encontró un niño que escarbaba la arena.
—¿Qué haces? —le preguntó el teólogo.
—Estoy cavando un hoyo —respondió el pequeño.
—Y ¿para qué lo estás haciendo tan grande? —volvió a preguntar el anciano.
—Para que quepa todo el mar en él —concluyó el niño.
Alanús se sonrió, percatándose de que sus propios esfuerzos por comprender y explicar al trino Dios se parecían al falaz intento del niño.
¿Quién puede entender la majestuosa grandeza de Dios, Aquel que ni cielo ni tierra pueden contener? El mismo Dios, sin embargo, nos invita a conocerlo:
El Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente
(Apocalipsis 21:17).
Thompson, L. (2000). Más que maravilloso: La inmensurable persona de Dios (p. 255). Miami, FL: Logoi.
La palabra trinidad, no es un termino bíblico, pero es un intento de la iglesia por declarar (no por definir) lo que Dios ha dicho sobre su ser en su palabra - este termino fue necesario para proteger a la iglesia de herejías sobre el ser de Dios.
Leon el Grande (390-461) “Un Dios sin división en una trinidad de personas, y tres personas inconfundibles en una unidad de esencia”
La iglesia cristiana siempre ha confesado a Dios como trino, uno de los credos mas importantes de la iglesia “El credo apostólico” declara:
“Creo en Dios Padre, Todopoderoso Creador del Cielo y la Tierra.
Creo en Jesucristo, Su Unigénito Hijo, nuestro Señor quien fue concebido por el Espíritu Santo, nacido de la virgen María; sufrió bajo Poncio Pilato; fue crucificado, muerto y sepultado; descendió al infierno; al tercer día resucitó de entre los muertos; ascendió al cielo, y se sentó a la derecha de Dios Padre Todopoderoso. Desde allí vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia Universal, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección del cuerpo, y la vida eterna. AMEN”
Esta confesión comprende toda la historia del mundo: la creación y la caída, la reconciliación y el perdón, la renovación y la restauración. Es una confesión que procede del Dios trino y que lleva todo de vuelta a Él.
Bavink: Esta confesión de la Santísima Trinidad es el corazón y el núcleo de nuestra confesión, el distintivo de nuestra religión, y el consuelo de todos los verdaderos creyentes en Cristo. La confesión de la Santísima Trinidad es la perla preciosa que fue confiada para su custodia y defensa a la iglesia cristiana.
No son pocos en nuestro tiempo los que sostienen que es el fruto de la argumentación humana y el aprendizaje académico y que, en consecuencia, la consideran sin valor para la vida religiosa. Según ellos, el Evangelio original, tal y como fue proclamado por Jesús, no sabia nada de tal doctrina de la trinidad de Dios; es decir, nada sobre el término en sí mismo ni sobre la realidad a la que el término pretendía dar expresión. Fue sólo, según el argumento cuando el original y sencillo Evangelio de Jesús se relacionó con la filosofía griega y fue falsificado por ella, que la iglesia cristiana absorbió la persona de Cristo en su naturaleza divina y finalmente también el Espíritu Santo en el Ser Divino. Y asi sucedió que la iglesia confesó tres personas en un solo ser divino. Pero la propia iglesia cristiana siempre ha tenido una idea muy diferente sobre eso.
No vio en la doctrina de la trinidad ningún descubrimiento de teólogos sutiles, ningún producto de la unión del Evangelio y la filosofia griega, sino más bien una confesión que fue concluida materialmente en el Evangelio y en toda la Palabra de Dios - una doctrina, en resumen, que fue inferida por la fe cristiana a partir de la revelación de Dios. En respuesta a la pregunta, ya que no hay más que un Ser Divino, ¿por qué se habla del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo? el Catecismo de Heidelberg da una respuesta breve y concluyente: Porque Dios se ha revelado así en su Palabra (Pregunta 25).
La revelación de Dios es la base firme sobre la que también descansa esta confesión de la iglesia. Es la fuente de la cual esta doctrina de la única y santa iglesia católica cristiana ha crecido y se ha construido. Dios se ha revelado a sí mismo. Y se ha revelado así que es como un Dios trino porque existe de esa manera; y existe de esta manera porque se ha revelado así.
Esta revelación no ocurrió en un solo momento. No fue presentada y perfeccionada en un solo punto de tiempo. Más bien, esta revelación tiene una larga historia extendida a lo largo de los siglos. Comenzó en la creación, continuó después de la caída de las promesas y las obras de gracia que se acumulaban en Israel, y alcanzó su cúspide en la persona y la obra de Cristo en el derramamiento del Espíritu Santo y el establecimiento de la iglesia, Se mantiene ahora a través de los siglos, y contra toda oposición, en el testimonio inerradicable de la Escritura y en la confesión de la Iglesia. Debido a que la revelación ha tenido esta larga historia, hay progreso y desarrollo también en la confesión de la existencia trina de Dios. Dios no sufre ningún cambio, permaneciendo Siempre el mismo. Pero en el progreso de la revelación, El se hace siempre más claro y más glorioso para las personas y los ángeles. A medida que su revelación continúa, nuestro conocimiento crece.
Vamos a considerar la doctrina en este progreso de la revelación, iniciando con el A.T.
“Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.” (Deuteronomio 6.4–5)
Por causa del pecado el conocimiento puro de Dios se había perdido. Por todas partes la humanidad cayó en la idolatría y la adoración de imágenes (Rom. 1:18-23). Aun los hebreos tuvieron problemas con los ídolos y el culto a las imágenes de talla, por esta razón era necesario el énfasis en la unidad de Dios.
Deut. dice que solo hay un solo Dios verdadero que hizo los cielos y la tierra, el mismo que se dio a conocer a Abraham como el Shadday y que se le apareció a Moisés como Jehová Exodo 6:3
»Yo me aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios Todopoderoso, pero por Mi nombre, Señor, no me di a conocer a ellos.
Este es el inmutable de Dios que en virtud de sus promesas y de la reputación de su nombre redimió a Israel, solo Jehová es Dios y no hay nadie como el.
Y añadió: «Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob». Entonces Moisés se cubrió el rostro, porque tenía temor de mirar a Dios.
Dios enfatiza a Israel que él es el mismo Dios. Y de hecho escribió con su propio dedo estas poalabras:
«Yo soy el Señor tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre. »No tendrás otros dioses delante de Mí. »No te harás ningún ídolo, ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. »No los adorarás ni los servirás. Porque Yo, el Señor tu Dios, soy Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
Sólo Jehová es el Dios de Israel y por lo tanto Israel puede servir solo a este único Dios verdadero.
¿Hay en el antiguo testamento alguna revelación que sugiera que dentro de la unidad de Dios hay una pluralidad de personas?
Veamos como que en la medida que la revelación progresa podemos notar que en la unidad de Dios una pluralidad.
Y dijo Dios: «Hagamos al hombre a Nuestra imagen, conforme a Nuestra semejanza; y ejerza dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra». Dios creó al hombre a imagen Suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
Entonces el Señor Dios dijo: «Ahora el hombre ha venido a ser como uno de Nosotros, conociendo ellos el bien y el mal. Cuidado ahora, no vaya a extender su mano y tome también del árbol de la vida, y coma y viva para siempre».
Y oí la voz del Señor que decía: «¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?». «Aquí estoy; envíame a mí», le respondí.
Notemos como Dios habla de si mismo en plural, haciendo una distinción dentro de sí mismo, una distinción que de hecho tiene un carácter personal.
En los salmos vemos a Dios, hablando con Dios:
“Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; Cetro de justicia es el cetro de tu reino. Has amado la justicia y aborrecido la maldad; Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros.” (Salmo 45.6–7)
En los profetas hay mas luz sobre Dios salvando por medio de Dios:
“El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;” (Isaías 61.1)
“Concibió ella otra vez, y dio a luz una hija. Y le dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ruhama, porque no me compadeceré más de la casa de Israel, sino que los quitaré del todo. Mas de la casa de Judá tendré misericordia, y los salvaré por Jehová su Dios; y no los salvaré con arco, ni con espada, ni con batalla, ni con caballos ni jinetes.” (Oseas 1.6–7)
Dios creo todo con sabiduría y con el poder de su palabra.
¡Cuán numerosas son Tus obras, oh Señor! Con sabiduría las has hecho todas; Llena está la tierra de Tus posesiones.
Su sabiduría no vino a Él desde fuera de sí mismo, sino que estuvo con El desde el principio.
»Porque no conoció quietud en su interior, No retiene nada de lo que desea. »Nada le quedó por devorar, Por eso no dura su prosperidad. »En la plenitud de su abundancia estará en estrechez; La mano de todo el que sufre vendrá contra él. »Cuando llene su vientre, Dios enviará contra él el ardor de Su ira Y la hará llover sobre él mientras come. »Tal vez huya del arma de hierro, Pero el arco de bronce lo atravesará. »La flecha lo traspasa y sale por su espalda, Y la punta relumbrante por su hiel. Vienen sobre él terrores, Completas tinieblas están reservadas para sus tesoros; Fuego no atizado lo devorará, Y consumirá al que quede en su tienda. »Los cielos revelarán su iniquidad, Y la tierra se levantará contra él. »Las riquezas de su casa se perderán; Serán arrasadas en el día de Su ira.
»El Señor me poseyó al principio de Su camino, Antes de Sus obras de tiempos pasados. »Desde la eternidad fui establecida, Desde el principio, desde los orígenes de la tierra. »Cuando no había abismos fui engendrada, Cuando no había manantiales abundantes en aguas. »Antes que los montes fueran asentados, Antes que las colinas, fui engendrada, Cuando Él no había hecho aún la tierra y los campos, Ni el polvo primero del mundo. »Cuando estableció los cielos, allí estaba yo; Cuando trazó un círculo sobre la superficie del abismo, Cuando arriba afirmó los cielos, Cuando las fuentes del abismo se afianzaron, Cuando al mar puso sus límites Para que las aguas no transgredieran Su mandato, Cuando señaló los cimientos de la tierra, Yo estaba entonces junto a Él, como arquitecto; Yo era Su delicia de día en día, Regocijándome en todo tiempo en Su presencia, Regocijándome en el mundo, en Su tierra, Y teniendo mis delicias con los hijos de los hombres.
Dios se regocijó en la sabiduría con la que creó el mundo. Junto a esta palabra y sabiduría el Espíritu de Dios como Mediador de la creación hace su aparición. Así como Dios es al mismo tiempo sabiduría y la posee, para poder compartirla y exhibirla en sus obras, así El mismo es Espíritu en su ser
»Así que tengan mucho cuidado, ya que no vieron ninguna figura el día en que el Señor les habló en Horeb de en medio del fuego;
y posee Espíritu, ese Espíritu por el cual puede habitar en el mundo y estar siempre y en todas partes presente en él
¿Adónde me iré de Tu Espíritu, O adónde huiré de Tu presencia?
Sin que nadie haya sido su consejero, el Señor, por su Espíritu, hizo que todo se hiciera realidad
¿Quién guió al Espíritu del Señor, O como consejero suyo le enseñó?
Al principio ese Espíritu se movía sobre la faz de las aguas (Gén. 1:2), y permanece activo en todo lo creado:
Por ese Espíritu Dios adorna los cielos (Job 26:13),
Renueva la faz de la tierra (Sal. 104:30),
da vida al hombre (Job 33:4),
mantiene el aliento en las narices del hombre (Job 27:3)
le da entendimiento y sabiduría (Job 32:8),
y también hace que la hierba se marchite y la flor se marchite (Is. 40:7).
En resumen
Por la palabra del Señor fueron hechos los cielos, Y todo su ejército por el aliento de Su boca.
La pluralidad dentro de la unidad de Dios, se hace mas evidente en su obra de redención o re- creación.
Dios redime y guía a su pueblo, no sólo por su palabra, sino también por medio del Angel del pacto (el Angel del Señor), quien se presenta así mismo como Dios.
El ángel del Señor la encontró junto a una fuente de agua en el desierto, junto a la fuente en el camino de Shur,
Agar llamó el nombre del Señor que le había hablado: «Tú eres un Dios que ve»; porque dijo: «¿Estoy todavía con vida después de ver a Dios?».
El Señor estaba de pie junto a él, y dijo: «Yo soy el Señor, el Dios de tu padre Abraham y el Dios de Isaac. La tierra en la que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia.
»Entonces el ángel de Dios me dijo en el sueño: “Jacob”; y yo respondí: “Aquí estoy” »Y él dijo: “Levanta ahora los ojos y ve que todos los machos cabríos que están cubriendo las hembras son rayados, moteados y abigarrados, pues yo he visto todo lo que Labán te ha hecho. ”Yo soy el Dios de Betel, donde tú ungiste un pilar, donde me hiciste un voto. Levántate ahora, sal de esta tierra, y vuelve a la tierra donde naciste”».
El Angel de Jehová manifiesta su poder y su gloria redimiendo y salvando a Israel de Egipto, será quien pelee por ellos en la conquista de la tierra y los establezca en Canaan.
El ángel que me ha rescatado de todo mal, Bendiga a estos muchachos; Y viva en ellos mi nombre, Y el nombre de mis padres Abraham e Isaac; Y crezcan para ser multitud en medio de la tierra».
»Así que he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y para sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, al lugar de los cananeos, de los hititas, de los amorreos, de los ferezeos, de los heveos y de los jebuseos.
»Yo enviaré un ángel delante de ti, para que te guarde en el camino y te traiga al lugar que Yo he preparado.
Noten la Omnipresencia y omnipotencia de este ángel:
El ángel del Señor acampa alrededor de los que le temen, Y los rescata.
Dios revela en el A.T. que redime a su pueblo por medio del ángel del pacto.
Por otra parte el A.T. revela también de manera progresiva que Dios ofrece a su pueblo dones por medio de Santo Espíritu.
Jueces 3:10 (NBLA)
Y vino sobre él (Otoniel) el Espíritu del Señor, y juzgó a Israel. Cuando salió a la guerra, el Señor entregó en su mano a Cusán Risataim, rey de Mesopotamia, y su poder prevaleció sobre Cusán Risataim.
Y el Espíritu del Señor vino sobre Gedeón, y este tocó la trompeta y los de Abiezer se juntaron para seguirlo.
El Espíritu del Señor vino sobre Jefté. Entonces Jefté pasó por Galaad y Manasés. Luego pasó por Mizpa de Galaad, y de Mizpa de Galaad fue adonde estaban los amonitas.
Jueces 14:6 (NBLA)
Pero el Espíritu del Señor vino sobre él (Sanson) con gran poder, y lo despedazó como se despedaza un cabrito, aunque no tenía nada en su mano. Pero no contó a su padre ni a su madre lo que había hecho.
Entonces el Señor descendió en la nube y le habló; y tomó del Espíritu que estaba sobre él y lo colocó sobre los setenta ancianos. Y sucedió que cuando el Espíritu reposó sobre ellos, profetizaron; pero no volvieron a hacerlo más.
Restitúyeme el gozo de Tu salvación, Y sostenme con un espíritu de poder. Entonces enseñaré a los transgresores Tus caminos, Y los pecadores se convertirán a Ti.
La redención, la santificación, la perseverancia de Israel en el pacto, fue obra del Dios trino:
En todas sus angustias Él estuvo afligido, Y el ángel de Su presencia los salvó. En Su amor y en Su compasión los redimió, Los levantó y los sostuvo todos los días de antaño. Pero ellos se rebelaron Y afligieron Su Santo Espíritu; Por lo cual Él se convirtió en su enemigo Y peleó contra ellos. Entonces Su pueblo se acordó de los días antiguos, de Moisés. ¿Dónde está el que los sacó del mar con los pastores de Su rebaño? ¿Dónde está el que puso Su Santo Espíritu en medio de ellos, El que hizo que Su glorioso brazo fuera a la derecha de Moisés, El que dividió las aguas delante de ellos para hacerse un nombre eterno,
El pueblo de Dios fue bendecido por el Dios trino:
El Señor te bendiga y te guarde; El Señor haga resplandecer Su rostro sobre ti, Y tenga de ti misericordia; El Señor alce sobre ti Su rostro, Y te dé paz”.
De manera que el A.T. progresivamente distingue en la unidad de Dios a tres personas distinguibles. Este Dios en tres personas fue el creador de todo y el redentor de Israel.
La revelación mas plena de la trinidad la tenemos en el N.T. esta revelación mas plena la anticipan los profetas:
»Por tanto, el Señor mismo les dará esta señal: Una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel.
«Yo envío a Mi mensajero, y él preparará el camino delante de Mí. Y vendrá de repente a Su templo el Señor a quien ustedes buscan; el mensajero del pacto en quien ustedes se complacen, ya viene», dice el Señor de los ejércitos.
»Pero Me compadeceré de la casa de Judá y los salvaré por el Señor su Dios; y no los salvaré con arco, ni con espada, ni con batalla, ni con caballos ni jinetes».
Porque un Niño nos ha nacido, un Hijo nos ha sido dado, Y la soberanía reposará sobre Sus hombros. Y se llamará Su nombre Admirable Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
»En sus días Judá será salvada, E Israel morará seguro; Y este es Su nombre por el cual será llamado: “El Señor, justicia nuestra”.
Sobre el reposara el E.S.
Y reposará sobre Él el Espíritu del Señor, Espíritu de sabiduría y de inteligencia, Espíritu de consejo y de poder, Espíritu de conocimiento y de temor del Señor.
»Este es Mi Siervo, a quien Yo sostengo, Mi escogido, en quien Mi alma se complace. He puesto Mi Espíritu sobre Él; Él traerá justicia a las naciones.
El Espíritu del Señor Dios está sobre mí, Porque me ha ungido el Señor Para traer buenas nuevas a los afligidos. Me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón, Para proclamar libertad a los cautivos Y liberación a los prisioneros;
“El Antiguo Testamento puede considerarse como una habitación ricamente amueblada pero débilmente iluminada; la introducción de la luz no aporta nada que no estuviera en ella antes; pero hace que se vea más claro gran parte de lo que había en ella, pero que antes se veía tenuemente o casi no se percibía en absoluto. El misterio de la Trinidad no se revela en el Antiguo Testamento; pero el misterio de la Trinidad subyace en la revelación del Antiguo Testamento, y aquí y allá casi aparece a la vista. Por lo tanto, la revelación de Dios en el Antiguo Testamento no se corrige con la revelación más completa que sigue, sino que solo se perfecciona, extiende y amplía” Benjamin B. Warfield
Veamos como en el N.T. la trinidad se revela de uan manera mucho mas clara:
Vemos al Padre enviando a su hijo al mundo:
»Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, sino que tenga vida eterna.
Vemos al hijo descender del cielo_
»Porque he descendido del cielo, no para hacer Mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
Vemos al E.S. obrando milagrosamente para concebir al hijo en vientre de María
Pero mientras pensaba en esto, se le apareció en sueños un ángel del Señor, diciéndole: «José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque el Niño que se ha engendrado en ella es del Espíritu Santo.
Luego vemos al E.S. ungiendo al hijo para iniciar su ministerio publico en su bautismo, y al Padre hablando de su complacencia con él:
Después de ser bautizado, Jesús salió del agua inmediatamente; y los cielos se abrieron en ese momento y él vio al Espíritu de Dios que descendía como una paloma y venía sobre Él.
Luego, todas las obras que Cristo hizo le fueron reveladas por el Padre y las hizo en el poder del E.S.
»Yo te glorifiqué en la tierra, habiendo terminado la obra que me diste que hiciera.
»Yo hablo lo que he visto con Mi Padre; ustedes, entonces, hacen también lo que oyeron de su padre».
»Pero si Yo expulso los demonios por el Espíritu de Dios, entonces el reino de Dios ha llegado a ustedes.
Jesus ofreció su vida por el E.S. Eterno
¿cuánto más la sangre de Cristo, quien por el Espíritu eterno Él mismo se ofreció sin mancha a Dios, purificará nuestra conciencia de obras muertas para servir al Dios vivo?
Jesus siempre dejo claro la diferencia esencial entre su relación con el Padre y la relación que tenemos nosotros con el Padre.
Jesús le dijo*: «Suéltame porque todavía no he subido al Padre; pero ve a Mis hermanos, y diles: “Subo a Mi Padre y Padre de ustedes, a Mi Dios y Dios de ustedes”».
»El que cree en Él no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios.
Dios es Padre en primer lugar porque en un sentido muy singular es el Padre del Hijo. Esta es su característica personal original y especial. Dios es pues Padre Eterno, que tiene un hijo eterno.
El hijo por esta razón a diferencia de nosotros es auto existente:
»Porque como el Padre tiene vida en Él mismo, así también le dio al Hijo el tener vida en Él mismo;
Como el Padre envía su Santo Espirito, el hijo también lo envía:
»Cuando venga el Consolador, a quien yo enviaré del Padre, es decir, el Espíritu de verdad que procede del Padre, Él dará testimonio de Mí,
El Espíritu procede eternamente del padre y del hijo.
La primera persona del ser divino es el Padre porque «de él son todas las cosas» (1 Co. 8:6).
Si Dios es el Padre, se deduce que también hay un Hijo que recibe la vida de Él y que comparte su amor. Mt. 11:27. A diferencia de los ángeles y los hombres, El es el propio Hiijo del Padre (Rom. 8:32). Esta relación muy especial, única, entre el Padre y el Hijo no se desarrolló en el tiempo, El hijo era Dios (Fil. 2:6), era del todo glorioso Jn. 17:5; Heb. 1:3; el es él creador Col. 1:16 y el salvador de su pueblo I Co. 1:30. El mismo es Dios, y debe ser alabado por la eternidad.
El Padre y el Hijo, se reúnen y están unidos en el Espíritu Santo y por medio del Espíritu habitan en todas las criaturas. Dios es Espíritu (Jn. 4:24), pero el Espíritu Santo se distingue claramente de Dios como Espíritu (1 Co. 2:11). El E.S. es enviado por el Padre y el Hijo (Jn. 14:26, 15:26), y procede de ambos, no sólo del Padre (Jn. 15:26) sino también del Hijo, porque también se le llama el Espiritu de Cristo o el Espíritu del Padre (Rom 8:9). Aunque el Espíritu Santo es dado, enviado o derramado por el Padre y el Hijo, es una persona de la trinidad con voluntad, no es meramente un don o una sustancia Juan 15:26; 1 Juan 2:1; Hch. 13:2; 1 Co.12:11; Ap. 2:17), Rom. 8:27. De manera que el E.S. es Dios igual que el Padre y el Hijo Mt. 28:19 y 2 Co. 13:14. Mentir a Dios es mentir al E.S. Hechos 5:3-4. En 1 Corintios 3:16 los creyentes son llamados el templo de Dios, porque el Espíritu de Dios habita en ellos. El E.S. es eterno (Heb. 9:14), omnipresente (Sal. 139:7) Omniciente (1 Co. 2:11), omnipotente (I Co. 12:4-6), es el creador (Sal. 33:6), sustenta su creación (Sal. 104:30) y fue protagonista en la redención (Jn. 3:3). Por consiguiente, Él comparte la misma gloria con el Padre y el Hijo. Además, la blasfemia contra el Espíritu Santo es un pecado imperdonable (Mt. 12:31-32). En otras palabras, así como todas las cosas son del Padre y a través del Hijo, todas existen y descansan en el Espíritu Santo.
Por cuanto el Dios trino es el autor de la creación y de la redención, somos bautizados en el nombre de Jesus o como Jesus lo ordenó: en el Nombre del Padre, del hijo y el Espíritu Santo. Todas las bendiciones provienen del Dios trino y por esta razón las bendiciones apostólicas para la iglesia son de carácter trinitario.
»Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado; y ¡recuerden! Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo».
La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos ustedes.
La relación en la que Cristo está con el Padre se corresponde plenamente con la relación en la que el Espíritu está con Cristo:
Así como el Hijo no habla ni hace nada de sí mismo, sino que recibe todo del Padre (Jn. 5:26 y 16:15), así el Espíritu Santo toma todo de Cristo (In. 16:13-14).
Así como el Hijo testifica del Padre y glorifica al Padre (Jn. 1:18 y 17:4,6), así el Espíritu Santo testifica del Hijo y lo glorifica (Jn. 15:26 y 16:14).
Así como nadie viene al Padre sino a través del Hijo (Jn. 14:6), así nadie puede decir que Jesús es el Señor excepto a través del Espíritu Santo (1 Co. 12:3).
A través del Espíritu tenemos comunión con el Padre y el Hijo. Es en el Espíritu Santo que Dios mismo, a través de Cristo, habita en nuestros corazones. Entonces el Espíritu Santo es, junto con el Hijo y el Padre, el único y verdadero Dios, y debe ser eternamente alabado junto con el Padre y el Hijo.
Conclusión:
La iglesia no llegó a confesar la trinidad sin el estudio de las escrituras, y sin una dura y larga lucha con personas que meditaron en Dios sin depender de esta revelación especial.
La doctrina de la trinidad es fundamental para la fe, debe ser sostenida y defendida, por esta razón la iglesia la ha confesado para mantenerse apegados a las escrituras y hacer frente a error.
La palabra Trinidad quiere decir “tri-unidad” o “tres en uno”.
Se usa para resumir la enseñanza bíblica de que: Dios es tres personas, Cada persona es plenamente Dios y Hay sólo un Dios.
La Confesión de Westminster (1647) declara:
“En la unidad de la Deidad hay tres personas, de una substancia, un poder, y una eternidad: Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios el Espíritu Santo. El Padre no procede ni es engendrado de nadie: el Hijo es engendrado eternamente del Padre: el Espíritu Santo procede eternamente del Padre y del Hijo” (II.3).
“Solamente hay un Dios único y verdadero, pero en la unidad de la Deidad hay tres personas coeternas y coiguales, iguales en substancia pero distintas en subsistencia” B. B. Warfield,
Aquí se afirma la unidad y la pluralidad en el ser de Dios. Mantiene la igualdad y la eternidad de las Tres personas. Usar la palabra persona para referirse a Dios, nos guarda del modalismo y la frase “igual en substancia” nos protege contra el triteísmo. La esencia entera, no dividida, de Dios le pertenece igualmente a cada una de las tres personas.
Solo podemos declarar la doctrina, no podemos con nuestra mente finita comprenderla, ni podemos encontrar algo en la creación que sea análogo al ser de Dios. Toda analogía ha resultado en una herejía.
Herejías Trinitarias
Herejías Trinitarias
I. Politeísmo:
este error no ha sido común en el cristianismo
II. Modalismo:
Hay sólo una persona que se nos presenta en tres formas (o “modos”) diferentes. En el AT Dios aparece como “Padre”; en los Evangelios como “el Hijo”; y después de Pentecostés como el “Espíritu”. “Sabelianismo” (por Sabelio s. III d.C.), o “monarquianismo modalista” Aparente apoyo: Juan 10:30 y Jn 14:9
Esta doctrina niega las relaciones internas de la Trinidad. Duda de la realidad de muchos eventos: Jesús orando al Padre, el Espíritu intercediendo. Niega que el Hijo llevara la ira del Padre en la cruz.
Niega la independencia de Dios.
La Iglesia Pentecostal Unida, es modalista (con 6 millones de adherentes) es la tercera secta anti-Trinitaria más grande, después de los Testigos de Jehová, (13.3 millones) y los mormones (11.5 millones).
III. Arrianismo:
Niega la plena deidad del Hijo y del Espíritu Santo. Arrio enseñaba que Dios Padre en cierto momento creó al Hijo. Antes de ese tiempo el Hijo no existía, ni tampoco el Espíritu Santo, sino sólo el Padre.
El Hijo es “como el Padre” o “similar al Padre” en su naturaleza, pero no “de la misma naturaleza” del Padre. dicen que El Hijo es “unigénito” (Jn 1:14; 3:16, 18; 1 Jn 4:9) y El “primogénito” (Col 1:15)
Se apoya en la lógica humana. Asume que la terminología indica que Cristo fue creado. Niega enseñanza clara de las Escrituras sobre la deidad de Cristo
IV. Subordinacionismo
El Hijo era eterno (no creado) y divino Pero inferior o “subordinado” en ser a Dios Padre, el Hijo eternamente deriva su ser del Padre.
Orígenes (ca. 185–254 d.C.) enseñó una forma de subordinacionismo
V. Adopcionismo
Jesús vivió como un hombre ordinario hasta su bautismo. Entonces Dios “adoptó” a Jesús como su “Hijo” y le dio poderes sobrenaturales. Jesús fue revestido por una fuerza impersonal (dynamis) que provenía de Dios. Los que hoy piensan que Jesús fue un gran hombre, con poderes especiales, pero que no era realmente divino.
V. Triteismo
Negar que hay sólo un Dios. Cada persona es plenamente Dios y por consiguiente, hay tres Dioses.
Los Concilios y los Credos
Los Concilios y los Credos
Los Concilios de Nicea (325 d. C.) y Constantinopla (381 d. C.) definieron la ortodoxia frente a las herejías trinitarias.
El Credo de Nicea llegó a ser la declaración definitiva de la doctrina de la Trinidad.
Creo en un solo Dios Padre Todopoderoso; Creador del cielo y de la tierra, y de todas las cosas visibles e invisibles; Y en un solo Señor Jesucristo, Hijo Unigénito de Dios, engendrado del Padre antes de todos los siglos,120 Dios de Dios,121 Luz de Luz, verdadero Dios de Dios verdadero, engendrado, no hecho, consubstancial122 con el Padre; por el cual todas las cosas fueron hechas...
Y creo en el Espíritu Santo123, Señor y Dador de vida, procedente del Padre y del Hijo,124 el cual con el Padre y el Hijo juntamente es adorado y glorificado; que habló por los profetas.
El Credo Niceno en 325 afirmó que Cristo era “engendrado, no hecho”. La cláusula filioqué (“y del Hijo”) se agregó porque parecía más ajustada a la revelación bíblica que dice que el Espíritu Santo no solo procede del Padre (Jn 15:26), sino también del Hijo (cf. Jn 14:26 con Jn 16:7; Jn 15:26).
Los concilios proveyeron un marco de referencia fuera del cual no hay ortodoxia cristiana.
La confesión de la trinidad es la suma de la religión cristiana. Sin ella, ni la creación, ni la redención, ni la santificación pueden ser mantenidas verdaderamente.
Toda desviación de esta confesión lleva a un error en todas las doctrinas.