Entremos al reposo de Dios

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Introducción

Se cuenta una historia sobre un judío un musulmán y un cristiano que murieron en un accidente y se presentaron delante de la presencia de Dios.
El primero en llegar fue el musulmán, al cual se le preguntó
¿Porque es que crees que debes de entrar al cielo?
Y el musulmán; sin titubear, respondió
He sido un hombre muy devoto,
toda mi vida me he apegado a los cinco pilares de mi religión que son:
La profesión de fe, la oración cinco veces al día, la limosna, el ayuno durante el mes el ramadán y la peregrinación a la Meca.
Me he alejado de todo tipo de vicios y con mucho esfuerzo me he memorizado grandes porciones del Corán.
Sin embargo, para gran sorpresa del musulmán,
Las palabras que escuchó de Dios fueron las siguientes:
Nunca te conocí; apártate de mí, hacedor de maldad.
Mientras su alma era arrojada en el infierno;
Después le toco el turno al judío, el cual de que a pesar de que había presenciado lo que le había acontecido al musulmán, se notaba muy confiado; y se le hizo la misma pregunta:
¿Porque es que crees que debes de entrar al cielo?
a lo que el judío respondió con mucha seguridad;
Pues veras, mi linaje es muy especial; soy parte del Pueblo del Dios altísimo, Desde mi niñez he obedecido la ley de Dios; a tan solo 8 días de haber nacido fui circuncidado; y nunca le hice mal a nadie; he vivido una vida muy saludable; fuera de vicios y de alimentos inmundos; Además soy un maestro de la ley, puedo recitarla de memoria.
Sin embargo, para gran sorpresa del Judío,
Las palabras que escuchó de Dios NO FUERON distintas a las que fueron dichas al Musulmán.
Nunca te conocí; apártate de mí, hacedor de maldad.
Mientras su alma era arrojada también al infierno.
Por ultimo le tocó el turno al cristiano,
al cual se le hizo la misma pregunta:
¿Porque es que crees que debes de entrar al cielo?
El cristiano con mucha paz, respondió;
Desde que nací he sido pecador, por mi mismo no merezco entrar en el cielo, todo lo contrario era digno de la condenación, pero conocí a un hombre que pagó en total la deuda de mi maldad, El cordero que fue inmolado por mis pecados, el Cual me dio un corazón nuevo y me hizo parte de la familia de Dios; Y YO Confío PLENAMENTE EN EL ; es aquí donde pertenezco, Dios es mi padre;
Y mientras el cristiano con gozo estaba diciendo estas palabras; a lo lejos se escucharon las siguientes palabras:
Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
Mientras se habrían las puertas de la gloria y Cristo le recibía con los brazos abiertos.
Por su puesto; esto solamente es una ilustración narrativa,
Sin embargo; contiene una Gloriosa Verdad.
Esta verdad es la que DISTINGUE al cristianismo de entre toda religión, secta, creencias e ideologías de este mundo.
Teologicamente llamamos a esta verdad:
Justificación Solamente por la Fe en Jesús Solamente.
Una Doctrina no negociable en el cristianismo;
Sin esta Verdad; NO TENEMOS EVANGELIO, porque esto es la misma escancie de Las Buenas Noticias de Salvación.
El cielo no es un premio que se gana a través de méritos humanos,
Ni tampoco es una RECOMPENSA que se otorga al que se la ha ganado.
Como dice la Escritura:
Efesios 2:8–9 (RVR60)
8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
9 no por obras, para que nadie se gloríe.
Tito 3:3–7 (RVR60)
3 Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros.
4 Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres,
5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,
6 el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador,
7 para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.
¿A caso existe algo en el mundo que pueda tener mas valor e importancia que esta verdad?
Por su puesto que no;
La respuesta a Una de las preguntas mas cruciales en la vida del hombre:
¿Que debemos de hacer para ser salvos?
Debe de responderse a la luz de la claras enseñanzas de la Escritura:
Hechos de los Apóstoles 16:25–34 (RVR60)
25 Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían.
26 Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron.
27 Despertando el carcelero, y viendo abiertas las puertas de la cárcel, sacó la espada y se iba a matar, pensando que los presos habían huido.
28 Mas Pablo clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí.
29 El entonces, pidiendo luz, se precipitó adentro, y temblando, se postró a los pies de Pablo y de Silas;
30 y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?
31 Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.
32 Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa.
33 Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos.
34 Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios.
Es por esta razón que el apóstol Pablo escribió en:
Romanos 5:1 RVR60
1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;
Al hablar de la doctrina de la Justificación solamente por la fe no podemos olvidar uno de los pasajes mas contundentes al respecto:
Romanos 3:23–28 (RVR60)
23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,
25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,
26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.
27 ¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe.
28 Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.
Esta es una verdad tan Gloriosa y fundamental, la cual; como iglesia DEBEMOS de Sostener y Celebrar;
Sin embargo, Es necesario que comprendamos que a pesar de que la Escritura claramente enseña que somos Justificados de manera Gratuita por medio de la fe en Cristo;
Se esta refiriendo a un tipo de Fe especifica, Lo que podemos llamar como una Fe Genuina o Una Fe Salvifica.
Es importante hacer esta distinción, ya que en la actualidad todo mundo dice tener Fe y su vida refleja todo lo contrario.
La Escritura nos dice que los mismos demonios:
“creen, y tiemblan”
No debe de sorprendernos que esta doctrina tan gloriosa sea distorsionada por falsos maestros los cuales promueven que la Fe es simplemente una confesión verbal;
Dicen que Solamente te basta con decir que crees en Cristo y eso es suficiente para que seas salvo;
No importa tu estilo de vida; lo UNICO QUE NECESITAS ES confesar fe en Jesús.
Tal forma de pensar es una deshonra para el evangelio bíblico, y a causado mucho daño dentro del cristianismo.
Un Cristianismo sin obediencia y santidad a Dios, donde puedes vivir como se te antoje pero como has confesado tener fe en Cristo; tienes la garantía de salvación;
No creo que haya una enseñanza mas satánica que esa, Una gracia barata una creencia fácil;
No es extraño que sea muy popular en la actualidad,
Sin embargo, La Escritura es muy clara en cuanto a este tema,
Una Fe sin Obediencia no pude ser llamada Fe,
Dicho en palabras de Santiago:
Santiago 2:17 (RVR60)
17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
Es por eso que para el autor de Hebreos; la Fe siempre esta acompañada de Obediencia;
Desde el capitulo 2 en el primer pasaje de Advertencia en esta carta encontramos las siguientes palabras:
Hebreos 2:1 (RVR60)
1 Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos.
Para el autor no solamente es suficiente con que nos sentemos a escuchar la palabra de Dios y digamos amen a las verdades de la superioridad de Cristo sobre todas las cosas,
Sino que es necesario ATENDER a las cosas que hemos oído,
En otras palabras, Estas verdades deben de Impactar Nuestras vidas si verdaderamente las creemos;
Si recordamos el ejemplo que el autor nos ha presentado de la generación incrédula de Israel,
Los cuales vieron el poder manifestado de Dios; y escucharon la palabra de Dios pero como dice el autor en
Hebreos 4:2 (RVR60)
2 Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron.
en otras palabras, la promesa dada por Dios requería ser recibida con fe;
Y por mas gloriosa y maravillosa que son las promesas de Dios,
De nada SIRVEN SI NO SE CREEN;
¿De que beneficio le hace la medicina al enfermo si no se la toma porque no confía en el consejo de su DOCTOR?
Aquella generación había escuchado las Buenas Nuevas del Reposo de Dios.
Habían estado bajo opresión de una nación pagana toda su vida; Todo lo que ellos conocían era el arduo trabajo; pero su agotamiento no solamente era físico; sino primordialmente espiritual;
Siendo el pueblo de Dios se encontraban sirviendo en nación idolatra; donde no existía el temor al Único Dios verdadero;
y Dios les dio una promesa; Un lugar donde encontrarían descanso para su agotadas almas; Donde tendrían la libertad de servir y adorar al Único Dios verdadero; Un lugar donde pudieran gozar de una verdadera comunión con su Dios.
Sin embargo, de nada les sirvió haber escuchado tan maravillosa promesa;
Por su incredulidad, Endurecieron sus corazones y fueron desobedientes a la palabra de Dios,
De nada sirve que oigamos las buenas nuevas del EVANGELIO semana tras semana si no las recibimos con Fe.
La fe es lo que produce el verdadero beneficio de escuchar la palabra de Dios;
¿Cuantas personas que escucharon el evangelio en incontables ocasiones se han perdido?
Y todo porque no han tenido fe;
Como un comentarista escribió:
Hebreos (La incredulidad (4:2b))
La fe es por el oír, y el oír, por la Palabra de Dios (Romanos 10:17); pero, si ante la proclamación de la Palabra solo nos conformamos con oír, si la atención que le prestamos no se “mezcla” con la fe, en vano se nos predica. No nos aprovecha nada llenar los oídos y la cabeza de conocimientos teóricos si no estamos dispuestos a vivir por fe.
Mas adelante el autor de Hebreos declara:
Hebreos 11:6 (RVR60)
6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
La Fe Genuina implica atender con diligencia, obedecer sin titubear los mandamientos de nuestro Dios;
Cuando el pueblo se rehusó a tomar posesión de la tierra que Dios les había prometido;
Solo un par de hombres demostraron Fe Genuina en la palabra de Dios:
Números 13:30 (RVR60)
30 Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos.
Números 14:5–10 (RVR60)
5 Entonces Moisés y Aarón se postraron sobre sus rostros delante de toda la multitud de la congregación de los hijos de Israel.
6 Y Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone, que eran de los que habían reconocido la tierra, rompieron sus vestidos,
7 y hablaron a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra en gran manera buena.
8 Si Jehová se agradare de nosotros, él nos llevará a esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel.
9 Por tanto, no seáis rebeldes contra Jehová, ni temáis al pueblo de esta tierra; porque nosotros los comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está Jehová; no los temáis.
10 Entonces toda la multitud habló de apedrearlos. Pero la gloria de Jehová se mostró en el tabernáculo de reunión a todos los hijos de Israel,
¿y quienes fueron los que entraron a la tierra prometida?
Deuteronomio 1:34–40 (RVR60)
34 Y oyó Jehová la voz de vuestras palabras, y se enojó, y juró diciendo:
35 No verá hombre alguno de estos, de esta mala generación, la buena tierra que juré que había de dar a vuestros padres,
36 excepto Caleb hijo de Jefone; él la verá, y a él le daré la tierra que pisó, y a sus hijos; porque ha seguido fielmente a Jehová.
37 También contra mí se airó Jehová por vosotros, y me dijo: Tampoco tú entrarás allá.
38 Josué hijo de Nun, el cual te sirve, él entrará allá; anímale, porque él la hará heredar a Israel.
39 Y vuestros niños, de los cuales dijisteis que servirían de botín, y vuestros hijos que no saben hoy lo bueno ni lo malo, ellos entrarán allá, y a ellos la daré, y ellos la heredarán.
40 Pero vosotros volveos e id al desierto, camino del Mar Rojo.
Conclusión:
Hebreos 4:3–11 RVR60
3 Pero los que hemos creído entramos en el reposo, de la manera que dijo: Por tanto, juré en mi ira, No entrarán en mi reposo; aunque las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo. 4 Porque en cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día. 5 Y otra vez aquí: No entrarán en mi reposo. 6 Por lo tanto, puesto que falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes primero se les anunció la buena nueva no entraron por causa de desobediencia, 7 otra vez determina un día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio de David, como se dijo: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones. 8 Porque si Josué les hubiera dado el reposo, no hablaría después de otro día. 9 Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios. 10 Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas. 11 Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia.
Carlos Spurgeon:
Todo por gracia (Capítulo 7. Por gracia por medio de la fe)
La fe ocupa la posición de un canal o una tubería. La gracia es la fuente y el torrente; la fe es el acueducto a lo largo del cual desciende la corriente de la misericordia para refrescar a los sedientos hijos de los hombres. Es una verdadera lástima cuando el acueducto se rompe. Es un triste espectáculo ver alrededor de Roma los diversos y nobles acueductos que ya no transportan agua a la ciudad, porque los arcos están quebrados y las maravillosas estructuras están en ruinas. El acueducto ha de ser conservado íntegro para que transporte la corriente; y, aun así, la fe ha de ser verdadera y sana, conectando directamente con Dios y viniendo directo a nosotros, para que pueda ser un canal aprovechable de misericordia para nuestras almas
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