Rut se decide por Dios
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Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios.
Esta es una valiente y abierta confesión de fe hecha por una mujer; una mujer joven, pobre, viuda y extranjera.
I. EL AMOR A LOS SANTOS DEBERIA INFLUENCIARNOS PARA SERLO.
1. Hay las influencias del compañerismo. Deberíamos ser influidos por la gente santa más de lo que lo somos por los impíos, puesto que deberíamos rendirnos nosotros mismos a su influencia.
2. La influencia de la admiración. La imitación es la alabanza más sincera; lo que favorecemos lo seguimos. Por lo tanto, copiemos de los santos.
3. La influencia del temor a la separación. Será una cosa terrible en la eternidad estar separados de los seres queridos que buscan nuestra salvación; es penoso aún tener que dejarles participar solos de la mesa del Señor cuando nosotros no podemos hacerlo.
II. LA RESOLUCIÓN Y LA PIEDAD SERÁN OBJETO DE PRUEBA.
1. Por su coste. Muchas veces tendréis que salir de la compañía de vuestros amigos, como Rut lo hizo; tendréis que compartir la suerte del pueblo de Dios, como Rut tuvo que compartirlo con Noemí.
Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón.
2. Por los deberes que implica la religión. Rut tenía que trabajar en los campos. Algunas personas orgullosas no quieren someterse a las reglas de la Casa del Señor ni a las reglas que gobiernan la vida diaria de los creyentes.
3. Por la aparente frialdad de los creyentes. Noemí no trató de persuadir a su nuera a que la siguiese, sino todo lo contrario. Era una mujer prudente y no quería que Rut viniese con ella por persuasión, sino por convicción.
III. LA PIEDAD DEBE CONSISTIR PRINCIPALMENTE EN LA ELECCIÓN DE DIOS.
1. Esta es la posesión más valiosa del creyente: «Tu Dios será mi Dios.»
2. Su gran artículo de fe: «Yo creo en Dios.»
3. Su confianza y permanencia.
Jehová recompense tu obra, y tu remuneración sea cumplida de parte de Jehová Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte.
Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre;
El nos guiará aun más allá de la muerte.
IV. PERO DEBE IMPLICAR ASIMISMO LA ELECCIÓN DE SU PUEBLO.
Un pariente cercano está entre ellos. En nuestro caso el verdadero Booz quiere tomamos consigo y restaurar nuestra heredad.
Hagamos deliberadamente, humildemente, firmemente, gozosamente y de un modo inmediato la elección por Dios y sus santos, aceptando su parte en este mundo y yendo con ellos a donde van.El poder del carácter cristiano brillando en el rostro y por el habla es hermosamente ilustrado en el siguiente incidente. Un nativo de Afganistán pasó una hora en compañía del Dr. William Marsh de Inglaterra. Cuando oyó que el Dr. Marsh habla muerto dijo: «Su religión será mi religión, su Dios será mi Dios, pues yo debo ir donde él está y ver su rostro otra vez.»