Santiago 4: 13-17 | SI EL SEÑOR QUIERE
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1 No te jactes del día de mañana; Porque no sabes qué dará de sí el día.
Lucas 12: 15-20 | El rico insensato
Sintesis: Santiago termina el capítulo con una advertencia contra la jactancia respecto al futuro. Como alternativa a esta actitud jactanciosa, sugiere que sus lectores tomen en cuenta que dependen de Dios para hacer cualquier cosa. La tentación a controlar las cosas mediante la capacidad humana es el meollo del pecado original: la presuposición humana de ser como Dios. Santiago nos recuerda que somos seres con limitaciones e imperfecciones, pero lo bueno es que servimos al Dios que es dueño del universo y que tiene nuestro bienestar en mente. Al obedecer y reconocer constantemente nuestra dependencia a Dios evitamos caer en la jactancia y la soberbia.
Santiago no condena la planificación sabia y prudente de ciertas actividades y negocios, sino más bien la planificación que deja por fuera a Dios.
HACER LA VOLUNTAD DE DIOS
8 El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón.
10 Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.
35 Porque todo aquel que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre.
La letra del conocido himno “Haz lo que quieras de mí, Señor” refleja el deseo de todo verdadero cristiano:
¡Haz lo que quieras de mí, Señor!
Tú el alfarero; yo el barro soy.
Dócil y humilde anhelo ser,
Cúmplase siempre en mí, tu querer
2 Posibles respuestas ante la voluntad de Dios
2 Posibles respuestas ante la voluntad de Dios
1. Ignorando a Dios (v. 13-14, 16-17)
1. Ignorando a Dios (v. 13-14, 16-17)
2. Reconociendo a Dios (v. 15)
2. Reconociendo a Dios (v. 15)
1. Ignorando a Dios (v. 13-14, 16-17)
1. Ignorando a Dios (v. 13-14, 16-17)
Ignorando a Dios de 3 maneras:
- Insensatez, los insensatos viven como si Dios no existiera. (v. 13-14)
- Insensatez, los insensatos viven como si Dios no existiera. (v. 13-14)
Además en esta ilustración miramos 5 elementos de confianza que ellos tenían en si mismos:
(1) Escogieron su propio tiempo “hoy o mañana”
(2) Escogieron el lugar “iremos a tal ciudad”
(3) Escogieron la duración “estaremos allá un año”
(4) Escogieron su propia empresa “traficaremos”
(5) Escogieron su propia meta u objetivo “ganaremos”
Santiago no está atacando su intención de obtener ganancias, sino la exclusión de Dios.
- Arrogancia, rechazan intencionalmente la voluntad de Dios (v. 16)
- Arrogancia, rechazan intencionalmente la voluntad de Dios (v. 16)
Reconocen que Dios existe y que es soberano, pero deciden hacer su propia voluntad con orgullo en sus corazones.
-Desobediencia, deciden no hacer caso a la voz de Dios (v. 17)
-Desobediencia, deciden no hacer caso a la voz de Dios (v. 17)
Afirman la existencia de Dios, Conocen la voluntad de Dios, pero no la obedecen. Y esto es grave porque conociendo el mandamiento el corazón que se empeña en quebrantarlo muestra rebeldía en su corazón.
2. Reconociendo a Dios (v. 15)
2. Reconociendo a Dios (v. 15)
En contraste con las respuestas negativas y pecaminosas a la voluntad de Dios, analizadas antes, Santiago presenta el aspecto positivo.
Santiago exhorta a sus lectores a que digan: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.
Este reconocer debe ser:
-Constante “decir”
-Constante “decir”
La forma del verbo en infinitivo presente, traducido decir, muestra que la sumisión a la voluntad de Dios debe ser habitual y constante.
Para el cristiano, el hacer la voluntad de Dios es un acto de adoración (Ro. 12:1-2)
1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. 2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Conclusión
Conclusión
El responder a la voluntad de Dios no es, sino otra prueba de una fe viva y verdadera en el Señor Jesucristo. Un deseo ferviente de hacer la voluntad de Dios es una señal segura de una vida transformada.