Marzo 2023 Semana 2 de Oración

Meditaciones para la Reunión de Oración  •  Sermon  •  Submitted
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Ora para que los miembros de tu iglesia estén llenos de celo por servir a Cristo y dar testimonio de Él en tu comunidad.

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Vecinos, Iglesia y Compañeros de Trabajo

Romanos 12:11 NBLA
11 No sean perezosos en lo que requiere diligencia. Sean fervientes en espíritu, sirviendo al Señor,

Lema:

Ora para que los miembros de tu iglesia estén llenos de celo por servir a Cristo y dar testimonio de Él en tu comunidad.

Contexto:

Después de concluir 11 capítulos sobre enseñanzas profundas de la Doctrina, Pablo da las siguientes instrucciones para los creyentes:

La primera parte es lo que Dios hizo por los creyentes:

Los Amó, Los Predestinó, Los Llamó, Los Justificó, Los Adoptó, Los Limpió, Los Liberó de la Esclavitud al pecado, Les dio Su Santo Espíritu, Los Santifica, Los Sostiene y da poder para avanzar, Los Glorificará

La Segunda Parte de la Carta:

Ahora, viene la parte donde el Creyente tiene que responder a todo lo que ha recibido:
Comentario MacArthur del NT (Romanos) (Capítulo 11: El acto supremo de adoración espiritual del creyente
En esta exhortación llena de fuerza y compasión, el apóstol no se enfoca en qué otras cosas necesitamos recibir de Dios, sino en lo que debemos darle. La clave de una vida cristiana productiva y satisfactoria no se encuentra en conseguir más sino en darlo todo.
Nuestro llamado supremo es servir a Dios con todo nuestro ser, y de manera preeminente en la adoración. (elementos obvios son la oración, la alabanza y la acción de gracias) pero también otros elementos como el Servicio a Dios, a través de servir a los hermanos (el hacer el bien, la ayuda mutua). Pero por encima de todo, nuestro acto supremos de adoración, consiste en “OFRECERNOS NOSOTROS MISMOS COMO SACRIFICIOS VIVOS DE MANERA TOTAL AL SEÑOR”
Nuestras almas: Si pertenecemos a Cristo por la gracia de la Salvación, nuestras almas le pertenecen. Esta salvación debería motivar al creyente a dedicarse completamente al Señor. El creyente dará cuentas de sí ante Dios, una vida de fidelidad y obediencia a Dios debería ser el reflejo de la infinita e incesante gratitud, por haber sido salvado.
Nuestros cuerpos: El alma del creyente pertenece al Señor, pero Él también demanda su cuerpo. En el cuerpo reside el “viejo hombre” y está arraigada nuestra condición humana, con todo lo que implica la caída. Muchas veces pasa, que como no podemos refrenar el cuerpo, nos damos por vencidos diciendo que “con el alma servimos a Dios, aunque con el cuerpo servimos al pecado” (Romanos 7.22-23) “Bajo el control de Dios, nuestros cuerpos no redimidos pueden y deben convertirse en instrumentos de justicia. No podemos impedir que algunos residuos de pecado sigan existiendo en nuestros cuerpos mortales, pero sí estamos en capacidad, contando con el poder del Señor, para evitar que ese pecado gobierne nuestros cuerpos.” (MacArthur)
Nuestras mentes: y; En la entrega de nuestros pensamientos y la renovación de todo lo que teníamos arraigado en nuestra mente, nuestra forma de ver el mundo, nuestras metas e intereses, todo debe ser entregado a Cristo. “El único culto racional que honra y agrada a Dios es la devoción y alabanza sinceras, reflexivas y amorosas que brotan del corazón de sus hijos.” (MacArthur)
Nuestras voluntades: “El producto de una mente transformada es una vida que hace las cosas que Dios ha declarado como justas, aceptables y completas. Esa es la meta del acto supremo de adoración espiritual, y esto prepara el escenario para lo que Pablo trata a continuación: el ministerio de nuestros dones espirituales.” (MacArthur) Cuando nuestra voluntad, se amolda a la voluntad de Dios, todo lo hacemos por amor a Él, y todo lo aceptamos porque viene de Él.
Los mandatos que da Pablo a los creyentes, comienzan desde el 12:1 y se extienden hasta el final de la carta.
El Lema de esta semana es “Orar para que los miembros de tu iglesia estén llenos de celo por servir a Cristo y dar testimonio de Él en tu comunidad.”
(Romanos 12.11)
Romanos 12:11 NBLA
11 No sean perezosos en lo que requiere diligencia. Sean fervientes en espíritu, sirviendo al Señor,

¡No sean Perezosos!

3636. ὀκνηρός oknerós; de 3635; tardo, i.e. indolente; (fig.) pesado, fastidioso:—negligente, perezoso, molesto.

ὀκνηρός describe a. a aquellos que son lentos para actuar por vacilación, ansiedad, negligencia o pereza, y b. las cosas que provocan suspicacia, disgusto o temor. En el AT se usa para los perezosos (Pr. 6:6, 9) que se dejan vencer por las incomodidades (20:4) o que nunca pasan del querer al actuar (21:25). En el NT el sentido a. figura en un contexto escatológico en Mateo 25:26. Los siervos perezosos representan a los discípulos que titubean a la hora de poner a trabajar sus dones en el período de prueba de la vida terrenal, y que al hacerlo así no logran vivir a la altura de sus responsabilidades eternas.

En lo que requiere diligencia

Predicar el Evangelio ¿requiere prisa?
Ser santos ¿es para hoy?
Edificarnos, crecer y servir ¿lo podemos dejar a otros?

4710. σπουδή spoudé; de 4692; velocidad, rapidez, i.e. (por impl.) despachar, fervor, anhelo:—prisa, prontamente, con solicitud, con diligencia.

CNT Kittel - Significa apresurarse, hacer las cosas con seriedad y respeto, esmerarse en algo importante, que requiere dedicación o prontitud.
Compendio del diccionario teológico del Nuevo Testamento σπουδάζω, σπουδῆ, σπουδαῖος

1. De σπουδῆ («prisa»), σπουδάζω significa «apresurarse», o transitivamente «apresurar algo», luego «tratar con diligencia o respeto».

2. σπουδαῖος significa «apresurado», «diligente», «esmerado», «importante», «alerta», y en sentido moral «noble», «digno», «bueno», «honrado».

3. σπουδῆ, del sentido original de «prisa», asume significados tales como «trabajo», «esfuerzo», «celo», «seriedad», «prontitud», «dedicación».

¡Sean fervientes en espíritu!

Significa “hervir” y sabemos que lo que hierve, es algo que comienza a calentarse y no para de subir la temperatura, sino que provoca un estallido en el líquido que se está calentando.
Entendiendo la metáfora, el creyente, que es alimentado por la Palabra de Dios, que es constantemente consolado, amonestado, exhortado por la Palabra de Dios, que está en constante comunión con Dios, ese se “seguirá calentando” hasta el punto de “ebullición” en donde estalla y manifiesta su “calor” a todos.
En Apocalipsis 3.15-16
Apocalipsis 3:15–16 NBLA
15 ‘Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! 16 ’Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de Mi boca.
Es lo que se puede ver, alguien que se calienta un tiempo y luego se enfría, no mantiene esa perseverancia, esa conexión con la fuente de calor (Dios y Su Palabra)

Sirviendo al Señor

Esta es la culminación de ¡No estar perezoso, sino diligente, e hirviendo por el Señor!
El resultado es servirlo...
Romanos SERVIR AL SEÑOR (12:11c)

se refiere al servicio de un siervo o esclavo, cuya razón de existir consiste en hacer la voluntad de su amo.

Apolos era ferviente (Hechos 18.25)
Hechos de los Apóstoles 18:25 NBLA
25 Este había sido instruido en el camino del Señor, y siendo ferviente de espíritu, hablaba y enseñaba con exactitud las cosas referentes a Jesús, aunque solo conocía el bautismo de Juan.
Pablo también lo era (Gál 6.9)
Gálatas 6:9 NBLA
9 No nos cansemos de hacer el bien, pues a su tiempo, si no nos cansamos, segaremos.
(1 Co 9.26)
1 Corintios 9:26 NBLA
26 Por tanto, yo de esta manera corro, no como sin tener meta; de esta manera peleo, no como dando golpes al aire,
(Col 1.29)
Colosenses 1:29 NBLA
29 Con este fin también trabajo, esforzándome según Su poder que obra poderosamente en mí.
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