La Vida Que Agrada a Dios V

Colosenses 1:9–14 RVR60

9 Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, 10 para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios; 11 fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad; 12 con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; 13 el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, 14 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.

INTRODUCCIÓN

La vez anterior aprendimos que no podemos vivir una vida que agrade a Dios sin la ayuda y el poder de Dios.

Ningún hombre puede, sin importar quien sea, vivir la vida cristiana efectiva y exitosa sin el poder y la persona del Espíritu Santo.

Es por esa razón que el Señor Jesucristo, no nos ha dejado huérfanos, pues nos ha dotado a los creyentes de su Espíritu Santo, para darnos el poder y la habilidad que necesitamos para vivir una vida que le agrade.

Lo que el apóstol esta pidiendo no es que los creyentes de Colosas sean llenos de un poquito de poder, sino que Dios les conceda todo el poder necesario que obre en nuestra transformación para que vivamos una vida agradándole en todo.

De modo que, Dios pone a nuestra disposición todos los recursos de su poder con el fin de llevar a cabo en nosotros aquella transformación que resulte en vidas dignas que le agraden.

Así que no solo me salva de la condenación del pecado, Dios también me da el poder por medio de su Espíritu para que viva aquí y ahora separado del pecado y agradándole en todo.

Ahora bien en el versículo 11. tenemos una frase que vale la pena observar.

Colosenses 1:11 RVR60

11 fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad;

PARA TODA PACIENCIA Y LONGANIMIDAD

El sustantivo longanimidad, del griego MAKROTHYMIA, (MACROZIMIA) es una palabra usada muchas veces en la Palabra de Dios para describir a la paciencia, la versión en Ingles lo traduce como; longsuffering. Esta palabra tiene el sentido de una resistencia paciente del dolor o la infelicidad.

Es interesante como el texto es traducido en otras versiones al Español, por ejemplo:

Nueva Biblia de las Américas Capítulo 1

Rogamos que ustedes sean fortalecidos con todo poder según la potencia de Su gloria, para obtener toda perseverancia y paciencia, con gozo

La idea implícita en el texto y lo que Pablo nos esta diciendo en el contexto es que, seamos llenos del poder y esto es su oración por los hermanos de Colosas. Que sean fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para alcanzar toda resistencia paciente, todo aguante al dolor y la infelicidad. Para que los creyentes seamos perseverantes, que aunque sufriendo permanezcamos firmes en la fe, que a pesar de las pruebas y las circunstancias adversas podamos ser pacientes.

Dicho esto aclaro que; la vivencia santa no se consigue en un momento, sino que requiere un proceso de crecimiento. Esto ha estado inmerso desde el comienzo de la intercesión del apóstol.

Si la vida que agrada a Dios se produjera de manera automática a partir del mismo día de nuestra conversión, no habría necesidad alguna de orar los unos por los otros y este texto que leemos no se hubiera añadido a las Escrituras.

Si bien es cierto y como ya lo hemos mencionado semanas anteriores, aún el creyente recién nacido está completo en Cristo. Quiero decir que no le faltan miembros ni facultades. Con Cristo hemos recibido todo lo que necesitamos para la nueva vida en Él.

Sin embargo el recién nacido espiritualmente tiene que crecer de la misma manera que crece un niño. Tiene que alimentarse, tiene que madurar y tiene que aprender a mantenerse en pie lo que es igual a permanecer firme en la fe, a andar como es digno del Señor, a relacionarse con su nuevo Padre Celestial, a entender su mentalidad y obedecer su voluntad. Todo esto requiere un largo proceso en el cual es enseñado y disciplinado por el Señor.

Supongo que Dios podría hacernos vivir vidas santas como por arte de magia. su poder es tan increíblemente extraordinario que podría hacer ciertas manipulaciones en nosotros, tocar ciertas teclas en nuestros resortes internos y así obligarnos a caminar rectamente.

Pero en ese caso seríamos robots, no seres humanos con la capacidad de elegir lo que queremos.

Hermanos el plan de Dios no contempla nuestra salvación forzada. Él quiere complacerse en la comunión con verdaderas personas, no con máquinas programadas por Él mismo.

Lo que al Señor le produce una autentica alegría esta revelado en su Palabra.

2 Juan 4 RVR60

4 Mucho me regocijé porque he hallado a algunos de tus hijos andando en la verdad, conforme al mandamiento que recibimos del Padre.

El verbo andar es una decisión voluntaria de aquellos que decidimos andar continuamente en la verdad, conforme a su Palabra.

El que los hijos adoptados de Dios anden conforme a su Palabra, es motivo de gran alegría para el Señor.

Dios no los programó para que le obedecieran, Dios nos salva y nos provee las herramientas que necesitamos para agradarle pero es una decisión voluntaria. Quienes le siguieron lo hicieron por voluntad propia.

Porque la voluntad de quienes le seguimos es hacer voluntariamente la voluntad de Dios.

Hemos visto que aunque el poder es de Dios, hemos de apropiárnoslo por la fe. Dios es quien nos fortalece, pero nunca de una manera automática o forzada. Dios es un caballero y siempre respeta nuestra responsabilidad humana.

Por eso no nos crea en Cristo como adultos con todas las facultades bien desarrolladas. Por eso no vemos a un recién convertido venir el siguiente domingo con la Biblia en sus manos, tampoco los ve bien fortalecidos, ayudando a otros, sirviendo al Señor, predicando el evangelio o apoyando al pastor.

Sino que nos Dios nos hace renacer como niños recién nacidos, con facultades completas, pero con necesidad de crecimiento y maduración.

Lo mismo es igual con un bebe. nace pero no nace maduro o ya todo un adulto hecho y derecho. Ese bebe nace y esta supuesto a crecer y a madurar sino ocurre como ya lo he dicho es un fenómeno.

Por eso la vida de fe es un largo viaje, no un momento instantáneo.

Por eso la santificación del creyente es un proceso en el cual el Espíritu Santo nos transforma de gloria en gloria, en la imagen de Cristo.

2 Corintios 3:18 RVR60

18 Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.

La santidad o perfección posicional es instantánea gracias a la obra de Cristo.

Hebreos 10:14 RVR60

14 porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.

En cambio la santidad progresiva es lenta y paulatina en los efectos prácticos.

Lo que estoy diciendo es que la santidad es un camino por el cual todo creyente debe andar, es una disciplina en la que todos los creyentes tenemos que ser corregidos, además es un largo y duro aprendizaje en el cual el Señor mismo es nuestro guía y maestro.

Y para este largo viaje necesitaremos la fortaleza y el poder poderoso que nos da el Señor por medio de su Espíritu Santo.

Volviendo al texto inicial y a la vez ir terminando este mensaje:

Colosenses 1:11 RVR60

11 fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad;

Aquí el apóstol utiliza dos sustantivos que son sinónimos y como dijimos se traducen como paciencia

El primero habla de la capacidad de perseverar a pesar de las circunstancias adversas por ejemplo: oposición, pruebas o aflicciones mientras que el segundo indica la capacidad de tolerar personas difíciles, sin que se llegue a perder los estribos, ni devolver mal por mal.

Uno me invita a perseverar sin quejarme y el otro a perseverar sin vengarme.

CONCLUSIÓN

Queridos hermanos y amigos presentes; El camino de la vida cristiana que agrada a Dios no será fácil. En este camino habrán serpientes y alacranes como en la peregrinación de Israel por el desierto; lleno de adversidades y situaciones duras. Pero también habrá gente como los de Coré y querellosos, murmuradores y gente difícil de soportar.

Es por esa razón que además del poder de Dios necesitaremos su paciencia y longanimidad. Para que no nos desanimemos por el camino y nos apartemos de Dios.

Desde fuera como dentro de la Iglesia el creyente fiel se encuentra con toda clase de piedras de tropiezo.

La respuesta natural de los que no se fortalecen en el poder de Dios quien nos dará la paciencia y la longanimidad es el desaliento, es el dar una marcha atrás en el camino de la fe e incluso en el no regresar más a la Iglesia.

Hermanos, oremos los unos por los otros para que en medio de las pruebas, el Señor nos de fuerzas y nos ayude a perseverar en la fe.

Alguien dijo: Que el hecho de que Pablo pidiera que los colosenses fueran fortalecidos para toda paciencia y perseverancia, indica que, cualesquiera que sean las circunstancias difíciles o las personas insoportables, no hay nada ni nadie que pueda estorbar nuestro camino si estamos viviendo en plena comunión con el Señor y si, como consecuencia de lo anterior conocemos su fortalecimiento.

Lo cierto es que para ser longánimes necesitamos la ayuda de Dios, necesitamos su poder. Que el Señor nos ayude.