Experiencias de Elias debajo del enebro

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Anteriormente yo creía que los hombres de Dios que habla la Biblia, eran muy especiales, perfectos en todos los aspectos, pero me conforta saber que varios de ellos cometieron errores y tenían sus defectos, pero con todo esto, así fueron usados poderosamente por Dios.

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Anteriormente yo creía que los hombres de Dios que habla la Biblia, eran muy especiales, perfectos en todos los aspectos, pero me conforta saber que varios de ellos cometieron errores y tenían sus defectos, pero con todo esto, así fueron usados poderosamente por Dios.

¿Cuantos aqui tenemos defectos, errores?

¿Cuantos creen que asi tal cual somos Dios puede usarnos poderosamente para ser de bendición?

Santiago 5:17–18 (RVR60)
Stg 5:17-18 Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.
TLA El profeta Elías era en todo igual a todos nosotros; pero le pidió a Dios con mucha confianza que no lloviera, ¡y durante tres años y medio no llovió sobre la tierra! 18 Después volvió a orar, ¡y llovió y la tierra dio sus cosechas!
NTV Elías era tan humano como cualquiera de nosotros; sin embargo, cuando oró con fervor para que no cayera lluvia, ¡no llovió durante tres años y medio! 18 Más tarde, cuando volvió a orar, el cielo envió lluvia, y la tierra comenzó a dar cosechas.
1º Reyes 19:1–7 (RVR60)
1 Re 19:1-7 Acab dio a Jezabel la nueva de todo lo que Elías había hecho, y de cómo había matado a espada a todos los profetas. Entonces envió Jezabel a Elías un mensajero, diciendo: Así me hagan los dioses, y aun me añadan, si mañana a estas horas yo no he puesto tu persona como la de uno de ellos. Viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que está en Judá, y dejó allí a su criado. Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres. Y echándose debajo del enebro, se quedó dormido; y he aquí luego un ángel le tocó, y le dijo: Levántate, come. Entonces él miró, y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y una vasija de agua; y comió y bebió, y volvió a dormirse. Y volviendo el ángel de Jehová la segunda vez, lo tocó, diciendo: Levántate y come, porque largo camino te resta.

Experiencias de Elias debajo del enebro

1) Huir 1 Re 19:3

1º Reyes 19:3 (RVR60)
1 Re 19:3 Viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que está en Judá, y dejó allí a su criado.

Elías huyó para proteger su vida a unos 120 kilómetros de donde vivía. Dejó a su siervo y continuó otros 40 kilómetros hacia el sur.

¿Que hizo Elias para que lo quisieran matar?

Demostrar su autoridad en el Carmelo haciendo descender fuego del cielo.
Orar para que lloviera después que no había llovido durante tres años.
3. Demostrar su lealtad al rey Acab. Y mientras esperaba a la puerta del palacio, lo que recibe como reconocimiento es un mensaje de muerte, su vida le sería quitada «mañana a estas horas».

Al huir Elias comete errores como:

Olvidarse de Dios y de la necesidad de Israel de tener un guía espiritual.
Se dedica a proteger su propia vida.

Momentos antes fue valiente delante de Acab y de todos los profetas de Baal.

Ahora por temor huye por las amenazas de una mujer. dice la palabra: «El que piensa estar firme, mire que no caiga».

¿Cuantas veces nosotros queremos huir también por situaciones parecidas? Nunca olvides que Dios te necesita. Tu eres importante alli donde Dios te puso.

2) Tristeza 1 Re 19:4

TLA 1 Re 19:4 Y anduvo por un día en el desierto. Después se sentó debajo de un arbusto, y estaba tan triste que se quería morir. Le decía a Dios: «¡Dios, ya no aguanto más! Quítame la vida, pues no soy mejor que mis antepasados».
Reyes Elías huye a Horeb (19:1–9)

El profeta estaba: desilusionado, desanimado y deprimido; quería morir. Parecía que: su prédica, sus advertencias y hasta sus milagros habían sido una pérdida de tiempo.

Elías, encontrándose solo y bajo un enebro, volcó ante Dios lo que había en su corazón.

¡Basta ya, oh Jehovah! ¡Quítame la vida!

Elías empieza a dudar de sus propias esperanzas.

Atemorizado, pierde la fe y el valor esta al borde de la desesperación y de la depresión.

En esta crisis pierde el deseo de vivir. Es como si dijera: "Señor, me siento solo. ¿Para qué seguir luchando? Todo es inútil."

Pero aun así Dios no abandonó a su profeta.

3) Atención 1 Re 19:5-6

1 Kings 19:5–6 RVR60
Y echándose debajo del enebro, se quedó dormido; y he aquí luego un ángel le tocó, y le dijo: Levántate, come. Entonces él miró, y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y una vasija de agua; y comió y bebió, y volvió a dormirse.
Comentario Bíblico Mundo Hispano Tomo 6: 1 Reyes, 2 Reyes y 2 Crónicas 4. Paréntesis profético: Elías y Eliseo, 17:1-19:21

Dios no abandona a su siervo. Lo sostiene en su necesidad física y le infunde aliento para seguir adelante.

A través de la Biblia día a día: Un comentario devocional (Volúmenes I–VII) (53. APRENDER CÓMO OPERA DIOS (1 REYES 19:9–14))
Dios sabía cómo tratar a su siervo, que descansaba bajo el enebro. Impregnó su naturaleza de un sueño reparador, alimentó sus energías agotadas, el ángel de Jehova vino y lo atendio.
Reyes Elías huye a Horeb (19:1–9)

Cuando el Antiguo Testamento habla de “el ángel de Jehová” (versículo 7), no describe a uno de los ángeles creados por Dios. Se refiere al Mensajero de Dios que es igual al Padre y que merece nuestra adoración, es decir, el Señor Jesús. Ese Señor que les dijo a sus discípulos: “Y yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:20), estaba con Elías en el desierto.

Dios no le envió a Elías un ángel para golpearlo ni tampoco para reprenderlo por huir.

Su Padre Celestial sabía bien lo que necesitaba su cansado y entristecido hijo.

La tremenda tensión en el Carmelo, la cansada carrera delante de Acab, la larga caminata al desierto, habían indudablemente causado en él un desfallecimiento físico y nervioso total.

El remedio dado por Dios fue «una torta cocida sobre las ascuas, y una vasija de agua». Él conoce la fragilidad de nuestro ser (Jn. 21:9–12).

John 21:9–12 RVR60
Al descender a tierra, vieron brasas puestas, y un pez encima de ellas, y pan. Jesús les dijo: Traed de los peces que acabáis de pescar. Subió Simón Pedro, y sacó la red a tierra, llena de grandes peces, ciento cincuenta y tres; y aun siendo tantos, la red no se rompió. Les dijo Jesús: Venid, comed. Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ¿Tú, quién eres? sabiendo que era el Señor.

¿Habra alguien con deseos de huir, alguien con tristeza porque no valoran su esfuerzo, su trabajo?

Si en algun momento en tu vida cristiana o en tu ministerio has deseado huir o has tenido tristeza prepárate porque es un terreno propicio para que los ángeles de Dios y Jesus mismo venga Atenderte y decirte “Levántate, come”

4) Vision 1 Re 19:7

1º Reyes 19:7 (RVR60)
1 Re 19:7 Y volviendo el ángel de Jehová la segunda vez, lo tocó, diciendo: Levántate y come, porque largo camino te resta.

El ángel de Jehova viene por segunda ves. Elias había recibido alimento de Dios para salvar su vida, pero no tanto como el que le fortalecería para el camino que tenía delante de él.

El ángel le dice largo camino te resta. Esto aun no termina.

Es necesario entender que la visión de Dios supera nuestra visión. Sus planes. Largo Camino te resta.

¿Cuantos creemos que largo camino nos resta?

1º Reyes 19:8 (RVR60)
1 Re 19:8 Se levantó, pues, y comió y bebió; y fortalecido con aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios.

La primera comida de Elías salvó su vida, pero la segunda comida le posibilitó para un viaje de cuarenta días, la segunda comida le dio le dio fuerza sobrenatural.

Es la hora de levantarnos y tomar la segunda comida. Para tener la fuerza Sobrenatural.

Conclusión:

Las Experiencias de Elias debajo del enebro fueron:
Huir para salvar su vida, pero abandonando al pueblo y a Dios.
Tristeza por no valorar su esfuerzo y amenazarlo de muerte.
Atención Divina.
Vision Renovada.

Analicemos unos momentos la situación de Elias.

Solo, en el desierto y debajo de un arbusto totalmente abatido. Huyendo y pidiendo a Dios morirse, renunciando totalmente a todo.

Es probable que sea la situación de algunos. Estar en un desierto y diciendo basta ya.

Pero hoy es el día en que hagamos la segunda comida.

Jesus te dice: Hijo mio yo se que estas cansado, triste quiero atenderte, “Levántate, come”

¿Cuantos desean hacer la segunda comida y tener ahora la fuerza de Dios y moverse en lo sobrenatural?

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