Experiencias de Elias debajo del enebro
Anteriormente yo creía que los hombres de Dios que habla la Biblia, eran muy especiales, perfectos en todos los aspectos, pero me conforta saber que varios de ellos cometieron errores y tenían sus defectos, pero con todo esto, así fueron usados poderosamente por Dios.
Anteriormente yo creía que los hombres de Dios que habla la Biblia, eran muy especiales, perfectos en todos los aspectos, pero me conforta saber que varios de ellos cometieron errores y tenían sus defectos, pero con todo esto, así fueron usados poderosamente por Dios.
¿Cuantos aqui tenemos defectos, errores?
¿Cuantos creen que asi tal cual somos Dios puede usarnos poderosamente para ser de bendición?
Experiencias de Elias debajo del enebro
1) Huir 1 Re 19:3
Elías huyó para proteger su vida a unos 120 kilómetros de donde vivía. Dejó a su siervo y continuó otros 40 kilómetros hacia el sur.
¿Que hizo Elias para que lo quisieran matar?
Al huir Elias comete errores como:
Momentos antes fue valiente delante de Acab y de todos los profetas de Baal.
Ahora por temor huye por las amenazas de una mujer. dice la palabra: «El que piensa estar firme, mire que no caiga».
¿Cuantas veces nosotros queremos huir también por situaciones parecidas? Nunca olvides que Dios te necesita. Tu eres importante alli donde Dios te puso.
2) Tristeza 1 Re 19:4
El profeta estaba: desilusionado, desanimado y deprimido; quería morir. Parecía que: su prédica, sus advertencias y hasta sus milagros habían sido una pérdida de tiempo.
Elías, encontrándose solo y bajo un enebro, volcó ante Dios lo que había en su corazón.
¡Basta ya, oh Jehovah! ¡Quítame la vida!
Elías empieza a dudar de sus propias esperanzas.
Atemorizado, pierde la fe y el valor esta al borde de la desesperación y de la depresión.
En esta crisis pierde el deseo de vivir. Es como si dijera: "Señor, me siento solo. ¿Para qué seguir luchando? Todo es inútil."
Pero aun así Dios no abandonó a su profeta.
3) Atención 1 Re 19:5-6
Dios no abandona a su siervo. Lo sostiene en su necesidad física y le infunde aliento para seguir adelante.
Cuando el Antiguo Testamento habla de “el ángel de Jehová” (versículo 7), no describe a uno de los ángeles creados por Dios. Se refiere al Mensajero de Dios que es igual al Padre y que merece nuestra adoración, es decir, el Señor Jesús. Ese Señor que les dijo a sus discípulos: “Y yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:20), estaba con Elías en el desierto.