Devocional de hoy

13 de marzo

Juan 11:25 RVR60

25 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.

¿Cuáles serían las mejores palabras que podríamos escoger, en el momento en que una persona que amamos muere, para consolar a nuestros seres queridos?

Aquí tenemos las mejores palabras que se han dicho a una familia que pasaba por el dolor de la perdida física de quien era el sostén y baluarte de este hogar, del hermano mayor:

Juan 11:25 RVR60

25 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.

Estas son las mejores palabras que podemos decir, por que fueron dichas por alguien que tiene la capacidad de convertir la más dolorosa experiencia humana: la muerte, en la celebración gozosa de saber que la muerte ya no tiene ningún poder destructivo sobre nosotros.

Jesús convirtió el doloroso momento de la muerte de Lázaro en:

Un momento para que la gloria de Dios se manifestará en ellos. Siempre podemos esperar aun en la mas triste situación que Dios tiene preparado algo mejor para nosotros.

Un momento para que pongamos nuestra fe en acción. No hay momento más desafiante para nuestra fe, que el momento que enfrentamos la muerte. Es el momento en que mas necesitamos decir como Marta:

Juan 11:27 RVR60

27 Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo.

Un momento para experimentar el amor de Dios que es nuestra consolación cuando las emociones de tristeza inundan nuestra vida. En los momentos más difíciles de nuestra vida es cuando Dios nos muestra cuanto nos ama.

Un momento en el cuál nos damos cuenta que la oración es el medio que Dios nos ofrece para expresar nuestro dolor y pedir su intervención poderosa en una situación que nosotros no podemos cambiar, para ayudarnos a soportar, esperar y confiar que el tiene todo bajo su control aun cuando nosotros muramos.

Yo se que al estar con Jesús mi actitud ante la muerte debe cambiar, pues el tiene el poder para sostenerme, consolarme y guiarme cuando la enfrente. Su promesa final es que aunque llegue la muerte, yo viviré.

Saber que Jesús está a mi lado para mostrarme su amor en los momentos más difíciles de mi vida y escuchar mi oración que expresa mi dolor hace que yo pueda confesar que mi consuelo y esperanza es solo él.

Estoy seguro que el día que yo muera, él estará allí para invitarme a entrar a la casa de su Padre a gozar de una nueva vida por la eternidad con él.

Por eso, compartir esta verdad con los que han perdido a un ser querido o los que están en temor a la muerte es mi tarea, para darles consuelo, amor y esperanza en su situación.

Oremos,

Padre guíame para tener una actitud correcta para enfrentar la muerte cuando se presente en mi vida y la de los que amo.

Gracias porque has hecho suficiente provisión de gracia y amor para que podamos ser consolados, gracias por los que han estado a nuestro lado cuando los que amamos han partido a la eternidad.

Oro para que pueda tener siempre en mis labios las palabras para poder consolar a los que sufren por la partida de sus seres queridos, el amor para poder estar cerca de ellos y sobrellevar su dolor.

Te pido por los que hoy lloran por un amigo, hermana, padre o madre que les ha dejado. Por los que sufren una enfermedad grave que les produce el temor de enfrentar la muerte. Que tu presencia este con ellos para fortalecerles y consolarlos.

En el nombre de Jesús, amén.

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