Devocional de hoy
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15 de marzo
15 de marzo
27 Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria.
Al final de una plática mas formativa que informativa, con sus discípulos, Jesús remarca el evento más importante que marcará fin del mundo tal como lo conocemos, para entrar a una nueva vida por la eternidad. Ese evento es su segunda venida en una nube con poder y gloria.
Jesús al tratar el tema de la segunda venida con sus discípulos nos prepara ante la reacción generalizada que habrá de la gente que será afectada tanto, que el temor tomará control de sus vidas.
Pero nuestra respuesta ante el evento debe mostrar una actitud contraria al temor, demostrando valor y coraje ante la adversidad.
Esa confianza debe estar basada en la seguridad del cumplimiento de La Palabra de Dios.
Finalmente Jesús nos dejó dos advertencias claras sobre nuestra actitud ante los eventos del porvenir:
No debemos estar sobrecargados por satisfacer nuestras necesidades y placeres de manera que seamos sorprendidos sin estar preparados para recibir al Señor en el aire.
Por esto debemos procurar una vida de oración y santidad que muestre que somos dignos de presentarnos delante de la presencia del Rey de reyes.
No debemos estar sobrecargados por satisfacer nuestras necesidades y placeres, de manera que seamos sorprendidos sin estar preparados para recibir al Señor en el aire.
Mi confianza debe estar en Dios que es fiel para cumplir cada palabra que ha dicho con respecto a mi vida, a su pueblo, y en general al mundo en que vivo.
Mi corazón debe estar enfocado, en primer lugar, en el pronto regreso de Jesús en las nubes y en segundo lugar, en las señales que me advierten que tengo que estar preparado para recibirle.
Quiero aumentar mi propósito de buscar hacer la voluntad de Dios, a través de la oración y el estudio de su Palabra.
Oremos,
Padre aleja de mi corazón todo temor que pueda estar siendo alimentado por las circunstancias que estoy viviendo, y afirma mi confianza en el hecho que tu has preparado un lugar para pasar la eternidad contigo.
Quiero agradecerte porque cada día nos das razones para confiar en tu cuidado y provisión aun en los momentos mas angustiosos de nuestra vida.
Te pido que llenes mi corazón del valor y el coraje que deben exhibir aquellos que luchan al lado del rey vencedor, de los que caminan con la confianza plena en tus promesas.
Oro a ti por los que viven en constante temor a enfrentar circunstancias adversas como la enfermedad, el dolor, la perdida de bienes, la muerte o a los fenómenos de la naturaleza, que traen destrucción. Trae tu paz a sus vidas.
En el nombre de Jesús, amén.