Los juramentos | Santiago 5:12
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7 No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.
34 Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios;35 ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey.36 Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello.37 Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.
Santiago una vez mas vuelve al tema de la lengua ( 1:19, 26; 3:1–12).
Cuando los cristianos sinceramente esperan el regreso de Cristo, las evidencias de esta esperanza se muestran en sus vidas:
I. Son pacientes cuando sufren daño (5:1-11).
II. Son puros en su hablar (5:12)
Sintesis; sé honesto y di la verdad en toda ocasión.
Simon J Kistemaker, Comentario al Nuevo Testamento: Santiago y 1-3 Juan (Grand Rapids, MI: Libros Desafío, 2007), 204.
Se trata de un llamado a los lectores a que sean personas de palabra, no solamente para dar un buen ejemplo, sino también para no dejar de cumplir los propósitos del Reino de Dios.
Santiago no prohíbe los juramentos legales, nos dice que tengamos una palabra tan honesta y sincera que no necesitemos «respaldarla» con promesas y juramentos.
El punto de vista del Nuevo Testamento es que todas las palabras se dicen en la presencia de Dios y deben, por tanto, ser ciertas; y estaría de acuerdo en que al cristiano se le debe conocer como persona de honor, y sería totalmente innecesario tomarle juramento. El Nuevo Testamento no condena taxativamente todos los juramentos; pero deplora la tendencia humana a la falsedad que los hace a veces necesarios. -Beacon
Similitud. El parecido entre las palabras de Jesús que encontramos en el Sermón del Monte y este versículo es inconfundible.
Lo más probable es que Santiago haya dependido de su memoria y no de algún manuscrito cuando escribió estas palabras.
Un viaje a través del tema de la lengua según Santiago:
26 Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana.
Los que no controlan su lengua dan evidencia de un corazón no regenerado, a pesar de una fachada externa de actividades religiosas.
12 Así hablad, y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad.
Quienes son liberados de la ley del pecado y de la muerte por medio de Jesucristo, darán testimonio de esa liberación en su manera de hablar
Santiago 3: 2-11, Santiago observó lo difícil de dominar la lengua y nos exhortó a que lograramos dominarla.
11 Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez.
Aquí prohibió que se hablara contra un hermano en la fe, igualando eso con hablar contra la santa ley de Dios
4 rasgos de este mandamiento
La Importancia
La Restricción
La instrucción
La motivación
1. La importancia
1. La importancia
La frase “Pero sobre todo” (Antes de todo) - nos indica la importancia y la seriedad que Santiago le da a este tema.
Un corazón transformado por el Espíritu, se mostrará en un hablar correcto.
Cómo hablan las personas es la prueba más manifiesta de su verdadero estado espiritual.
Las personas pecan más con su lengua que de alguna otra forma; uno no puede hacer cualquier cosa, pero uno sí puede decir cualquier cosa. -John MacArthur
Hermanos míos - es la tierna compasión de Santiago a sus oyentes.
2. La Restricción
2. La Restricción
Los judíos de la época de Santiago habían desarrollado un complejo sistema de juramentos, cuyas influencias llevaron consigo los judeocristianos a la iglesia. Es contra los abusos de ese sistema que escribe Santiago.
Hacer un juramento era atestiguar que lo que uno decía era verdad.
No Juren - Una mandato negativo, una prohibición. Esto es algo que tenían que detenerse de hacer.
La Biblia no prohíbe hacer juramentos, no es nada incorrecto prestar juramento cuando damos testimonio ante un tribunal, cuando se nos ordena, o al casarnos.
3. La instrucción
3. La instrucción
Santiago pide una forma de hablar honrada, sencilla y sincera.
Las personas íntegras no tienen necesidad de hacer complicados juramentos para convencer a los demás de su veracidad. Ni tampoco jurarán falsamente para engañar a las personas.
Como dice Pablo: “Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo” (Ef. 4:25). Hablar la verdad en cada situación hará que los creyentes brillen en las tinieblas de un mundo de mentiras.
4. La motivación
4. La motivación
Como motivación contra los falsos juramentos, Santiago señala las consecuencias de violarlos.
Quienes lo hacen, advierte él, [caerán] en condenación. La ley mosaica advertía: “No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano” (Éx. 20:7)
La solemne advertencia que da en el versículo 12 es que los que continuamente blasfemen el santo nombre de Dios con juramentos mentirosos, enfrentan la condenación a castigo eterno; así que, esta es otra prueba de la fe viva. Aquellos cuya vida se caracteriza por una norma de mentiras, dan evidencia de tener un corazón no regenerado. Y la Biblia enseña que los mentirosos, hijos espirituales del padre de la mentira (Jn. 8:44), serán sentenciados al infierno (Ap. 21:8, 27; 22:15).
Conclusión
Conclusión
Sé honesto y di la verdad en toda ocasión.
36 Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. 37 Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.