Dios nos llamó a ser sal
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Introducción
Introducción
Hemos hablado en muchas ocasiones sobre el llamado de Dios a que seamos sal y luz.
Pero, ¿qué es realmente es ser la sal?
13 »Ustedes son la sal de la tierra. Pero ¿para qué sirve la sal si ha perdido su sabor? ¿Pueden lograr que vuelva a ser salada? La descartarán y la pisotearán como algo que no tiene ningún valor.
La sal
La sal
Diccionario Bíblico Lexham (Sal)
Un compuesto químico conformado principalmente de cloruro de sodio (NaCl) que se utiliza para conservar, purificar y condimentar los alimentos.
Descripción general
La sal es una de las sustancias más comunes en la tierra y no puede ser destruida por el fuego o el tiempo. También conocida como “oro blanco”, es una de las sustancias más importantes de la historia, junto con el hierro, el oro y el trigo. En las sociedades antiguas era un bien económico y social valioso.
- Es tan valioso que se utilizaba para pagarle a las personas, de ahí se desprende la palabra “salario”.
La sal era símbolo de la vida debido a:
Su uso como conservante, agente purificador y condimento. Muchos de los símbolos adjuntos a la sal reflejan sus usos prácticos.
Por ejemplo, debido a que la sal puede retrasar el proceso de descomposición o degradación cuando se frota en la carne, es un símbolo de incorruptibilidad.
La sal también era un símbolo de provisión.
Agente purificador: los pueblos antiguos frotaban a los bebés con sal al nacer (Ezequiel 16:4), y el profeta Eliseo usó sal para purificar un manantial contaminado (2 Reyes 2:19–22).
Condimento para la comida (Job 6:6–7; compárese con Is 30:24): la sal sin sabor no tenía valor y se tiraba (Mt 5:13; Lucas 14:34).
Aún con todo el valor que vimos que tiene la sal, si esta pierde su sabor, que su elemento más importante, ¿para qué sirve?
Dios nos llamó a ser sal y no azúcar
Dios nos llamó a ser sal y no azúcar
La azúcar adormece mientras, porque cuando consumimos azúcar nuestro cuerpo comienza a liberar insulina y luego esto provoca que nuestro nivel de azúcar en sangre disminuya provocando que no cansemos.
La azúcar pudre, mientras que la sal preserva.
La azúcar y la sal se parecen
La azúcar y la sal se parecen
Un elemento interesante es que la azúcar se parece a la azúcar. Para diferenciarlas tienes que pegarte y/o probarla. Pero cuándo la miras con detenimiento o la pruebas, se nota el material.
Dios nos llama a ser sal, tenemos que diferenciarnos de la azúcar de este mundo que nos adormece. Aunque nos hacemos como de este mundo, Dios nos llamó a ser fuera de este mundo, a diferenciarnos.
¡Cuándo la gente te vea seas salado!
¡Cuándo venga la prueba, resista como la sal!
Si colocas la sal y la azúcar en el fuego la azúcar se derrite más rápido que la sal. Así debemos nosotros resistir la prueba (el fuego) para seamos la diferencia.
¿Cómo soy sal de la tierra?
¿Cómo soy sal de la tierra?
Ya me dijiste que tengo que ser sal, pero cómo puedo serlo.
Entiende primero, que el saber que fuiste llamado a esparcir no es el tuyo, es el de Dios. Tienes que preocurar que cuando la gente te vea, vea tu testimonio y lo que hace vea a Dios.
Si quiere saber a Dios, que tu vida pueda resistir las pruebas que puedan venir y que la gente pueda ver a Dios a través de tí, debes meterte con Dios. En la intimidad, dónde nadie te ve, donde solo Dios te puede ver.
Si has perdido tu sabor, y siente que te has alejado de Dios, cierra la puerta en tu lugar secreto con Dios, donde solo importa tu y Dios, donde nadie más ni nada más importa.