La Regla de Oro: (2) Al Corregir

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La Regla de Oro puesta en práctica a la hora de acercarse a ayudar a las personas para corregirlas.

Notes
Transcript

La Regla de Oro: (2)- “Al Corregir”

Lectura Bíblica

[Mateo 23.23-28]
Mateo 23:23–28 NBLA
23 »¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas que pagan el diezmo de la menta, del anís y del comino, y han descuidado los preceptos más importantes de la ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad! Estas son las cosas que debían haber hecho, sin descuidar aquellas. 24 »¡Guías ciegos, que cuelan el mosquito y se tragan el camello! 25 »¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas, que limpian el exterior del vaso y del plato, pero por dentro están llenos de robo y de desenfreno! 26 »¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de adentro del vaso y del plato, para que lo de afuera también quede limpio. 27 »¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas que son semejantes a sepulcros blanqueados! Por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. 28 »Así también ustedes, por fuera parecen justos a los hombres, pero por dentro están llenos de hipocresía y de iniquidad.

Introducción:

La semana pasada en la primera parte de esta enseñanza, vimos “La Regla de Oro - Al Juzgar” y estudiamos los versículos (Mateo 7.1-2)
Mateo 7:1–2 NBLA
1 »No juzguen para que no sean juzgados. 2 »Porque con el juicio con que ustedes juzguen, serán juzgados; y con la medida con que midan, se les medirá.

1. Nosotros no debemos ocupar «el lugar de Dios».

Vimos en esta enseñanza que nadie puede levantarse como un Juez, pues no hemos sido designados en esa posición, «solo Dios es Juez», «solo Dios sabe hacer justicia» y nosotros no debemos ocupar «el lugar de Dios».

2. Jesús, nos está llamando a «No Juzgar de acuerdo a nuestro criterio

Jesús, nos está llamando a «No Juzgar de acuerdo a nuestro criterio, según nuestra carne, es decir, con malicia o venganza». Por tanto, el Juicio que no es aceptado por Dios es:
a) El Juicio hipócrita.
b) El Juicio que menosprecia.
c) El Juicio que habla mal de los demás.
Sobre todo, hacer un juicio superficial; «siendo muy estrictos con los demás y muy comprensivos con nosotros mismos»

3. El creyente debe descansar en Dios, el Juez Justo y lidiar con su propio pecado y el de los demás.

Por otro lado, este texto casi siempre es «tomado a la ligera» ¡Malinterpretado!
En una cita de J.C. Ryle en sus meditaciones sobre los Evangelios, comenta lo siguiente:

La primera parte de estos versículos es uno de esos pasajes de la Escritura cuya interpretación debemos tener cuidado de no forzar, lo cual cambiaría su auténtico significado. Es un pasaje que con mucha frecuencia los enemigos de la verdadera religión manipulan y sacan fuera de contexto.

Cuando nuestro Señor dice: “No juzguen”, no quiere decir que esté mal “examinar las cosas”; tenemos que “examinarlo todo cuidadosamente y retener lo bueno” (1 Tesalonicenses 5:21) y “probar los espíritus” (1 Juan 4:1).
Ni tampoco quiere decir que esté mal reprobar los pecados y faltas de otros a menos que nosotros mismos seamos perfectos y sin falta. Tal interpretación supondría una contradicción de otras partes de la Escritura; haría imposible la condenación del error y de la falsa doctrina; excluiría toda vocación de ser ministro o juez. La Tierra sería “entregada en manos de los impíos” (Job 9:24); se multiplicaría la herejía; abundaría el mal.
Lo que nuestro Señor pretende corregir es:
1. Una actitud condenatoria y crítica.
2. La disposición a culpar a los demás por ofensas insignificantes o cuestiones de poca importancia,
3. El hábito de expresar opiniones negativas precipitadamente; y
4. El estar siempre listo para recalcar los errores y defectos de nuestros semejantes, y de ese modo rebajarlos;
Esto es lo que nuestro Señor prohíbe. Era algo común entre los fariseos; ha seguido siendo común desde su época hasta nuestros días. Debemos guardarnos de tal cosa. Tenemos que creerlo todo y esperarlo todo de los demás, y no apresurarnos a buscar faltas. Esto es el amor cristiano (1 Corintios 13:7).
Podemos aprender también de estos primeros versículos que el creyente debe vivir descansando en el Señor como Juez Justo, y a la vez lidiando con su propio pecado y con el pecado de los demás. Esto nos debe llevar a ser paciente, amoroso, misericordioso, y poner la otra mejilla, no buscar venganza, no desear el mal para el que nos causó el daño.
Pues el verdadero problema de las personas no es la ofensa que nos han hecho a nosotros, sino las ofensas que han hecho en contra de Dios, lo cual, nos debe mover ¡No al Juicio (o Condenación) sino a la compasión por ellos!
Algo interesante aquí es que la línea es recta, por lo cual, si pierdes el equilibrio un poco, puedes salirte en cualquiera de las 2 direcciones:

a) El que No Juzga:

(Todo está bien. Cada quien lleva su propia vida y lo que a ellos les parece bien) Jueces 21.25
Jueces 21:25 NBLA
25 En esos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que le parecía bien ante sus propios ojos.
La verdad relativa, No hay valores absolutos.

b) El que todo lo ve mal:

El que se precipita en sacar conclusiones, el que no le da el beneficio de la duda a nadie, sino que condena al prójimo, que habla mal de otros, que hace daño.

I. La Parábola

Mateo 7:3–5 NBLA
3 »¿Por qué miras la mota que está en el ojo de tu hermano, y no te das cuenta de la viga que está en tu propio ojo? 4 »¿O cómo puedes decir a tu hermano: “Déjame sacarte la mota del ojo”, cuando la viga está en tu ojo? 5 »¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás con claridad para sacar la mota del ojo de tu hermano.
Algo que hicimos en el grupo de jóvenes, al estudiar las parábolas del Señor Jesús, fue: Identificar a los personajes y las palabras clave en el texto para encontrar sentido a lo que se refiere.

1. Personajes:

Tú y Tu hermano

2. Palabras clave:

Mirar, Mota, Ojo, Viga, Hipócrita, Ver con claridad.

II. La Verdadera Intención.

Jesús, señala dónde comienza todo:
¡Al Mirar! Significa la función natural del ojo, lo opuesto sería estar ciego.
Jesús pregunta: ¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano? ¿Estás buscando (escaneando) el pecado de los demás? Estás haciendo una Investigación para Acusar a tu hermano (físico o espiritual) o prójimo también podríamos decir.
Aquí el énfasis no es en que uno ayuda a quien se acerca a pedir ayuda para quitarle una “basura” en el ojo, sino que uno busca mirar la “basura” en el ojo ajeno.
Puede haber varias razones para esto:

a) Cuando estamos en pecado

Y no nos arrepentimos, buscamos que otros anden igual o peor que nosotros con tal de no sentirnos mal (“mal de muchos, consuelo de tontos”).

b) Cuando es por un “efecto espejo”

y miramos a los demás. Casualmente [lo que critico en otros, es lo que yo tengo en mi propia vida] (pero soy ciego a mi “viga” y muy agudo visualmente en la “paja”).

c) Cuando nuestro pecado no nos deja ver.

Y eso que está más cerca, aunque sea muy grande, no lo vemos, pero sí vemos (mal) el pecado de otros aunque sea mucho más pequeño.

III. Es cuestión de Perspectiva

El Señor habla de una Mota (paja) que es una “rama pequeña o un poco de pasto seco” (no del todo imperceptible, no es un cabello, sino algo visible, aunque pequeño, en comparación con la “viga” la cual es un “tronco” que se usa como los pilares para sostener una casa.
En esta historia es una cuestión de tamaño, pero que, lo normal es que lo más pequeño no sea visible y lo más grande sí lo sea.

a) La ironía: Mateo 7.1

El pecado grande y de cerca no se ve, y el pecado pequeño y lejano, sí se ve.
Hagamos una prueba: Lee a una buena distancia las letras que están en tu pluma o lápiz. Ahora, acércalo a tu ojo, de manera que esté casi pegado a él.

b) La ironía avanza: Mateo 7.4

Mateo 7:4 NBLA
4 »¿O cómo puedes decir a tu hermano: “Déjame sacarte la mota del ojo”, cuando la viga está en tu ojo?
Comentario MacArthur del NT “Mateo”
“Toda la enseñanza del Sermón del Monte es mostrar la total diferencia entre la religión verdadera y la falsa, entre la verdad espiritual y la hipocresía espiritual. Jesús establece las normas perfectas y santas de Dios junto a las normas paganas y de arrogancia moral de los escribas y fariseos, y declara que quienes siguen esas normas paganas y arrogantes no tienen parte en el reino de Dios (Mateo 5.20). ¡Nunca jamás se ha predicado un sermón tan controversial o de juicio que este!
Cita de J.C. Ryle en su libro:
Caminando con Dios: Un tratado sobre las implicaciones prácticas del cristianismo 1. El cristianismo externo no es el cristianismo verdadero

Hay muchas personas cuyo cristianismo consiste solamente de asistir a las reuniones de la Iglesia. Ellos asisten regularmente, pero no están familiarizados con las Escrituras, y no se deleitan leyéndolas. Sus vidas no están separadas del mundo. No están realmente interesados en las doctrinas y no se preocupan por la clase de enseñanza que escuchan. Estas personas son solamente “creyentes externos”.

Hay otras personas cuyo cristianismo consiste solamente de palabras. Conocen la teoría del evangelio y sostienen firmemente la sana doctrina, pero no saben nada de la piedad práctica. No son personas honestas, amables, humildes, bondadosas, generosas, etc. Son creyentes de nombre, pero lo son solamente en lo externo.

Cuando estamos ciegos (con una viga en el ojo) no puedes ver la paja del ojo ajeno, así que:

c) Soluciona la Ironía:

¡Debes quitar el pecado grande que está en tu vida!
La enseñanza no es a que cada quien se ocupe de lo suyo nada más y seamos pasivos con todo lo que pasa a nuestro alrededor, sino que, lo contrario, ¡tenemos 2 trabajos!
Luchar contra nuestros pecados (que son grandes) y ayudar a los hermanos a que vean sus pecados, (que también son grandes) y que ellos no alcanzan a ver.
¡Esposo, Varón, Padre de familia, debes quitarte la viga propia y ayudar a los que tienes en casa!
También el Señor nos ha puesto hermanos que nos aman y nos confrontan para que el Señor nos conceda ver nuestros pecados y arrepentirnos para cambiar y honrar al Señor.
David necesitó un profeta (Natán)
David se indignó con la historia que le contó, (2 Samuel 12.1-14) él se siente identificado con el ejemplo, se siente ofendidísimo con la conducta de aquel hombre.
Inmediatamente condenó, pronunció juicio a este hombre: “¡Merece la muerte!” (v.5) Y en ese momento ha declarado la Sentencia sobre Sí mismo.
Ahí David juzgó, que también significa “Condenar” y recibió el mismo Juicio con que Juzgó (“Condenación”)
Pero David, en ese momento recibió la Gracia de Dios para ver su viga, acudir al Señor a que le quite la viga y ahora está perdonado.
Salmo 51:12–13 NBLA
12 Restitúyeme el gozo de Tu salvación, Y sostenme con un espíritu de poder. 13 Entonces enseñaré a los transgresores Tus caminos, Y los pecadores se convertirán a Ti.
Ya puede ver y enseñar a los transgresores.

d) ¿Qué debemos hacer nosotros?

¡Debes acercarte a hermanos para que te ayuden a ver tus pecados!
No ser soberbios y orgullosos creyendo que estamos totalmente bien.

IV. Hagan Juicio entre lo Santo y lo Inmundo

El Señor Jesús pone un versículo que parecería fuera de contexto, pero sigue hablando de “juzgar” Y ahora el Señor va a dar un mandamiento, que tiene que ver con el discernimiento, con un análisis que se debe hacer acerca de personas, que el Señor Jesús les llama “perros y cerdos”
Comentario MacArthur del NT “Mateo”
Está claro que Jesús no excluye todo tipo de juicio. En realidad, aquí ordena muy claramente cierto tipo de juicio adecuado, al igual que en los versículos anteriores prohíbe una clase errónea de juicio. A fin de obedecer ese mandato obviamente es necesario poder determinar quiénes son los perros y quiénes los cerdos.
Los “Perros y los Cerdos”, de los cuales habla Pedro en (2 Pedro 2.22)
2 Pedro 2:22 NBLA
22 Les ha sucedido a ellos según el proverbio verdadero: «El perro vuelve a su propio vómito», y: «La puerca lavada, vuelve a revolcarse en el cieno».
eran animales sucios. En aquel tiempo los perros se pasaban merodeando en lugares sucios, buscando desperdicios, eran inmundos y salvajes con la gente, e incluso una maldición ser comido por los perros. (2 Reyes 9.36)
2º Reyes 9:36 NBLA
36 Entonces, volvieron y se lo hicieron saber. Entonces Jehú dijo: «Esta es la palabra que el Señor habló por medio de Su siervo Elías el tisbita: “En la parcela de Jezreel los perros comerán la carne de Jezabel;

a) Los Perros

La referencia directa es que los judíos no debían echar la carne de algún holocausto o sacrificio (lo santo) a los perros, las familias comían del sacrificio, los sacerdotes comían de la carne y otras partes seleccionadas eran quemadas por completo al Señor, nada de eso era arrojado a los perros.
No así, la carne “despedazada por las fieras” - a los perros debía ser echada (Éxodo 22.31)
Éxodo 22:31 NBLA
31 »Ustedes serán hombres santos para Mí. No comerán carne despedazada por las fieras en el campo. A los perros la echarán.

b) Los Cerdos

Los cerdos eran considerados los más inmundos de los animales. Ni siquiera pensar en comer o en ofrecer un sacrificio al Señor de un animal como este.
Cuando una figura del Anticristo (Antíoco Epífanes) quería insultar al pueblo de Israel, decidió sacrificar un cerdo en el altar de Dios, lo que causó la rebelión de los Macabeos en el 168 a.C.
El contraste son las perlas, que eran una joya altamente valorada en la antiguedad.
¿Cómo alguien podía arrojarlas a los cerdos?
¿O alguien no valora lo realmente valioso o valora demasiado a los cerdos?
O las 2 cosas.
Los cerdos se van a acercar a las perlas, las van a oler, se las meterán a la boca, pero al ver que no las pueden comer, las escupirán, las pisotearán y se voltearán contra ti, porque se sentirán engañados, pues lo que les diste no llenó su apetito (su estómago).
Al ser grandes, pesados y salvajes, podrían ser agresivos, lo mismo que los perros.

c) El Juicio

¿Cómo quiere el Señor que tratemos a las personas que se comportan como perros o cerdos?
¿Cómo reaccionó el mismo Señor Jesús con personas así?
Herodes
Lucas 23:9–11 NBLA
9 Lo interrogó extensamente, pero Jesús nada le respondió. 10 Los principales sacerdotes y los escribas también estaban allí, y lo acusaban con vehemencia. 11 Entonces Herodes, con sus soldados, después de tratar a Jesús con desprecio y burlarse de Él, lo vistieron con un espléndido manto. Después Herodes lo envió de nuevo a Pilato.
Comentario MacArthur del NT “Mateo”
Habrá ocasiones en que el evangelio que presentamos será absolutamente rechazado y ridiculizado, y emitiremos juicio para alejarnos y no hablar más, decidiendo que debemos sacudir “el polvo de [nuestros] pies” (Mt. 10:14) y comenzar a ministrar en alguna otra parte. Habrá veces en que aquellos a quienes testificamos resistirán el evangelio y blasfemarán de Dios, y podríamos expresar palabras de juicio. Al igual que Pablo, debemos decir entonces: “Vuestra sangre sea sobre vuestra propia cabeza; yo, limpio; desde ahora me iré a los gentiles” (Hch. 18:6). Cuando la gente no solo rechaza el evangelio sino que insiste en burlarse y maldecirlo, no debemos desperdiciar la santa Palabra de Dios y las valiosas perlas de su verdad en un intento inútil y frustrante de ganar a esos individuos. Debemos dejarlos al Señor, confiando en que de algún modo el Espíritu Santo pueda penetrarles el corazón —como al parecer hizo con algunos de quienes al principio rechazaron la predicación de Pablo y de los demás apóstoles—, o dejarlos al justo juicio de Dios.
El Juicio es necesario, pero debe ser adecuado, debe ser hecho con misericordia, pero también con verdad.
El examen debe ser principalmente en uno mismo, pero también para ayudar a los demás, con amor genuino y verdadero interés en su crecimiento.
(Proverbios 16.6)
Proverbios 16:6 RVR60
6 Con misericordia y verdad se corrige el pecado, Y con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal.
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