Un llamado a la santidad

Un llamado a reflejar la pureza y santidad de Cristo

¿Cual es el llamado más importante que tiene una persona después de venir a Cristo?

¿Cuál debe ser el mayor anhelo de quienes nos hemos convertido al Señor?

El llamado a ser santo

1 Pedro 1:13–19 (LBLA)

Por tanto, ceñid vuestro entendimiento para la acción; sed sobrios en espíritu, poned vuestra esperanza completamente en la gracia que se os traerá en la revelación de Jesucristo. Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais en vuestra ignorancia, sino que así como aquel que os llamó es santo, así también sed vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque Yo soy santo. Y si invocáis como Padre a aquel que imparcialmente juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor durante el tiempo de vuestra peregrinación; sabiendo que no fuisteis redimidos de vuestra vana manera de vivir heredada de vuestros padres con cosas perecederas como oro o plata, sino con sangre preciosa, como de un cordero sin tacha y sin mancha, la sangre de Cristo.

La santidad es lo único que distingue a un creyente de un no cristiano, yo creo que el mayor anhelo, y la búsqueda mas imponente en esta vida debe ser buscar la semejanza de nuestro Señor Jesucristo, por encima de cual cualquier cosa.

Como expresó una vez el escritor A. W. Tozer:

“El verdadero ideal cristiano no es ser feliz, sino ser santo”

Para nadie es un secreto que la gente hoy en día tiene como ideal supremo su propia felicidad. Vivimos en una cultura que promueve la auto-gratificación y el placer propio a costa de cualquier precio. Cuando los incrédulos no obtienen la satisfacción inmediata que buscan se convierten en las personas más infelices del mundo, porque su felicidad depende de cuán realizados estén en esta vida. No obstante, el cristiano no debe imitar esa clase de filosofía de vida. Su más alto ideal en esta vida es ser santo.

John MacArthur en su libro: Santificación: La pasión de Dios por su pueblo, expresa que

“Toda la oración en Juan 17 refleja la prioridad de santificación como la voluntad de Cristo para los creyentes”

Cristo le pide al padre: santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. Juan 17:17

De ahí entendemos que el propósito principal de un creyente al exponerse en las escrituras es ser cada vez más santo. Por eso Pablo dice 2 Corintios 3:18 “Pero nosotros todos, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el Espíritu.”

2 Corintios 7:1 “Por tanto, amados, teniendo estas promesas, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.”

Y la santidad es tan importante que Hebreos 12:14 dice “Buscad la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.”

1 Pedro 1:14-15 dice que “Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais en vuestra ignorancia, sino que así como aquel que os llamó es santo, así también sed vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;”

La Biblia dice que somos templo de Dios. El Salmos 93:5 dice “Tus testimonios son muy fidedignos; la santidad conviene a tu casa, eternamente, oh Señor.”

Entonces ¿cuál debe ser tu más alto ideal en esta vida? Ser santo

así también sed vosotros santos en toda vuestra manera de vivir (conducta, forma de actuar)

conducíos en temor (santidad) todo el tiempo (denota constancia en un período de tiempo determinado) de vuestra peregrinación

Pedro nos da 3 razones por las que debemos ser santos

Debemos ser santos porque Dios es santo (v. 16).

Debemos ser santos porque invocamos a un Dios con juzga con imparcialidad (v. 17)

Debemos ser santos porque Cristo nos rescató de toda manera de vivir que es contraria a la santidad. (v. 18-19)

CONCLUSIÓN

Ser santos no es una opción, es el llamado más importante para todo creyente de reflejar la pureza y la gloria de Jesús en su vida.