Mejor el día de la muerte

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Enfrentarnos a la realidad de la muerte debe hacernos reflexionar. ¿Es importante invertir todo nuestro esfuerzo en el bienestar de este mundo o ocuparnos para la vida después de la muerte?

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Mejor el día de la muerte

Eclesiastés 7:1–4
1 Mejor es la buena fama que el buen ungüento; y mejor el día de la muerte que el día del nacimiento. 2 Mejor es ir a la casa del luto que a la casa del banquete; porque aquello es el fin de todos los hombres, y el que vive lo pondrá en su corazón. 3 Mejor es el pesar que la risa; porque con la tristeza del rostro se enmendará el corazón. 4 El corazón de los sabios está en la casa del luto; mas el corazón de los insensatos, en la casa en que hay alegría.

Introducción

Estamos esta noche frente a una de las realidades de todo ser humano. La muerte, un tema en el cual no nos gusta pensar pues el desagradable.
Lo es porque es el castigo por el pecado. Romanos 6:23Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Sin embargo, el gran sabio, el rey Salomón nos afirma que es mejor ir a la casa del luto que a la casa del banquete.
Lo dice porque hay esperanza de que seamos redimidos de la muerte y la condenación del pecado.

Reflexión

Por todos lados se nos tratar de convencer de no pensar ni hablar de la muerte, nos dicen que solo hay una vida y hay que vivirla, que hay que disfrutar la vida al máximo. Pero esto es un error, porque la muerte no es el fin de todo.
Biblia nos dice que es sabio pensar en la muerte. Eclesiastés 7:4El corazón de los sabios está en la casa del luto; mas el corazón de los insensatos, en la casa en que hay alegría.

La vida después de la muerte

Es importante reflexionar en la muerte porque hay vida después de la muerte, y es necesario prepararse para la muerte porque deberemos rendir cuentas a nuestro creador. Hebreos 9:27Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,
No es algo que debemos ver con terror pero si con responsabilidad.
Como el estudiante que se aplica en sus estudios todo el año para tener buenos resultados al examen final, en contraste con el estudiante que prefiere divertirse y pasarla bien, no tendrá buenos resultados.
Es falso creer que podemos ser irresponsables de nuestra vida espiritual y decir que Dios nos perdonará cuando estemos en juicio ante Él, es como si un estudiante fue irresponsable pero cree que el maestro le dará buenas calificaciones. Debe haber un esfuerzo una dedicación para obtener buenos resultados.
Debemos ser buenos administradores de nuestro tiempo para atender las cosas materiales pero también las espirituales. Eclesiastés 3:1Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.

Las cosas materiales

El afán ha esclavizado a la sociedad de tal manera que estamos convencidos que satisfacer las necesidades y gustos materiales es lo más importante en esta vida.
En esta vida estamos de paso, es una transición para la vida eterna, ¿cómo esperas vivir la vida eterna, en bendición o en sufrimiento.
Lucas 12:15Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.”
Las cosas materiales son importantes, pero es más importante ocuparte de tu vida espiritual. Marcos 8:36Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?

Conclusión

La Biblia no quiere decirnos con esto que no debemos sonreír, disfrutar las bendiciones o alegrarnos. Si debemos hacerlo pero también debemos reflexionar en nuestra alma, si está lista para el encuentro de su Señor.
Hay una desición que debemos tomar, y es entregarle nuestro corazón a Cristo, pues Él se entregó en sacrificio en la cruz para librarnos del pecado y de la muerte. Solamente Él puede darnos salvación y vida eterna.
Ocuparnos de nuestra alma no es algo que podemos hacer por nuestra propia capacidad, necesitamos de Cristo.
Juan 15:5Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
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